The 100: Resumen de episodio 2×09 – Clexa

¿Qué le deparará este episodio a Clarke y Lexa? ¿Cuánto tiempo de luto por Finn tendrá que pasar Clarke para darle otra vez alegría a su cuerpo serrano? ¿Veremos por fin a Lexa sin su sombra negra de malota pintarrajeada por la cara? ¿Se declararán estas dos su amor eterno aprovechando la tregua? ¿Por qué The 100 es tan adictiva? ¡Cuántas dudas, lesbicanarias! Vamos a tratar de resolverlas.

Empezamos casi dónde lo dejamos, porque Clarke todavía se está limpiando la sangre de Finn de las manos y está llorando cosa mala, así que tiene que ir su mami a consolarla. Ay, las madres, cuánto nos dan en la vida… Pero no hay tiempo para más lágrimas, un grounder llega y anuncia que “la comandante está lista para hablar”. Ah, vale, debe venir ahora Lexa a consolarla, esperad.

Ah no, que resulta que se pone a soltar cual robot metralleta lo de que acaba de matar a Finn y eso. A ver, la chica no tiene mucho tacto, pero en el fondo es muy querible.

Lexa: La sangre ha respondido a la sangre. Algunos de los míos dicen que no es suficiente. Ellos querían que el asesino sufriese como manda nuestra tradición, pero no saben que tu sufrimiento será peor. Lo que hiciste esta noche te perseguirá hasta el final de tus días.

No entiendo muy bien estos métodos de ligue grounder, ¿y vosotras? Pero en fin, Lexa añade que tienen que llevar el cuerpo de Finn al pueblo que él masacró para que lo quemen allí como justicia. Abby y Marcus se ponen en plan “joder, ¿no habréis pedido ya bastante?”, pero Clarke acepta en modo “lo hacemos, cariño, que ahora que ya maté a mi novio por ti, pues ya de perdidos al río”. Todo esto con la condición de que después se pongan ya a salvar todos juntos a los de Mount Weather porque se nos va a acabar la temporada y lo tendrán que solucionar. Lexa asiente porque “queremos las mismas cosas, Clarke” (y eso es literal, no me lo acabo de inventar yo). Las mismas cosas… je, je. Sí, ya sé yo qué “cosas” queréis las dos…

Raven está disgustadísima con Clarke (imaginaos, además, con ese carácter explosivo que tiene), así que cuando Clarke le dice que se lo tienen que llevar, ella se suma porque le sale del mismísimo. ¡Y genial! ¡Más trama con Raven siempre es bienvenida! En realidad va toda una comitiva sky-people y Lexa detrás junto a su ¿guardaespaldas? Gustus. Van hablando en idioma grounder, que es una cosa muy sexy (en Lexa, en los demás nos da igual) y así nos enteramos de que Lexa es como la razón de que se hayan aliado los doce clanes grounders, así que Gustus tiene miedo de que la alianza con los sky-people ponga en peligro todo el tema. Ay, veréis, al final esto va a ser foreshadowing de estes, del que te “adelanta” cosas que van a pasar dejándotelas caer sutilmente.

A Lincoln los grounders lo siguen viendo como un traidor, así que sólo puede estar con Octavia. Son mu bonitos estos dos. Clarke, por cierto, ahora tiene como shock post-traumático y le saltan visiones muy chungas de Finn, que da pena verla. ¿No hay psicólogos grounders o algo así para que le echen una mano?

El caso es que al llegar al poblado están las cosas un poco tensas, porque los sky-people no son bien recibidos (no te jode, como que Finn mató a medio pueblo) y uno se pone gallito, así que Lexa ordena que le den un par de hostiacas. Clarke rápidamente intercede para pedir a Lexa que pare eso, que si no también les van a caer a ellos las culpas y…

Y cambia de idea. ¡Ja! A Lexa, Clarke ya le tiene comido el tarro, está cantado. Además, Lexa pega cuatro gritos bien daos y oye, qué autoridad tiene la tía, que todos aceptan que están allí los sky-people sin rechistar más. Montan la hoguera de Finn en un periquete y parece que va a ser Lexa la que la encienda, pero se lo ofrece a Clarke porque es muy educada (o sádica, no sabemos).

Mientras todo esto pasa, Lexa echa unas cuantas miradas a Clarke de estas de “te miro de arriba abajo pero de reojo, porque me gustas y no quiero que se note”. Por cierto, Indra está que echa fuego por los ojos con eso de que le haya dado el “honor” de encender la hoguera a Clarke. Indra, ¿estás celosa? ¿Tú también estás colada por Lexa? Si es así, te comprendemos. En realidad, es porque le gusta mucho el tema venganza y violencia grounder y el tema sky-people, en cambio, no le gusta nada.

Se ve que en su tiempo libre Clarke consulta el diccionario “inglés-grounder, grounder-inglés”, porque al encenderla suelta un “Yu gonplei ste odon”. Es una frase grounder que significa “tu lucha ha terminado”, y de verdad que con esto ya tiene a Lexa completamente enamorada.

Esta es una escena para ver una vez y dos y tres, ya que aparte de ser muy emotiva, empieza a dar muestras bastante claras de que Lexa ve a Clarke de manera diferente. Contad, veréis. La cantidad de miradas de adoración y respeto que le echa durante este ritual NO SON NORMALES. Estás muy pillada, amiga.

Con todo esto ya se inaugura la tregua oficialmente, así que Lexa se viene arriba y decide compartir algo muy personal con Clarke:

Lexa: Yo también perdí a alguien especial para mí. Su nombre era Costia. Fue capturada por la nación de hielo, cuya reina creía conocer todos mis secretos. Porque era mía… la torturaron, la mataron, le cortaron la cabeza.

Clarke: Lo siento.

Lexa: Pensaba que nunca superaría el dolor, pero lo hice.

Clarke: ¿Cómo?

Lexa: Reconociéndolo por lo que es: debilidad.

 

Clarke: ¿El qué? ¿El amor?

Y Lexa asiente con la cabeza. Anda, otra que también está traumatizada, cuánto tenéis en común. Ay, qué duro, joder. Primeramente, ya es oficial que Lexa tenía novia, chicas (eh, eh, eh), pero la asesinaron muy brutalmente y a partir de ahí se puso una coraza con la que ni siente ni padece. O eso dice ella…

En realidad, tienen un momento muy de conexión emocional, así que no me creo mucho las palabras de Lexa, pero si ves que tienes que ablandar un poco su corazón de piedra tú hazlo, Clarke. ¡Hazlo! Lexa los invita a todos a una cena de confraternización y los sky-people les llevan una botellita de alcohol como manda la tradición. Te invitan y tú también tienes que llevar algo. Ni con un apocalipsis nuclear se libran de estas cosas.

Lexa le pide a Clarke que beban juntas y Clarke le dice que será su placer y… Mirad, no voy a repetirlo. ¡Es que estas dos se comen con los ojos cada vez que se encuentran! Gustus hace antes de catador oficial por si las moscas y de repente empieza a retorcerse porque estaba envenenado. A ver, ¿quién ha sido? Con lo bien que habíamos empezado. No se os puede sacar de casa.

Culpan a Raven porque le encuentran un botecito en la ropa, pero ella se niega en rotundo. ¿Qué queréis que os diga? A mí me huele todo a chamusquina. Encierran a los sky-people y nadie confiesa, sólo vemos que Clarke se derrumba (un poquito más, ya la pobre no sé cómo aguanta en pie) y Raven le mete un puñetazo y la llama asesina. Mucho lío. Marcus, aparentemente, es tan fanboy de Lexa como nosotras y explica a Clarke que ella necesita también la alianza, que es una tía flexible, más razonable de lo que aparenta y que además escucha a Clarke. No sé por qué será que entre toda la gente que acaba de conocer, te haga tanto caso, ¿eh? A ver si sumas dos y dos, Clarke, que en parte te contó lo de Costia para que supieras que le gusta la tortilla. Digo yo, vamos.

Otra vez los grounders deciden condenar a muerte a alguien de los sky-people. Raven, te ha tocado. La atan a un palo y me muero de ver esta mierda porque empiezan a torturarla haciéndole cortes en el cuerpo uno por uno. ¡STOP VIOLENCIA!

Menos mal que a Clarke le viene una revelación y llega a galope para decirle a Lexa que fue alguien de los propios grounders la que intentó envenenarla. Lexa, nada más verla llegar, se gira y la deja pasar, porque en el fondo está deseando parar todo aquello. Clarke pega un trago a la botella de alcohol para probarlo y no pasa nada, porque el veneno no estaba en la botella, sino en el vaso. ¿Cómo llegó a esta conclusión? Eso ya no lo sabemos.

Bellamy se da cuenta de que fue Gustus porque tiene cara de “guilty as fuck”, las cosas como son. Gustus al principio lo niega, pero no aguanta la mirada de Lexa y confiesa que sí, fue él, porque cree que la alianza la está poniendo en peligro y no puede dejar que eso pase. Ay, joder, en el fondo es majo… A su manera.

Esa carita que veis es de Lexa, sí, la Lexa de los “no tengo sentimientos” y el “amor es debilidad”, que obviamente debe querer a Gustus tipo figura paterna, así que lo condena a muerte y eso le rompe el corazón. Ojo a ese zoom que hacen en la escena directamente a la cara de Clarke, que se queda muy conmovida viendo el sufrimiento que está atravesando Lexa. ¡No sé qué querrán decirnos con esto! ¡No me lo puedo ni imaginar!

Ponen a Gustus en el lugar que antes estaba Raven, que en ese momento se da cuenta de que Finn hubiese corrido esa misma suerte, así que se ve que entiende un poquito a Clarke. Gustus, antes de morir, pide a Lexa que sea fuerte porque ve las dudas en su cara, pero tiene que matarlo, no puede mostrar piedad (ya sabéis, esas cosas grounders). Yu gonplei ste odon, Gustus.

Lexa no rompe a llorar y no sé cómo, se debe meter las lágrimas para dentro con algún método grounder patentado. Después de todo esto, reciben una señal de radio de Mount Weather donde su gente les dice que están vivos, así que Bellamy decide que se va a meter de infiltrado mientras organizan lo de los ejércitos aliados. Clarke tiene una última visión de Finn, le dice adiós y se va con Lexa a planear todo. Abby, con la que ha tenido una discusión del copón sobre su padre muerto que no viene al caso, la mira con lágrimas en los ojos, porque ve a una Clarke nueva. Es una Clarke que ya se está forjando al estilo grounder a base de dolor, ojo.

Y tal que así. En este capítulo he fangirleado lo que no está escrito con estas dos, porque Clexa es un ship que veo encarrilado. Aún así, ha sido un capítulo doloroso y complicado (como todos en The 100, más o menos) y en este mundo está claro que lo de ser adolescente ya quedó atrás. Muerte, torturas, ejecuciones, guerras… El día a día. Espero que entre medias Clarke y Lexa tengan tiempo de solucionar alguna vez esa tensión sexual, porque quema verlas.