El 11 de octubre celebramos el National Coming Out Day, o el Día para salir del armario. No se dejen desanimar por “National”, que fue el nombre original del evento, que nació en Estados Unidos, bajo la tutela de Human Rights Campaign, pero se ha extendido por varios países de Europa y América Latina.
La idea de este día es celebrar la diversidad sexual y animar a la comunidad LGBT+ a que abracen su identidad. También para que los aliados alcen sus voces en apoyo a la gente queer. Y todo esto es un concepto hermoso.
¿Para quién salimos del armario?
Pero hay veces en que uno está como más cínico y se pregunta si este tipo de cosas son realmente necesarias o justas. Porque a veces se siente un poco como opresivo. No me malentiendan, no quiero decir que hay que vivir en el armario, porque esa es una solución más bien dañina que te hará llevar una vida infeliz.
La idea de tener que ponerte una etiqueta para que el resto del mundo acomode sus incomodidades, sabe a segregación. Y no es específicamente el hecho de salir del armario, es el armario en sí mismo.
El concepto de tener que verse empujado a un cajón por miedo a las repercusiones sociales que tu sexualidad pueda despertar en otros, es ya algo espantoso. Y cualquier hetero te puede confirmar que el simple hecho de llegar a términos con la sexualidad es ya un proceso complicado sin agregarle más prejuicios.
Es verdad que hemos avanzado considerablemente en pro de un mejor mundo para la comunidad queer. Pero el hecho de que sea 2016 y todavía nos quede mucho trabajo por delante dice mucho de cuánto prejuicio se mantiene.
Fe y estructura social
El sexo, homosexual o no, sigue siendo un tabú. Todavía sobrevive el cliché de que la mujer debe ser más bien célibe y el hombre más bien promiscuo. Lo peor es que la gente selectivamente se niega a avanzar en estos aspectos. Muchos por una conciencia religiosa.
La fe es importante, no le voy a negar a nadie su derecho a ella. Mi problema es cuando la fe se deforma en una excusa para doblegar a los demás.
También es cierto que para evitar el caos y la anarquía, las sociedades necesitan estructura. Pero esas estructuras no pueden estar basadas en las necesidades de un grupo. Eso es como decir que hay proteger a los animales, pero sólo a los mamíferos.
La sociedad tiene que entender primero su diversidad y aceptarla. La sociedad debe buscar el bienestar de todos sus integrantes, no sólo los que más coinciden con una fe específica.
¿Es necesario salir del armario?
Es necesario no vivir en el armario. Sí. Pero eso de ir aclarándole a todo el mundo, no sé yo. Verán, para empezar la sexualidad es muy diversa. Sí, es cierto que hay personas que tienen siempre claro lo que les gusta. Pero hay otras que son más fluidas.
Yo, por ejemplo, no he salido del armario con nadie. Al menos no directamente. Y no, no vivo en él tampoco. Mi mejor amiga, sí. Hace años, una noche, fuimos a cenar y me dijo “Me gustan las mujeres”, mientras bebíamos una leche achocolatada, porque somos así de rebeldes y salvajes. Yo le pregunté si quería una medalla y que igual tenía que pagar la cuenta ella.
La primera vez que alguien salió del armario conmigo, fue un gran amigo. Era la primera vez que nos veíamos en persona después de tener un serio accidente automovilístico en el que él conducía (y del que salió físicamente ileso, pero con mucha culpa. Pobre, no fue su culpa).
Esa vez me cayó más de sorpresa, porque este es un chico que estuvo filtreando conmigo por meses.
Pero yo jamás he sentado a nadie para decirle, ‘mira, a mí me gustan los ellos y las ellas, también’. No lo oculto, mis opiniones no son censuradas, a menos que esté en un mal día que lo último que quiero es ir educando ignorantes de elección. Pero no niego cuando me atrae una chica igual que no niego cuando me atrae un chico. No veo como vocación ir aclarando la heteronormativas.
Estereotipos
El problema es que la gente asume. Porque los prejuicios y estereotipos dictados por una sociedad patriarcal, machista, racista y homofóbica se mantienen indelebles.
Un corte de cabello, una pieza de ropa, un color, un gesto, son suficientes para etiquetar a las personas. Y son de esas etiquetas como las que colocan por infracción a los vehículos, que luego sólo salen con Coca-Cola.
Entonces la gente saca conclusiones de la vida entera de una persona por cómo luce su cabello. Y a mí esto me parece tan triste que no encuentro nunca la inspiración para salir oficialmente, o públicamente, o como quieran verlo, del armario. Porque no considero que esté encerrada en ninguno
Es la misma razón por la que los hetero no tienen que salir del armario, a menos que se den cuenta que te gusta el mismo sexo, ahí no dudan en plantarse un cartelito “Straight, no tocar”, no sea que tu irrefrenable homosexualidad te empuje a devorarlos.
Lo que es otro estereotipo: Amigos heterosexuales, lamento romperles la burbujita egocentrista en la que viven, pero no. No son irresistibles.
Lo importante es no encerrarse en uno
Así que ya lo saben, no tienen, necesariamente que salir del armario si no se sienten cómodos con hacerlo. Pero es importante que no vivan en él. Porque esto sólo los afecta a ustedes de forma negativa. Les impide vivir una vida plena y feliz. Y eso sí que es inaceptable.
Tu sexualidad no debería impedirte alcanzar la felicidad. Y menos para que unos respingados con el corazón chiquito se sientan más cómodos en su rutina de andar vigilando la vida de otros.
Si quieren salir del armario con una enorme fiesta y que se entere el mundo entero. Me parece fantástico.
Yo voto porque se destruyan, definitiva y permanentemente, todos los armarios metafóricos del mundo. Aquí los únicos que deberían esconderse por vergüenza son los homofóbicos. ¿Ustedes que creen?
Me encanto! Yo estoy pasando por eso justo ahora. Tengo amigas muy cercanas que, son muy homofobicas sin mencionar a mi familia super religiosa. Este articulo es lo que estaba buscando, las personas con las que ya salí me dicen que debería decirle a mis amigas, o compañeras (las cercanas que mencioné antes). Pero realmente no me siento cómoda, siento que dejarán de hablarme o algo así si les digo que soy lesbiana, por que les da miedo, o por que no aceptan el que sea diferentes a ellas. Lo que quería preguntar es: ¿Sería correcto que les diga ya lo que soy? AIUDA 🙁
Yo creo que tienes que valorar si esas personas son realmente importantes para ti como para sacrificar parte de tu felicidad. Yo tardé una década enterita en salir del armario con mis amigos y mi familia por dar por hecho que no me iban a aceptar. Mi mejor amigo era muy homófobo y ha cambiado su forma de ver a la comunidad gracias a nuestra amistad y ahora hasta se ofrece a acompañarme a algún local de ambiente o me bromea cuando me quedo mirando a alguna chica. A veces te dejas llevar por los esteretipos (un sacerdote cómo me va a aceptar si el dogma se lo impide, pues hay sacerdotes muy abiertos que yo conozco) y te ciegas, no digo que sea en tu caso. No sabría qué decirte, la verdad, es algo que tienes que valorar tú y decidir si hacerlo o no. Nadie DEBERÍA EN NINGÚN CASO obligarte a hacerlo si tú no quieres. A lo mejor podrías tantear el panorama poniéndoles documentales sobre el tema (Stonewall Uprising, Born Naked, Edie and Thea: A Very Long Engagement, Gaycation) y ver qué opinan.
Por desgracia no podemos «dejar de salir del armario», en cada círculo social nuevo, aunque ya estes fuera del armario tienes que volver a salir, una y otra vez.
Te pasas la vida saliendo del armario, un nuevo trabajo, pronto viene la pregunta:
¿Y tú, tienes novio?
Y tienes varias opciones, no, no tengo, y que eso se interprete como un ah, esta soltera y tu realmente no estas mintiendo, porque tú tienes novia. La segunda opción, sí, tienes novio y ya dirás la verdad si quieres en algun momento y la opción de decirlo, ya sea como no, pero si novia o con frases originales, porque aún hoy en día a muchos les cuesta decir que su pareja es del mismo sexo.
Yo, personalmente, estoy fuera totalmente, pero no se puede evitar el tener que salir a no ser que seas el cliché andante y ya directamente te saquen. Llegará un día en que no haya que salir y que la gente no de por sentado que eres una persona heterosexual, pero aun no es ese día.
Lo ideal sería que no hiciera falta salir del armario, es decir, que no se asuma que eres heterosexual. Lo que pasa es que esa situación es utópica y tiene que cambiar mucho la sociedad (y no solo la parte hetero, ya que aún hay mucha aversión a otros tipos de sexualidad en la propia comunidad, algo que nunca entenderé) para que eso sea así (no creo que ninguna de nosotras viva para ello). Con mi familia y amigos estoy, digamos, fuera del armario, pero tampoco me gusta ir pregonándolo por ahí porque mi vida sexual no le interesa a nadie. Por ejemplo, tengo una amiga que siempre que me presenta lo hace diciendo «esta es Laura, mi amiga bollera», ella no lo hace con mala intención, pero la cosa es ¿por qué hay que matizar hacia quién te sientes o no atraída?
Me parece que se ha avanzado mucho en cuanto a hablar públicamente de la homosexualidad, bisexualidad o asexualidad, entre otras, pero no comparto la visión de que haya que salir sí o sí del armario con todo el mundo y en todos los contextos, ya que, como he dicho antes, la vida sexual de cada uno no le interesa a nadie. Lo verdaderamente importante es que salgamos internamente del armario, es decir, que nos aceptemos tal y como somos. Ese es el primer paso.
Nunca comento estás cosas, pero de verdad me parece súper acertado lo que dices, parece que por el solo hecho de tener una preferencia sexual «distinta» debo hacer algo para aclararle a la gente que «a pesar de…» sigo siendo una persona «normal». Me encantó levantarme y leer esto. Un abrazo.