Escrito por: Arcadia:
«Soy de ideas fijas. Vivo en la meseta norte española. Estoy felizmente casada, después de muchos años de vida en común, y que vaya tan felizmente como hasta ahora. Me encanta el cine (sobre todo el clásico), la buena literatura y las historias bien contadas. En el Twituniverse se me conoce como @havingdrink«
Odio las series y películas carcelarias. Con toda mi alma y con todo mi corazón. Porque estoy harta de ver un montón de reclusas que acaban acostándose todas con todas, haciendo visible una fantasía morbosa de la mayor parte de los varones heterosexuales: ver a las mujeres teniendo sexo entre ellas cuando lo que quieren de verdad es un hombre (o sea, que las lesbianas lo son “por sustitución en la necesidad”, pero cuando tienen otra vez a mano al ansiado macho se vuelven otra vez heterosexuales, retozando de nuevo por el “buen camino”). Puag.
Pero esto es diferente, señoras: aunque alguna de las tramas secundarias puedan reproducir este modelo (qué se le va a hacer, tías idiotas también tiene que haber, ¿no?), lo que aquí hay entre la pareja que nos interesa es muy distinto. ¿No necesitan una trama con la que sufrir mucho pero que finalmente acabe bien? ¿No echan de menos una historia de amor imposible que venza peligros y obstáculos a base de tenacidad y valiente lucha? Pues aquí la tienen. Se llama Bad Girls y nuestra pareja protagonista nos dará esto y mucho más.
Es verdad que ya estamos hartitas de que nos maten a los personajes o las metan en la cárcel. Pues bien, esto aquí no va a pasar, porque….¡Ya estamos en una cárcel! Así que el movimiento narrativo tiene por fuerza que discurrir en sentido contrario al habitual: aquí no se trata de entrar en el trullo, sino de salir de él.

Para irnos conociendo
Helen Steward (Simone Lahbib) es la directora del módulo femenino de una prisión londinense feísima (un edificio de piedra del siglo del catapún, todo cuadrado y que sólo de verlo ya nos imaginamos los parásitos que probablemente lo pueblen). Helen es inteligente, capaz y llena de buenas intenciones, pero tiene un personal a su cargo que es de armas tomar. Los guardianes de la cárcel son a cual más cruel, inútil, depravado y/o corrupto. Lidera el grupo un tal Jim Fenner, más machista que un chulo de Pigalle y cuyos ojos brillan con el pensamiento “quiero ser el jefe en lugar de la jefa”.
Nada más llegar la aludida (es decir, la jefa) ya se topa con el primer marrón. A una de las reclusas le ha dado por abortar en mitad de la noche y casi se nos va en sangre. La pobre chica pidió ayuda, pero la guardiana (que parece un perro bulldog resentido) no le hizo el menor caso. Interrogada por Miss Steward, Sylvia (que así se llama el bulldog) miente con todo descaro, pero termina reconociendo que cuando la víctima le dijo que sangraba, pensó que era mentira porque es una pesada que todo el tiempo se está quejando. Cuando el resto de las internas se entera del incidente casi se prepara un motín. Y allí va nuestra pobre directora a poner paz en la tierra, pero las reclusas en manada no entran en razones. Helen expresa que tanto ella como sus oficiales se encuentran desolados por lo sucedido; y nadie se cree que los oficiales estén apenados en absoluto por el tema, así que tampoco confían en que la directora lo esté.

Helen en la mitad del fregado, demostrando que tiene un par
Como no paran de chillar, Miss Steward se faja con la que parece la líder de la revuelta. Y esta es la primera vez que se ven (y enfrentan) las que serán nuestras chicas: la propia Helen y la reclusa Nikki Wade (Mandana Jones).
Nikki goza de cierto prestigio entre la población carcelaria y le planta cara a la directora exigiendo reformas y menos desidia en el cuidado de la salud de las inquilinas del trullo. También le dice que sin la colaboración de las reclusas, lo va a tener mal para dirigir la prisión. Pero como tales justas reclamaciones se formulan en medio de una más que posible revuelta, la única forma que tiene Helen de imponer su autoridad es no cediendo al plante. Así que manda a Nikki a la celda de aislamiento y cancela la participación del módulo en un pase de modelos (actividad extraescolar en la que estaban las presas muy ilusionadas). Se van todas mustias y protestando cada quien a su celdita y Helen también se larga contrita, pero respirando por fin porque la rebelión ha sido sofocada.
La verdad es que Nikki se ha pasado bastante (unos doscientos pueblos aproximadamente): ha desafiado a Helen y le ha dicho que puede meterse el desfile de modelos por cierta parte –en concreto donde la espalda pierde su casto nombre. Y eso no se le dice a la directora de la cárcel donde estás recluida, porque las consecuencias son lógicas: ahora Nikki está castigada.
Pero gracias al incidente, comenzamos a vislumbrar el tipo de movidas que hay bajo cuerda en la prisión. Resulta que una tal Shell (sí, tiene nombre de carburante y de caparazón) se tira a Fenner y a todo bicho viviente que le apetezca. El hacerle cositas al pseudojefe de la prisión hace que tenga bastante poder; en realidad es una especie de maligna abusadora, que será una cruel y despiadada antagonista de nuestra Nikki. A Shell le ha sentado como un tiro que el modelaje haya sido cancelado porque pensaba lucirse, y cabreadísima le echa una bronca a Fenner. Jim ve peligrar su dosis de divertido sexo con el carburante y corre a chivarse al Jefazo General de la Cárcel. El tipo tiene una alta dosis de solidaridad masculina (ya saben, aquello de que “entre los hombres tenemos que apoyarnos”) y basta que se lo pida Fenner, para que llame a capítulo a Miss Steward y le imponga directamente que cambie de decisión. Helen sale del despacho del superjefe con un cabreo monumental. Cuando llega a la sala de los guardianes alcanza a oír las críticas de la bulldog, que encima de ser la causante directa de la hecatombe, todavía se permite el lujo de decir que a Helen le falta experiencia para dirigir el módulo carcelario. La directora no viene precisamente con el buen humor a cuestas, así que se le acerca por detrás y le encomienda la tarea de lavar a las reclusas que lo precisen. ¿No tiene tanta experiencia y tantas ganas de ayudar? Pues hala, ahí tienes un trabajo apropiado, en vez de gandulear mirando revistas. Hay una interna con problemas particulares de higiene, señala Helen. Sylvia la mira horrorizada: “¿Nelly Smelly Snape?” (Nótese “smelly”=que apesta). Exacto. Te vas a pasar frotándole la roña el resto del día y además hay que examinar su orificio anal por si tuviera parásitos.
Es posible que a estas alturas hayan desarrollado algún sentimiento de pena o compasión hacia Sylvia. No caigan en la trampa, es un mal bicho. ¿Recuerdan que Helen envió a Nikki a la celda de aislamiento? Pues bien, ordenó solamente eso: encerrarla. No dijo nada de tratos vejatorios adicionales. La bulldog se encargó personalmente de esto: nada más llegar a la celda, mandó desnudarla. Encima de lo humillante de la situación, ¡a pasar frío!
Shell (la enchufada copulatrix de Fenner) vive para tocarle las narices a Nikki. Como ella, gracias a los favores sexuales que otorga, trabaja en la cocina y es la encargada de repartir el rancho (lo cual parece que es un puesto de trabajo privilegiado), se dirige a las celdas de aislamiento a llevarle a las castigadas la ración de comida. Se encuentra a Nikki arrebujada en una manta y se burla de ella. Aprovecha también para comunicar que hay pase de modelos de nuevo y para dejarla sin ración. Menos mal que Nikki tiene amigas: una gordita camarera le pasa una bolsa llena de chocolatinas para que no pase hambre.
Muy distinta será la noche que pase la directora (su futura). Helen Steward llega a su casa hartita de todo y lo primero que hace es pegarse una ducha. Vive con su novio. Parece un tipo aceptable, pero medio tonto. Es, por tanto, oficialmente hetero. Bueno, esto habrá que arreglarlo. Nada más secarse el pelo, Helen anuncia su intención de emborracharse esa noche (yo pensé que era broma, pero qué va, se fue directa a la cocina y pilló una botella de vodka).
Cuando se está sirviendo el primer chupito, el novio dice que le de media hora porque tiene que trabajar. Ella exclama: “Si te traes trabajo a casa, ¿cuál es la gracia de ser freelance?”. Él responde diciendo que es una perra que necesita un revolcón. Helen está sonriente, así que supongo que estas frases están dentro de la particular manera que tiene la pareja de comunicarse el afecto. En fin, algo peculiar, pero ellos sabrán.
Al final no queda claro si hubo revolcón, ni qué pasó con la botella de vodka (si sigue intacta o fue consumida), porque en la siguiente escena lo que se están bebiendo es un vinito mientras el novio le masajea un pie a Helen.
Oh, ¿y si esto era lo que quería decir con “revolcón”? Mientras le aplica el masaje podal, Helen se queja de su trabajo. Le gustaría tener otro, como por ejemplo el del novio. Éste le explica que no es para tanto y que bla, bla, bla. Ha hablado con una conocida suya y al decirle en qué trabaja Helen, ha exclamado: “¡Qué sexy!”. Dejo a la reflexión propia de cada cuál dilucidar en qué consiste la sexilidad de trabajar en una prisión: ¿quizá fantasías sexuales con guardianas vestidas de cuero en plan dominatrices?, ¿quizá por la cantidad de mujeres todas juntas, para elegir la que más apetezca?, ¿tal vez algo de gusto por la reclusión entre cuatro paredes?, ¿morbo por sentirse en peligro constante?… Quién sabe qué se le habrá pasado por la cabeza a esa buena mujer, pero desde luego tiene un buen toque crazy.
No necesitamos esta escena, pero qué le vamos a hacer: el novio le da un beso a Helen y le propone “follar”. El chico tiene de directo lo que le falta de delicado. Pero Helen no está por la labor. Así que se van a dormir, o a intentarlo, mejor dicho, porque nuestra directora no consigue pegar ojo en toda la noche.
Cuando llega al trabajo a la mañana siguiente, lo primero que hace es encaminarse a las celdas de castigo. Allí descubre el gratuito maltrato aplicado a Nikki y grita enfadada que le devuelvan la ropa ipso facto. Mientras vuelve la guardiana con la vestimenta, Helen cierra la puerta y mantiene a solas una conversación con la reclusa. Cuando la directora se disculpa, Nikki le dice que allí pasan esta clase de cosas todo el tiempo.
Helen: Mira, Nikki, pretendo cambiar muchas cosas aquí, pero necesito cooperación.
Nikki: ¿Cooperación?
Helen: Tenías razón. No puedo dirigir las cosas aquí sin vuestra ayuda.
**Nikki: Escucha, querida, no puedo ni siquiera imaginar cómo gente como tú puede dormir por las noches mientras encierran a mujeres embarazadas.
Helen: Tendrás que confiar en mí. No puedo dormir.
Llega la ropa, suponemos que Helen se vuelve de espaldas para no quedarse mirando a Nikki mientras se viste, que aparte de los ánimos lascivos o no de la contemplante, siempre ha quedado de mala educación. Así se encuentra en la siguiente escena, mirando por la ventana.
Y finalmente vuelve a puntualizar: “De ti depende. O hacemos juntas algo positivo de esto, o perdemos frente a la red masculina”. Porque Helen tiene muy claro que gran parte del desmadre y la injusticia de la cárcel es culpa de la mafia que tienen montada Jim y sus colegas varones.
Mrs. Steward suelta a Nikki, lo cual sienta fatal a Mr. Fenner. Nikki habla para las reclusas y anuncia que el pase de modelos va finalmente a celebrarse, y que ella personalmente ha prometido a la directora que todo va a salir muy requetebién.
El plan es que sea Helen y no Jim quien quede bien ante las presas, siendo magnánima y perdonando, pero a cambio de algo para sostener su autoridad intacta. Fenner no puede reprimirse y masculla por lo bajo “perra” cuando ve a la directora marcharse triunfante de la reunión.
El pase de modelos sale a pedir de boca, el jefazo queda bien ante sus invitados y todo el mundo se lo ha pasado muy bien. Helen corre a la salida y le agradece la ayuda a Nikki. Pero la reclusa, en plan duro-bogart, le replica que jamás haría nada “por ella”. Uff, cuánto va a costar que se enamoren éstas dos. Pero tengan paciencia, que todo llegará, se lo aseguro.
Cuánto me alegra ver resúmenes de Bad Girls por aquí. La historia de Helen y Nikki, con sus altibajos, es una de mis favoritas en lo que a tramas televisivas se refiere. Además, me enseñó a apreciar el acento escocés y las chaquetas de cuero, especialmente la combinación de ambos xD.
Ah, y tratándose de Helen es probable que se bebiera la botella de Vodka, el vino y hasta alguna cosita más. Esta mujer sabe cómo beber.
¡¡¡DarRoberts!!! ¿eres la que ha traducido y coordinado la mayor parte de los subs de esta serie? Si eres tú,
¡¡¡¡GRACIAAAAAAAAAAAAAAAASSSSS GRACIAAAAAAAAAAAAAAAASSS!!!
Si ya es dificil hacer unos subs teniendo la sincro y teniendolos en ingles, no veas el curro que es tener que hacerlo sin tenerlos, y ya ni te cuento si encima usan slang carcelario y tienen ese acento tan british y escocés, vamos TODOOOOOOO un curro de cohojes jejejejje
Asi que mi agradecimiento eterno a ti y a todas las chicas que se curraron los subs, un besozo a todas vosotras :))
Hola, Riggie
Sí, soy la misma. Muchas gracias por tus palabras. La verdad es que hay algunos personajes a los que cuesta horrores entender, pero afortunadamente el grupo de gente que participó en la traducción era fantástico y, aunque lentamente, conseguimos sacar adelante los subtítulos. Lo cierto es que me gusta bastante la historia de Helen y Nikki y me alegra haber podido contribuir a que más gente la conozca.
Y aprovechando, tú que controlas bastante de este tema, ¿sabes si la serie australiana Kick tiene subtítulos?
Esa no la tengo pero no he visto nada y las series australianas son dificiles de conseguir con subs, pero si veo algo ya te digo 🙂
Me uno a Riggie en los agradecimientos. Verdaderamente es dificilísimo entender este inglés. Muchísimas gracias, menudo curro que os echásteis. 🙂
Por favor me puedes decir donde ver Bad Girls con subtitulo en español,, Mil Gracias
Si alguien no ha visto esta historia, le recomiendo ampliamente que la vea. Es excelente. No voy a adelantar nasa de la trama, sólo diré que Helen me gusta, Nikki NO, y que son otros los personajes los que me encantaron… pero terminé con mi vesícula llena de piedras y mi hígado reventado a causa de Jim Fenner. Litros de bilis derramada por culpa de él a lo largo de la serie. >:/ Estupendo el resumen. Muchas gracias. 🙂
Si alguien no ha visto esta historia, le recomiendo ampliamente que la vea. Es excelente. No voy a adelantar nasa de la trama, sólo diré que Helen me gusta, Nikki NO, y que son otros los personajes los que me encantaron… pero terminé con mi vesícula llena de piedras y mi hígado reventado a causa de Jim Fenner. Litros de bilis derramada por culpa de él a lo largo de la serie. >:/ Estupendo el resumen. Muchas gracias.
(Perdón por repetir el comentario. Mi nick está mal en el anterior porque «este teclado no sabe escribir»).
Jajajaja… o sea que no me conformé con «meter una pata», sino que acabé «metiendo las dos». XD
Corazón, es que estás hablando de la que probablemente es la más hermosa historia de amor entre mujeres contada hasta ahora en una serie dirigida a todos los públicos que, por ende, acaparó los máximos de audiencia en el Reino Unido mientras duró la relación de Nikki y Helen. Es decir, que del total de siete temporadas que tiene la serie, las tres primeras, las que protagonizan Helen y Nikki, fueron las más vistas, con audiencias que aún hoy son un hito en la televisión británica. Recomiendo esa serie encarecidamente, en especial las citadas tres primeras temporadas. En el cine y televisión con presencia de personajes lésbicos hay una terrible y ominosa carencia de grandes y hermosas historias de amor bien contadas y con la suficiente fuerza dramática para ganarse un lugar en el olimpo de las historias de amor cinematográficas o televisivas en general. No tenemos Casablancas, Lo que el viento se llevó, por citar sólo dos ejemplos. En medio de ese páramo, lucen unas pocas gemas y, sin duda, una de las más brillantes es BAD GIRLS y, en concreto, la historia de Helen y Nikki. Véanla, la recordarán por mucho tiempo.
Yo por eso digo que la historia es excelente. Pero el personaje de Nikki no me gusta(tampoco la actriz). Nikki es una mujer irreflexiva y voluntariosa, que actúa por impulso y luego se arrepiente y se hace la víctima. Piensa sólo en sí misma, o sea que es muy egoísta. No es apoyadora con su pareja, es caprichosa y la expone. Y otras cosillas más que no puedo adelantar. Todos los demás personajes están, como decimos en México, «bordados a mano». Magníficos. 🙂
Gracias por el comentario. Creí que la serie merecía un retro porque, aunque han pasado añitos, desde mi punto de vista y como decís, es una hermosa historia de amor. Y ojo, que a mí Fenner me repatea, pero acabó fascinándome (¡¡¡Es taaaan malo!!!!) 🙂
Mujer, es una presa. ¿Como quieres que una presa que además es vista casi como una líder carismática por las demás se ponga siempre del lado de quien ostenta, ni más ni menos, que la dirección del Centro Penitenciario, tratándose de cuestiones que afectan al régimen al que están sujetas las reclusas? Yo creo que Nikki es muy honesta, incluso ingenuamente honesta y por eso se busca líos incluso con la mujer de la que está enamorada. Con el tiempo, aprende a controlar mejor su impulsividad, que es lo que más la pierde. A mayor esperanza de salir, más control y reflexión, es normal.
Por cierto, ignoro si habéis comentado la serie española de RTVE que ya va por el capítulo 12 llamada LA REPÚBLICA. En ella, aparece un personaje abiertamente lésbico, Amparo, interpretada magistralmente por la actriz Marta Belaustegui. Amparo se enamora de Encarna, una socialista que trabaja en el Ministerio de Agricultura, inicialmente heterosexual, pero que, por lo que se va viendo, poco a poco se va sintiendo atraída por Amparo. Podéis verla gratuitamente en la web de RTVE. Me fascina el personaje de Amparo y no sólo porque sea «lesbicanario», sino por sí misma. Para mí, el mejor o el que mayor profundidad y riqueza de matices presenta.
Precisamente estoy viéndola y me parece una serie muy buena. Las dos actrices son muy guapas, pero me gusta más Marta Belaustegui (Amparo). Y coincido en que su personaje es más rico que el de Lucía Jiménez (Encarna), que es un poco plano, por lo menos hasta ahora. 🙂
A mí también me gusta más Marta Belaustegui, pero en gran medida es porque su personaje, si lo observáis bien, es el más interesante, con diferencia, de toda la serie. Lo tiene todo, intriga, pasado oscuro y misterioso. Es el de más hondura, por decirlo de algún modo. En cuanto a Amparo, no es que sea plana, es que es… socialista. Jajajaja, es broma, lo he dicho cariñosamente, así que espero no ofender a nadie. Pero quise decir que está muy metida en sus proyectos políticos y eso hace que se vea mucho más unidimensional.
Gracias por el tip, esa es una de las series para ver en familia q me guardo pa la sequia veraniega 🙂
Donde puedo ver la serie Bad Girl o por lo menos la parte de Helen y Nikki? Y referente a la serie la republica, yo estoy viendo la historia de Amparo y Encarna, y es muy buena, porque refleja muy bien la sociedad y la politica de aquella epoca.
Hola, hola! Qué sorpresa tan agradable!!!! Estoy encantada de encontrarme por aquí con tus comentarios, Havingdrink. Sobre todo, porque ésta es una de mis series preferidas…. ME ENCANTA, ME ENCANTAN LAS DOS…Bueno, en realidad, me parece que la serie, en general, esta muy bien hecha y que se han cuidado mucho todos los detalles. Los personajes, me parecen muy ricos en matices y desde luego l@s mal@s, son muy buenos haciendo su papel. De hecho, disfruté mucho viendo la serie pero sufrí cual folclórica también… Es una suerte, que gracias a gente como vosotras (DarRoberts), que nos facilitáis tanto la vida con vuestro esfuerzo,podamos deleitarnos con series como ésta. Nuevamente, muchas gracias a todas y un saludo.
WOW amo esta serie. helen es tan guapa jejeje
Yo amo la serie, a Helen no me la puedo sacar de la cabeza, es una historia genial…. 100% recomendada para ver infinidad de veces