Celia y Aurora resumen 27 de Seis Hermanas

Hoy es un buen día para todas las fans de Celia y Aurora. ¡¡¡Vuelve a casa vuelve!!! Y no por navidad, sino un poco después pero ya está aquí, puedo decir con la boca bien abierta que ¡AURORA HA VUELTO! Desde luego no es el reencuentro de nuestros sueños pero al menos se han mirado de nuevo y para que negarlo, el amor estaba en el aire, pero bueno, el camino no va a ser fácil y nos tocará sufrir, pero yo no dejo de llorar de alegría por el regreso de la hija pródiga. Vamos en orden para no perdernos y volvamos a revivir ese reencuentro con un abrazo que me rompió el corazón en añicos.

Días antes, Celia le cuenta a su hermana que vio al hermano de Aurora, quería hablar con él porque le ha escrito unas cartas a la enfermera pero no ha recibido noticias. Su hermana no entiende el afán de la Silva por mantener contacto, pero es que Celia sabe que fue un casamiento obligado y que no puede ser feliz el amor de su vida con un hombre, pero Diana no piensa lo mismo, así que ella piensa que la otra la ha olvidado y que solo se hace daño alimentando algo que no existe. Aishhhh que dura es la vida, no se rinde esta chica, me encanta…

Más tarde y no haciendo caso a su hermana, se presenta en el Ambigú y le pregunta a la dueña por Camilo, el hermanísimo. Pero la otra no tiene ni idea, sabe que se pasa por allí cuando está en Madrid pero a saber. La chica decide sentarse a esperarlo, pero claro, viendo pasar el tiempo y que no aparece nadie desiste. Justo cuando se va a ir aparece el prometido de su hermana Elisa, un señor que podría ser su abuelo, y claro, le empieza a hablar sobre amores imposibles y se la gana en dos minutos, porque asumamos la vida, las hermanas no están muy de acuerdo con ese noviazgo, pero esta buenaza sabe lo que es enamorarse de alguien que no debiera y convence a las hermanas para que el señor pueda ir a conocerlas formalmente. Al final las hermanas terminan aceptando el compromiso porque ven al señor enamorado de Elisa.

Sigue insistiendo yendo al Ambigú cada día para ver si coincide con Camilo y un día, cuando ya se va a dar por vencida, aparece por la puerta como por arte de magia. Al fin un poco de suerte. La chica se presenta como amiga de su hermana y profesora de su hija. Le pregunta que tal está la enfermera y básicamente le comenta por desgracia lo que todas sabemos, está Cáceres, casada y esperando a su bebé. Celia le pregunta si la dirección que tiene es la correcta y el asiente. Vamos que Aurora no le responde a la Silva porque no quiere, básicamente.

Más tarde, lejos de venirse abajo, la vemos haciendo una maleta. Diana entra en el cuarto cuando está guardando ropa para llevarse y se sorprende cuando su hermana le dice que se va a Cáceres. Diana piensa que es una locura pero Celia no parará quieta hasta que la otra le diga cara a cara que no quiere saber nada de ella. Un fuerte aplauso por favor, que manera de no rendirse ante las cosas. Su hermana le repite que es una locura y que le romperá el corazón, pero como bien dice nuestra Silva, igual es eso lo que necesita porque no puede vivir con esa duda. Además le dice (medio llorando ella y nosotras) que nunca encontrará a otra persona como Aurora.

En los días siguientes, Celia se calma con el tema Aurora y se dedica a escuchar los problemas de los demás, tipo Merceditas o a cubrir a su hermana Francisca con su marido. Además se sigue dedicando a terminar su maleta pero para la mudanza, que ya sabemos que nuestra chica se va a independizar. Bueno, más que maleta, equipaje, porque entre los libros, los ropa y el ajuar… que por lo visto no tiene mucho y menos que necesita. Rosalía está escandaliza de que no quiera llevarse casi nada porque es una señorita y efectivamente, la ama de llaves se ocupará de guardarle todas las cosas que necesite ante la mirada de súplica de Celia, que lo ve innecesario.

Y casi nos da un vuelco el corazón cuando más tarde recibe una visita. ¡¡¡¡¡¡¡¡¡AURORA!!!!!!!!!!! La enfermera se presenta en casa de la Silva pero por su cara no es una visita de cortesía y me echo a temblar. Mi primer análisis es negativo, me refiero que no vemos a esa Aurora risueña que nos encantaba y vemos que casi tiembla cuando Celia la nombra en su espalda. Obviamente podemos observar que le está costando un mundo el encuentro. Sufro mucho porque no es mi reencuentro soñado, pero para que negarlo, lo importante es que lo hay, lo demás se irá viendo…

Celia: Merceditas me dijo que me iba a alegrar de ver quien había venido a verme pero nunca pensé que fueras tú. ¿Qué tal el embarazo?
Aurora: Bien, gracias… Celia, yo quería hablar contigo.
Celia: Claro, dime. ¿Has recibido mis cartas? Porque te mande un par y no he recibido respuesta.
Aurora: He venido a Madrid a visitar a mi hermano Camilo y a su familia.
Celia: Pues me alegra que hayas decidido venir a verme.
Aurora: No me has dejado otro remedio. Andas importunando a mi hermano haciéndole preguntas sobre mí.
Celia: Simplemente le pregunté si tenía tu dirección… Te mandé una carta muy importante y como no recibí nada de vuelta.
Aurora: ¿No crees que eso se debe a que no quiero saber nada de ti?… … Celia Ahora mi vida es diferente. Lo nuestro se ha acabado, creo que fui lo suficientemente clara en nuestra última conversación y en mi última carta.
Celia: Aurora, yo no quiero molestarte…
Aurora: ¡Pues no lo hagas! Celia, tengo un marido y voy a tener un hijo y todo eso puede echarse a perder si andas haciendo preguntas sobre mi.
Celia: No, yo no soy peligrosa.
Aurora: La única manera que no lo seas es dejándome en paz.
Celia: ¿Pero que hay de malo que dos amigas se manden cartas? O ¿es que ya ni siquiera somos amigas?
Aurora: No, no lo somos. Prométeme que vas a desaparecer de mi vida del todo. No más cartas, no más preguntas a mi hermano… Yo ya no existo para ti.

Vamos a analizar la escena porque ha sido tremendamente dura. Lo primero, no se vosotras pero yo no me estoy creyendo nada de lo que dice la enfermera. Si cuando escuchó su nombre de labios de Celia ya supo lo duro que seria, aunque después se pusiera digna. Yo creo que aún la quiere pero hay algo detrás de ella que no puede dejarse llevar. No sé si es su familia o que pero yo le veo hasta con algo de miedo. Supongo que con el pasar de los días irán desarrollando la historia, pero vamos a ser sinceras, aún quiere a la maestra y eso se le nota a leguas, les tocará nadar contra corriente pero eso lo hace todo más bonito y con más valor. Así que bueno, aunque le ha dicho que no quiere verla más, es algo que no se cree ni ella misma. Que pena me dieron las dos, Celia por lo que estaba escuchando de boca de su amor y la otra, es lo que tenía que decir (por lo que sea) pero ni ella se lo cree, solo tengo algo claro y es que aún hay amor entre las dos. Volvamos a ver la escena pero con ellas.

Después de aquello obviamente nuestra chica no he pegado ojo en toda la noche y se levanta sin ánimo de nada, hasta se le nota que ha estado llorando por sus ojos enrojecidos. Y es que lo único que piensa y le cuenta a Merceditases que pensaba que conocía a alguien (Aurora) y realmente se da cuenta que no es así. Está muy confundida y aún no ha digerido de lo ayer. Más tarde su hermana Adela va a verla porque la ve triste pero ella le responde que no le pasa nada, que solo es cansancio y es que es normal, mirad la cara que lleva por el mundo…

Y nada, así termina nuestro resumen. Es una sensación agridulce porque tenemos que estar contentas porque Aurora ha vuelto a aparecer pero claro, al no tirarse en sus brazos pues la cosa cambia, y más cuando le dice que no quiere ser su amiga ni verla más. Es muy duro, aunque insisto que hay alguien o algo detrás de la forma de actuar de la enfermera. Yo pienso que hay amor entre ellas ¿y vosotras? ¿Qué pensáis que es lo que le sucede a Aurora? En breve sea lo que sea, lo descubriremos. ¡Hasta la próxima!