¡Ya estamos de vuelta con la cuarta temporada de Wynonna Earp! Creímos que no llegaba el día pero nuestras Wayhaugt están de vuelta y todo es bueno en el universo otra vez (engañémonos a nosotras mismas un ratito). ¿Listas para meterse de lleno en un mundo donde los demonios son generalmente lo de menos? ¡Pues vamos allá!
Esta semana nuestro episodio empieza un mes después de ese agridulce día en el que Waverly y Nicole se comprometieron y Wynonna y Doc rompieron su relación. Y aunque treinta días parecen mucho resulta que prácticamente nada ha cambiado en Purgatory porque nuestras WayHaught siguen subidas en la nube y Wynonna está planificando matar todas las neuronas que tiene enamoradas de Doc a base de borracheras. Un buen plan si no fuera por que presiento que es prácticamente todo su cerebro.
Pero hablemos de Waverly y Nicole porque la primera escena en la que las volvemos a ver descubrimos que la pelirroja encontró «EL SILLÓN» y lo utiliza para pedirle a su prometida que se case con ella. Porque Waverly ya lo había hecho y el trato estaba cerrado pero le apetecía a ella también darlo todo y ya de paso regalarle un anillo de compromiso precioso a su chica. Lo dicho, todo es felicidad en los mundos de WayHaugt.
La que no lo está pasando nada bien es Wynonna que está en el bosque dándole duro a la bebida pistola en mano. En esas anda cuando se encuentra a un demonio dándose un banquete con un animal del bosque y está apuntísimo de dispararle cuando se da cuenta de que es Amon y decide que lo va a dejar vivir otro día.
Como la familia Earp tiene alma de mexicana, todo es excusa para una buena fiesta. Así que se reúnen todos en Shortys para celebrar que la otra novia dijo sí. Y esta no es la fiesta definitiva de compromiso. Esa está planificada para el día siguiente. Pero ellas qué culpa tienen de que haya mil motivos para celebrar. Eso sí, hay una ausencia que se hace sentir. Porque Wynonna no está en la fiesta. Resulta que como ella y Doc siguen a las malas, están en ese proceso de pareja en el que se reparten las fiestas en plan «si nada es tuyo, nada es mío, ¿Cómo repartimos los amigos?».
Waverly intenta limar asperezas con Doc y le pide que asista a la fiesta de mañana, que ya ha pasado un mes entero y no es para tanto. Pero Doc sigue terriblemente afectado por la decisión de Wynonna de matar por la espalda a su enemigo y no puede dejarlo estar. Al menos de momento.
También nos enteramos de que Nedley se ha hecho con Shortys, algo que personalmente me alegra porque nunca le pegó mucho ese rollo de «bar de jugos» que había implementado Chrissy en su momento. Por lo visto, Chrissy invirtió toda su pensión en el bar (recordemos que pensaba que él estaba muerto) y no le queda de otra que darlo todo. ¡Ah! Y el problemita de «El segador» (aka Billy) sigue latente porque todavía no se han hecho cargo y de momento sigue encerrado en el sótano del bar.
La fiesta rompe el ritmo cuando una Wynonna pasada de copas llega a la fiesta. Sobre todo porque Doc sale pitando inmediatamente. Waverly le reclama un poco que llegue tarde y mal, pero Wynonna le dice que era porque estaba preparando su despida de soltera. Pero algo me dice que mentía porque las lleva a un bar donde chicos hacen streaptease.
Nicole sufría mucho pero entonces otra novia la invita a unos chupitos y por lo menos se entretiene en eso. Waverly aprovecha el momento para apuntarle a su hermana que su chica quiere una boda pequeña y práctica. Wynonna levanta la ceja porque conoce a Waverly más que a su botella favorita de Whisky y le apunta que debería hablar con ella porque sabe que su ilusión es tener una boda más grande. Waves apunta que, esta es la segunda boda de Nicole y encima tampoco la primera fue muy grande que digamos. Pero la mayor de las earps, le recomienda madurez y comunicación. Algo que no se le da muy bien a ella aplicar pero al fin y al cabo es muy buen consejo.
En esas están cuando se les une un streaper con unas sospechosas cicatrices de ángel en la espalda. ¿Será un ángel caído? Miedito me da con todo eso de que Waverly es hija de ángel sospecho de todo. El hombre se llama Dimitri y no cree en el amor. Wynonna está de acuerdo con él y hasta le regala un chupito, Waverly por su parte es una firme creyente. Tanto que no le importa poner pasta en una apuesta. Mal asunto porque el tal Dimitre le dice que acepta y le desliza un misterioso vial en el bolsillo. Mmm…
Más adelante vemos a Waverly y Nicole en el ayuntamiento intentando conseguir un permiso de matrimonio. Waves se pone querendona y quiere besar a Nicole, pero a la pelirroja como que le da penilla y le hace la cobra diciéndole que en público le da cosilla. Pasa que, aunque cuando se miran a los ojos el mundo desaparece, en realidad sigue existiendo y parte de ese mundo es Bunny Loblaw, una «Karen» como dicen los jovenzuelos que ha decidido encargarse de mantener el orden.
Además Bunny no es muy partidaria que digamos del matrimonio igualitario, así que todo son pegas. Eso enfada mucho a Waverly que de inmediato se pone en modalidad «voy a defender mis derechos». Pero la cosa se complica, porque en el proceso se mueve de tal manera que una especie de purpurina con forma de corazón sale de su bolso, se posa en Nicole y la pelirroja queda todavía más enamorada de ella (sí, era posible). Pero además totalmente atraída sexualmente, al grado de que se convierte en pulpo.
Lo bueno es que Waverly puede hacer varias cosas al mismo tiempo. Así que puede esquivar a Nicole al tiempo que consigue ganar la batalla dialéctica con Bunny. ¿El problema? Pues que para cerrar el trato le da la mano, lo que hace que Bunny termine con purpurina en la mano también y se enamore inmediatamente de Waverly. ¡La estamos liando parda!
Por si las cosa no estuvieran ya complicadas, Waverly decide pasarse por el bar de Amon con una ofrenda de paz. Sabe que necesita un día libre de todo conflicto para disfrutar de su boda al máximo, así que se sienta a negociar una tregua. No ayuda mucho a sus intenciones que Wynonna esté matando a todo demonio viviente. Pero el conflicto queda resuelto cuando otra purpurina le cae a Amon y se le cae la baba por Waverly.
Waverly termina de nuevo en su casa donde se encuentra a Nicole planificando la boda de sus sueños. ¿Mensajes escritos en el cielo? ¡Hecho! ¿Suelta de palomas? ¡Sin problema! ¿Tres cambios de traje? Y hasta cinco si hace falta. Nicole está dispuesta a darlo todo para que su chica tenga la boda de sus sueños. Pero Waverly sospecha mucho, por un momento incluso piensa que le han vuelto a poseer a su chica. Pero por lo visto de momento estamos a salvo.
La conversación se interrumpe porque alguien llega en un coche y Waves sale a ver de quién se trata. Lo que no esperaba ni ella ni yo es que fuera Bunny con un ramo de rosas gigantesco dispuesta a declararle su amor. Waves le hace la cobra y ni siquiera el ofrecimiento de una tarde de ver Bend it like Beckham puede tentarla.
Una que se divierte muchísimo con la situación es Wynonna que alucina con el pegue que tiene su hermana últimamente.
Wynonnna Earp: Pequeña bebé, lo que estaba mal con esa tía era que era una puta homófoba y tú la has curado con tu chocho mágico.
Jejeje, nada como el lenguaje florido y creativo de Wynonna para explicar la situación. Igual sabemos que Waves tiene razón y se está liando muy parda pero las risas ¿Quién nos las quita?
Mientras tanto, en la granja de los Clayton, Doc está intentando investigar que sucedió realmente aquél fatídico día, pero lo que descubre es a Cleo llorando. Ella está super deprimida por la muerte de su madre y sus hermanos y le pide que acabe con su miseria pero él termina con otra purpurina que le hace enamorarse perdidamente de ella. ¡Lo dicho se está liando todo a tope!
Wynonna por su parte decide hacerle una visita a Amon y termina con purpurina del amor haciéndola enamorarse de él. Esto pudo haber tenido pinta sexy en algún momento, pero ahora mismo él está enamoradísimo de Waves así que la historia se complica cada vez más.
Waverly por su parte decide que, hasta que descubra las causas nadie más puede ver su rostro. Y tapada hasta las cejas va a hasta el departamento de Dimitri a intentar averiguar qué está pasando. Él aparte de reírse un poco le dice que no está usando la purpurina como debería. Él era un cupido y la única forma de dejar de serlo es traspasar el poder a alguien más. Cualquier otra persona se desharía del problema sin más, pero Waverly es una persona madura y consciente y decide que tiene que encontrar a la persona perfecta y no darle poder al primero que se encuentre por la calle.
La pequeña Earp le confía a su hermana todo lo que ha pasado, pero Wynonna ahora mismo está obnubilada de celos y se centra en la idea de que con el polvo puede enamorar a Amon. Así que, en cuanto Waverly se descuida le roba la purpurina del amor.
No hay más tiempo que perder porque es hora de celebrar ahora sí, la fiesta de compromiso. Así que las os se lanzan a Shortys a darlo todo en la fiesta. Apenas entran, Waverly se topa con una horda de adoradores compuesta por Bunny, Amon y Nicole que se pelean constantemente por sus atenciones.
Como Wynonna no es lo que se dice muy cuidadosa, Needley termina con purpurina en la ropa y enamorado de Bunny. Así que hay triángulos de las bermudas por todos lados.
Viendo la que se ha liado, Waverly no tiene de otra que pedirle a Doc que deje de lado el mal rollo y venga a salvarlas. Algo que él, como buen caballero que es, decide hacer. Eso sí, antes le da un buen empujón de ánimos a Chleo. Eso sí, para complicar todo aún más, descubre que Nicole «lo vendió». Así de primera mano dice que no se lo va a tomar en cuenta, pero ¡a saber si en el futuro esto trae cola!
Lo que me encanta de Wynonna Earp es que, cuando piensas que es demasiado loco, la serie da un giro y ¡enloquece todavía más! En este caso el caos llega de la mano de Santa Wynonna del Desmadre Padre, que termina esparciendo todo el bote de purpurina encima de todo el grupo justo cuando llega Doc a la «fiesta» .
Ya se imaginarán la que se lía. Nicole y Wynonna bailando una pegadas pero a sabiendas que lo suyo es un amor prohibido porque las dos aman demasiado a Waverly. Doc y Needley mirándose con ojitos de corazón, Amon con Bunny. En fin ya me entienden. Pero el momento que nos rompe a todas el corazón se da cuando Wynonna y Doc afectados por la purpurina dejan de lado sus problemas y se ponen a bailar juntos.
Waverly es una vez más quien salva la situación, porque se pone a hablar con Dimitri y descubre que ya no cree en el amor porque Amon lo dejó después de dos años de relación y él seguía enamorado. Waves entiende su dolor, pero le dice que precisamente su sufrimiento es la prueba de que el amor existe. Es verdad que a veces sale mal, pero eso no significa que no haya sido verdadero.
Dimitri se siente inspirado después de escucharla y decide que va a retomar su puesto como cupido y a devolver todo a la normalidad. Así que un poco después todo el mundo está donde debería. Excepto Wynonna y Doc, porque en cuanto el hechizo acaba, él recuerda todo y vuelve a decidir que la decisión de Wynonna es una que él no puede perdonar.
Waverly y Nicole como siempre, lo solucionan todo rapidito con una buena plática y mucho amor. Al final quedan en el punto medio. Una boda de tamaño medio en la que las dos se queden contentas.
El episodio termina con Wynnona camelándose a Amon para tener sexo, porque necesita olvidarse de alguna manera de toda la pena que la inunda por el tema Doc. Y ya sabemos que a ella lo de procesar maduramente no se le da muy bien que digamos.
También vemos a Chleo echándole los trozos de su madre a los monstruos y declarando que creará su propio legado. Justo en ese momento vemos que Billy consiguió escapar del sótano y ¡se ha reunido con su hermana! Así que se acercan problemas para nuestra familia. ¡A ver que pasa el próximo episodio!