¡Bienvenidas al primer resumen de la tercera temporada de The L Word: Generation Q. La serie de nuestros amores ha vuelto y ¡se viene con todo! Así que preparen los ojos, las almas y los cds que tienen guardados en el cajón de la serie original porque van a querer revisar algún que otro episodio.
Empezamos el episodio justo donde lo habíamos dejado la temporada pasada con Tina entrando en casa de Bette y preguntándole directamente si está enamorada de ella. Después de todos los tráilers y adelantos que habíamos dicho, todas sospechábamos que Bette iba a darle la callada. Pero para mi sorpresa y la de todo el personal ¡le responde que sí!.
Tina se queda trabada un segundo pero tampoco es que sea una gran sorpresa. Eso sí, le dice que esa no es una forma correcta de amar. Que Carrie era una persona buena para ella, que la respetaba y la quería. Pero Bette lo ha echado todo a perder porque no ha podido resistirse a liarla parda. Para variar, Bette reconoce inmediatamente que efectivamente ha metido un poco la pata en cuanto a tiempo y forma y le promete por activa y pasiva que hablará con Carrie para solucionar la situación.
Bette: Déjame intentarlo. Lo que quiero más que nada en el mundo es que seas feliz.
Tina: No hay nada que hacer.
Bette: Siempre hay algo que hacer. Ella te ama. Por supuesto que te ama.
Tina: No puedo estar con ella porque yo también te amo. Te he amado toda mi vida.
Bette: Y yo te he amado toda la mía.
Tina: Solo me gustaría que supieras hacerlo mejor.
¡Auch! La verdad es que, no sabía como iban a resolver esta conversación y creo que, para variar, lo han hecho muy bien. Porque por un lado las dos han aceptado que entre las dos hay algo que lleva cociéndose siglos pero al mismo tiempo, como llevaba diciendo toda la temporada pasada, no se habían resuelto para nada los problemas que las hicieron terminar así que ¡no podían terminar juntas sin más!
Así que en un primer guiño a la serie original, Tina se marcha y Bette grita un «Joder» con toda la frustración de su ser que nos recuerda totalmente a ese «Tinaaaaaa» que todas conocemos. Y el grito es tan poderoso y retumba tan fuerte que ¡pasa un año en lo que terminamos de escucharlo!
Lo siguiente que vemos es que Alice ya no está con su novio pero sigue teniendo mucho sexo hetero. Se los resumiré en que lo está pasando muy bien y está saliendo con un influencer, es todo lo que necesitan saber.
Siempre se ha dicho que un año en la vida de las lesbianas es como toda una vida hetero. Por eso Tess y Shane lo han aprovechado para unirse en santa vivienda y llevarse a la madre de Tess a vivir con ellas. Tienen contratada una cuidadora que les ayuda a echarle ojo y que se tome las pastillas y demás. Ahh y a Shane le da penilla que Tess la bese enfrente de su madre, así que más bien se van a hacer cosillas en el primer piso de la casa donde no pueden verlas.
Ah y también nos enteramos que Tess está organizando una subasta para conseguir dinero para investigar la esclerosis múltiple y Tess necesita otra maquilladora porque la chica que iba a ir se ha caído en último momento.
Yo no sé si es que hubo ola de calor como aquella vez en la que Tina y Bette se quedaron encerradas en el elevador o qué, pero todas las parejas están dándolo todo y Dani y Gigi no son la excepción. Las dos están ahí en pleno faje bonito de esos que nos gustan cuando Gigi anuncia que tiene que irse. Dani se queda tan triste como nosotras así que de plano le propone que se vaya a vivir con ella para no separarse nunca más. Dani se sincera y le dice que siente que la ha apoyado en el peor año de su vida y ahora sabe que quiere dar un paso más en su relación. Gigi la mira con amor y la besa porque es perfecta, le dice que claro que se quiere mudar con ella perooooooooo añade que tiene que hablar con Nat por el tema de los niños.
A mi como persona con hijos me ha parecido algo bastante razonable. No es que tengas que pedir permiso, es que van a haber ajustes familiares y hay que hacer acomodo así que está bien hablarlo. Pero a Dani no le sienta nada, pero que nada bien la idea. ¡No empiecen a ponerme nubes entre estas dos!
Lo siguiente que vemos es a Shane y Alice en la Universidad de California. Sí esa misma Universidad en la que Bette trabajó como Decana de Arte en la tercera temporada de la serie original ¿se acuerdan? Cuando se lío con una bebé Arizona… digo Nadia… Bueno pues el caso es que Angie ha escogido esa Universidad como el sagrado lugar donde ejercitará su mente, así que ahí están sus tías para hacer de mediadoras porque Angie tiene miedillo de que Tina y Bette se reencuentren después de la debacle en la que terminaron el año pasado.
Así que en cuanto llega Tina de inmediato empiezan su labor. La rubia se disculpa con Shane porque aparentemente no va a poder asistir al evento de Tess, pero le promete que hará una buena donación. Y Alice y ella se burlan un poquito del hecho de que Shane esté en plan doméstico perdido con Tess y que por fin haya madurado. Además Alice se ofrece a prestarles a su equipo de maquillistas para cubrir a la que falló. ¡Todo solucionado!
Y hablando de madurar, Alice aprovecha para comentar que Bette lleva todo este año trabajando en sí misma y es ahora una mejor persona. Tina la mira con cara de aquí hay gato encerrado y les recuerda que todas están ahí solo por Angie y ella está bien… muy bien… no hay nada de que preocuparse… Al menos hasta que llega Bette Porter y se le queda esta cara.
Bette llega con su cara de Diosa, su Tesla negro nuevecito y sus gafas de sol que cuestan más que 3 de mis sueldos. Por supuesto Tina y yo la vemos como en cámara lenta porque ¡madre mía! Y en estas estamos cuando una universitaria le choca el coche por detrás. La cara que se le queda a Shane, Alice y Tina es épica, porque ellas como nosotras vivieron la segunda temporada de la serie original y saben lo que pasa cuando a Bette le chocan el coche
Pero en lugar de comerse con patatas a la pobre muchacha llorosa, Bette la abraza y deja totalmente alucinado a todo el personal.
Shane y Alice se van a ayudar a Angie con las cosas y Bette se acerca a una Tina con cara de: «¿Quién eres tú y dónde está mi Bette?
Bette: ¿Estás bien?
Tina: No puedo creer que no te comieras con patatas a esa chica.
Bette: Bueno, todos nos vamos a morir, que es un rayoncito ¿no? Me alegra verte.
Tina: A mi también.
Pero vamos, que Tina se ha quedado alucinada y ¿para qué negarlo? Nosotras un poquito también.
Mientras tanto, en otro lado de la ciudad Sophie está estresada porque Finley está a punto de volver a casa de rehabilitación y aunque han estado hablando y en teoría están juntas, está muy estresada pensando en que pueda haber cambiado de opinión. Leo anda detrás de ella intentando relajarla y recordarle que su mente le está jugando malas pasadas, pero lo que no consigue él sí lo consigue su anillo. Porque mientras andaba rebuscando, Sophie descubre el anillo con el que Leo le va a proponer matrimonio a su hermana Maribel.
Igual no podemos entretenernos mucho en eso porque en eso llega Finley y las dos se besan como si el tiempo no hubiera pasado. Vamos, que en este año las cosas entre ellas dos no se han movido y esta pareja todavía la tenemos en buenos términos. De hecho, más adelante las vemos a las dos poniéndose al día en una especie de parque. Hasta que la cosa se pone un poquito seria porque Finley saca un papelito y es una carta que le escribió a Sofie para pedirle disculpas.
En ella le dice que entiende que tuvo que haber sentido muy sola porque ella era incapaz de verla, le pide disculpas por todo lo que la hizo pasar y porque durante mucho tiempo tuvo que cuidarla y le agradece que le hubiera salvado la vida aunque en un primer momento no se lo hubiera tomado bien. Sofie llora porque sabe que su chica está siendo honesta y porque es muy bonito todo lo que dice. Además Finley tiene intención de enderezar su vida y le promete que, a partir de ese momento siempre será honesta con ella.
Volviendo la universidad, Shane y Alice están intentando convencer a Angie que en caso de cualquier necesidad, borrachera excesiva o consumo de muffins con marihuana en exceso las llame. Tina y Bette por si parte la miran con cara de «nuestra bebé» y le preguntan si le hace fasta pasta, ganchos para la ropa o abracitos de mamá. Pero Angie lo que quiere es que ya se vayan porque viene Jordi y quiere estrenar la habitación.
Ya afuera, Bette se queda llorando porque en el fondo es la más sentimental de las dos y Tina aprovecha para preguntarle si va a ir a la subasta. Bette le responde que sí y le pregunta si ella va ir y para nuestra sorpresa Tina dice que sí. Porque eso de ver a Bette llena de paz le ha removido algo dentro y por eso cuando se da cuenta de que Pippa Pascal llama a Bette por teléfono los ojos se le hacen chiquitos y no le hace nada de gracia.
Cambiamos de escenario porque ya es de noche y ¡la fiesta ha comenzado! Tess presenta la noche pidiéndoles a todas que rebusquen bien en sus bolsillos para donar y se inicia la subasta con un cambio de look completo por el equipo de belleza de Alice. La pobre está nerviosa porque necesitan recaudar por lo menos 5000 dólares para salir a cuenta, pero Dani no está preocupada en lo más mínimo porque tiene claro que ganarán mucho más.
Por cierto ¿Dani sigue siendo rica? Digo porque nos quedamos en que su padre estaba ahí entre que iba a la cárcel y ella también. ¿Qué pasó con la pasta? Tengo muchas dudas y pocas respuestas.
Shane, Alice y Tina platican sobre Bette. Tina está mascada por el tema Pippa, pero Alice le cuenta que es porque le pidió perdón porque está intentando encontrar la paz espiritual. A la rubia eso la nefastéa un poco porque a ella Carrie no le da ni la hora. Igual no pueden hablar mucho más porque ¡ya llegó por quien llorábamos!
Bette aparece con esa aura etérea y cool que la acompaña a donde quiera que va y se acopla al lado de Tina para soltarle un:
Bette: Que bien verte en el mundo exterior.
Tina: Lo mismo digo.
Alice: Lo mismo digo.
Ay como amo a Alice y su falta de disimulo. En el otro lado de la pista, Leo pidiéndole consejo a Dani porque quería hacer algo especial pero ahora tanta gente sabe que le va a pedir matrimonio a Maribel que teme que se entere por otro lado.
Leo: ¿Qué harías tú?
Dani: No sé, déjame le pregunto a Nat y te digo.
No sé a ustedes, pero mi intuición femenina me dice que a Dani le ha sentado muy mal respuesta de Gigi. Leo intenta un poco mediar pero en eso llega el nuevo ¿novio? de Alice e interrumpe la conversación.
Una que no está muy feliz es Maribel, pero no por el tema matrimonio, sino porque Finley está de regreso en la vida de su hermana y ella teme que sea mala influencia. Sophie insiste en que ya es buena persona, libre de todo vicio y además la hace feliz. Pero a Maribel, la manera en la que Finley irrumpió en la casi boda de Dani y Sophie como que no acabó de gustarle. Vamos, que era más team Dani, pero porque sentía que era mejor pareja para su hermana.
Maribel teme que las dos son tóxicas la una para la otra, pero Sophie insiste en que ya es una mujer adulta que puede tomar sus propias decisiones y tiene claro que Finley es la correcta.
Y hablando de la reina de Roma, Finley se encuentra en la fiesta con Tess y Shane y aprovecha para sacar su papelito y disculparse con ellas también por todo lo que hizo mientras estaba bebiendo. Sus dos ex jefas se lo toman genial porque recordemos que ambas han tenido problemitas con las sustancias adictivas, así que más bien la apoyan en todo y le dicen que puede volver a trabajar al bar. Muy bonito todo en la teoría de la irrealidad pero ya me conocen. Aquí voy a empezar a renegar un poco porque ¿no la habían despedido para ayudarla a no estar cerca de la bebida? ¿No es como un poco ilógico que la vuelvan a contratar en un bar cuando acaba de salir de rehabilitación? Vale.. aceptamos pulpo como animal de compañía, pero que no me cuadra.
Tess y Finley se van y Shane escucha ruidos en una puerta trasera, pero cuando la abre aparece la mismísima Kehlani para correrla porque ese cuarto está prohibido momentáneamente hasta para las dueñas.
Tina y Bette por su parte, se han quedado solas y están platicando como si nunca hubieran discutido en su vida, porque es lo que pasa cuando conoces tanto a alguien y te vuelves a encontrar con ella. Parece que de repente las piezas encajan. Además, o las dos tienen la conversación más meta de su vida o yo soy muy mexicana y le saco punta a todo. Tina le dice a Bette que las han renovado para una novena temporada (ojo al número). pero que han cambiado a todos los ejecutivos y la showrunner está cabreada con la nueva dirección que quieren tomar.
The L Word tuvo 6 temporadas, esta es la tercera temporada de Generation Q o lo que es lo mismo, la novena de toda la serie. Y ¿adivinan qué cadena acaba de cambiar de ejecutivos. Igual son mis teorías conspiranoicas, pero a alguien se lo tenía que contar.
Pero volviendo al tema. Bette sonríe coqueta y le dice a Tina que menos mal que ella tiene experiencia lidiando con personalidades fuertes. y apaciguando leonas. Tina le sonríe de vuelta y le responde que le encanta apagar fuegos. ¡Hola! ¡Bette mueve ficha que Tina quiere apagarte el fuego!
La que no está cómoda es Alice que no acaba de encajar con su nuevo ligue influencer. Pero ella y Shane se entretienen un rato mirando a Tina y Bette flirteando porque en el fondo son mas tibetters que nosotras.
La próxima en la lista de Finley es Dani, así que se acerca a ella en plena fiesta para pedirle disculpas. Convengamos que a Finley no se le da muy bien eso de encontrar el momento adecuado, pero bueno hasta ahora le había salido bien. Claro que no había intentando disculparse hasta el momento por haber arruinado una boda y poner unos cuernos que ni el papá de Bambi. Digamos que Dani no tiene ganas de escuchar nada de lo que tenga que decir.
Finley no sabe muy bien como gestionar la situación e insiste un poco porque en serio quiere pedirle perdón, pero lo dicho, a Dani no le interesan ni su vida ni sus disculpas.
Dani: Todavía crees que lo que te importa a ti es más importante que lo que quiera yo. No creo que seas mona, ni encantadora, creo que eres odiosamente molesta. ¡Qué demonios te pasa!
Afortunadamente para Finley, Tess entra en acción para gestionar el asunto y manda a Finley a ahuecar el ala y darle un poco de espacio a Dani. Luego le pregunta si está bien. La morena se disculpa por el exabrupto pero Tess le dice que no pasa nada y luego las dos celebran que a esas horas de la noche ya han recaudado 7000€ ¡Toma ya!
Fuera, Sophie sale detrás de Finley para asegurarse de qué esté bien y echar pestes de Dani. Finley dice que es normal, que ha sido su culpa porque la ha pillado desprevenida y Dani no estaba lista para recibir su disculpa. Sophie vota porque la manden a freír espárragos momentáneamente y Finley propone que se den la juyona y busquen otro ambiente.
Mientras tanto, en el bar, Shane está sirviendo bebidas con cara de «I’m sexy and I know it» mientras que Ivy (Kehlani) la mira de reojo porque le suena de algún lado. Mmm… mal asunto cuando se trata de Shane que alguien la medio reconozca. Pero ¡no sean mal pensadas! Resulta que cuando Kehlani se la lleva de la manita al cuarto oscuro de detrás, no es porque quisiera darle un repaso, sino que la ha reconocido como la «gran Shane estilista».
Ivy le pide que le haga algo en el pelo y Shane le dice que mejor que no. Pero Ivy es de armas tomar y le responde que no se lo piense tanto y se divierta con ella. ¡Ay madre que no soy la única que ve por donde va esto ¿no?!
Shane: No sé si ni si quiera me acuerdo de cómo.
Ivy: Creo que un talento como el tuyo jamás se pierde, siempre está dentro de ti.
¿Seguimos hablando de pelo? Porque yo soy mexicana, a mi me están perdiendo… Shane le acerca la cara a medio milímetro y le dice que alguna sugerencia le podrá dar. Luego la vemos tocarle el pelito por aquí, acariciarle la cara por allá, respirarle a medio milímetro de los labios. El calor inunda la sala a tope y los termómetros están a punto de explotar, pero en el último momento Shane le dice que no, que todo perfecto por su pelo y le hace la cobra. Yo solo les digo que esta historia la he visto ya unas cuantas veces en esta serie, y no termina con Shane cortando el pelo.
La siguiente sorpresa de la noche nos las llevamos cuando Bette sube al estrado e introduce el siguiente objeto de la subasta. Uno de sus cuadros de Kiki Smith. Tengo que admitir que casi lloré cuando lo vi, además de saltar de mi asiento. Porque cualquier fanática de la serie original de The L Word conoce la historia de ese cuadro. Pero por si acaso son pequeñas saltamontes lesbicanarios que no vieron la original les cuento.
En la tercera temporada de la serie original, Bette pierde su trabajo en la CAC y tiene que buscar la manera de seguir manteniendo a la familia, así que decide que va a vender algunos cuadros de su colección personal de arte. El curador con el que habla le dice que hay alguien muy interesado en su Kiki Smith y Bette pinta su raya porque ese cuadro fue el primero de su colección y por tanto uno de sus favoritos.
Por eso Tina alucina totalmente cuando la ve subastar el cuadro. No solamente era uno de los que solían tener en la casa en la que vivieron juntas en lugar privilegiado. Además sabe que a Bette perder ese Kiki Smith le duele en el corazón y ha hecho un gran esfuerzo. Además, la subasta empieza con 500 dólares, cosa que hace sufrir a Bette y que indigna a Tina que sabe que ese cuadro vale mucho más.
Así que cuando la subasta va por 1000 dólares, Tina decide levantar la mano y ofrecer 10,000 dólares.
Bette: (Con una sonrisa de oreja a oreja) Eso era completamente innecesario.
Tina: Bueno, siempre me dijiste que jamás te desharías de ese Kiki Smith.
Bette: Ya sé es que… pensé que a lo mejor era hora de dejarlo ir…
Tina: Sí, pero hay cosas que vale la pena mantener. Cuando veo ese cuadro, pienso en nuestra antigua casa. Pienso en nosotras. No quería que nadie más tuviera esta parte de nosotras.
Bette: Me alegra mucho que seas tú quien lo tenga ahora.
Tina: ¿Quieres irte?
Bette: Sí.
¡Dios todos mis sueños lesbicanarios tibetteros se están cumpliendo! ¡No me despierten de este gran sueño! Si es que hasta Shane y Alice se fueron de la mesa cual ninjas para dejar campo abierto al romance. ¡Tibette is real!
Lo único malo es que a Alice le da bajón cuando las ve, porque se da cuenta de que ellas tienen algo real y ella anda de flor en flor, así que decide cortar por las buenas con Teddy porque lo suyo está claro que no va para ningún lado.
Tess por su parte se lleva a Shane a un rincón oscuro y ¡no es para besarla! Es para proponerle tener otro hijo, digo otro bar. Tess sabe que su relación no es de las de matrimonio y niños, sino bares y fiesta y quiere más. Shane no está muy convencida de querer trabajar más pero Tess lo quiere todo así que Shane promete pensarlo.
Tess ofrece trabajo y Ivy ofrece diversión… ¿Soy yo o están lanzando a Shane a las llamas?
En otro lado de la ciudad, Sophie y Finley están jugando basquetbol nudista y Finley está perdiendo y en bragas. Eso sí, se lo están pasando bomba y la temperatura empieza a subir. Pero cuando están ahí en pleno faje Finley mete el freno de mano y dice que necesita ir con carácter de urgente a una de sus reuniones de AA porque no quiere liarla parda en su primera noche. A Sophie no le hace demasiada ilusión el parón pero la comprende y no le hace pleito.
Luego vemos a Finley en la reunión explicando que en rehabilitación hizo un plan sobre como iba a manejar su vida una vez que estuviera fuera. Pero no es lo mismo una vez sales. Porque en la vida «real» las cosas van muy rápido y ella quiere tomar mejores decisiones pero no tiene claro si lo está consiguiendo o no.
Angie por su parte está en su cuarto por fin a solas con Jodie y totalmente emocionada. Pero algo no va bien. Jodie cree que no tiene sentido que sigan juntas ahora que van a separarse para ir a la universidad y rompe con ella. ¡Auch!
Leo por su parte se le declara a Maribel pero ella no quiere casarse, ¡auch! más bien quiere tener un bebé y lo deja todo confundido.
Dani llega a casa y se encuentra a Gigi esperándola en la cama. ¡Que sepan que considero un pecado capital los pocos segundos que Gigi apareció en este episodio! Indignada estoy. En fin, Gigi le pregunta qué tal le fue y Dani le hace una recapitulación, pero luego no puede evitar meter el puntillazo preguntándole si Nat les dio permiso de vivir juntas y la cara de Gigi nos dice que en el siguiente episodio va a haber pleito porque en este ¡se nos acaba la escena! ¡Venga ya!
En casa de Bette, las chicas están sentadas en el sillón hablando. Tina está sorprendida porque Bette le acaba de confesar que ha encontrado a su madre. Sí aquella que en la serie original decía que jamás quería contactar. Tina le pide que le cuente sobre la experiencia y Bette le responde que todo comenzó con aquella discusión que tuvieron en la que le dijo que no sabía como amar. Tina se disculpa, pero Bette le dice que eso es lo que necesitaba escuchar para activarse.
La morena le cuenta que volvió a ese retiro silencioso. Y ese es otro guiño a la serie original porque en la tercera temporada de The L Word, Bette se va de retiro pero no aguanta y se pira. Pues bien, esta nueva Bette volvió a ese lugar y ahora sí consiguió conectar con ella misma. Y en medio de eso se dio cuenta de que quien le había enseñado a amar así era su madre y que necesitaba escucharla y darse cuenta de que la dejó porque no se quería a si misma, no porque no la quisiera a ella.
Perdonarla ha hecho que algo se le desbloqueara a Bette y este es uno de los mejores días de su vida y Tina le responde que ella siente lo mismo. Las dos tienen lágrimas en los ojos y las puntas de sus dedos se tocan. Entonces Tina se da cuenta de que si no se va pronto todo va a cambiar otra vez. Así que se levanta y dice que tiene que marcharse. Bette se levanta a acompañarla, pero sus ojos se vuelven a cruzar y ya no hay marcha atrás.
Bette se lleva las manos de Tina a los labios y se las besa con ternura para luego acercarse aún mas y besarla en los labios. Y esta vez no es algo pasional como aquella vez en la cocina, es un beso calmado y profundo. ¡He esperado doce años de mi vida por este beso señoras! Déjenme que me regodee un poco que creí que nunca llegaría a verlo.
Sinceramente, volver a verlas juntas llena mi corazón de cosas bonitas. ¡Que son mis madres! Que yo era un bebé lesbicanario cuando shippeaba a estas dos mujeres y veinte años después pero ¡lo hemos conseguido! Soy muy feliz.
Pero dejando un poquito de lado el shippeo puro y duro, me encanta la manera de besarse de Jennifer Beals y Laurel Holloman porque lo hacen con todo el cuerpo desde el principio. Tina y Bette siempre se besan porque tocan sus labios sí, pero es que al mismo tiempo se acarician con las manos, se tocan, se abrazan, es todo un baile. No es solo ese roce de labios pequeño, es que todo su cuerpo se abraza y me hacen sentir mil cosas por eso.
Y ahí estaba yo en mi más alta nube lesbicanaria cuando ¡entra Angie y las agarra con las manos en la masa! Y así señoras termina el primer episodio de la tercera temporada de The L Word Generation Q. No podremos quejarnos (bueno sí, porque hubo muy pocas escenas de Gigi). ¡Nos vemos por aquí para desgranar el segundo episodio! ¿Soy la única que ha gritado con el tema Tibette? ¿Cuál fue su momento favorito del episodio?
Estaría genial que dejásemos de romantizar relaciones tan tóxicas como la de esta pareja, que luego todas sueñan con un amor así y acaban destruidas…