Mis labios en tu mejilla
Aquel beso bajo la lluvia en tu mejilla fue una declaración de Amor a hurtadillas. No sé si te das cuenta de que he abandonado mi zona de confort, derribando de un salto la silla. Quiero saber más sobre ti, no porque sea una cotilla, sino porque tu mirada me llena la esperanza de deliciosas cosquillas.
¿Sabes por qué me gustas? Porque cuando estoy triste, te pienso y siento que todo brilla. Sueño con tener tus gafas en mi mesilla, con compartir el espacio de tu piso o de mi modesta bohardilla. Con no dejarme arruinar por el miedo, que se está moviendo deprisa y hoy, al recordarte, casi me pilla. Con darte besitos donde más te duela, en una muela, el Corazón o la rodilla. Con conocer tus suspiros al hacer el Amor contigo, ya sea de manera sedosa o lamiéndonos como dos guarrillas. Por discutir contigo encima y librar nuestra propia guerrilla, donde no haya malos ni buenos, sino caricias profundas que empezaron una tarde de lluvia con mis labios en tu mejilla.
No te olvides de mi beso ni lo sustituyas por la lejanía de una milla. Si tienes miedo de avanzar, yo retrocedo hasta la primera casilla y te acompaño donde sea, aunque tengamos que existir entre besos a hurtadillas.
Matrimonio bohemio
Querida Musa:
De cara a un futuro compromiso con un contrato editorial, te pregunto: ¿Quieres ser mi Musa para lo correcto y para los fallos, en la tinta y en el grafito, en la inspiración y en la contradicción, en el éxito y en el fracaso, hasta que el ego de la Feria del Retiro nos separe?
La llamada
Tantas veces me he perdido,
en tus ojos creí encontrar el camino.
Y lo único que atesoraba de salida,
era la huida en que existo sobre mi Vida.