Clara y Marina resumen semanal 07 “Em Familia”

En nuestro último resumen de «Em Familia» en que Clara y Marina estaban conversando sobre la fiesta. Para ser más específicas, Clara le estaba enseñando a Marina el negligé que teorícamente le reagló Cardu (ya se le quedó) pero que en realidad le escogió Marina. Y justo ahí es donde empezamos esta semana, con la morena diciéndole a la fotógrafa que ese tipo de regalo solo lo podría haber escogido alguien que «la amara mucho». Por ahí no se ha equivocado, pero claro me temo que mira a la persona equivocada. Cardu entonces hace su aparición en escena (recordemos que lo estaba escuchando todo) y Marina no desmiente a Clara, con lo que está sigue pensando que su maridin le escogió el regalo.

El caso es que Marina en realidad con el que quería hablar era con Cadu porque ha decidido invertir en lo de su restaurante. Pero claro, él sigue con el resquemor de lo que le dijo Clara, así que de la manera más nefasta posible, le responde que ya no está interesado en que ella sea su socia y se pira a su cuarto a bañarse dejando a Marina totalmente incómoda.

En cuanto la fotógrafa se va, Clara va a donde Cadu para preguntarle por qué ha rechazado la propuesta de Marina. Él responde que está siguiendo su consejo, pero está tan de mal humor y contestando en un tono tan cortante que Clara se da cuenta que todo esto viene de lo que le confesó, así que le pregunta:

Clara: Cadu… ¿tú quieres que deje de trabajar con Marina? ¿Quieres que no vuelva al estudio nunca más?
Cadu: Yo te pregunto, ¿qué es lo que quieres tú? (silencio de Clara) Bueno, parece que ya me has respondido. Yo no quiero que hagas nada que tú no quieras.

Las cosas entre estos dos van de mal en peor chicas, pero igual la discusión se queda ahí porque Helena los interrumpe para llevarlos a comer y ya no pueden hablar más del tema.

Mientras tanto Marina está concentrada en su trabajo para variar. La mujer está haciendo su magia detrás de la cámara junto a una bailarina. Pero la conversación con Clara y Cadu la tiene afectada, tanto que termina pagándola con la pobre de Flaviña. Igual, Vane está ahí para pararle el carro y preguntarle por qué está tan tonta, así que Marina se da cuenta de que se ha pasado y le pide perdón a las chicas por haber meado fuera del tiesto.

Luego le confiesa a Vane que efectivamente, Cadu está molesto y que tenía razón, pero como Vane no puede dejar de anotarse el punto, la mujer se pone de malas otra vez. Y encima su padre la llama para regañarla porque está gastando mucho con la tarjeta de crédito, así que Marina se pone de muy mal humor y cancela el ensayo para la sesión otra vez. Si es que esta mujer no trabaja nunca LOL.

Por otro lado, Clara está hablando con Helena sobre su tema favorito: Marina. Helena le dice que ya han hablado mil veces de lo mismo, que ella está deslumbrada por Marina y su forma de vida y nada más, pero Clara no lo tiene tan claro porque Marina la hace sentir cosas que no puede comprender. Entonces Helena, que siempre le pone el lado sabio a las cosas, le dice que tiene que tiene que ponerle coraje al asunto y definir el lugar que cada uno de ellos tiene en su corazón..

Ya en su casa, Clara se topa con que Cardu se fue a correr y casi se desmaya, es obvio que algo malo le pasa pero él insiste en que no quiere ver un médico. Pero lo importante en este caso no es eso, sino que él aprovecha ese momento para pedirle perdón a Clara y decirle que no quiere seguir enfadado con ella, que se puso celoso, pero que ella entiende el por qué. Clara le dice que si y un momento después los vemos a los dos junto con el peque disfrutando de una tarde familiar en la cama.

Mientras tanto, Marina está tirada en medio del estudio sufriendo una depresión total que se acrecienta cada minuto que Clara no la llama. En un momento dado, decide llamarla ella pero cuando Clara ve de quién es el número, decide no romper el momento familiar, así que Marina se queda llorando mientras Vane la ve desde el fondo sin saber que hacer para consolarla.

Al otro día, Clara se encuentra con Marina y le cuenta que ella y Cadu se han arreglado. ¡Menudo notición! Sí, estoy siendo irónica. En fin la conversación cambia al trabajo y Marina le propone a Clara que se anime a tomar fotografías ella también. Clara dice que no nació para eso y Marina la impulsa diciéndole que en realidad no podrá saberlo si no se atreve y que el cielo no es el límite.

Clara: Enséñame.
Marina: ¿A tocar el cielo?
Clara: No, a fotografiar.

Abuuuuuuuu, a mi Marina me ofrece el cielo y no me lo pienso ni un minuto… por eso no soy protagonista de novelas.

Más adelante vemos a Clara ayudando a su hijo a hacer la tarea. Ella le dice al peque que tiene que esforzarse más y escribir con mejor letra y él le responde que se equivoca porque él ya no la ayuda con los deberes. A Clara le entra la culpabilidad, así que le llama a Marina al estudio para decirle que va a llegar tarde.

Vane de inmediato hace leña del árbol caído y vuelve a picar a Marina con que sigue embelezada y detrás de la cenicienta, pero entonces Marina nos sorprende a todas diciéndole que nanay de la china.

No. Clara es la persona con la que me gustaría compartir mi vida pero no puede ser. Tú me conoces, no tengo talento para estar sufriendo. No puedo quedarme así, simplemente esperando, rehén de un amor platónico. Eso no tiene nada que ver conmigo.

Sinceramente, creo que Marina hace bien, osea llega un punto en el que te das cuenta que no puedes estar ahí sufriendo por alguien que no tiene claro que quiera estar contigo. Y Clara quiere a Marina pero desde esa posición segura donde los puede mantener tanto a ella como a Cadu en su vida, y no se da cuenta de que, desafortunadamente no todo son ganancias y que va a tener que perder algo de todos modos porque a menos que nos salgan con un trío (las diosas lesbicanarias nos salven de semejante trama) va a tener que escoger en algún momento.

Más adelante, Clara llega disculpándose por el retraso y cuando le ve la cara a Marina piensa que la va a despedir al instante, pero no, la rubia quiere hablar de el elefante en la habitación. La fotógrafa empieza diciéndole que desde que la conoció se quedó impactada por ella, que su forma de ser la dejó fascinada.

Marina: Nosotras somos diferentes. Pero quiero que sepas que fueron justamente esas diferencias las que hicieron que me sintiera atraída por ti. Como un imán.
Clara: Pero a mi me pasó igual. Tú también me gustaste así, desde la primera vez que te vi.
Marina: Sí, pero ¿qué es lo que pasa cuando dos imanes con polos iguales se juntan? Se repelen. Es eso Clara, todo lo que me gusta de ti es también lo que me aparta. Es como si fuéramos agua y aceite.

A Clara se le humedecen los ojos, más que todo porque tiene claro que lo que está diciendo Marina es verdad, pero aún no quiere ceder. Sin embargo, la fotógrafa ya no está por la labor de seguirse mintiendo.

Marina: Clara, todo lo que no nos hemos dicho hablando, nos lo hemos dicho todo este tiempo con gestos, con miradas, con emoción. Casi que por telepatía. ¿Sabes de lo que te estoy hablando?

Pero Clara no sabe como responderle, porque sí, siente cosas, eso no lo esconde, pero sigue sin saber como lidiar con esas sensaciones.

Marina: Te entiendo. Por eso precisamente estoy hablando aquí por las dos. Porque yo ya no puedo, no consigo vivir con la ausencia de tu amor.
Clara: ¿Estás hablando de amor?
Marina: ¡Claro que estoy hablando de amor! ¿De qué crees que estaba hablando? Mira yo ya no puedo, no puedo… es una cuestión de supervivencia. Es mejor que nos apartemos… Para sobrevivir te voy a borrar de mi corazón.

La imagen nos lo dice todo chicas, las dos están sufriendo lo máximo, pero me gusta que Marina se quiera a sí misma y busque lo mejor para ella porque sinceramente Clara ya estaba abusando del tema «sí pero mejor no». La mujer tiene que decidirse o por uno u otro bando, no puede tener a los dos ahí mirando al horizonte y esperando a ver que demonios quiere hacer.

Eso sí, las dos seguirán trabajando juntas pero no revueltas porque Marina sigue creyendo en el potencial de Clara.

La intención era buena señoras, pero con lo que no contaba Marina es que al otro día, Clara se presentaría en el estudio con toda la valentía que hasta entonces no había tenido.

Clara: Ahora eres tú la que vas a escucharme. He pensado sobre todo lo que me has dicho, sobre nuestra situación. Tus palabras no han parado de dar vueltas en mi cabeza Marina. Sobre todo tus palabras finales.
Marina: Clara no me acuerdo de…
Clara: Te vas a acordar, te vas a acordar. Primero dijiste que por nuestro bien sería mejor apartarnos.
Marina: ¿Y tú te acuerdas de todo frase por frase?
Clara: Porque necesito que veas como me marcó Marina. Tus palabras están martilleando en mi cabeza y en mi corazón.

Marina le dice que a veces uno dice cosas sin pensar y de las que una se arrepiente, pero Clara tiene claro que la fotógrafa no se ha arrepentido de lo que le dijo, porque no la ha vuelto a llamar ni ha ido a buscarla.

Clara: Tú me has dicho que para sobrevivir me estabas borrando de tú corazón ¿verdad?
Marina: Es solo una frase.
Clara: Es una frase que tiene mucho sentido ¿sabes? Yo me quedé pensando: «Yo no tengo el derecho de seguir insistiendo con mi presencia aquí. Yo no tengo el derecho de impedir tu supervivencia.» Por eso he venido aquí, para decirte que yo dimito.

A Marina se le vuelve a romper el corazón en ese mismísimo momento, con todo y que fue ella quien propuso que pusieran distancia de por medio. Y es que esto significa dejar de ver a Clara de manera radical y es precisamente eso lo que propone la morena. Que las dos se separen definitivamente. Entonces Marina pierde toda su resolución y de plano se le abraza diciéndole que no lo va a poder aguantar.

Clara por poco pierde la fuerza para hacerlo, pero respira profundo y agarra otra vez valor para decirle que tienen que intentarlo. Que ahora mismo se da cuenta de que ya no ve a Cadu del mismo modo y que él jamás le perdonaría que ella le fuera infiel. Y lo que es aún peor, tampoco ella podría perdonárselo a sí misma, así que cree que lo mejor es terminar con esto ahora, antes de que el sufrimiento sea aún mayor para las dos.

Clara se va y Marina se queda totalmente destrozada, tanto que Vane, que siempre la está picando, no hace ningún comentario y solo se dedica a consolarla. Sufro por las dos porque es un desconsuelo para ambas, pero sinceramente, se me parte más el corazón por Marina porque Clara luego llega a casa y tiene a Cadu y parece que su vida no da un giro tan radical. Para ser Marina la «conquista corazones» me parece que ha terminado ella totalmente conquistada.

Y hablando de Cardu, el hombre por fin ha ido a hacerse el examen al médico y este ha decidido hacerle uno más, así que está nervioso por el resultado.

Marina por su parte ha decidido seguir el dicho de las penas con alcohol son menos y le está dando duro a la bebida junto a Flaviña y Vane. Según ella está más feliz que una lombriz y hasta flirtea un poco con Vane, que se queda más feliz que una lombriz y de inmediato le sirve más vino, que parece que a medida que Marina bebe tiene más claro que pueden volver a revivir su relación.

Flaviña, que lo ve todo con ojos más objetivos, le dice que igual no debería volver a servirle. Vane se indigna y le dice que esa es la verdadera Marina, la que no anda sufriendo por un amor imposible, pero Flaviña le señala que en realidad está sufriendo tanto que se ha puesto hasta las chanclas para intentar olvidarse de ello. Igual no la pelan y siguen bebiendo y la cosa termina bastante mal porque Marina termina cayéndose por las escaleras del pedo que llevaba.

Flaviña llama a Clara porque Marina, aunque solo se ha torcido un tobillo está delirando y llamándola por su nombre (eso me dio un poco de risa porque ¡es un tobillo por las diosas! Pero sigamos el juego de la novela), así que le pregunta si puede ir a visitarla o algo. Pero claro es de madrugada, así que Clara le contesta que es muy tarde como para salir de casa pero que le dice que la visita mañana.

Claro que al final la mujer no puede con el trauma y se va a visitarla para asegurarse de que esté bien. Y efectivamente Marina está feliz como lombriz, solo que en camita porque tiene adolorido el pie y le va a costar más hacer sus fotos ahora que anda medio coja. Igual Clara que siempre le ve el lado amable a las cosas le dice que seguro encuentra nuevos ángulos.

Clara: Si puedo ayudarte en algo solo pídemelo.
Marina: Tú ya haces mucho Clara. Tú existes…

Ais… señoras, Marina no puede evitarlo, es una romántica y ha caído vil y cruelmente en los brazos del amor. Ella se puede mentir todo lo que quiera, pero medio segundo con Clara y se derrite otra vez.

Y Clara tampoco es que ande viviendo la vida loca. Sí, pasa momentos familiares con Cadu y con Ivan y su vida no parece pararse como la de Marina, pero cuando tiene un momento para respirar y pensar, se la pasa mirando fotos de Marina en su teléfono y está claro que la extraña muchísimo. Y así señoras, con estas dos extrañándose, vamos a dejar este resumen. ¿Se les rompió el corazón con las lágrimas de Marina? ¿Cuál fue su escena favorita? Nos vemos la próxima semana para seguir hablando de la relación entre Clara y Marina.