En el capítulo anterior de Sense8 la huida de Nomi nos dejaba aliviadas pero para ello se veía obligada a dejar atrás a Amanita y eso nos gustó menos. ¿Cómo les irá a nuestras chicas?
Para empezar, Riley lo está flipando con sus cosas islandesas, que involucran una cueva extraña, una canción que le cantan a los niños y encontrándose con una señora que da muy mala espina, que justo es la que de pequeña le advirtió del peligro de quedarse en Islandia. ¿Que como se encuentra con ella? Porque esta mujer también es sensate (aunque de otro grupo) y se visitan.
Lito está en un bar tratando de lidiar con su ruptura y el barman saca el gaydar a pasear y enseguida capta vibraciones, así que trata de ligar con él. Lito se rebota muchísimo porque entra otra persona en el bar y le salta la alerta de “peligro, peligro, posibilidad de que descubran mi sexualidad”. Así que le suelta un “yo no soy maricón”. ¡Pero qué dirás! Este chico necesita una colleja.
Mientras, la sensate viejuna le dice a Riley que la BPO (la empresa que descubrieron en el episodio anterior, id quedándoos con el nombre) financia un censo de ADN para poder buscar y localizar sensates a lo largo del mundo. Por eso le hizo creer a la Riley niña que ella era la culpable de la muerte de su madre y que se tenía que pirar del país. A ver, señora, no es un método muy ortodoxo decirle eso a una niña, estás un poco enferma. Al menos le pide perdón, pero ya os digo yo que es tarde porque Riley carga un trauma encima de tres pares de narices.
Además, algo pasó en su vida que fue todavía peor y nos van dando flashes de una montaña nevada en la que se ve que estuvo a punto de morir. Aún por encima dice que “quería morir, quería estar con ellos”. Ay, cariño, ¿pero qué drama es tu vida? También nos sirve para aprender cultura sensate, por ejemplo, que el sistema nervioso psíquico que conecta a los sensates se llama psiquelio. Interesantísimo, sí… Como Riley está con las emociones a flor de piel, se conecta con Will, que a la vez está conectado en ese momento con Jonas, que enseguida se da cuenta del temita intenso que se traen porque es lo mismo que él sintió con Angelica. La otra sensate, en cambio, le advierte que “el amor dentro de un mismo grupo de sensates es patológico”. ¡Será cortarrollos la tía! No contenta con eso, se entera de que al otro lado de la “línea sensate” está Jonas y se enfada telísima, porque dice que él y Angelica trabajaban con Whispers. ¿Será verdad?
A mí la trama de Riley me interesa porque es una mujer adorable, hipersensible y que merece mucho amor, pero si queréis pasamos a otra cosa mariposa. Venga, va. Por ejemplo, Kala contándole a la policía el asesinato de su suegro. Está más afectada ella que su prometido, que era su hijo, así que me lo expliquen.
Lito sigue regodeándose en su masoquismo y visita el lugar en el que conoció a Hernando porque, ¿qué mejor forma de superar una ruptura que recordar todavía más a tu ex-pareja? Gran idea. Pues ahí está, en el Museo Diego Rivera. En ese momento Nomi y Lito se visitan, que también era hora siendo ambos del lado queer de la vida, yo creo que tienen muchas cosas en común que se pueden aportar mutuamente. Nomi está en casa porque echa de menos a Amanita y está preocupada, preguntándose si alguna vez recuperarán la vida que tenían juntas. Hija, nos lo estamos preguntando todas, créeme. Enseguida conectan y tienen una escena tremendamente emotiva, con una actuación de esas que te ponen la piel de gallina. Mirad la carita de nuestra Nomi en plena conversación.
Un cielo de niña. Sense8 va de empatía, ¿no? Pues esto es empatía máxima. Lito se sabe de memoria todo lo que le contó Hernando del cuadro que están mirando porque, ¿para qué negarlo? Hernando es un poco gafapasta y sabe más de arte que cualquier guía turístico. Pues ahí mismo, en el baño del museo, ya tuvieron su primer beso y su primer folleteo también. Nomi entiende por experiencia propia que ese tipo de besos te cambian, vaya que sí. Como Lito está compartiendo todas sus dudas y miedos por no querer salir del armario, Nomi también abre su corazón. Y agarrad pañuelos, lesbicanarias, que viene un maremoto de emociones. Porque Nomi cuenta una experiencia horrible de abuso físico que sufrió en su infancia. Los niños de su club de natación terminaron quemándola con el agua hirviendo de la ducha, porque estaba tan incómoda con su cuerpo que no quería ducharse desnuda. ¡Y sufrió quemaduras de segundo grado, es muy heavy! Bromas cero, esos niños eran nazis en potencia.
Nomi llora, Lito llora y todas lloramos, pero de repente Nomi sonríe porque aprendió una lección muy importante. Esta mujer vale para escribir libros de autoayuda, os lo digo yo.
Ese vestuario habrá convertido en hombre a mi padre, pero a mí me convirtió en la mujer que soy. Ese día dejé el club de natación, dejé de intentar encajar, de ser uno más… Sabía que jamás lo sería. Pero, aún más importante, no quería serlo. Su violencia era pobre e ignorante, pero era fiel a su esencia. La verdadera violencia, la violencia que comprendí que era imperdonable, es la que usamos contra nosotros mismos cuando no nos atrevemos a ser lo que somos en realidad.
Esta escena es preciosa toda ella, merece que la volváis a ver porque la interpretación de Jamie Clayton (aka, Nomi) es simplemente maravillosa. Aquí os la dejo.
Kala va a ver a su suegro en coma, por pedido de la madre de Rajan, que le pide que, como reza tanto, que si ya de paso puede rezar por él. Y se ponen a ello. Sense8 conecta esto directamente con una escena de Riley yendo al cementerio a visitar a Magnus y a Luna. ¿Qué nos quieren decir con esto? ¿Y quiénes son estos dos? Lo de Luna escama, ya que si no estoy leyendo mal nació y murió el mismo día… Riley, cariño, pero qué mal te ha tratado la vida. No puedo con la vida porque llora y habla con ellos, entonces empieza a recordar. Magnus era su novio, es obvio, y una vez la fue a buscar en caballo a la universidad. Parece sacado de una comedia romántica, pero le pasó de verdad, con la excepción de que todo en la vida de Riley es drama puro.
En San Francisco, en cambio, Nomi sigue en casa (mucho mejor lugar que un cementerio, desde luego) y empieza a escuchar ruidos extraños en la puerta, así que coge un cuchillo de la cocina por si acaso es alguien no deseado. Vistos los antecedentes en su vida, me parece una decisión muy lógica. Pero tranquilas todas, que es su Amanita. Corren la una hacia la otra, se abrazan, Nomi no la quiere soltar, Amanita le coge la cara y le da un besito muy tierno…
Amanita: ¿Estás bien?
Nomi: Ahora sí.
¡Paraaaaaaaaaad! Que nos va a dar una subida de azúcar, qué manera de rebosar amor. ¿Esto no es ilegal? Quiero que Nomi y Amanita den terapia de pareja a Lito y Hernando, ahora que están en mala racha. ¿Cómo lo veis?
Mientras tanto, Capheus y Riley se visitan. Doy palmas al verlo porque Capheus es un amor de persona y alguien necesita darle un abrazo a Riley o tener una de estas conversaciones profundas que te alivian la vida. Así que Riley se confiesa por primera vez y cuenta lo culpable que se siente por no poder haber ido al funeral de su esposo. ¡Esposo, lesbicanarias! ¡Que la mujer es viuda! También Capheus explica cómo siendo él pequeño su madre se vio obligada a dar a su hermanita bebé a las monjas, porque si no hubiese muerto de hambre. La vida de Capheus es jodidísima, aquí ninguno se salva.
Pero basta ya de escenas lacrimógenas, que tenemos a Nomanita reunidas y en la cama. No, no, no es eso, que ya os veo venir. Están comiendo galletas y se casan allí mismo. Bueno, metafóricamente. Deciden aprovechar que las galletas tienen un agujerito en el centro para ponérselas en los dedos como alianzas. Ya está, para mí están casadas. ¡Enhorabuena!
Nomi ha ganado tiempo con sus cosas de hacker haciendo creer que ha cogido un avión a Australia y, tras lo que pasó en casa de mamá Amanita, no quiere ni oír hablar de recurrir a la ayuda de alguien.
Nomi: No quiero que mis problemas hagan daño a nadie más.
Amanita: Querrás decir, nuestros problemas.
¡Os he dicho que paréis! Ahhh, en serio, ¿qué derecho tenéis a ser tan monas? Estáis poniendo muy alto el listón para otras parejas lesbicanarias televisivas, os aviso.
Claro que no todo el mundo está pasándolo tan bien con temas amorosos. Lito se pilla una melopea tremenda y llama diez mil veces a Hernando sin respuesta. Es una escena tan cómica como triste, porque si ya es melodramático por naturaleza, imaginaos en plena ruptura amorosa. Encuentra una pistola y a mí se me dispara la alerta de peligro. ¿Qué estás pensando hacer, criatura? Total, que se la coloca en la boca y dispara… ¡Noooo! ¡Quieto!
Y sí… Resulta ser un mechero y se le queda esa cara de cuadro entre “faaaaaail”, “si fuese de verdad estaría muerto” y “estoy fatal de la vida”. Menos mal, Lito. El suicidio nunca es la solución, mañana lo verás de otra manera. ¡Y haz el favor de solucionar lo de Daniela e ir a hablar con Hernando! Ay, bueno, pues así termina todo en este capítulo. Menos acción y locura que en otros, pero mucha emoción. Conocer los abusos físicos que sufrió Nomi nos ha revuelto las tripas, pero ahora es una sensate y tiene una novia única en el mundo como Amanita. ¡Ja, superad eso!
Tengo que confesar que lloré como magdalena en este episodio. Primero porque comprendo el dilema que tiene Lito y me siento triste de que haya tantas personas que tienen que sufrir la sensación de que, para ser ellos mismos tienen que abandonar alguna cosa que aman. Pero desafortunadamente muchas veces esta es la realidad.
Pero por otro lado porque muchas veces nos preguntamos qué es ser mujer y la importancia de serlo. Y la frase: «La verdadera violencia, la violencia que comprendí que era imperdonable, es la que usamos contra nosotros mismos cuando no nos atrevemos a ser lo que somos en realidad.» me ha hecho sentir que quiere ser la clase de mujer que es Nomi.
Genial esta serie total genialidad, cada personaje, cada historia ?. No es sencillo explicar lo mucho que esta serie me hace sentir. PD: Mi teoria de que Amanita y Capheus son hermanos, sigue en pie jeje