Resumiendo

–¿Qué es para ti la felicidad? –me preguntó.

Entonces le hice sonreír.

 

Lánzate a la Vida

Tienes que lanzarte. ¡Lánzate a la Vida, sin más! Empieza a mostrar todo lo que tienes ahí dentro, que guardas mucho para entregar. Poco a poco se van perdiendo los miedos nerviosos, y los nervios miedosos. Pero ojalá esos nervios nunca se olviden del todo. Los nervios son ricos, son buenos, son necesarios. Son empuje, son garra, son despertares.

¿Te imaginas que hiciéramos todo tipo de cosas y no sintiéramos nervios? Qué aburrida sería la Vida, ¿no? ¿Te imaginas que, al verla a ella, las mariposas no apuñalasen con sus cosquillas mi estómago?

¡Concéntrate, Lector! Es agradable sentir nervios y ese sudor frío que te calienta la sangre en el escenario, en el recital, en la exposición, en la presentación… Los nervios nunca se van a extraviar, solo hay que aprender a dominarlos. Y la única manera de convivir con ellos es ir conociéndote a ti mismo. Es lanzándote. Lanzándote a la Vida. Zambulléndote en esa Vida que te está esperando con los brazos abiertos, y no precisamente para dejarte resbalar.

No tengas miedo a soñar. Solo teme el dejar oportunidades pasar.

 

Sin ti

Sin ti, el vacío pesa.

Sin ti, las verdades duelen.

Sin ti, preciosa, el silencio ensordece.

Sin ti, las lágrimas corren como mis días buscándote.

Sin ti, mi Corazón tiene hipo y a veces se salta algún latido.

Sin ti, Amor mío, la vida consiste en echar a muertes el día de mi suerte.