Buenas, lesbicanarias y fans de Wayhaught. Sé que estáis deseando leer este resumen porque los adelantos de este capítulo de Wynonna Earp nos hablaban de una Navidad con bailecito sexy incluido de Waverly a Nicole, así que hay mucha chicha que desgranar. ¿Navidad en agosto? Sí, bueno, Emily Andras sigue sus propias reglas así que tenemos que imaginar que en Purgatory están ya en diciembre o bien que es un pueblo situado en el hemisferio sur, cosa que no cuadra. Vamos allá.
Michelle ya está en modo matriarca total y puso decoraciones y lucecitas por toda la casa, así que estamos en un momento de purísima felicidad famliar. Nicole, sin embargo, no está tan contenta porque le toca un año más disfrazarse de duende de Papá Noel mientras Nedley es el propio Papá Noel, así que no puede evitar hacerle pucheritos a Waverly.
Waverly está en modo “pero si estás supermonaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa”, cosa en la que puede que todas estemos de acuerdo. Nicole se tumba en la cama a quejarse un poco de que no es justo porque la muchacha está encasillada y quiere ser Papá Noel. ¿Por qué no va a poder ser Papá Noel ehh? ¿POR MUJER? ¿POR LESBIANA? DISCRIMINACIÓN. Waverly aprovecha y obviamente la coge de los mofletes y le da un besito, porque están en modo empalagoso hardcore. Y yo que me alegro, dios mío, qué sufrimiento el capítulo anterior, qué bonitas son juntas. Os cuento que cuando shippeo una pareja en escenas así como superadorables y amorosas a mí me aparecen como cosquillitas en el estómago, jurao, y están ahora disparadísimas. Es que me dan como mucha ternura y calorcito en el pecho y envidia de quererse tanto.
Wynonna está tratando de decorar el árbol de Navidad con un ángel que hicieron con tampones y su madre le dice que por favor no, que quiere tener la fiesta en paz. ¡Pero si es tope original, mujeeeeeeeer! Luego le dice a su hija que cree que necesita un poquito de marcha y que vaya a buscar a Doc para eso… Bueno, esta señora no se anda con tonterías, ¿eh? ¡Me cae genial! YO GO, MAMÁ EARP. Las que ya están en el piso de arriba a ello son Waverly y Nicole, que descubrimos tienen secso bastante sonoramente y Wynonna necesita ponerse unas orejeras en plan “ya están estas como siempre”. Bueno, bueno, buenoooooooooooooooooooooooooooo. Bendecida por escuchar a Wayhaught follando y gimiendo, la verdad. Gracias, Emilia, por tanto.
El caso es que un niño es secuestrado por Bulshar en plena celebración de la Navidad con Nedley vestido de Papá Noel, así que ya está liada la cosa. Y no podemos olvidar el glorioso momento Wayhaught mientras se despiden en modo feliz postorgasmo, dándose unos besitos muy cuquis en las escaleras y siendo OTP. Es que de verdad hay demasiados momentos Wayhaught en este capítulo y ME ESTÁ EXPLOTANDO EL CORAZÓN DE ARCOIRIS.
Así que se despiden de esta guisa y Wynonna enseguida se lleva a su hermana al momento para hablar de lo raro que es tener a mamá Earp mandando en la casa tal que así. Y aprovecha para decirle a Waverly, como quien no quiere la cosa, que su padre es un ángel. Así que sale disparada a la cocina para preguntarle a Michelle, que justo está rellenando el pavo. Está obsesionadita con que todo salga estupendamente en esa Navidad así que no tiene ganas de hablarlo, pero tras insistir le cuenta que estaban enamorados y que la trató estupendamente, pero que se fue sin decir adiós, y que es nacida de un amor muy bonito. También que con Jolene dando por saco desde que nació nunca tuvo mucho tiempo para buscarlo y que Bobo estaba allí cuando nació. ¡Por supuesto!
La señora enseguida pone cara de que está un poco cansada y para de hablar porque ella lo que quiere es recuperar el tiempo con sus hijas, no hablar de Julian, el ángel. Mira, de verdad… Tanto misterio me escama. Michelle dice que ella sólo quiere comer pavo. QUE TE COMAS EL PAVO, ANDREÍTA. Pero Waverly le recuerda que es vegana y su madre bromea en plan “pero si ya eres lesbiana”. Lesbiana, lesbiana… ¿No quedamos en que Waverly era bisexual? ¿No es este el canon?
Le pregunta muy felizmente si Nicole va a ir a cenar con ellas esa noche y por supuestísimo que sí, a ver qué pensabais. O sea, hace nada estaban follando bajo su techo y ella panchísima en el piso de abajo, entiendo que las presentaciones pertinentes ya están más que realizadas y Michelle está encantada con su nuera. Aún así me parece mal que Emily Andras nos haya robado ese momento. ¡Yo quería verlo!
Doc anima un poco a Jeremy, que está un poco de bajón porque su cita con Robin no salió adelante, básicamente el muchacho no lo llamó (porque lo secuestró un árbol gigante, pero esto no lo sabe). De hecho vemos una imagen de dónde lo tienen encerrado y no es precisamente la aldea de Papá Noel en el Polo Norte. Es un sitio lleno de jaulas donde Bulshar hace no sé qué movidas a la gente, pero no creo que sean bonitas a tenor de los gritos de dolor que se escuchan, je. Nedley está traumatizado con la desaparición del niño así que Nicole tiene que calmar a las masas y Wynonna ponerse sus botas de “vamos a resolver un nuevo caso” para lo que cuenta con la ayuda de Charlie. ¿Que quién es Charlie, lesbicanarias? Pues su nuevo maromo, según deducimos, porque yo quiero mucho a Emily Andras pero no es precisamente sutil a la hora de introducir nuevos intereses amorosos de los personajes. No, la sutileza no es lo suyo. Es bombero de Purgatory, así que suponemos que ya trabajaba antes en este pueblo y esta es la primera vez que lo vemos o algo así. Para nada sospechoso.
Wynonna lleva a Jeremy una muestra de la sangre que encuentran para ver si es humana y también llama a Waverly a ver qué sabe del apellido del niño. Ahí vemos que Waverly no se quedó en casa precisamente, sino que está al lado del pozo de Bobo. No sabe quedarse quieta esta niña. Mientras Doc y Wynonna van a hablar con Countessa para obtener información de Bulshar, Waverly interroga a Bobo, que vive en un charco de agua ahí abajo. Os juro que me da penita. Le cuenta cómo al escuchar su nombre ayudó a su madre tras el parto, porque había perdido mucha sangre y estaba muy debilitada, y llevó a bebita Waverly a Ward Earp para amenazarlo con que la cuidase. O eso cuenta él. Bobo es un personaje fascinante y extraordinario que espero que nunca maten, de verdad. Waverly no las tiene todas consigo y quiere saber dónde carajo está Julian, pero Bobo no suelta prenda mientras siga en el pozo.
Wynonna está celosilla porque es normal, Doc, cariño mío… Tienes una esposa secreta de la que nunca hablaste. Él intenta confesar su amor por Wynonna, pero les sale regular como siempre (beso mediante) porque Wynonna no quiere admitir que quiere a Doc ni aunque se lo pregunte. A mí me ponen muy nerviosa. No estoy para heteradas. Y por fin volvemos a saber algo de Nicole, que todavía en su traje de elfo de Papá Noel intenta animar un poco a Nedley sin mucho resultado.
Por su parte, Jeremy se pone muy contento de que su potencial noviete nuevo esté vivo, porque según saben a través de nuestra querida esposa vampiresa, Bulshar no mata a los miembros de las familias ancestrales de Purgatory, lo que hace es meterles no sé qué movida rara en la boca. Me pierdo con esto. El caso es que Wynonna va a salvar el día y Charlie se suma para ayudarla porque no le asustan las cosillas sobrenaturales de Purgatory y está super al tanto de todo. Hay como mucha tensión sexual entre ambos y tal y cual y el muchacho le sigue mucho el rollo con las bromitas y comentarios ingeniosos made in Wynonna. Yo quiero muchísimo a Wynonna, me río un montón con sus ocurrencias y también me parece supersexy así que entiendo al chaval, aunque no me fío de él un pelo. Tras salvarlos a todos, se reencuentran con sus familias y Robin puede por fin reencontrarse con Jeremy y le da un besito para dejarle claro que SÍ está interesado en él.
En todo este lío increíble, Nicole ha mantenido muchísimo la serenidad mientras Nedley estaba en crisis existencial así que Nedley está en modo HASTA AQUÍ, parece que ha llegado a un punto de no retorno. Le dice que se va a retirar y… ¡le cede el testigo a Nicole como nueva sheriff de Purgatory!
Finalmente, la cena de Navidad es un poco awkward entre los cuchillos que se lanzan Doc y Wynonna en su infinito tira y afloja romántico y el recordar a Dolls, pero Michelle está decidida a que todo salga genial. También brindan por la nueva sheriff Nicole Haught. ¡Arriba esas copas! Michelle le da las gracias a Nicole por hacer a su hija tan feliz y se nos cae un poco la lagrimita de orgullo. Ella dice que “siempre supo que era un ángel” porque no puede dejar de ser cursi-romántica ni en la cena de Navidad. ¡Al rico azúcar! Luego Michelle da un discursito sobre la familia y vuelve a colocar el ángel de tampones sobre el árbol. Ahora ya es una Navidad Earp completa.
A todo esto, Doc ha abandonado la cena y Wynonna no tiene intención de ir detrás de él, así que cuando acaba se va a encontrarse con Charlie. El caso es que se gustan y tal y cual y coquetean, pero Wynonna le dice que “nada de compromisos” y él encantado, así que se dan el lote ahí mismo en el camión de bomberos. Y, mientras esto pasa, Michelle va a buscar a Bobo sin sus hijas y le echa una cuerda porque quiere encontrar al maldito Julian. Y luego tenemos esto…
Porque sí, ha pasado, Waverly ha decidido regalarle un bailecito sexy vestida de esta guisa a Nicole para celebrar su ascenso. Y se pone a cantar y a bailar como muy nerviosita y riéndose y Nicole la mira con los ojitos brillosos como pensando “no me puedo creer que esta mujer sea mi novia”. Porque tiene las bragas en el suelo, también os comento. Es que no me extraña. ESTÁN MUY ENAMORADAS.
Ah bueno, y Doc va a visitar a su esposa y tienen un momento muy intenso porque ella le dice que lo necesita y él le termina pidiendo que lo convierta en vampiro. Y sí, vemos cómo le muerde el cuello y se le transforman los ojitos. ¿Cómo nos tenemos que tomar esto? ¿AHORA DOC VA A SER VAMPIRO? ¿Os gusta el giro? A mí no me convence una mierda pero tendremos que acostumbrarnos. Y gracias, Emily Andras, por un capítulo navideño tan Wayhaught. Te queremos mucho.
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