A veces salirte de lo que te gusta de manera convencional te trae interesantes sorpresas. Este fin de semana decidí que era momento de drama y por fin le eche un vistazo a Imperdonable y Herida. Dos exclusivas de Netflix a las que les tenía ganas pero que estaba dejando en espera hasta estar de humor para verlas, que no siempre el drama extra le viene bien a tu vida. El caso es que me han gustado bastante las dos, pero además Herida venía con toque lesbicanario, así que ¡aquí vamos!
Herida es la carta de presentación como directora de Halle Berry, que no solamente mueve los hilos detrás de las cámaras, sino que además protagoniza la cinta. La historia se centra en la vida de Jackie, una luchadora de MMA que llegó a la cúspide, pero bajó incluso más rápido de lo que subió. Así que la conocemos en un muy mal momento de su vida. Con una carrera destrozada, con un trabajo que desde luego no la llena, una pareja que no aporta nada y sin una esperanza por delante.
Su novio y manager la presiona para que vuelva a luchar, pero ella no se siente preparada. Su experiencia en la lucha no fue positiva, pero los azahares del destino le abren una oportunidad. Asi que cuando su madre le lleva a casa al hijo que había abandonado hace seis años le va a tocar mover ficha de alguna manera. Porque está claro que no puede seguir bebiendo alcohol a escondidas y dejando que la vida tire de ella si quiere darle un mínimo de estabilidad al pequeño.
Jackie es una persona con una vida tremendamente difícil, la vida en su caso ha sido como una especie de marejada continua que apenas la deja salir a respirar antes de volver a hundirla como una ola y eso ha repercutido muchísimo en ella. Su vida no es ideal y ella está hastiada y decepcionada a tal grado que toma decisiones autodestructivas constantemente y el círculo vicioso es difícil de romper.
La película sigue la formula clásica de una película de superación personal, de esas que hemos visto mil veces como Rocky, En busca de la felicidad, Million Dollar Baby o Moneyball. Pero en lugar de centrarse al cien por ciento en la parte física y competitiva de la pelea a la que tiene que enfrentarse Jackie, lo complementa profundizando también en la herida emocional que lleva consigo y que le ha impedido seguirse desarrollando como persona.
Jackie es una mala madre. Ha estado ausente de la vida de su hijo siempre, así que no sabe como ejercer el papel. Además, su relación con su madre también le enseñó muchos comportamientos tóxicos y es en gran medida parte de la carga emocional con la que tiene que lidiar ahora. Sobre todo si quiere ayudar a su hijo a superar la muerte de su padre.
Me gustó mucho que la película mostrara lo que pesan tus vivencias. Como una no puede simplemente borrar lo malo que le pasa y pasar a ser mejor persona. Las experiencias vitales que vamos teniendo a lo largo de la vida nos van forjando y a veces aprender a borrar ciertas reacciones y aprender a ser mejor persona es igual de difícil que ganar un campeonato.
El romance no es lo que hace girar la trama de Herida pero la trama lésbica es interesante y aporta a la historia y al desarrollo del personaje. Además me gustó que el drama no está relacionado para nada con la relación entre las dos. Los problemas de Jackie no tienen que ver con su relación con un mujer, de hecho es una de las pocas cosas positivas y sanas de su vida. Sin embargo, por todo lo que ha vivido hasta ahora, es quizá también lo más extraño y complicado para ella. No está nada acostumbrada a que la traten bien o alguien sea bueno con ella.
En general disfruté de ver Herida, a veces la película se hace un poco lenta en mi opinión. Pero para ser la primera vez que Halle Berry dirigía me parece que ha hecho un trabajo de notable. Les recomiendo que le echen un vistazo si pueden.