Lo que menos podía imaginarse Andy aquella tarde, justo la primera vez que acudía a un bar de ambiente, es que se iba a topar con una mujer que cambiaría su vida. Eso es tener tino a la primera y lo demás son tonterías. Danielle, publicista de éxito, con agencia propia y mucho dinero sobrante, es la interfecta. Danielle es fascinante, atractiva, poderosa. ¿Cómo podría Andy soñar con que se fijaría en ella precisamente? Pues sí, eso es lo que sucede. Danielle se interesa por Andy; pero, ¿es el interés que apetece la interesada?
La ejecutiva prodigiosa tiene un historial cumplido y variado en cuanto a aventuras sexuales. Su amplia experiencia no es lo que más enamora a Andy, que teme no ser más que otro pasatiempo-acostón de los muchísimos que han pasado por la cama de la poderosa publicista.
En principio, Danielle le ofrece hacer unas prácticas bien remuneradas en su empresa de publicidad. Ya de por sí, esto es una buena oferta. Pero pronto le hará otra mucho más tentadora: pasar junto a ella unas vacaciones de ensueño. Grecia, el mar Egeo…Aunque nada se da a cambio de nada porque todo tiene un precio, y unas supervacaciones con todos los gastos pagados y gratificaciones aparte, por fuerza tiene que ser a cambio de algo. ¿Qué será ese algo a pagar por Andy?
Exacto: sexo. Cierto que al estar colada hasta las trancas por la rica publicista, a la becaria esto no le supone ningún problema, más bien lo está deseando. Pero el acostarse con alguien (aunque estés loquita por ella) a cambio de dinero tiene ciertas connotaciones. Es más, podría decirse que a quien hace este tipo de cosas se la llama con un nombre de cuatro letras. Como Andy es una chica lista y entiende perfectamente que la prostitución podría anidar en sus acciones, vive en perpetuo disgusto hacia sí misma. Su preocupación reside en no saber si realmente Danielle siente algo por ella o si simplemente la trata como a una puta.
Intenté mostrar una expresión que ya había tenido éxito en otras ocasiones y dominar la repugnancia que me producía el sentirme como un trozo de carne joven y firme que ella había comprado para su disfrute.
Andy no deja de ser una jovencita inexperta, más o menos inocente y, además, virgen. Eso también entra dentro del trato: Danielle ha adquirido el derecho a su desfloración. Tal vez deberíamos decir que lo que tiene es un acuerdo de que será ella quien inicie a la joven en los placeres sexuales a todos los niveles. Pero al final, el centro justo de su tortura mental sobre si la quiere o no la quiere, pasa también por aquí: debe entregarle su florecilla aunque, eso sí, con sumo gusto. Porque lo está deseando, qué demonios, pese a que no hace más que deshojar la margarita. De todas formas, las escenas de “primera vez” siempre han tenido encanto.
El hilo narrativo se centra en la ambigüedad de los sentimientos de Danielle. No es fácil saber si Andy imagina que la está tratando mal o si realmente la ricachona humilla a la becaria. En realidad, el aliciente argumental es precisamente ese deshoje de margarita de Andy: se trata de saber si realmente Danielle la ama o sólo se la está tirando con toda la alegría.
La jovencita cree vislumbrar sentimientos tras la gélida coraza de la mujer de negocios. Parece que es así, pero tal vez no. ¿Me quiere o no me quiere? En cualquier caso, las voluptuosas experiencias que vive con ella ya le merecerían la pena, aunque la tierna joven quiera amor de los de verdad.
Controlaba mi orgasmo como si fuera un piloto de Fórmula 1. Yo estaba a su merced.
Pero ella lucha entre lo agradable que es hacerse ilusiones y la dura realidad que cree ver tras la frialdad estudiada de su amada. ¿Será que verdaderamente la quiere también y sólo disimula para no demostrar vulnerabilidad?
En cualquier caso, le salga bien o mal, Andy ha sabido elegir un buen partido. Danielle es tan asquerosamente rica que, por tener, tiene hasta una isla en el Egeo. No se conforma con un yate, ni con que todos los lugareños la traten como a una diosa griega (nunca mejor dicho): ¡es propietaria de una isla! Y dentro de la isla hay un pequeño palacete incluso, aunque esté para el arrastre y necesite una urgentísima reforma.
Las vacaciones son espectaculares. Andy, en medio de paisajes tan rotundamente maravillosos, cree flotar en el amor y de una forma irremediable se entrega a sus ilusiones.
Fui hacia ella y pasé un brazo a su alrededor. Ella me miró, sonrió y dirigió de nuevo la vista hacia delante, para controlar el rumbo sobre el agua. Así debe de ser el cielo, pensé yo, feliz. Verano, sol, viento, mar y una mujer amada entre los brazos”.
Cuando vuelven a la vida real, Danielle decide no romper relaciones. Al parecer, los “servicios” de Andy han sido de su agrado. Al menos esto es lo que le parece a la adolescente, que sigue obsesionada con ser sólo una pieza de carne en un mostrador.
¿Hasta dónde llegará el romance? ¿Tendrá razón Andy cuando se deja dominar por sus peores sueños o estará acertada cuando se deja llevar por los mejores?
Como ya os habréis dado cuenta, la novela no está huérfana precisamente de algunos de los estereotipos que se acostumbran a utilizar en los libros lésbicos. Mujer espantosamente rica que conoce a chica abrumadoramente pobre + dudas gigantescas sobre la sinceridad de los sentimientos de alguna de ellas, o de ambas + muchísima pasta, paisajes exóticos con lujo por todas partes y…sexo por todas partes también.
Esto es lo acostumbrado. No obstante, el libro tiene sus lados positivos: se lee con facilidad, tiene buen ritmo y la historia no carece de interés. Para no complicarse mucho, como lectura de relax, es perfecta: no hay que pensar, pero tiene el fondo justo para no aburrirse. Por otra parte, el sexo omnipresente también es un aliciente a tener en cuenta, ¿no?
Así que ya sabéis: si el plan es pasar unos ratos de lectura sencilla y entretenida, este puede ser el libro lésbico adecuado. Además, siempre queda la intriga de saber qué nos deparará la segunda parte. Porque hay segunda parte, y también encontraréis la reseña aquí. Que lo disfrutéis, si os apetece.
Edición citada: GOGOLL, R. Una isla para dos
. Edición Kindle. Editorial Egales (Colección Salir del Armario), Madrid/Barcelona, 2012.
Ya lo he leído, no esta nada mal, pero algo le hizo falta. Igual fue agradable leerlo, claro deben de leer el libro que sigue, para que les deje con un mejor final.
Me gusta mucho la página pero, en mi opinión deberían de poner la fecha del artículo porque con la nueva presentación me enredó mucho pues algunos leí hace bastante tiempo y no recuerdo hasta que lo comienzo a leer otra vez. Extraño la antigua presentación de la página 🙁 En cuestión al libro, que hace algún tiempo que lo leí y de acuerdo con Amber creo que si son dos, pero es que en la mayoría de los libros existe tanto cliché que me hace confundirlos en ocasiones y pues no pienso preguntar si es el final del libro o me equivoco porque no sería justo para las futuras lectoras, sin embargo en algunos capítulos si me aburrió y me pareció predecible el final, pero es una lectura digerible y se los recomiendo cuando vayan de viaje largo.
La segunda parte del libro se llama «El Contrato» a mi me encanto la historia. Si quieren los 2 libros pasenme un mensaje a mi correo poe1979@gmail.com y se los envio.
Me podrias pasar los dos por favor mariaseguras97@gmail.com
me los puedes pasar..? carol_cin@hotmail.com
Hola! me podrías enviar «El contrato», me he leído «Una isla para dos» y me he quedado un suspenso, te lo agradecería enormemente. Te dejo mi dirección: amy_evan_mar@hotmail.com. Mil gracias! Lo espero.
GRACIAS TE LO AGRADECERÍA MI CORREO ES anarosazarater@gmail.com SALUDOS 🙂
Hola me podrías enviar ambos libros mi mail es sofia.cachi1611@gmail.com. Muchas gracias,
Hola me podrías enviar ambos libros mi mail es sofia.cachi1611@gmail.com. Muchas gracias
MUY BUENA SELECCION DE LIBROS EL QUE MAS ME HA GUSTADO ES UNA ISLA PARA DOS
en cuestion de trama es mucho mejor «el contrato», porque es hasta entonces que entiendes el asunto por completo…
Muy Entretenido. Me gusto…
es una saga de libros muy interesante no te aburres de al leerlos, me encantaron, aun asi encontre una similitud en algunas ocaciones con otros libros como 50 sombras en el que el tema también va con una controversía de sentimeintos,y con «A Perfect Ending» esa pelí que tal vez a algunas hasta hizo llorar.
El libro en efecto, es ligero de leer… amores inmaduros y atormentados; como bien lo mencionan hay similitudes de los personajes con otros libros contemporáneos comonlos diálogos internos de Andy y Anastasia (50sombras), razon por la que dejé de leer el segundo… pero de alguna manera este se me hizo más fresco y la segunda parte es mucho mejor…