Bienvenidas a un nuevo mini resumen de The Wilds. Nos hemos saltado el 2×02 porque realmente no ha avanzado nada la historia de Tony y Shelby. Pero en el tercero sí que tenemos cositas que comentar de la pareja lésbica así que ¡manos a la obra!
El tercer episodio está bastante centrado en los chicos y sus chocoaventuras peleando con un animal salvaje pero aunque poco, hemos visto avanzar algo a las chicas. En el episodio pasado, nuestro grupito encontró un tesoro de plásticos varios de fiesta. Lo sé, parecería que artilugios de fiesta no son muy usables en la selva, pero siempre viene bien tener algún cubierto y los manteles sirven de sarapes.
Las chicas están contentas y Shelby la que más, porque por fin puede volver a hacer la cama. Algo que hacía todas las mañanas y que le devuelve un poquito la sensación de normalidad. Fatin flipa en colores porque a ella se le daba bien aquello de procastinar y no hacer una cama que tenía que deshacer al día siguiente.
Fatin entonces decide hacer una encuesta para saber quién tendía o no su cama. Shelby, Martha y Rachel son del equipo cama hecha. Fatin, Toni y Dot son del equipo «desastre ftw» y Leah no está en ningún bando porque va como la marea hacia uno u otro lado según le amanezca el día.
Sea como sea, Toni decide que va a ayudar a su novia a «tender su cama» aunque eso rompa todos sus principios porque el amor mata flojera. Así que se levanta, da dos pasos hacia Shelby y ¡una rama gigantesca cae encima de su cama! Vamos, que si hubiera estado dos segundos más ahí hubiera muerto aplastada.
Todas se asustan muchísimo, pero en especial Shelby que no para de abrazar a Toni como si fuera a desaparecer si la suelta.
Más adelante, todas están un poquito más tranquilas aunque todavía procesando el susto. Dot decide que hará un escaneo general para asegurarse de que no hay ninguna otra rama suelta cercana. Toni decide ir a por agua y a Shelby casi le da un ataque pensar que pueda alejarse medio centímetro.
La morena intenta tranquilizarla diciéndole que no se va a ir a la guerra ni nada. Es cuestión de agarrar agua y volver. Ningún peligro inminente. Pero Shelby no se fía y decide que mejor la acompaña.
Lo siguiente que vemos es a las chicas de camino a conseguir agua. Van caminando juntas agarraditas porque están en plena luna de miel, pero ya tienen discusiones de pareja. Básicamente porque Shelby está sobreprotectora y casi que quiere que Toni respire con mascarilla.
Shelby: Deberías llevar manga larga. Llevar la piel expuesta es una invitación a la malaria, el dengue, la fiebre. También deberías llevar pantalones largos.
Toni: ¡Shelby basta! Llevas así todo el día ¿Que pasa?
Shelby: Solo estoy tomando algunas precauciones, es todo.
Toni: El árbol. Estás pensando en el árbol.
Shelby: Sigue cayéndose. En mi mente lo veo caer una y otra vez, y a mi casi perdiéndote.
Toni: ¡Ey! No me voy a ningún lado.
Tony intenta aligerar el momento bromeando porque entiende perfectamente que Toni no tiene mala intención y lo está pasando mal.
Toni: Te entiendo. Entiendo el terrible miedo que debe dar perderme. ¿Cómo puedes querer que tape todo esto? ¿En serio quieres que vaya con manga larga y calcetines hasta arriba?
Shelby: No, creo que ya he cambiado de opinión.
Digamos que las dos terminaron rodando por el pastito de la selva y el árbol quedó olvidado.
Por la noche, las chicas se reúnen bajo la hoguera. Rachel y Leah tienen una sorpresa porque se han currado unos instrumentos rudimentarios y se ponen a tocar Home de Edward Sharpe & The Magnetic Zeros. Todo el mundo se anima y se ponen a cantar y es un momento super divertido y bonito. Además, durante toda la canción Shelby y Toni no pueden dejar de mirarse y acariciarse con los ojos.
Cuando terminan de cantar, Shelby le dice a Toni que es el momento más perfecto de su vida. Sí, puede que estén perdidas en una isla perdida y que haya peligros inminentes. Pero ella jamás se ha sentido tan libre y tan feliz.
Ya de madrugada, Shelby está despierta mirando las estrellas a solas cuando de repente, ve las luces de un barco a lo lejos. Ellas tienen ya un sistema para de inmediato encender un fuego gigante y hacer que las vean. Pero mientras vemos la imágenes vemos a Shelby dudar y escuchamos esto en la voz en off:
Sabes cuando quieres algo tanto que rezas por ello todos los días. Y cuando finalmente llega… es como si no fuera el momento. Como que llegó de mala manera, en el momento equivocado. Y te quedas pensando: «¡Mierda Dios es un poco hijo de puta!»
Entonces vemos que la rubia deja pasar el barco sin encender la hoguera. Shelby es feliz y no quiere regresar a casa. Esperemos que sus compañeras no se enteren porque no sé yo si todas tienen las mismas ganas de quedarse en la isla. Y hasta aquí llegamos en este resumen de The Wilds. ¡Nos vemos la próxima semana con más de Toni y Shelby!