Después de semanas sufriendo con Seis Hermanas, parece ser que cada vez más vemos la luz con Celia. Porque después de semanas de llantos y miedos por el moscón del Dumas rondándole y robándole besos, la chica se puso firme y le confesó que le gustaban las mujeres así que el señor voló del nido de Cuco y volvió a Francia, no sin antes hacerle una suculenta oferta… Vamos por orden y así nos enteramos de todo bien y nos podemos sentir orgullosas con las decisiones de nuestro amor.
La Silva se refugia en sus estudios porque en breve es el examen final y está que ni duerme, pero claro, aparte de eso es por lo que pasó con Víctor. Su hermana Diana, a la que amo, al verla así sabe que algo no va bien y la futura profe se sincera contándole que le dijo al chico todo lo que siente. Vamos que su orientación no le dejará nunca enamorarse de él. Diana se pone nerviosa porque piensa que es una persona que no conoce demasiado pero Celia no quería darle falsa esperanzas aunque sabe que el chico se fue muy enfadado. Diana sufre porque la denuncie, pero ella está convencida que no lo hará. Así que termina dándole ánimos a Celia.
Más tarde Merceditas interrumpe a la chica en sus estudios para decirle que Dumas se ha presentado en la mismísima casa y aunque ella le va dando largas, algún día tiene que dar la cara y va a ser en ese momento porque el poeta se cuela en la habitación.
Cuando se quedan solos el chico le pide perdón, está muy avergonzado por como se comportó y le pide perdón. Ella le responde que al fin y al cabo es su culpa por no saber guardar bien los secretos. Pero a él eso le parece muy triste y piensa que el ser humano debe ser libre para expresar todo lo que lleva dentro y que nunca la va a rechazarla. Hasta ahí bien, pero cuando suelta un “ven conmigo a Paris”, ya me quedo más blanca que la pared. Le vende que es la ciudad de la libertad y allí podría ser ella misma sin miedo a ser juzgada. Ella se queda pensativa. Asumamos la vida, a mí me proponen eso y me voy con los ojos cerrados, la verdad.
Al día siguiente se encuentra a Víctor por la calle, el chico le pregunta que tal su examen, está convencido que ha aprobado (lo que pensamos todas) pero hasta mañana no sabe la nota. Celia lo invita a comer pero él parte ya hacia Francia esa misma tarde y ni tiene preparada la maleta. Le repite que se marche con él a Paris, pero ella ni ha tenido tiempo con el examen de pensarlo, pero la verdad es que son excusas de la chica. Le da un poco de miedo y no puede tomar una decisión de un día para otro.
Ella le promete que lo pensará y si se decide a ir, le escribirá. Dumas le da una carta en la que pone que puede trabajar con el en la Sorbona (usando todo tipo de recursos para que vaya con el) pero nada, solo puede conseguir que ella se lo piense. Así que los amigos se despiden y se van cada uno por su lado. Tengo que reconocer que me he reído mucho con Víctor y en el fondo (muy fondo) lo voy a echar de menos, pero parece que a nuestra chica le toca iniciar una nueva aventura.
Efectivamente como todas sabíamos, al día siguiente recibe la feliz noticia. Ha aprobado y ya puede ejercer como maestra. La única preocupación que tiene es saber donde la destinan porque puede ser muy lejos. Su hermana que ya ve el percal le dice que no va a permitir que se venga abajo. Después la ayuda a recoger el escritorio y se topan con unas cartas de Aurora, sí. sí, ¡AURORA! Nuestra chica las guarda todas, pero su hermana le dice que no puede seguir mirando al pasado porque le hace daño, Diana le aconseja tirar las cartas y ella sabe que tiene razón, así que le pide a su hermana que se las lleve, pero hay una que se queda atrás y no puede evitar abrirla y leerla:
La primera vez que te vi, tu no me viste. Esperabas turno en la antesala del doctor Uribe. No había nadie más y yo te estuve mirando un poco por la rendija de la puerta y ¿sabes lo que pensé? Esta mujer que se siente un patito feo no sospecha lo hermosa que es. Ni sabe que su ceño fruncido está esperando a mis caricias. Y también supe Celia, que tú y yo no teníamos más remedio que estar juntas.
Aishhhhh lágrimitas corren por mis ojos. Y luego la escritora es la Silva, pero la enfermera no se quedaba atrás. Me escriben eso y caigo fulminada al suelo de amor en ese mismo momento. ¡Cuánto echamos de menos esos momentos entre ellas! Celia no puede evitar escribirle a leer esa carta…
Siguen pasando los días y Rosalía le trae una carta. Lo primero que pregunta Celia es si es de Aurora, ya que le escribió y cómo habían hecho planes para cuando aprobara su examen… Rápidamente, la otra la baja de las nubes diciéndole que ahora su prioridad es el hijo que espera y su marido, que esos planes tendrán que esperar, si es que suceden alguna vez.
Un poco abatida, abre la carta y parece ser que sus compañeras han organizado una fiesta de graduación, además, según dice en la letras, ya está puesta una lista con el destino. Todas tienen miedo, incluidas nosotras de que le toque lejos. Más tarde va a hablar con sus hermanas y les dice que ya sabe donde la asignan: A Arganzuela. La chica está encantada porque aparte le ponen una casita. Pero a las algunas hermanas le cambia la cara, ya que es un barrio pobre, lleno de trabajadores y gente del campo. A ellas no le hace ilusión pero nuestra Celia está encantada de darle clase a los hijos de los obreros. Si es que es lo más esta chica…
Llega el día de la fiesta de graduación y a Merceditas le vuelve a preguntar si no ha recibido carta. Otra que se piensa que es del Dumas mientras que nuestra chica solo piensa en su antiguo amor. Merceditas se pone a hablar bien de Aurora y de lo feliz que tiene que estar en su matrimonio con su bebé. A Celia obviamente le afecta lo que le dice y sale escopetada del cuarto porque para que negarlo, esas cosas le duelen. Y a nosotras.
En el Ambigú conocemos de repente a un tal Camilo que está hablando con Antonia, la dueña del lugar. Parece ser que se dedica a la venta del calzado, según hablan, se puede ver que hace tiempo que no se le ve por ahí. Y diréis por qué hablo de este señor, pues porque poco después llega Celia, con sus compañeras y su hermana para la celebración de graduación y nuestra Silva se queda blanca al verlo, pues si, para nuestra sorpresa resulta que es el hermano de Aurora. Ella lo conoce porque le estuvo dando clases a su hija. Cuando se recompone un poco y va a pedir a la barra, al volver a mirar hacia la mesa del señor ya no está.
Y claro, todas estamos pensando lo mismo, si el hermano de Aurora está en Madrid.. ¿quiere decir que la enfermera también? Que queréis que os diga, entre que han salido sus cartas y ahora con lo del hermano, su amor está más presente que nunca. Me huele a la vuelta de alguien… Tendremos que esperar unos días para saber pero todo pinta arcoíris. ¡Nos leemos!
x fin el jueves volvera aurora ahs si si esta le dice a celia que la olvide, pues creo que ya esta, se tendra que encontrar a otra novia celia, o anda a saber como sera la historia entre las dos si la habra, mmm…
Síííí!! lo que me ha encantado es la ratificación de Celia sobre su lesbianismo y ante su hermana Diana, lo mucho que ha aprendido a fingir, tanto, que duele… ¡ais! si es que eso miles lo pasamos antes de salir al mundo… ? Y aunque cuando Diana la aterriza al mundo de «Aurora se fue», «Aurora no está», «Aurora ya sigue con su vida…» no me simpatiza ?… Siempre será la hermana más querida por mí ?jeje… ¡¡Aurora está de vuelta!!, no diré cuándo, no diré cómo… no spoilearé… pero cuantito salga, el mundo colapsará… seguro. ?