Grandma: nuestra reseña de la película lésbica

Hace tiempo que tengo ganas de hablaros de la película Grandma. Hace poco que fui a verla, sin grandes expectativas, al cine y diré que tuve una grata sorpresa. Es una de esas pequeñas joyas con las que te encuentras por casualidad y de las que disfrutas enormemente.

La sinopsis nos cuenta que Elle (Lily Tomlin) acaba de romper con su novia cuando aparece su nieta, Sage (Julia Garner), pidiéndole dinero con urgencia. Elle está bastante mal por su ruptura y además no tiene dinero ya que rompió sus tarjetas de crédito, por lo que le propone a su nieta conseguirlo visitando a antiguos amigos en lugar de acudir a su hija (Marica Gay Harden).

Esta historia se desarrolla en un único día. Vamos siguiendo a la abuela y a la nieta por diferentes escenarios y con distintos personajes, y así nos vamos enterando del pasado de Elle, de los motivos que llevan a Sage a necesitar el dinero tan desesperadamente y el por qué no se lo pide a su madre.

Se nota que la película no contaba con un gran presupuesto. Se rodó en tan solo 19 días en Los Ángeles y Lily Tomlin llevaba su propia ropa y conducía su propio coche, un Dodge Royal Lancer de 1955.

Este recortado presupuesto no afecta a la calidad de las actuaciones, en especial la de su protagonista. Cualquiera diría que llevaba 27 años sin un papel protagonista ya que se come la película prácticamente ella sola. Interpreta a una mujer con un carácter difícil, una sarcástica abuela malhumorada, una muejer que aun estando jubilada como catedrática y tras su éxito como poeta en los 70, no anda bien económicamente, y que acaba de romper de forma casi cruel con Olivia (Judy Greer), una novia mucho más joven que ella. Pero, y aquí viene lo fascinante de esta actriz, es que también interpreta, o al menos la podemos llegar a atisbar en algunos momentos, a una mujer triste y sola que ha perdido a su compañera de más de 30 años, que no conecta con su hija, que está frustrada con su situación económica, dolida tras su ultimo fracaso sentimental y que después de pasar toda su vida movida por sus ideales y actitud feminista, se da cuenta de que el capitalismo lo ha cambiado todo.

Por si todo esto no fuese ya motivo suficiente para dedicarle una hora y veinte minutos de tu tiempo, vemos que tiene un potente mensaje feminista (aparecen mencionadas, entre otras, Simone de Beauvoir y Eileen Mylesde). La película nos muestra mujeres independientes, fuertes y decididas. Se habla del aborto y del punto de vista que cada una tiene sobre el tema. De los cambios generacionales. De la libertad sexual. Habla de muchas cosas y, bajo mi punto de vista, todas importantes.

Nos encontramos con una pequeña road movie llena de humor negro, cargada de cinismo y crítica, dramática en muchas escenas que te hará odiar y adorar con igual intensidad a sus personajes. Plagada de diálogos brillantes, con un ritmo perfecto y una música leve que acompaña sin destacar.

Y como último incentivo, veremos en un pequeño papel a mi adorada Laverne Cox. No la dejéis escapar!