Les traigo buenísimas noticias para todas las familias homoparentales en Europa. Porque el Tribunal de Justicia de la Unión Europea ha decidido reconocer este pasado martes, el derecho de los hijos de las parejas del mismo sexo a ser reconocidos como tal en todos los países de la Unión Europea. Y ojito al detalle porque es importante. En esta resolución están incluidos los estados miembros cuya legislación nacional no recoge el matrimonio homosexual o no prevé que un menor tenga dos progenitores del mismo sexo.
Es decir, que no importa si tu te casaste en España y tuviste a tu hijo aquí y luego te vas a vivir a Lituania donde el matrimonio entre parejas del mismo sexo no existe. Tu hijo tiene derecho a ser reconocido como tuyo y de tu pareja también en ese país.
La respuesta del tribunal llegó después de que un tribunal búlgaro preguntara sobre la situación de una pareja de mujeres, una búlgara y otra francesa, que son residentes españolas. En este mismo país tuvieron a su hija y por eso fue España quien inscribió a la niña y le expidió un certificado de nacimiento en el que las dos mujeres aparecían como progenitoras.
El problema llegó cuando las chicas quisieron inscribirla en Sofía, la capital búlgara donde el Ayuntamiento les reclamó que especificaran quién de las dos era la madre biológica de la pequeña. La pareja se negó aportar esa información porque obviamente es irrelevante en este contexto y la administración se negó a inscribir a la niña citando lo siguiente:
La mención en un certificado de nacimiento de dos progenitores del mismo sexo es contraria al orden público búlgaro, que no permite los matrimonios entre personas del mismo sexo.
Pero el fallo del Tribunal de Justicia de la Unión Europea revoca esa decisión y insiste en que las autoridades búlgaras están obligadas a expedir un documento de identidad o pasaporte a la pequeña. Además, en ese documento debe constar su apellido tal y como está especificado en el certificado de nacimiento que expidieron las autoridades españolas.
Además, y esto me parece muy importante, sienta precedente indicando que los derechos reconocidos a los europeos incluyen el de «llevar una vida familiar normal» en todos los estados de su territorio. Vamos, que una vez que un territorio reconoce a una familia, esa familia debe ser reconocida en toda la Unión Europea. Y apunta que la decisión del tribunal búlgaro era contraria a los derechos fundamentales al privar a la pequeña de la relación con uno de sus progenitores al imposibilitarle o hacerle excesivamente difícil su derecho a la libre circulación solo porque tiene 2 madres.
En fin, que es una victoria más y una sumamente importante sobre todo para aquellas familias homoparentales que tienen que desplazarse o vivir en países en los que el matrimonio entre personas del mismos sexo no está reconocido. Gracias a este nuevo fallo, no tendrán que preocuparse más, porque sus hijos serán de las dos en cualquier país que pertenezca a la Unión Europea.