La semana pasada en Anatomía de Grey la guerra continua su curso y Arizona y Eliza están en bandos distintos. Eso no quita que flirteen de vez en cuando, siempre que tienen un momento libre entre disparo y disparo y que a nosotras nos guste. ¿Listas para la acción esta semana? ¿Hacia donde se decantará la guerra?
Nuestro episodio comienza con Eliza feliz como lombriz porque es el día D en el que empieza la implantación de la segunda parte de su programa. Eso significa que, ella elegirá un par de cirugías para que dos residentes las lideren, los médicos tendrán que entrar con ellos para supervisarlos, pero actuarán como asistentes del residente.
La implementación eso sí va a ser complicada, sobre todo porque Eliza ha elegido una colectomía para empezar y el único que tiene una es Richard, así que a Kepner le toca decirle a Richard que en lugar de ser el jefe de su cirugía va a tener que ser el asistente de un residente. ¡Auch!
A Richard no le queda otra que apoquinar y todo esto frente a Arizona que lo ve todo con cara de: «WTF April!» porque claro la rubia no puede entender que Kepner no solo ya no esté de su lado sino que encima haya pasado prácticamente a capitanear el lado de Eliza.
Mientras tanto, Stephanie está feliz como lombriz, porque por fin tendrá su primera cirugía sola y ¡no puede esperar! Pero para su desgracia, Eliza se la encuentra por el pasillo para decirle que su paciente ha muerto así que se cancela la cirugía. Depresión total para Stephanie, pero Eliza que está dispuesta a ser la diosa de los residentes le dice que no se preocupe, que se van a ir a trollear por a ahí (y sí, usa esa palabra) para robarse otra cirugía que ella pueda hacer y dicho y hecho, le quitan una cirugía a Leah que está de ayudante de Arizona.
Stephanie, con la supervisión de Eliza revisa al paciente que es un niño con dolor abdominal. Después de inspeccionarlo descubre que tiene cálculos biliares, así que tienen que operarlo. Una vez salen, Stephanie muere de la emoción tanto que quiere abrazar a Eliza y ¡esta se deja! Y tengo que admitir que me encantó ver este lado de Eliza, porque parece que cuando baja la guardia se hace querer.
Los que no están tan contentos son los médicos del hospital que siguen flipando porque Kepner haya aceptado el trabajo de Meredith. Todos coinciden en que es buena doctora, pero que no tiene precisamente madera de jefa y sobre todo sienten como una traición personal que haya dicho sí a Bailey. La pobre Kepner está sentada sola y apestada en otra mesa porque es obvio que nadie se quiere sentar con ella.
Owen no quiere entrar al percal y dice que él se considera Suiza y de hecho es el que parece más preocupado por Kepner porque es su amiga. Arizona responde que sí, que es la amiga de todos pero que es una amiga que se ha equivocado profundamente y ha votado mal. Luego no puede continuar porque se da cuenta de que Eliza ha decidido empezar su programa en pediatría y a ella nadie le toca a sus pequeños humanos sin permiso.
Arizona entra hecha una furia al cuarto donde Eliza y Stephanie están preparándo la cirugía y de inmediato le reclama a la morena que esté jugando con sus niños. Eliza le dice que Stephanie es más que capaz y que ella la va a vigilar, pero para la patinadora eso no es suficiente porque Eliza es una ortopedista especializada en el deporte (se ve que a la rubia le van las Orto jejeje). Eliza responde recordándole que es una cirugía básica que cualquier médico general puede hacer y que ella lleva unas cuantas a sus espaldas, pero la invita agresivamente a entrar en el quirófano si así lo estima necesario, eso sí, solo para asistir.
Stephanie que ve que la cosa se pone color de hormiga decide que ese es un buen momento para irse a preparar al paciente, pero Eliza la detiene y le recuerda que ella es la jefa, así que debe ir con los padres y hablarles sobre la operación y que será ella quien prepare a la paciente. Así que la residente se va super emocionada dejándolas solas.
Eliza: Mírala. ¿La ves? Cuando te permites divertirte un poco… (flirteando)
Arizona: No hagas eso.
Eliza: ¿Eso?
Arizona: Esto, era mono en un principio, pero ahora ya no.
Uh parece que la patinador ahora sí que está cabreada y ya ni flirtear es bueno…
Ya en quirófano, Eliza le deja claro a Arizona que solo puede estar ahí dentro para observar. Stephanie se está preparando afuera, así que la morena aprovecha para decirle que la residente tiene que aprender y que si está ahí en plan mala malota la va a poner nerviosa y necesita seguridad, así que o respeta las reglas o mejor que se pire. Arizona se queda, no muy contenta pero se queda porque hay un pequeño humano de por medio.
Stephanie está nerviosa, pero Eliza la va guiando con seguridad por todos los pasos así que todo va saliendo a pedir de boca pero de repente todas las maquinitas suenan, lo que ya sabemos que es terrible para la vida. Edwards se pone más nerviosa y Arizona quiere tomar su lugar, pero Eliza le dice que tenga calma y busque con la cámara de dónde viene la sangre. Stephanie empieza a hacerlo pero no se ve nada por ningún sitio, así que Arizona le dice que gire por completo la cámara y bingo, pero para mal, porque toda la pelvis está llena de sangre.
Cuando ve el percal Arizona toma las riendas de la operación, porque esto claramente no es para lo que habían apuntado a Stephanie y se les está saliendo de las manos. Así que la patinadora de inmediato abre al pequeño humano y en cuanto hace la incisión empieza a brotar una cantidad de sangre impresionante que cualquiera, sea médico o no, tiene claro que no es ni normal ni bueno. Tanto Eliza como Stephanie lo están pasando fatal y Arizona intenta de todas la maneras posibles salvar al niño, pero por desgracia es imposible y termina muerto en la sala de operaciones.
Cuando salen del quirófano, Stephanie está totalmente devastada, no entiende dónde estuvo su error, qué paso no siguió correctamente, ¿cómo demonios entró un niño con cálculos biliares al quirófano y terminó muerto? Pero Eliza no tiene respuestas y decide marcharse, lo que solo hace que Arizona se cabreé más porque deja a Stephanie en la estacada y la pobre también sale corriendo creyéndose que ha matado a un paciente.
La patinadora escanea el hospital hasta que da con ella y de inmediato le reclama su actitud.
Arizona: ¿Qué demonios te pasa? Te ha hecho una pregunta, necesitaba una respuesta.
Eliza: Lo sé…
Arizona: ¿Qué clase de maestra eres? Una no solo les enseña lo que tienen que hacer con sus manos, también tienes que enseñarles como lidiar con esto, como sobrevivir con esto. Tú aceptas la responsabilidad para quitársela a ellos de encima.
Eliza: Lo sé…
Arizona: ¡No lo sabes! ¡Tú eres la supervisora! Esta es tu pérdida. ¿Vale? Tú aceptas la culpa. Porque si se la achacas a ella, puede dejarlo, puede pensar que no puede sobrevivir a esto. Así que está en ti enseñarle que puede hacerlo. Le dices, «cuando esto me pasó a mí…»
Eliza: No me había pasado…
Y eso sí que saca a Arizona del estado de enfado total en el que estaba. Porque claro, ahora entiende por qué está tan sacada de onda. Eliza le explica que jamás se le había muerto un niño y le está costando lidiar con ello. Siente que no puede respirar, se le cae el mundo encima y por si eso fuera poco tiene que salir a explicarle a los padres que nunca van a volver a ver a su hijo.
Arizona, que es más buena que el pan entra entonces en modalidad maestra y hace lo que le dijo a ella que tenía que hacer, que es explicarle que jamás se le va a olvidar, que toda su carrera le va a seguir doliendo, pero que lo tiene que superar y aprender a pasar por encima de eso para seguir salvando más niños que la necesitan. Le cuenta que ella siempre recuerda a su primero como si hubiera sido ayer. Así que le dice que se tome un poquito de tiempo y que luego la acompañará a decirle a los padres. Y la amé mucho en ese momento, porque una cosa es la guerra del hospital y otra la humanidad . Y que se te muera un niño es terrible, así que aplauso para nuestra patinadora.
Cuando Eliza está más tranquila, Arizona la acompaña para ir a avisar a los padres, no sin antes asegurarle que, si se ve sobrepasada ella la cubrirá. Están a punto de entrar cuando se topan con Edwards ya dentro explicándole a los padres acompañada de Richard. Y es que Stephanie acudió a él para encontrar las respuestas que Eliza no pudo darle y él la consoló y la acompañó en buen rollo, nada que ver con la guerra, y me gustó volver a ver esa parte de «maestro» de Richard.
Pero claro para Eliza es el colmo de los males, porque no solo en su primer día de implementación se murió un paciente, sino que ella estaba ahí y perdió los papeles. Y quien la ha cubierto ha sido Richard, su máximo contrincante en toda esta situación. Y ella no puede saber el plan en el que Richard estaba ahí.
Por la noche, cuando Arizona sale del hospital se topa a Eliza llorando en su coche. En un primer momento duda y decide hacerse la despistada, pero luego la doctora golpea su volante y se le queda trabado el claxón, algo que solo la hace llorar más. Así que Arizona, siendo la princesa azul que es, le toca en la ventana y le dice que abra su capó y le corta el cable del claxón para que deje de sonar.
Eliza sale del coche y le da las gracias, no solo por eso, sino por haberla apoyado en un muy mal día de su vida. Y Arizona, siendo como es, se da cuenta de lo mal que lo ha pasado Eliza y la abraza porque eso es lo que ella necesita. Y en ese momento no hay química, ni flirteo, ni guerras. Simplemente una persona pasándolo fatal y otra consolándola y ¡me encantó ese momento!
Arizona antes de irse le dice que podría tener amigos en el hospital si ella así lo quisiera. Y quiero creer que este será un punto de inflexión para Eliza, porque creo que este episodio también le ha hecho ver una cara de Richard que no había visto antes. También creo que después de esta experiencia, Stephanie que era Team Eliza a muerte pasará a ser Team Richard, básicamente porque fue él quien estuvo ahí para ella en el peor momento de su vida. Pero para ser sincera, lo que yo espero es que todo este rollo de los equipos se termine ya y que podamos llegar un acuerdo en el que Eliza instale cambios para mejorar pero siendo respetuosa de la metodología de Richard y todos contentos. ¿No creen?
¿Cómo lo vieron ustedes lesbicanarias? Parece que el romance entre Eliza y Arizona empieza a despegar ¿verdad?
Ese último «Gracias» de Eliza me sonó a «Necesito que me abraces fuerte». Genial este ccapitulo. Gracias por el resumen.
Hay una idea al fondo de todo esto, además de lo evidente de las coincidencias entre quienes «salvaron el día» y Eliza y compañía… Y es que Eliza sufrirá un accidente en ese auto…
Pues no me parece coherente la actitud de Eliza en este caso. No va con su personalidad fuerte, su seguridad, su experiencia y su determinación. Cierto es que nunca se le había muerto un niño pero ella, como todo médico, sabe que eso puede suceder en cualquier momento y deben estar preparados y no es una principiante como Edwards. Entiendo que le haya afectado pero no hasta el grado de que muchas horas después siga en ese estado. Entonces, me imagino que Edwards ya se suicidó. O.O
Me queda claro que era el pretexto para el acercamiento entre ella y Arizona (sus escenas juntas me encantaron, ¡qué linda pareja!), y para bajarle un poco los humos de perfección a Eliza, y el colmo será si pasa lo del accidente que menciona Marla S. ¿Arizona no sabe que una persona en estado alterado no debe conducir? Le hubiera pedido un taxi, por lo menos. Bueno, voy a hacerle a la clarividencia: Eliza llega grave y será operada por uno de los dioses del quirófano que no la quieren y la salvan. Fin de la guerra. Aunque me gustaría que la salvara uno de los que ella ha puesto a operar solos. Sería un triunfo y los demás tendrían que reconocerlo y también acabaría la guerra.