La última vez que vimos a Luisa y Rose en Jane The Virgin estaban echando un rapidito en la clínica mental en la que Rose consiguió meter a Luisa haciéndole creer a todo el mundo que había sufrido un brote psicótico. Si es que estas dos tienen una especie de amor apache y este encuentro no fue la excepción, porque Rose fue a conseguir información y Luisa a robarle un broche para escaparse.
Esta semana nuestro episodio comienza con Rose llevándose la sorpresa de su vida al ver que Emilio, su marido y padre de Luisa, ha vuelto de su viaje de negocios. Como les había comentado el episodio pasado, Rose sospecha que su marido es el malvado Sin Rostro, así que se pone muy nerviosa cuando él insiste en que se la quiere llevar de viaje a un lugar «sorpresa». De hecho, su ayudante ya le tiene casi que preparada la maleta y el pasaporte. Vamos que se va de viaje lo quiera o no.
En cuanto puede Rose sale pitando a hablar con Rafael para decirle que Emilio quieren que se vayan de viaje a algún lugar perdido de Dios y ella teme que no vuelvan más, porque algo le dice que su marido quiere escaparse de la policía antes de que sea demasiado tarde.
Rafael le insiste en que tenga paciencia porque sigue sin encontrar ningún dato que le haga pensar que su padre puede ser Sin Rostro. Sí, hay cosas sospechosas, pero él sigue pensando que, a pesar de sus muchos defectos, su padre no es un asesino desalmado, así que le ruega que no acuda a la policía todavía. También le recuerda que si la policía se entera, la reputación de todo el emporio de su padre se va al traste, así que ella decide aguantar vara por el momento.
Más adelante, Rafael y Jane van a la clínica a tener una terapia con Luisa que quiere reconectar con su hermano. Él no tiene las más mínimas ganas porque no es la primera vez que Luisa hace algo así y ya no le cree nada, pero Jane lo convence de que es lo correcto y al final los dos terminan en terapia escuchándola.
Luisa: Lo siento muchísimo por lo que he hecho. Por mi error, por no comentártelo en el momento en el que pasó. El alcoholismo es una enfermedad y es una con la que lucho a diario, lo tengo claro. Y ahora sé que tengo que estar constantemente al pendiente. Y estoy comprometida a hacerlo.
Rafael sigue sin creerse nada, pero Jane está conmovida por el discurso de Luisa.
Luisa también le hace saber a Rafel que se ha sentido muy dolida por el hecho de que él haya apoyado la moción de que la encerraran en la clínica. Le dice que de todo el mundo, especialmente él sabe lo mucho que le calaría a ella estar ahí después de que su madre se suicidara en un brote psicótico. Rafael le dice que lo siente muchísimo, pero que lo hizo precisamente porque no quería que le pasara nada y ella decía muchas locuras como que estaba enrollada con Rose.
Luisa quiere salir de la clínica, así que miente con todos sus dientes y admite que efectivamente, le entró un brote de locura, pero que igual podía haberla ido a visitar. Rafael le explica que ha estado ocupadísimo y la terapeuta le pide que especifique para que Luisa lo pueda entender. Entonces él le cuenta que han encontrado a un muerto en el hotel con un sacacorchos enterrado en el cuello. Y la cara que pone Luisa es un poema. Vamos que sabe algo fijo.
Cuando termina la reunión, Jane va al baño y se topa con Luisa que a parte de prácticamente causarle un ataque cardíaco está ahí para pedirle un favor.
Luisa: Sé… sé que no tienes ninguna razón pero… me gustaría que le dieras esta carta a Rose. Es una disculpa, estoy intentando reparar el daño. Es muy importante para mi recuperación. Por favor… dásela.
Luisa se va sin presionar más y Jane se queda ahí con la duda existencial porque sabe que Rafael no estaría de acuerdo, pero como es más buena que el pan decide llevarse la carta de todos modos.
Cuando llegan al departamento, Jane le pide a Rafael que conteste su celular, y al buscarlo en el bolso él se encuentra la carta de Luisa. Rafael le dice a Jane que no le va a entregar la carta a Rose porque su hermana es egoísta en sus motivos. Le dice que entiende que ella encuentre tan fácil perdonar, pero que para él no es igual, sobre todo con su hermana con la que ya ha pasado por problemas durante tantas veces. Así que la carta se queda sin abrir en una esquina.
Más adelante vemos a Luisa desesperada llamando a Jane para preguntarle si pudo darle la carta a Rosa. Nuestra chica se lleva una decepción de las grandes cuando Jane le comenta que la carta se la ha quedado Rafael. Pero en lugar de entrar en total desesperación decide llamarlo. Él, al ver que es su hermana, no le contesta pero ella le deja el siguiente mensaje en el contestador:
Luisa: Raf, por favor, por lo menos lee la carta. Por favor… tengo miedo.
Igual en ese momento Rafael no lo escucha porque justo llega Rose y los dos salen a hablar.
Rose le insiste a Rafael en que está asustada, en dos días Emilio quiere que se vaya con él a un viaje con paradero desconocido y ella teme por su integridad física. Rafael le asegura que no se irá a ningún sitio, pero ella insiste en que tendrían que hablar con la policía porque si no los van a acusar a ellos también de cómplices.
Rafael le dice que no ha conseguido encontrar ni una prueba de que su padre pueda estar relacionado con los túneles, pero más tarda él en decirlo que los dos en encontrar a Emilio pagándole al contratista externo que realizó los túneles, así que ahora todo parece indicar que efectivamente, Emilio es Sin Rostro y hay razones para temer.
Con toda la que ha caído, Rafael decide volver a su apartamento y por fin leer la carta y se topa con esto:
Querida Rose, necesito que me escuches porque tú eres la única que sabe que no estoy loca. Estoy preocupada por tu seguridad. Yo estaba en el departamento de mi padre el día que murió el botones y estaba… bebiendo. Utilicé un sacacorchos, me fui durante una hora y cuando regresé el sacacorchos había desaparecido. Pensé que era muy raro, pero ahora sé que un botones ha muerto y tengo un muy mal presentimiento Rose, sobre mi padre. ¡Tienes que irte Rose! ¡Ahora mismo!
¡Huy que mal se pone la cosa para Rose señoras!
Y hablando de la reina de Roma, Rose se encuentra con Emilio que le dice que se ha estado portando extremadamente rara en los últimos días y que el siente que no se quiere ir de viaje con él. Rose le asegura que no hay nada más lejano a la realidad, algo que nosotras sabemos que no es cierto.
Emilio entonces le dice que eso está genial porque le tiene una sorpresa bien grande, ha cambiado la fecha de su viaje y se van esa misma noche. La cara de susto de Rose es épica señoras, a ver como sale de esta. Igual no tarda mucho encontrar la respuesta, lo besa apasionadamente y le dice que antes de irse echen un «rapidín». A él le da cosilla que algo pueda pasar, pero ella comienza a desabotonarse la blusa y el cerebro se le hace mantequilla (no lo juzguen que ustedes reaccionarían igual).
El caso es que Rose le indica que se meta en una especie de mini fuente para darle duro y luego ¡le echa quien sabe cuantos litros de cemento encima!
Luego Rose llama por teléfono a Rafael y le dice que tenía una cita con Emilio y nunca se presentó, que piensa que su padre ya se fue del país y se va más feliz que una lombriz.
Así es mis queridas lesbicanarias Rose es Sin Rostro, lo que nos deja el romance lésbico en un punto extremadamente difícil pero nos trae una gran historia. Porque a diferencia de otras series a mí me hizo muchísima gracia este giro. De hecho ya lo sospechaba desde hace varios episodios como les comenté en mis otros resúmenes. Ahora que se ha deshecho de Emilio, seguramente le echará todas las culpas y seguirá con sus planos macabros. Eso sin contar que ahora no hay nada que le impida estar con Luisa, con lo que igual vemos algo de más acción lesbicanaria por ahí.
En fin chicas ¿qué les ha parecido esta super revelación? ¿Lo sospechaban como yo? ¿Creen que hay futuro para Luisa y Rose?
Quedé parada de pestañas al saberlo pero me emocioné más cuando pasaron a Rose marcharse silvando con su caminar tan…… agradable.
Veo difícil que regresen esas dos, sería más interezante aunque no estaría mal que le consiguieran a alguien más para Luisa.
Cuando estuvo con luisa en el hotel también quedó silbando 😛
Menuda chunga es Rose jajaja La verdad es que se veía venir, pero sigue siendo desconcertante. Con su carita angelical y su mente maquiavélica. Pobre Luisa, aunque en los culebrones nada es lo que parece, y lo mismo no es tan inocente como parece!
Menuda zorra ha resultado ser nuestra querida Rose!!! sufro por Luisa, pero claro, es q a mi se me pone la pelirroja a tiro y creo q tb se me nubla la vista un poco XD. A ver como avanza la cosa ahora q el marido/padre esta fuera del mapa, ya veremos si la cosa avanza entre ellas pero si Rose es la mala malisima no se si tendran el final q nos gustaría :p