¡Bienvenidas a un resumen de episodio más de NCIS: Hawai’i! Espero que lleguen a esta casa con los cinturones abrochados porque esta semana la relación de Lucy y Kate nos va a subir en una montaña rusa de emociones y giros de guion que al menos yo no lo esperaba. ¡Síganme las buenas!
Empezamos nuestro episodio por todo lo alto de la montaña. Con Lucy y Kate tomándose un café por la mañana sentadas cómodamente en el departamento de la segunda. Lo que nos lleva a intuir que las cosas entre ellas van cada vez mejor porque ¡Lucy pasó ahí la noche! Las dos flirtean un poquito como ya es común en su relación y Lucy le dice que está muy contenta de estar con ella así, sin platicar ni nada, simplemente las dos tranquilas y en silencio.
Kate también está contenta, las dos se toman de la mano y sonríen y vamos, ¡se lo están pasando bomba! Pero entonces Kate recibe uno de sus típicos mensajes crípticos y se pone seria otra vez.
Lucy: Incluso ahora, no me molesta en lo más mínimo que no me estés prestando atención. Sé lo importante que es tu trabajo, lo entiendo. Y he aprendido a amar… a gustarme la Whistler distraída.
¡Ala! Se le ha salido que la ama. ¡Ay que Lucy está apostando todas sus fichas a esta relación y me encanta! Lástima que Whistler estuviera tan metida en su trabajo que no se diera cuenta.
Lucy tiene que marcharse y entonces sí, Kate sale de su ensimismamiento para despedirla y darle una taza de café para llevar. Que quiere mandarla al trabajo bien hidratada. Lucy está encantada con la idea, sobre todo porque eso significa que tiene que devolver la taza en un futuro cercano que preferiblemente puede ser esa noche. Kate se ríe pero dice que ya lo hablarán porque seguramente tiene que acomodarse los horarios. Es lo que tiene ser tan trabajadora.
Ya en el trabajo, vemos que la Detective Dalia Reed se acerca al equipo de Jane por el caso de un narco llamado Trey Santos. Resulta que alguien accedió a las pruebas que tenían y borró los discos duros, así que han tenido que soltarlo. Tienen muchas sospechas de que un detective llamado Roy Burr fue cómplice, así que por ahí empiezan la investigación.
Justo lo siguen hasta un casino ilegal cuando alguien lo ejecuta. Y al investigar un poco descubren que alguien lo llevó hasta ahí con trampas para matarlo. Al interrogar al dueño del casino descubren que Santos suele asistir a los juegos de Poker del lugar y entonces Ernie propone que pueden hackearle el teléfono, pero para eso un agente tiene que estar cerca de Santos durante al menos 30 minutos. Así que se decide que alguien se va a infiltrar en el juego.
¿Adivinan quién es una experta jugadora de Póker? Pues sí, resulta que a Lucy se le daba bien eso de apostar fuertes sumas de dinero antes de entrar en NCIS. Bajo el nickname de LuckyLucy007 se hizo de un buen nombre en los bajos círculos pokerianos. Así que se decide que será ella quien se va a infiltrar en la operación. Eso sí, Jesse no está muy convencido porque la operación es muy peligrosa y no sabe si Lucy podrá con la presión.
Lo siguiente que vemos es a Lucy tocar en la puerta de Kate (que ¿soy yo o es un departamento diferente al del piloto?). La mujer quiere contarle que se va a involucrar en una operación emocionante pero también terriblemente peligrosa. Así que es de buena educación avisarle a tu nueva novia que puede que estés en inminente peligro de muerte ¿verdad?
Pero al final la sorprendida es Lucy cuando la que le abre la puerta es una chica llamada Cara. Lucy alucina un poco y le pregunta si es amiga de Whistler, pero no, Cara es la novia de Whistler en D.C. Recordemos que la rubia se mudó hace poco. Y justo en ese momento aparece la rubia por detrás.
La cara de «Alucina vecina» que pusimos Lucy y yo es épica. Porque ¡eso sí que no me lo esperaba! Yo pensaba que todas las llamaditas a escondidas y rollos raros eran por trabajo, no por una novia secreta. La cosa se pone incómoda, Cara también se da cuenta. Y Lucy decide que lo mejor en estos caso es huir, así que se va cabreadísima. Pero Kate sale corriendo a alcanzarla.
Kate: Esto… esto no es lo que parece.
Lucy: La gente siempre dice eso en las películas y siempre es lo que parece.
Kate: ¡No! Es que no sabía que iba a venir.
Lucy: ¡Yo ni si quiera sabía que existía! Así que yo gano el premio a la tonta.
Kate: Sí… ¡Digo no! Solo dame un segundo y te explico lo que pasó.
Lucy: Que disfrutes tu pizza.
¡Dramón loco! Y tengo que decir que soy team Lucy porque Kate se la ha bañado con la novia secreta que tenía. ¡WTF Kate! Dicho esto me ha hecho mucha gracia que no le han pagado al pizzero. Lucy le arrebató la pizza y se fue en el elevador LOL.
En un día normal, Lucy se habría ido a su departamento a tomarse unos tequilitas mientras cantaba tropecé de nuevo y con la misma piedra y Truth Hurts para llorar y darse ánimos por haber caído. Pero no es un día normal, es precisamente el día en que nuestra niña tiene que fingir ser una jugadora profesional de póker para capturar a un mafioso peligrosísimo. ¡Alegría!
Lucy se arma con un vestido para matar y su mejor acento tejano y se planta en el juego. Al llegar le quitan el teléfono pero todos contaban con eso así que trae el dispositivo en el bolso. Los jugadores en general la reciben bien, pero Santos sospecha mucho de ella así que de momento la cosa va tensa.
Las cosas empeoran porque el aparato no funciona si el bluethoot del teléfono de Santos no está activado. Así que le pasan una nota a Lucy mediante el mesero para que intente hacer algo. Lucy finge que quiere apostar una cantidad insana de dinero pero para eso tiene que hablar con su gente para ver que la tiene disponible. Santos se pone nervioso y le dice que no se puede levantar de la mesa. Ella le responde que genial, que le preste él su teléfono para llamar y cae.
El dispositivo por fin funciona y Lucy aguanta como campeona la media hora y cuando ve que ya ha pasado se dirige al baño a ver si por fin puede escaquearse, pero cuando está ahí alguien entra de improviso y le apunta a la cabeza con una pistola. Resulta que uno de los guaruras encontró el mensaje en la servilleta y se ha dado cuenta de que es una policía.
Justo entonces el Juez que estaba jugando también entra al baño y se topa la escena. Eso distrae a Santos y Lucy lo aprovecha para desarmarlo y noquearlo, pero ahora tienen que salir de ahí y la cosa está cruda porque ella no trae armas y su equipo no puede ver lo que está pasando.
Justo en ese momento Kate entra en la oficina y casi le da un infarto porque se da cuenta que Lucy está en peligro pero no entiende qué pasa y le entra la histeria. Jane le explica que está infiltrada y la han descubierto y luego le pide que le de espacio para resolverlo en lugar de acribillarla a preguntas.
NCIS tenía cámaras en la mesa de juego, pero como Lucy y el Juez están huyendo por las escaleras ya no pueden verlos y por eso están sufriendo. Kai y Jesse entran en el edificio para buscarla pero se topan con los guardaespaldas y de Lucy nada. El equipo empieza a entrar en historia y en ese momento Ernie descubre que no fue Santos quien mandó matar al policía. Hay alguien más en la mesa que está implicado.
Whistler entonces decide que ya que ella es una jefaza de inteligencia puede hacerse cargo de esa parte. En esas están mientras que Lucy y el Juez consiguen llegar a una especie de balcón hasta donde los sigue Santos. Lucy está dispuestísima a pelear con él con un extintor, pero entonces el Juez saca una pistola y se lo carga.
¡Sí! El Juez es el malote y ahora Lucy está sola con él y su pistola.
Lucy se vuelve a pelear cuerpo a cuerpo con un tío que es el doble de alto que ella y termina ganando por agilidad. No sin llevarse un buen par de golpes de por medio otra vez. Jesse y Kai entran justo en ese momento y todo vuelve a estar bien en nuestras vidas porque la lesbiana morena ha vuelto a sobrevivir. No sé yo si tengo edad para estos sustos señoras.
En la oficina, la noticia de que Lucy está bien llega y a Whistler casi se le salen las lágrimas del alivio. Ernie va a su bola, pero Jane se queda con la copla perfectamente. Eso sí, como es tan privada Kate se va casi inmediatamente.
Ya por la noche, Lucy vuelve a la oficina y se encuentra a Kate sentada en su escritorio esperándola. La morena tiene cara de: «He tenido un día horrible y no necesito lidiar con más». Pero aún así intenta ser profesional y le agradece a Kate que ayudara a sacarla del aprieto en el que se había metido.
Kate le dice que se enteró porque estaba muy preocupada por ella porque no le contestaba el teléfono y ahí ya la cosa empieza a ir mal porque Lucy le recuerda que cuando fue a su casa a hablar con ella no estaba precisamente disponible.
Lucy: Por lo menos ahora sé por qué estabas tan interesada en mantenerlo todo en secreto. Es porque yo era tu amante.
¡Auch! Kate le responde que no es para nada así, que ella y Cara salían juntas cuando vivía en D.C. Pero las cosas no funcionaron y cuando se mudó a Hawaii ya no siguieron en contacto, así que ella pensaba que esa relación estaba terminada. Por eso casi le da un ataque cuando Cara le mandó el mensaje y apareció por su casa. Era algo que no se esperaba para nada y tampoco se esperaba que Lucy ocupara un lugar tan importante en su corazón tan rápido.
Kate: Pensé que si te contaba lo de Cara terminarías conmigo.
Lucy: Así que mentirme te pareció mejor opción.
Kate: He roto de manera oficial con Cara. Soy una mujer totalmente libre.
Lucy: Tuve mi primera operación encubierta hoy. Casi me matan…
Kate: ¡Lo sé!
Lucy: Pero aprendí algo sobre mí misma en las últimas horas y sobre en quien puedo confiar. Hay un montón de riesgos o apuestas que estoy dispuesta a tomar. Pero tú ya no eres una de ellas.
¡Doble auch! Kate intenta volver a presentar su caso, pero Lucy la corta en seco así que termina yéndose totalmente destruida. Eso sí, Lucy tampoco se queda bien. De hecho está llorando en la oficina cuando entra Tennant con un par de vasos de Whisky en mano. Lucy le pregunta si se enteró del mal rollito y Jane le responde que lo único que ve es a una oficial que acaba de completar con éxito su primera misión encubierta. Lucy añade que no quiere hablar y Jane le dice que no la ha invitado a sincerarse sino a beber. Y así se termina este episodio de NCIS Hawaii. Con nuestra parejita lésbica destruida hasta los cimientos.
La verdad es que le doy la razón a Lucy, la gente no desaparece por que nosotras queramos cerrar los ojos y no lidiar con las consecuencias de nuestros actos. Así que la lio muy parda al no cerrar las cosas con Cara antes de empezar nada con Lucy. ¡Sufro como mariana! Per sigo apostando por estas dos. Eso sí, Kate se lo va a tener que currar mucho para recuperar la confianza de la morena.