Arte
BuscARTE, encontrARTE, mirARTE, perfumARTE, descongelARTE, cantARTE, acaramelARTE, bailARTE, calentARTE, besARTE, sedARTE, atontARTE, incendiARTE, soplARTE, mimARTE, desnudARTE, amarrARTE, atARTE, delimitARTE, continuARTE, sumARTE, centrARTE, disfrutARTE, susurrARTE, probARTE, saboreARTE, tatuARTE, follARTE, desfondARTE, revolucionARTE, transportARTE, fumARTE, ganARTE, amARTE… y hacerlo siempre con mucho… Amor.
No habrá nada mejor que disfrutar del orgasmo de nuestros corazones viendo Amanecer, con lluvia de fondo. Ese será nuestro Arte.
Una gran canción
La mejor canción que nunca se ha compuesto es el cantar de la lluvia repiqueteando en el techo. Los latidos dentro de tu pecho. Es el susurro del parpadeo de tu mirar, las dudas que aspiras a expresar, los miedos que yo sospecho.
Son mis más estridentes faltas de ortografía, tu voz cacareando mientras crea melodías, el casi intangible rumor de acariciar tu vello como si arrullara helechos. Son los ruidos ordinarios de los que me aprovecho. La fantasía de apreciar cómo brota todo lo que cosecho.
Es todo lo que a los ojos de los demás está mal hecho. Son los tropiezos al intentar avanzar o permanecer en pie, bien derecho. Los roces contra las paredes de un camino irregular y estrecho, sorteando piedras, superando sus más apagados trechos. Es todo lo que falta por hacer, todo lo que ya está hecho.
La mejor canción que nunca se ha compuesto será aquella que resuene en mis recuerdos conservando mi Espíritu satisfecho, incluso al final de la travesía, en mi futuro lecho.
Por eso somos Escritores
No solo de trazos bonitos respiro. Hace un par de días me enteré que no participo este año en la Feria del Libro del Retiro. Hasta ahora, me he guardado esa frustración a cada respiro; ya no quiero mirar hacia otro lado, ya no me giro. Si me lo sigo callando, este vaivén se convertirá en una mierda consistente, de intolerable perfume, pastosa y con moscas del tamaño de un vampiro que me ahogará con su verdad mientras la inspiro.
Me ha costado aprender que lo importante no es ver nuestro ego crecer ni echarse flores. La verdadera esencia de todas las Ferias, ya sea en el centro de la ciudad o en las afueras y alrededores, no consiste en estar presente en el stand y ser el centro de todos los rumores; no es mantener la vanidad bien erecta desde los bastidores. Es que estén presentes nuestras letras aunque la aparición física de los autores se ignore. Por eso somos Escritores. Por eso todos los textos de cada Feria son ganadores. Por eso este año me conformo con ser una visitante más de los expositores.