Bienvenidas a Stupid Wife, esa serie en la que crees que eres feliz, hasta que una carta te hace temblar los cimientos porque no tienes ni idea de si te va a arruinar la vida o dice cosas bonitas.
Empezamos nuestro episodio con Luiza con la psicóloga. Las cosas en teoría van mejorando, porque ya puede manejar sin sentir que se le viene el mundo encima y está lidiando mejor con la ansiedad. Pero por otro lado, ver las cosas con más claridad le hace darse cuenta de que la depresión post parto le afectó mucho más de lo que pensaba y todavía está sufriendo sus consecuencias. Su psicóloga le dice que es normal, que solo tiene que tener cuidado que su pasado no sea dicte lo que será su futuro.
Entonces Luiza le pasa la famosa carta de la que hablamos el episodio pasado y la psicóloga también pone cara de «¡Madre mía!» y le pregunta que si quiere hablar de ello. Pero nos volvemos a quedar en ascuas porque seguimos sin enterarnos de qué dice la carta.
Lo siguiente que vemos es a Luiza y Leo cocinando y ¡Luiza dice «Feliz cumpleaños» en español! Vale, es una tontería pero me ha hecho ilusión. Y después del susto de la carta siempre viene bien un momento bonito de pareja y eso es justamente lo que nos dan porque Valentina llega a casa y hay beso y abrazo. Es una escena pequeñita en la que no pasa mucho pero es muy bonita. Eso sí, me ponen una con Luiza sufriendo y otra feliz y no sé si la bipolar es ella o yo porque ya no sé en dónde está emocionalmente.
También vemos una pequeña escena con Igor y Aninha jugando a las comiditas y diciéndose lo mucho que se quieren. También me ha resultado muy bonita esa escena.
Por la noche, Luiza se despierta y descubre que Valentina no está en la cama, así que baja a buscarla y la encuentra comiéndose un burrito con la nevera a medio abrir. Así que decide pegarle un susto de broma. La pobre Valentina perdió una vida del salto que dio, pero luego se contenta porque Luiza le promete hacerle burritos otra vez al otro día. Eso sí, ya estando pide también galletas. Luiza le dice que eso sería explotación y Valentina responde que no porque le va a pagar con masajes, así que todo bien.
Luego vemos a las dos trabajando a tope. Luiza ensayando su baile y a Valentina en plena sesión fotográfica. Además descubrimos que la madre de Valentina también puede sonreír. Eso sí, esa fase solo la saca cuando está jugando con Leo y Aninha a las comiditas. También vemos a Valentina hablar con su padre y contarle que le está yendo muy bien en el tema fotográfico y que siente que las cosas con Luiza están mejorando mucho. Vamos que Valentina siente que hay muchas esperanzas.
Por la tarde se juntan Duda, Igor, Carol, su novio, Valentina y Luiza a ver un partido de fútbol y me ha encantado que Valentina es igual de gritona que yo.
Por la noche, se viene una conversación trascendental, porque mientras están descansando en la cama, Luiza le pregunta a Valentina si no extraña a la antigua Luiza. Si en el fondo, no le gustaría que las cosas fueran como eran antes de que ella perdiera la memoria. Valentina le pregunta si puede ser muy sincera y su esposa le responde que sí.
Valentina: Las cosas jamás fueron fáciles. Pero saber que podemos reconducirlo es algo que me tranquiliza mucho. Fue muy difícil sí, saber que había construido una historia con el amor de mi vida y de repente la historia parecía ser solo mía. Y he estado intentando controlarlo todo y no volverme loca. Y principalmente crear un ambiente seguro para que te sintieras mejor, para que te sintieras bien.
Luiza: Yo… me imaginaba que era difícil, pero no me había dado cuenta en realidad de lo difícil que es.
Valentina: Todo está bien. De poquito a poquito todo se está arreglando. No voy a negar que al principio fue caótico y tumultuoso. Pero siempre supe dentro de mi que todo iba a terminar bien. Y cuando nos miro ahora me lleno de esperanza. De ganas.
Luiza: ¿Me disculpas? Por todas las groserías que te hice. Por todas las situaciones innecesarias… sé que fui una persona muy difícil.
Valentina: Todo está bien, no tienes que cargar con esa culpa. Más bien tendría que agradecértelo. ¡Mira que suerte! Me dejaste entrar en tu vida de nuevo. Soy muy afortunada.
Luiza: Tú eres mi persona.
Valentina: Tú también eres la mía. No deja de sorprenderme como puedo amarte cada día más.
Al días siguiente, Leo y Valentina intentan hacerle una broma a Luiza, le llenan la mano de crema batida mientras duerme para que se manche al despertar. Pero Luiza los cacha a mitad de la broma. Luiza dice que se va a bañar y Valentina quiere meterse con ella, pero Luiza le dice que está castigada por intentar bromearla y le cierra la puerta en las narices.
Y entonces nuestro gozo en un pozo porque Valentina se encuentra la carta de Luiza en medio de unas toallas y empieza a leerla. En la carta, Luiza habla de ese momento en el que nació Leo y ella no sentía amor por él. Cuenta lo desolada que se siente porque no lo quiere nada y siente que no puede hablar con nadie, especialmente no con Valentina, porque ella está contentísima y ama a Leo más que a si misma.
Valentina llora muchísimo cuando lee la carta, sobre todo porque se da cuenta que su esposa pasó por una depresión fuertísima y ella no se dio cuenta. Y así termina el tercer episodio de Stupid Wife. Nos vemos dentro de nada para comentar el siguiente.
¿Tienes Telegram instalado? Recibe nuestros artículos al momento en tu teléfono suscribiéndote a nuestro canal.