Voy a nadar, a comer, a besar, a bailar y hasta a hacer el amor… con alguien…” sí, es una línea actual de este capítulo de La Monja Guerrera y que marca a Ava al principio de todo.

Esta chica lo que quiere es ver mundo, bailar, disfrutar de la vida y es lo que se propone al inicio del capítulo cuando la vemos deambulando de nuevo por las calles de Málaga. Aunque, claro está, ahora que tiene las ideas más claras sobre lo que le ha pasado, el Halo de su espalda y las monjas pateando traseros; Ava pronto se ve llevada directamente a una pelea por gente poseída. La chica se quiere hacer la heroína, pero con cero entrenamiento, lo que termina es siendo apuñalada… eso si que es mala suerte.

Ava libre como el viento

Pero siendo el poder del Halo mayor, esta pronto es curada y se ve de nuevo buscando a sus famosos “amigos”. Esos amigos que la dejaron sola. Aunque claro esta, JC, nuestro chico, aun está ahí por Ava.

Ava con los ocupas

Estos dos se vuelven a encontrar y tras una pequeña charla de ¿qué ha pasado? La cosa se arregla, por lo que Ava regresa con los okupas estos de lujo, los cuales no están tan contentos de tenerla de vuelta ya que la Doctora Salvius los pillan y amenaza por su culpa. Así que, ¿qué se supone Ava que debe de hacer? ¿Quedarse, seguir con ellos? Debe de tomar una decisión, pero JC, siendo todo caballeroso le ofrece una solución mejor: escaparse los dos juntos.

Como si de Romeo y Julieta se tratara, Ava, que parece que aún está en la edad del pavo, le encanta la idea y, aunque aún sigue pensando en las monjas guerrera, esta acepta. JC y Ava viviendo la aventura. Los dos deciden largarse juntos, apartados del resto del grupo. Sin embargo, Ava no se olvida de algo: Diego.

Ava y JC se reencuentran

Ava y JC se reencuentran

El chico de siete u ocho año que le acompañó durante su estancia en el orfanato y que aún debe de salvar. Por lo que antes de marcharse con JC, Ava vuelve al orfanato para asegurarse de que el pobre quede en buenas manos y esté bien. Sin embargo, pobre de ella cuando es descubierta por nada más y nada menos que la monja que la mató. Porque sí, la monja del primer capítulo había sido la responsable de su muerte. Ella había sido la que había matado a Ava y la que intenta matarla de nuevo a no ser por el Halo que lleva a la espalda que la cura de la inyección mortal.

En resumidas cuentas, lo siguiente que le sigue es Ava acabando con su vida y Diego siendo libre para ser un niño fuera de las zarpas de la monja. Toda una heroicidad por parte de Ava que es interrumpida cuando de repente, la hermana Lilith, la pilla en el orfanato. Si Ava pensaba que se iba a marchar así porque sí con el Halo y vivir feliz para siempre, está equivocada ella.

Y es que Ava no es la única que sigue su aventura. En el convento, las cosas no es que se hayan quedado tampoco tranquilas. Duretti, con ayuda de gente más poderosa de la Iglesia, se hace con el control del convento un poco más, apartando al padre Vicente. Pierde el Halo, pierde a una Monja Guerrera y encima con la Madre Superiora en su contra; en fin, se hace claro que Vicente poco tiene ya.

El Cardenal Duretti toma las riendas. Sobre todo, cuando sus intereses interfieren con lo de la doctora Salvius y la cual, tiene la armadura de Divinium, aquella que encontraba en el capítulo 1 y hacía funcionar la máquina que estaba construyendo. Así que, tienen una nueva misión y ella es la de encontrar la armadura y traerla a manos del mismo. ¿La razón? Suponemos que se va viendo que Duretti está convirtiéndose en el malo de la película porque tiene trabajo para todas.

Lilith lista para matar

Duretti no pierde el tiempo y alentando a Lilith, como ya dijimos, le pide que rastree el Halo, al ser ella la “portadora que debía de tenerlo”. Con Camila y Beatrice tiene una misión especial: infiltrarse en los laboratorios ARQ-Tech, propiedad de la doctora para recuperar esa armadura que encontraron. Por suerte, Mary va por libre y haciéndole oídos sordos a este, junto con el padre Vicente siguen su investigación para saber qué ocurre cuando Mary encuentra rastros de una habitación secreta en el cuarto de Shannon. Aunque para ello, necesita a Ava. Así que, con Mary y Lilith tras Ava, solo quedan Camila y Lilith.

Estas se adentran en los laboratorios, dando paso a una de las escenas de lucha más icónicas que jamás podíais imaginar.

Beatriz acabando con los guardias sola

Beatriz acabando con los guardias sola

Y es que la hermana Beatrice se marca ella sola una de las escenas de lucha más impresionante que podáis imaginarse. Camila y ella se adentran en los laboratorios, pero cuando la alarma las obliga a retirarse, Beatrice no va a dejar el trabajo a medio hacer y mandando a Camila con las demás, Beatrice se queda a encontrar la pieza.

Así que, imagináis la escena: una sola chica contra un pasillo lleno de seguratas y, añadiendo a ello frases como “La fe es mi oficio” creedme que si por el momento Mary era vuestra preferida, Beatrice toma el relevo en esta escena de lucha que se marca ella solita. Y es que no hay duda de por qué, esta escena se convierte en una de las favoritas del fandom, solo hay que ver la manera en la que Beatrice se lo monta y con una escenografía impresionante, solo queda que la veáis para dar vuestra opinión final.

Beatriz recupera la armadura

Beatriz recupera la armadura

Armadura recuperada, se vuelve al convento aunque con una nueva amenaza en el horizonte ya que, al parecer, la doctora Salvius está creando literalmente la apertura para la puerta al infierno.

¿Será esto verdad? ¿Estará entonces Ava en peligro desde que sabe con quien se junta y demás? ¿Mandó a asesinar la doctora entonces a Shannon? ¿Se volverán a reunir Ava y Beatrice? ¿Quién es el malo realmente de la película?

Son muchas preguntas las que se forman con este capítulo, pero supongo que solo nos queda saltar al siguiente capítulo de Warrior Nun.