Bienvenidas a Stupid Wife esa serie en la que pierdes la memoria y todas tus amigas hetero se dedican a bromearte haciéndote creer que le pusiste los cuernos a tu esposa con ellas. ¡Y lo peor es que tú caes!

Esta semana empezamos nuestro episodio con la increíble revelación del secreto de los padres Luiza. ¡Mentira cochina! Nos han timado a todas porque el gran secreto es que se están divorciando! (Inserte aquí sonido de fallo aquí) Ahora casi que me hace gracia y todo pero en ese momento sentía que había algo que no estaba entendiendo porque a mi me habían prometido una bomba y eso no llega ni a perdigón.

Luiza y  Valentina escuchando el secreto

La cara que se nos quedó a todas cuando escuchamos el secreto de los padres de Luiza

Igual Luiza se indigna porque no entiende de dónde ha salido su decisión pero sus padres están bien. Se llevan perfectamente, simplemente han decidido que no quieren seguir juntos. Así que de momento no es problema para nadie que no sea Luiza, pero dentro de lo que cabe tampoco se lo tomó tan mal. Le pesó más estar casada con Valentina que el divorcio de sus padres.

Pero pasemos a cosas más bellas. Resulta que, cuando llegan a casa, Luiza pone al nene a dormir y cuando sube a la habitación Valentina está ahí para desearle buenas noches y marcharse a dormir. Pero Luiza está de buen humor ese día, así que decide pedirle que se quede un rato y vean las dos juntas algún vídeo bonito en el que salgan los tres juntos. Vamos, que quiere intentar hacer un esfuerzo por conectar.

Luiza parando la mano de Valentina

Luiza haciéndole un «serena morena» a Valentina

Las dos comienzan a ver un vídeo en el que están pasándolo bien con Leo jugando en la sala. Momento familiar bonito que se ve interrumpido cuando Leo se va a por un juguete y empiezan los juegos adultos. La Luiza del vídeo no tiene reparo en ir a por Valentina a la velocidad de la luz en lo que el peque está distraído. Cosa que pone a la Valentina del vídeo y a la de la vida real también. Su cara nos lo dice todo, pero tambine el movimiento de mano. Porque sutilmente empieza a acariciarle la pierna a Luiza. Y déjenme decirles que la morena, entre lo que está viendo y lo que está sintiendo también está bastante metida en la situación. Pero como que le da miedo y decide pararlo.

Valentina decide ser una caballera y obviar los ojos de deseo contenido de su mujer para retirarse valientemente a sus aposentos. Y Luiza se queda con ganas de darse 25 duchas frías o hacer uso del vibrador que tiene en la mesita de noche.

Al otro día a Luiza le toca ir con su psicóloga y ahí le cuenta que esa semana se ha integrado más con su familia, pero eso la ha hecho descubrir cosas inesperadas como el divorcio de sus padres. Ahora se pregunta si es posible tener un matrimonio exitoso porque sus padres eran las persona que ella tenía como referente.

Luiza le confiesa a su psicóloga que, mientras veía los vídeos con Valentina se excito. La psicóloga le responde que es natural porque ella y Valentina están casadas y eso significa que seguramente tienen química sexual. Y su cerebro a lo mejor no lo recuerda del todo, pero su cuerpo puede que sí. Luiza le responde que el problema es que siente cosas contradictorias. Por ejemplo, tenía mil de ganas de que Valentina la besara, pero también sentía que era algo prohibido o que estaba mal. Su psicóloga termina recomendándole que no se autosabotee. Que si quiere explorar algo, se anime y lo haga.

Así que Luiza llega a casa un poco con eso en la cabeza, pero cuando entra, Valentina casi que ni le da la hora porque tiene mucho trabajo y sale pitando no sin antes avisarle que Duda las invitó a cenar y que ella pasa por Leo. ¡Ni tiempo a decir mu le dió!

Más adelante, Igor pasa por Luiza para llevarla a casa de Duda porque Valentina sigue trabajando. Y ahí aprovechan para hablar un poquito. Leo le comenta que su hermana lo está pasando mal con el tema de la amnesia y le aconseja que la intente conocer por lo menos porque es una excelente persona y las dos tenían una relación maravillosa. Luiza sonríe y se va a la cena con Duda vestida para matar. Algo me dice que las palabras de la psicóloga le siguen dando vueltas en la cabeza.

Duda y Luiza listas para la acción

Por la noche vemos a Luiza y Duda echando la platicada mientras sus hijos juegan. Le entran con alegría al vino y además nos enseñan que, si algún día vamos a Brasil tenemos que probar un Piriquita.

Más adelante vemos que Valentina ya llegó a la cena pero está pegadísima a su móvil y no levanta la mirada ni para mirar el escote de Luiza. La morena se pone de los nervios y saca las armas de destrucción masiva. Se acerca como que no quiere la cosa en el sillón y le pone el escote prácticamente en la cara. Pero Valentina sigue más interesada en la mini pantalla que tiene en la mano. Así que a Luiza empieza a tocarle la moral y encima trae un par de copas encima.

Luiza: ¿No bebes nada?
Valentina: No gracias, y tú también deberías pararle.

Luiza y Valentina en casa de Duda

Luiza se enfada porque en su opinión Valentina está intentando controlarla y ella no está borracha. Claro que todo esto lo dice mientras intenta servirse más vino y termina la mitad de la botella en el sillón. Valentina se levanta de inmediato e intenta ir a la cocina para limpiarlo todo, pero Luiza la detiene y abiertamente le pregunta si «no le gustaría limpiarlo de alguna otra manera». ¡Huy!

Nosotras casi entramos en trance, pero Valentina es una verdadera dama. Es obvia que Luiza no está en sus cabales y además ella no es adivina. Así que no sabe lo que ha hablado su mujer con la psicóloga. Así que todo este cambio de actitud se lo achaca al alcohol. Así que rechaza el avance y casi que quiere llevarse a casa a su chica antes de que acabe liándola parda.

Pero el buen rollito de Valentina le enciende la mecha en plan hardcore a Luiza que saca las garras y los colmillos. No entiende como siempre era una idiota y ahora que quiere que lo sea es más buena que el pan. Sigue sintiendo que todo es un timo y que todo el mundo está engañado menos ella. Duda intenta mediar y llevarse a Valentina arriba y ahí ya se acaba de liar porque Luiza lo siente como una traición. Como si Valentina le hubiera robado también a su mejor amiga.

Luiza: Siempre has sido esa persona egoísta que solo piensa en sí misma. Eres manipuladora, fútil… ¡Eres una escoria Valentina!
Valentina: ¿Hay algo más?
Luiza: También eres hipócrita.
Valentina: Se te olvidó llamarme estúpida también.

Luiza y Valentina peleando

La cara de dolor de Valentina es terrible y Duda e Igor no saben ya ni qué hacer. Valentina decide marcharse con Igor detrás de ella. Y Luiza se queda con el bajonazo y con una Duda que no se puede creer la que ha liado su amiga. Porque si hay algo que me encanta de Duda es que es una amiga de las de verdad. La típica amiga que si metes la pata te va a cantar las cuarenta, en lugar de decirte que lo has hecho bien.

Luiza: Soy una idiota ¿no?
Duda: ¡Exactamente! Solo porque soy tu mejor amiga no me voy a poner de tu lado. ¡Estás equivocada! ¡Maldición! Esta vez te has pasado de la raya. Sé lo difícil que es para ti. Sé que has perdido la memoria y estoy a tu lado. Pero ya es hora de que recuerdes que eres una mujer de 30 años. ¡Deja de actuar como una universitaria! Has dicho un montón de mierda. Si no sabes beber, no bebas.

Duda regañando a Luiza

Ya en casa, Luiza está llorando en la cama recordando toda la mierda que le tiró a Valentina. Es obvio que se arrepiente de todo lo que dijo y que está preocupada porque su esposa sigue sin aparecer en casa. Vamos, que sabe que la ha liado muy parda. La mujer se va a la cocina un momento y justo en eso vuelven Valentina e Igor y se sientan en el sillón a platicar.

Valentina está destruida y sobre todo muy cansada de lidiar con una situación que no parece tener solución y en la que ella siempre sale perdiendo.

Valentina: Ya no puedo más Igor. Amo muchísimo a Lou y te juro que lo estoy intentando. Lo estoy intentando por Lou, por nuestra historia juntas. Pero ya no aguanto más. ¿Sabes lo que se siente llegar a casa, querer abrazar a tu esposa y que ella te rechace todas las veces? No estoy hablando de besarnos o tener sexo, nada de eso. Hablo de algo simple, como decir buenos días. La miro y pienso: «¿Si le digo buenos días me tratará bien o me tratará mal?». Ya no sé que hacer.

Valentina llorando

Igor le pregunta qué va a hacer con la sorpresa que le tenía preparada de aniversario. Pero Valentina piensa abortar la misión porque obviamente ahora mismo no hay absolutamente nada que celebrar.

Valentina: Nada de esto tiene sentido. Esta no es la Luiza con la que me casé. No es la Luiza con la que he vivido seis años y con la que he construido una vida. Creo que le voy a pedir el divorcio.

Luiza llorando

Y esta es la cara que se le queda a Luiza cuando escucha las palabras de Valentina. Dicen que nadie sabe lo que tiene hasta que lo ve perdido. ¿Será que Luiza despierta e intenta recuperar a Valentina? ¡Lo veremos en el próximo episodio de Stupid Wife!

YouTube video

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