Affair The Series – Resumen del Capítulo 3

Pues… se ha quedado buena tarde… Perdonad, chicas, pero es que Affair The Series se ha marcado un tercer capítulo que ha dejado a más de uno sin saber como sentirse. Literalmente, esto es una montaña rusa y te voy a contar todo en este resumen.

Y es que, dejándonos el último capítulo con una Pleng que se quería ir de este mundo, este comienza con el despertar de ella en el hospital; pero feliz cuando ve que Wan sigue a su lado. Porque, pase lo que pase, Wan siempre va a estar a su lado. Si es que la pobre se pone a llorar desconsolada con el solo pensamiento de no tener a Pleng en su vida. Esto es amor y lo demás son tonterías.

Las dos tortolitas vuelven a hacer las paces y a dormir juntas de nuevo en la misma cama. Bueno… y quien dice dormir, dice flirtear porque no ha pasado ni un momento de que Pleng volviera a casa que se están provocando con las vidas amorosas de la otra. Hasta el punto hasta que Pleng va a por un beso cuando Wan se hace la dormida.

Tonta de Pleng por no saber que lo que más quiere Wan en el mundo es un beso de Pleng. La chica está en el siguiente nivel de negación.

Pero tampoco es que podamos culparla mucho si encima es la misma madre de Wan la que le pide que le ayude a Wan y Ek ser pareja porque eso es lo mejor para su hija…Esa fracesita se me hace demasiado familiar, honestamente.

Pobre Pleng, aunque se le nota que no le gusta la idea, allá que va a crear una cita para los dos para que se enamoren y Wan que es del estilo “No tengo ganas de estar con él, si no contigo, Pleng”. La negación, el peor enemigo de Pleng. Literalmente tiene a Wan, que incluso siguiéndole el juego a Ek y que se crea que lo que quiere es estar con él; está dispuesta a gritar a los cuatro vientos que está enamorada de ella, que la ama; y esta chica prefiere vivir en la negación de que sus sentimientos son correspondidos.

Pleng prefiere literalmente expresarlo en la música y Wan, que sabe lo que quiere, le pregunta que escriba una canción para ella…El amor…

Pero cayendo en el tópico de que los momentos dulces en las novelas nunca duran mucho, pronto pasamos a, en pocas palabras, algo raro está pasando en casa de Pleng. De repente que si los abogados, que si hay problemas con el padre… esto no huele nada bien. Incluso Frank se presenta en la casa levantando más sospechas de que hay algo que está pasando y algo malo, por lo que se vé.

Pleng se preocupa cuando se ve sin nada. Bueno… excepto Wan, que siempre le asegura que estará con ella. Wan no es que esté enamorada, está literalmente en el puño de Pleng aferrada a ella. En otras palabras, estas dos solo necesitan besarse de una… vez. Y casi lo consiguen en el capítulo.

Entre juego y juego, Pleng se lanza, pero cuando no lo hace, Wan es la que actúa y es que a puntito están cuando de repente, son interrumpidas por un disparo. ¿Qué ha pasado?

Más bien… que no.

El padre se ha suicidado, la madre le da un ataque al corazón, de lo que ya padecía; al ver a su marido y Pleng se ve sin padres en una sola noche. Madre mía, esta serie no es para débiles, visto lo visto… y lo que viene. Porque si Pleng creía que su vida era dura, ahora que está sin padres, es peor… porque encima está hasta sin dinero porque descubre que el padre… se arruinó con las inversiones que hizo.

Sin casa, sin padres, sin dinero y teniéndose que ir a vivir con Wan y su familia que… digamos que allí la única que la quiere junto a ella, es Wan. Pleng la pobre no tiene un respiro. Encima, en el colegio, siendo objeto de bullying y metiéndose en peleas que hasta afectan a Wan, que se pelea por Pleng.

Vamos, que aquí se está liando la de Dios ahora desde que Pleng ha sufrido tremenda tragedia.

Pero eso sí, aunque este capítulo nos ha tenido en una montaña rusa de emociones, el broche final del momento que nos dan entre Pleng y Wan es increíblemente bello… aunque viendo que Wan si que puede dejar a Pleng por las notas tan increíbles que saca… aquí se viene otro problema entre las dos.

Aunque por ahora, habrá que esperar al siguiente capítulo que viene más cargado aún con un pequeño gran salto temporal…

Lo bueno, si que viene ahora.