¡Y estamos de vuelta! Warrior Nun, la serie que nos enseña que las Monjas Guerreras, son de lo mejor que podrías encontrarte en tu vida.
Ya en el capítulo anterior nos dejaba con nuestra protagonista, Ava Silva, knockeada por el dardo tranquilizante que la hermana Beatrice le había lanzado para dormirla y sacarle el Halo como se escucha discutir con la hermana Lilith. Pero sabiendo ya que el Halo tiene vida propia, Beatrice discute si quizás Ava ha sido “la elegida”, mientras que Lilith, si por ella valía, se lo sacaba ella misma. ¿Solución? El Halo demuestra su poder y alzando a Ava por el aire, la cosa termina lanzándolas a todas en el aire. Explosiva manera de empezar el capítulo, se podría decir.
Y es que el Halo, tiene un poder increíble, como nos muestra el padre Vicente mientras le ayuda a entender a Ava de todo lo que está pasando. Aunque no solo a ella, si no a nosotras. Porque sí, llega esa parte de la historia en la que por fin llegas a entender un poco de qué va todo esto.
Todo comienza con Areala de Córdoba, guerrera de las primeras cruzadas, la Juana de Arco de España; que tras encontrar a Dios, da la vida por él. Sin embargo, en acto de fe, manda un ángel llamado Adriel para que, dándole su “halo” la consiguiera salvar. Aunque claro, no solo para salvar a Areala, si no al mundo porque esta se convierte en la primera Monja Guerrera, que ahora tiene proteger al mundo de los demonios que andan en ella. Básicamente, la creación de la Orden de la Espada Cruciforme, un grupo de monjas liderada por la Monja Guerrera y lo que espera el Padre Vicente que haga Ava, seguir liderando y muriendo por la causa.
Aunque claro está que Ava la pobre lo que quiere es volar. Viendo lo que le ocurre, ¿quién querría morir otra vez después de haber muerto? Sin embargo, aunque lo que Ava quiere es volar, por ahora, le toca quedarse en el convento. Le toca aprender un poco “como protegerse”, como le dice el padre Vicente. A Ava no le gusta, pero la cara que pone cuando empieza a ver a esas monjas entrenando y repartiendo golpes como Ostias Consagradas, como que le va cogiendo un poco el gusto.
Que comience el entrenamiento entonces.
Entrenamiento en el que conocemos a la Madre Superiora. Creedme que, si os gustaron personajes como la General Alder en Motherland Fort Salem o esos personajes de mujeres adultas que imponen; a la Madre Superiora la vais a amar. Con aires de ser la reina del lugar, la Madre Superiora impone tremenda escena de entrenamiento con Ava y la hermana Lilith. Con esta última, siendo por ella, la “flagelación amistosa”, palabras de la misma Ava, se hubiera convertido en una paliza. Aunque, en resumidas cuenta, la escena del “entrenamiento” es una mezcla perfecta.
Sin embargo, para las sáficas y las amantes del romanticismo, lo bueno por fin empieza y es que se produce el primer encuentro real entre Ava Silva y la hermana Beatrice.
Después de tremendo entrenamiento, Ava busca el poder congeniar con las hermanas, pero estas haciéndole el vacío típico de instituto; termina sentándose al lado de la hermana Beatrice. Esta es la única que parece darle un mínimo de compresión a la misma cuando le cuenta la razón de que nadie se acerque: el Halo y su conexión con su hermana fallecida, Shannon. Honestamente, es hermosa la manera en la que Beatrice hace ver a Ava que, aunque todos tenemos secretos (quedaros con esto porque tiene importancia luego), las cosas cambian cuando “comprendes que no siempre se trata de ti”. Literalmente, nuestra hermana Beatrice es la única que congenia con Ava y, ya os digo que amaréis esta interacción al completo cuando la veáis.
El caso es que, aunque Ava comienza a tener un poco de respiro con Beatrice, en el convento se sigue viendo como una intrusa. Incluso la Madre Superiora la ve como un cáncer para el convento. Si es que hay que amar la manera en la que esta habla de las monjas y la manera en la que quiere a todas las monjas guerreras, mujeres luchadoras. Mujeres que dieron su vida luchando contra el mal para que después el patriarcado le ponga monumentos a los hombres. (De verdad, se ama la manera en la que casualmente esta serie saca a relucir el machismo tan casualmente).
Aun así, Ava sigue. Después de todo, un fin de semana le había dado al Padre Vicente para decir sí o no a ser la nueva Monja Guerrera. Asi que, teniendo una explicación de cómo funciona el Divinium en monstruos y demás, no tarda tiempo Ava en caer de nuevo en otra trampa por parte de Lilith que, haciéndole creer le atacan demonios. Ava sale corriendo atravesando paredes solo para quedar atrapada por el pie en la pared y tener un momento desgarrador con la Madre Superiora. Esa mujer no deja indiferente a nadie, menos a Ava, cuando le acusa de haberse quitado ella la vida. El momento es desgarrador hasta que el padre Vicente, acompañado por Beatrice, consiguen pararlo. La pobre Ava termina llorando desconsolada en los brazos de la hermana Beatrice. (Los momentos que me hicieron enamorarme de Ava y Beatrice, honestamente)
Porque sí, en este capítulo va naciendo lo que el fandom luego bautiza como Avatrice y es que, con escenas como Beatrice yendo a consolar a Ava en el convento, hacen que las ames. Ahí empezamos a conocer más también de Beatrice, hija de políticos conservadores que “se apoyaban en las apariencias”… (¿de qué me suena esto?) Eso, entre las miradas y las sonrisillas que las dos se echan, es que alegra el corazoncito a cualquiera… Es el comienzo de la historia lésbica más bonita que puedas ir buscando. Porque si, nuestra hermana Beatrice tiene mucho aún escondido.
Teniendo Ava finalmente su primera impresión del convento, muchas personas creerían que finalmente se quedaría a luchar. Sin embargo, se entiende cuando Ava se da cuenta que quedarse allí, solo significaría volver a morir. ¿Quién en su sano juicio querría morir después de morir tras haber estado años postrado en una cama en un orfanato de monjas? Ava desde luego que no, por lo que después de una pequeña charla con el padre Vicente y su primer contacto con Mary que sigue en su búsqueda de saber quién realmente mató a Shannon, Ava se escapa. Ava vuelve a escaparse una vez más porque quiere vivir.
¿Seguirá huyendo Ava siempre? ¿Terminará viviendo la vida loca con los amigos que la dejaron plantada o se unirá a las monjas? ¿Qué pasará con Ava y Beatrice?
Lo seguiremos viendo a medida que se vaya desarrollando toda esta historia.