Después de meses a la espera por fin tenemos disponible la segunda temporada de Vigil. Y con ella regresa una de nuestras parejas lésbicas favoritas de los últimos tiempos: Amy y Kirsten. Dos mujeres a las que investigar crímenes se les da de maravilla pero batallan un poco más cuando se trata de las relaciones personales.
Nuestro primer episodio empieza en un ambiente militar. En un lugar llamado Wudyan, el comandante Anthony Chapman discute con alguien, le dice a su hija que tienen que irse, le comenta a su segunda al mando, Eliza Russell, que tiene cáncer y que a partir de ese momento está a cargo y sale pitando del país. Pero por las formas de marcharse y la poca información que comparte con su hija sabemos que hay algo más de fondo, aunque no tenemos muy claro que puede ser.
Lo siguiente que vemos es una de las primeras misiones de Russell. Un ejercicio militar en el que utilizan unos drones llamados RPAS (Sistemas Aéreos Pilotados Remotamente) para destruir un objetivo. El ejercicio es una prueba para mostrar el potencial de estas armas a unos potenciales compradores y los RPAS están siendo operados por personal en Escocia y en Wudyan.
La operación comienza y los drones atacan los objetivos, entonces hay una pequeña alarma porque un civil está usando un dron por la zona. Así que mandan a alguien a investigar pero la persona ya se ha marchado.
La prueba sale bien y los compradores están impresionados, así que Vice mariscal jefe del Aire, Marcus Grainger ordena a los soldados mostrar una opción más que tienen los drones. Así que les dice a los pilotos que los pongan en piloto automático para demostrar que, incluso sin piloto, vuelven a la base.
Todo se sale de control cuando el RPA de un soldado llamado Colin Dixon dispara a los soldados en tierra en lugar de volver a la base. Dixon intenta controlarlo pero le es imposible y está encerrado en el vehículo de seguridad. El dron dispara también contra los invitados hasta que Dixon, otra de los pilotos consigue destruirlo con su propio RPA. Pero el resultado es que han muerto siete personas y sobre todo, que los compradores no seguirán financiando el trato.
En algún lugar de la ciudad, la detective Amy Silva está llevando a su hija Poppy a la escuela hablando de las cosas sencillas de la vida. Como que le ha hecho la tarea a un chica. Amy bromea diciéndole que le comente que es un delito y que su madre y su novia son policías así que lo pueden arrestar. Las dos se ríen con las bromas y la pequeña entra en la escuela. Justo en ese momento Amy recibe la llamada para ir a investigar el caso.
De inmediato, Amy vuelve a la oficina y le avisa a su equipo del trabajo que tienen por delante. Amy les ordena que traten el caso como si fuera cualquier otro, que hay que tomar declaraciones detalladas de todos los testigos y les dice que hay un bloqueo informativo por seguridad nacional.
A la hora de subirse al coche, ella y Kirsten se van juntas y ahí le comenta que el Ministro de Defensa pidió que ella investigara y Kirsten la bromea comentando que o bien es porque hizo muy buen trabajo o porque el Ministro se la tiene jurada a las fuerzas aéreas.
Amy se pone seria y le pregunta si está de acuerdo. Kirsten la mira con cara de «¿en serio?» y le responde que no está inválida. Amy se defiende comentando que no habla del bebé, sino del hecho de que las dos trabajen juntas en el mismo caso y ella no tenga experiencia militar.
Kirsten le dice que probablemente le pese que no se puedan tomar de la mano de manera irónica, luego añade un «pero aprecio que preguntara jefa» y Amy la amenaza con mandarla de permiso de maternidad por adelantado.
Ya en la base, Amy decide que ella hablará con el sospechoso de la masacre, Colin Dixon, y le pide a Kirsten que entreviste a los otros pilotos para conocer sus versiones.
Kirsten empieza con Nicole Lawson, la piloto que consiguió destruir el dron. Ella le explica que la mayoría de los soldados que estaban presentes se conocían porque habían servido juntos en Afganistán. Kirsten le pregunta por qué se movió de posición cuando empezó el ejercicio y ella explica quería tener una mejor visión del objetivo.
Luego la detective saca colmillo y le hace ver que gracias a eso, ella no estuvo en la línea de fuego del dron. Lawson se pone a la defensiva y le pregunta si cree que ella lo hice y ella le responde que solo está recabando todos los datos.
Amy por su parte habla con Dixon, que insiste en que él se limitó a hacer lo que le ordenaron. Puso el RPA en piloto automático y luego no pudo tomar control. Además, le explica que una vez en ese modo, cualquier otra piloto puede tomar control del dron. Así que, según su declaración y la de Larson podríamos descartarlos a los dos como los pilotos del dron asesino.
Volvemos a Wudyan, donde Rusell tiene una junta con todos los soldados implicados para explicarles qué es lo que ha pasado. Uno de los pilotos está muy estresado, sobre todo cuando se entera de que han golpeado a Dixon cuando lo detuvieron y que todos son sospechosos. Rusell les explica que todos tienen que escribir un reporte de lo que ha pasado en cuartos separados, para que no puedan acusarlos de haberse coludido.
Luego vemos a Amy descubrir que hubo una interrupción porque alguien estaba volando un dron en la zona justo antes del incidente. Luego la vemos encontrarse con Grainger y con McCabe, qué es el encargado de los drones y que está intentando obtener toda la información dentro del RPA para entender mejor lo que ha pasado.
Kirsten llama a Amy para explicarle lo que ha descubierto con Dawson, pero mientras hablan, el RPA explota y ella entra en pánico porque Amy ya no le contesta. Así que sale corriendo hasta el lugar de la explosión. Pero afortunadamente, más allá de una par de magulladuras, todos están bien.
Grainger expresa que no cree que sus pilotos sean los culpables, piensa que alguien ha accedido de manera remota, que han sido hackeados. McCabe contesta que eso es absolutamente imposible, tiene que haber sido uno de los cuatro pilotos.
Entonces Grainger y Amy tienen una junta con Rusell que está en Wudyan. Ahí el técnico encargado de los RPAs les da la noticia de que todos los controles han sido revisados. Hay 2 en Escocia y 3 ahí. Sobra uno porque el comandante Chapman también tenía acceso a los RPAs y es precisamente él la persona que entró en el sistema y uso el dron para dispararle a la gente. ¿Pero cómo?
Amy manda a investigar si está el hospital haciéndose el supuesto tratamiento de cáncer y obviamente no está ahí. Así que de inmediato ordena que lo capturen en el hotel en el que se está hospedando, pero cuando llegan no hay nadie. Graiger entonces le explica que han habido dudas sobre la lealtad de Chapman en el pasado. Porque alguien le ha estado pasando información a un periodista llamado Firas Zaman.
Kirsten por su parte, está en medio de una operación para detener a la persona que estaba utilizando un dron en las cercanías. No tardan mucho en dar con él y las cosas se complican cuando empieza a huir y borra todos los datos de su teléfono cuando lo encuentran.
Kirsten, acompañada de algunos oficiales consigue detenerlo. Se llama Firas Zaman y es un residente Británico, pero nació en Wudyan y está claramente en contra de la venta de los drones al gobierno del país. Al interrogatorio se une un agente del MI5 que dice que, para lograr el objetivo, quien pilotó el dron tenía que tener a alguien en tierra para decirle cuando se activaba el piloto automático. Así que todo indica que ha sido Zaman, lo que lo convierte en un terrorista.
Zaman le dice a Kirsten que los drones se van a convertir en armas para oprimir al pueblo y que «alguien» le dijo que iban a haber unas pruebas y él las grabó, pero solo eso.
Amy por su parte decide que quiere hablar con Nicole Walson, pero Graiger le informa que la ha regresado a Wudyan. La mujer se enfada pero justo le llega una llamada con una pista. Los controles tenían una especie de GPS y saben el punto exacto en el que estaba la persona que controlaba el dron asesino. Así que Amy manda al equipo hasta allí para detener al individuo.
Amy y Kirsten comparten el coche y la segunda comenta que sabe que su jefa y novia está enfadada porque está tomando las curvas demasiado rápido. Amy se defiende diciendo que es muy buena conductora y Kirsten le dice que lo sabe, pero insiste en saber qué le pasa.
Kirsten: ¿Entonces?
Amy: Vale, creo que estás haciendo demasiado.
Kirsten: ¡Todavía faltan dos meses para que de a luz y fuiste tú quien me puso en este caso!
Amy: ¡Lo sé! Por eso estoy cabreada. ¡No es tu culpa!
Kirsten: Vale, entonces te estás peleando contigo misma. Pues ya me contarás si puedo ayudarte en algo.
Está claro que a Kirsten le desespera que Amy la proteja de sobremanera, pero entiende su preocupación, porque cuando le pide que espere en el coche hasta que el equipo despeje el lugar no pone ninguna pega.
El equipo entra en la casa y se nota que ahí estuvieron viviendo el hombre y su hija durante unos días. Todo se confirma cuando se encuentran a Chapman muerto afuera con un balazo en la cara. Eso sí, de su hija no hay pista, así que piensan que o la han raptado o ha huido. Así que ordena que comiencen a buscarla y analizar la escena.
Amy: Deberíamos ir al coche y descansar un poco mientras esperamos por los forenses.
Kirsten: Vale, si estás cansada…
No sé yo si Kirsten no va a matar a Amy antes de que este caso termine, porque si fuera por ella la tendría envuelta en papel burbuja.
De camino al coche, las dos van hablando sobre el caso, intentando entender los hechos que tienen claros. Por ejemplo, a las dos les provoca muchas dudas que Chapman se haya logueado con sus credenciales, porque tenía que estar al tanto de que sabrían que fue él inmediatamente.
En eso, Kirsten escucha una voz femenina pidiendo ayuda y sale corriendo a intentar encontrarla. Amy llama por radio al equipo para informarles de que pueden haber encontrado a la hija de Chapman. El soldado le advierte que han encontrado un coche, que el asesino puede haberlo dejado ahí tirado o estar todavía ahí. Entonces Amy entra en pánico porque su novia embarazada va corriendo de camino al peligro.
Kirsten encuentra a Sabi e intenta tranquilizarla diciéndole que son policías. Amy les dice que el lugar no es seguro y tienen que irse. Justo en ese momento se oye el crujir de una rama y cuando se giran ven a un hombre con una máscara apuntarles con un rifle. Amy les ordena correr, él dispara y ¡así termina el primer episodio de la segunda temporada de Vigil. ¡Menudo comienzo! ¿No?