Miedos que impiden que termines tu relación 

Sabemos que es temporada de Halloween —Y día de muertos para las mexicanas— y es la época del año en donde todas podemos estar asustadas y la gente lo verá como algo normal. Pero algunas de nosotras hemos vivido o estamos viviendo una época de miedo que no deberíamos tomar a la ligera; es el tiempo en donde los miedos de dejar a tu pareja surgen y no sabemos cómo enfrentarlos.

Muchas de nosotras lo hemos pasado una vez, algunas hasta 2, 3 o hasta más; pero cuando llega a nosotras ese pensamiento o la consideración de dejar a nuestra pareja surgen infinidad de preguntas. ¿Qué pasará cuando esté sola? ¿Podrá estar sin mí? ¿Qué pasa si me equivoco? ¿Y si no encuentro al amor de mi vida? ¿Ella será el amor de mi vida? ¿Podré con la soledad? La lista puede ser tan extensa a como tus miedos te quieran permitir. Hoy quiero hablarles de esos miedos que nos impiden terminar una relación que consideramos que ya no es para nosotras.

Terror a equivocarnos

Creo que este es el miedo más común antes de terminar una relación. Tener en mente la cuestión de ¿Y si me equivoco al dejarla? La realidad de las cosas es que no puedes detenerte ante este miedo, el hecho de haberte cuestionado si ella es el amor de tu vida o no, es lo que te lleva a la reflexión de toda la situación. Date la oportunidad de sentir este miedo, pero no dejes que te petrifique, eso podría generar miedos aun más grandes.

Miedo al fracaso

Todos tenemos miedo a fracasar en millones de áreas en nuestra vida, el amor claramente es una área en la que más invertimos, por obvias razones nos da pánico fracasar en algo que podremos haber estado construyendo por dos meses o por varios años. El miedo al fracaso es vital en la vida del ser humano, al final, es lo que hace que nos superemos como personas; pero si no te permites fracasar, nunca encontraras tu verdadero propósito y la felicidad que tanto buscas.

Pánico a perder estabilidad y comodidad

Se lo mucho que cuesta renunciar a la persona que hasta hace unas semanas considerabas el amor de tu vida, pero sé que también mueres de terror el pensar que toda tu vida dará un giro y que no sabes si estarás bien o te sentirás aterrada sin la “estabilidad” y las comodidades que tenias con tu pareja. La verdad es que ese miedo es el que más rápido podremos superar, ya que lo podemos tomar como un encuentro con nosotras mismas y utilizarlo sólo para cosas positivas.

Miedo al dolor

Todo mundo piensa que la gente que deja, es la gente que lo hace por ir a buscar a otra mujer, a viajar o simplemente disfrutar de su soledad y soltería. La realidad es que no siempre es así; la gente que termina una relación a veces lo hace porque no está conforme con patrones agobiantes en la relación, situaciones que ya no puede controlar y la lastiman o bien porque se siente agredida. Si tienes miedo al dolor y por eso no estás dejando ir una relación que sólo te está trayendo tristeza y en pocas palabras dolor, en verdad créeme que el dolor que sentirás por dejar a tu pareja, no se compara con el dolor que sientes ahorita con todo lo que tienes que aguantar o vivir.

Terror a la soledad

La idea de quedarse solas es tan espeluznante que no se atreven a dejar a su pareja. El miedo a la soledad es muy común entre las mujeres —más que en los hombres— Ante la perspectiva de continuar adelante en solitario, muchas prefieren no arriesgar y permanecer acompañadas, aunque sea ‘mal’ acompañadas.

Temor al reemplazo

No sé si lo han vivido —a mí sí me ha pasado— pero hay veces que tienes esa idea de no querer estar con tu pareja porque ya no es lo mismo, pero la idea de que alguien más llegue a su vida te pone los pelos de punta. La perspectiva de que, una vez terminada la relación, su ex encuentre un nuevo amor  es simplemente insoportable para muchas, por ese motivo deciden continuar con su pareja, manteniendo una relación dañada sólo por no ser víctimas de los celos.

El miedo siempre nos ha hecho comportarnos de una forma bastante alocada, pero si ese sentimiento  excede su función natural de protección puede impedirte ser feliz. Por eso recomiendo, en lugar de salir corriendo aterradas de la situación, tenemos que abordar los miedos, tomar el toro por los cuernos y derrotarlos.

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