Teníamos un par de semanas sin hablar de Lucy y Kate, nuestra pareja lésbica de NCIS: Hawai’i. Pero no era que nos hubiéramos olvidado de ellas, sino que es una serie coral y no les había tocado salir. Pero el sexto episodio nos ha traído un avance que estoy segura que muchas de ustedes van a disfrutar así que ¡vamos a ello!
Nuestro episodio comienza con todo el equipo tratando de investigar la misteriosa desaparición de una mujer llamada Kayla que es la esposa de un oficial de la marina. Los dos estaban de luna de miel y en un momento dado, un hombre misterioso se acerca a ella y se la lleva en una camioneta.
De primera mano, el equipo se dedica a interrogar al marido, pero así de primera mano parece que es inocente y que la investigación tiene que seguir por otro lado. Así que se enfocan en investigar todo lo que pueden sobre ella para hacer la «victimología» e intentar descubrir por que la han secuestrado a ella.
Como Kayla es una influencer se centran muchísimo en sus redes sociales, por si acaso tuviera algún acosador o un hater que pudiera ser el culpable. Pero lo que descubren es que Kayla intercambiaba mensajes «raros» con otra persona. Esa persona se llama John Casing y es la persona que la ha secuestrado. Además es quien ha creado todo el ecosistema de sus redes sociales porque básicamente todos sus followers son bots que se relacionan con él. Así que haciéndole un seguimiento se dan cuenta de que está muerto y Kayla sigue desaparecida. Pero ahora el foco ha cambiado porque pareciera que Casings intentaba proteger a Kayla y no raptarla. Así que el equipo se da cuenta, porque Tennant solía trabajar como espía antes, que Kayla y Casings eran agentes de inteligencia.
En esas están cuando la mismísima Kate Whistler llega a cerrarles el chiringuito.
Kate: Miren, no me da placer tener que decirles que…
Lucy: ¡Venga ya! Claro que te da placer.
Kate: Vale, me da un poquito de placer informarles que los servicios de NCIS ya no son requeridos en este caso.
Kate insiste en que los altos mandos han decidido que ya no les requieren en el caso y tanto Lucy como Jane se enfadan un montón, porque se dan cuenta de que las están sacando porque Kayla es del a CIA o la DIA y hay más cosas en juego. Pero sobre todo, como ex agente de la DIA, a Jane le escama mucho que estén cerrando la investigación porque sabe que lo hacen porque piensan hacer lavado de cara y no van a intentar recuperar a Kayla. Así que en el cabreo casi que corren a Kate de la oficina por aquello de que la mensajera es quien siempre paga el pato.
Kate se marcha a paso veloz, pero Lucy se va detrás de ella porque lo suyo va más allá de lo profesional y está muy nefasta.
Lucy: ¿Qué se supone que le vamos a decir al esposo de Kayla Barlow?
Kate: No es mi problema Lucy.
Lucy: Sí, es tu problema. Es una agente arriesgando su vida. ¿Su esposo simplemente debe creer que desapareció?
Kate: No trabajo en el departamento de esposos sufrientes. A mi me dan órdenes. Órdenes que están por encima de las relaciones, del amor o los sentimientos.
Lucy: ¿Seguimos hablando de Kayla Barlow?
Kate: Sí, por supuesto que sí. ¿Creías que me refería a…?
Lucy: No, es que empezaste a hablar de relación y sentimientos y pensé que…
Kate: No esto no tiene nada que ver con lo que pasó entre nosotras.
Todo esto echándose miradas que nos dejan claro que sí, que estaba hablando de ellas dos y la imposibilidad que siente de que su relación funcione cuando las dos están, por así decirlo, de lados diferentes de la moneda.
El caso es que Jane Tennant no puede soportar la idea de dejar a una ex compañera a su aire. Así que decide que seguirán investigando a escondidas y descubren que Kayla usó su Instagram para enviarle un mensaje cifrado a su marido y pedirle que se encuentre en un delfinario. Hasta allá van y consiguen atraparla, pero mientras lo hacen ¡alguien secuestra a su marido! ¡Agh!
Jane se lleva a Kayla a la oficina y se decide a interrogarla para intentar resolver el secuestro de su marido. Justo en eso aparece Kate indignada porque siguieron con la investigación y con la orden de llevarse a Kayla. Así que Jane le ordena a Lucy que la distraiga hasta que ella pueda terminar de interrogarla.
Así que dicho y hecho, Lucy se ofrece a llevarla hasta donde tienen detenida a Kayla, pero en lugar de eso la pasea por todas las oficinas mientras le cuenta que encontraron a Kayla en esa especie de zoológico/parque acuático. Luego procede a marear la perdiz contándole todo sobre las actividades que se hacen ahí y los animales que se pueden ver. Y es bastante gracioso ver a Kate con cara de «No entiendo por qué me estás echando este discurso pero me mostraré mínimamente interesada porque eres tu».
Justo en eso Kate va a abrir la oficina en la que se supone que está Kayla y Lucy le suelta un «Me gustaría llevarte en una cita» para intentar distraerla, pero a estas alturas, Kate ya se ha dado cuenta del juego y no le hace la más mínima gracia.
Kate está enfadadísima y se lleva a toda velocidad a Kayla por el pasillo mientras Jane va detrás pidiéndole que le de más tiempo con ella. Pero la rubia no tiene ganas de ayudar en lo más mínimo, sobre todo porque han jugado con ella y eso no le hace la más mínima gracia. Jane le pide disculpas, pero Kate sigue implacable, al menos hasta que Ernie llega corriendo para avisarles que Adam está llamando por teléfono a Kayla en ese mismo momento (ellos tienen su teléfono).
Entonces Kate accede a que Kayla le conteste el teléfono y el le dice que tienen que encontrarse a solas en un punto determinado. Kate de inmediato les dice que es una trampa y que Kayla no puede ir. La espía les responde que no le importa su vida, solo salvar a su esposo y Jane les pide calma a las dos. Van a preparar un plan para rescatar a Adam al tiempo que atrapan a una célula espía rusa y ganan todos.
El plan es que Kayla irá al sitio de reunión, pero Jane y Jesse le cubrirán las espaldas de incógnito. Mientras que Lucy y Kai van al lugar en el que creen que tienen retenido a Adam y lo salvan. Todos se van y en la oficina solo quedan Kate y Ernie, hasta a que a la rubia se le prende el foco y dice que puede ayudarles en algo pero no nos enteramos en qué todavía.
Después de una buena pelea física, Kai y Lucy consiguen salvar a Adam y en ese momento Jane y Jesse empiezan a correr porque los rusos van a por Kayla y les llevan bastante ventaja. Parecía que todo iba a terminar horriblemente mal, pero en eso el grupo de turistas de al lado saca pistolas y arresta a los rusos porque Kate mandó a un grupo del FBI a cubrirlos.
Por la noche, Kate se dirige hasta su carro y se topa con Lucy esperándola. La morena está ahí para darle las gracias por haber mandado a los agentes del FBI. Kate le dice que era lo correcto y Lucy sabe que es verdad, pero también que todo el equipo le complicó la vida y ella aún así decidió ayudarlos. La rubia le dice que en realidad nadie lo hace, así que ya está acostumbrada.
Kate: Tienes suerte ¿sabes? De tener ese equipo, esa jefa. Se apoyan mutuamente y todavía quieren ir a tomarse una cerveza juntos por la noche.
Lucy: Lamento que tú no tengas eso.
Kate: Sí, bueno… no siempre es fácil ser la policía mala.
Lucy: Yo no creo que seas mala. De hecho… creo que eres increíble. ¿Te tomas una cerveza conmigo?
Y así terminamos este episodio de NCIS: Hawai’i. Con nuestras chicas volviendo a estar en buenos términos. ¡Cruzo los dedos para que en futuros episodios podamos conocer más sobre su relación! Sobre todo que les des más escenas hablando porque ahora mismo nos ofrecen más a cuanta gotas y ¡sufro!