¡Bienvenidas mis queridas Brujas al primer resumen de episodio de Motherland: Fort Salem! No, no las estoy intentando insultar, es que esta serie está protagonizada por mujeres increíbles que son brujas y hacen magia de la que les va a gustar. Además, no estaríamos aquí si no hubiera contenido lésbico y créanme, vale la pena verla, no por nada estoy aquí contándoles de qué va la cosa con detalle. Así que vamos a entrar en el universo de Fort Salem eso sí, no les prometo que luego que puedan salir. ¡Avisadas están!
Empezamos nuestro episodio con una chica de muy buen ver paseando alegremente por lo que parece ser un centro comercial americano. ¿Qué cómo sé que esta en USA? Pues porque hay una ingente cantidad de banderas. Yo no sé cómo sea su país, pero en ninguno de los dos en los que he vivido (México y España) hay tantas banderas por metro cuadrado. Pero esa es otra historia.
¿El problema? Que la chica en cuestión no tiene muy buenas intenciones, lo descubrimos cuando se le queda viendo intensamente a un globo hasta que lo hace explotar. Y acto seguido, un montón de personas se suicidan tirándose de los pisos superiores del centro comercial. Aquello queda con todo el piso lleno de cadáveres y nuestra chica en cuestión más feliz que una lombriz. Además, como se nos está presentando nos cuenta que es parte de algo llamado «The Spree». Luego se sube a un coche y se incendia la cara. No, en serio, no había bebido cuando vi la serie. La mujer se incendia la cara y debajo tiene otra. Un alucine todo. Por algo será que siempre nos gustan las malas.
Ya conocemos a la (¿las?) mala, ahora nos toca conocer al bando de las buenas. Así que voy a empezar por presentarles a la soldado Abigail Bellweather (Ashley Nicole Williams) aka «la chica perfecta». Porque nuestra querida Abigail viene de una familia de rancio abolengo militar. La única preocupación de Abi (para las amigas), es conseguir seguir la estela de su abuela, su madre y su largo listado de antecesoras que han sido heroínas del ejército de Forth Salem.
Una patriota de cabo a rabo que hará lo que sea necesario para cumplir con su misión. Así nos lo demuestra cuando de plano manda a freír espárragos al chico con el que salía porque ahora que entra en el ejército ya no tiene tiempo para su persona.
Nuestra siguiente soldado es Tally Craven (Jessica Sutton) y su familia no está para nada feliz con que vaya el ejército. Y es que ahora sí que Tally hizo un Katniss Everdeen y a pesar de que no le tocaba entrar, decidió presentarse voluntaria. Una decisión que su madre no aprueba, porque a diferencia de la familia de Abigail que piensa que morir con honor es un privilegio, ella aún sufre por todas las mujeres que ha perdido en su vida por haber tenido que luchar.
Pero Tally es idealista e inocente y siente que no puede quedarse de brazos cruzados y no hacer nada mientras «The Spree» anda por el mundo haciendo que la gente se suicide. Así que decide alistarse aún en contra de los deseos de su madre. Además proviene de una familia matriarcal que no se mezcla con los hombres así que no tiene experiencia en la materia.
La tercera soldado que deben conocer se llama Raelle Collar (Taylor Hickson) y es nuestra rebelde sin causa. La familia de Raelle, como la de Tally ha tenido una gran pérdida, en concreto su madre, que murió en combate. Eso ha hecho que ella resienta el hecho de que la obliguen a estar en el ejército, así que su único deseo es pasar el entrenamiento básico rapidin gonzalez y morir rápidamente en el campo de batalla para no sufrir demasiado.
Como ven, nuestras chicas no podían ser más diferentes pero les va a tocar conocerse muy de cerca porque en Fort Salem, se trabaja en grupos de tres y a ellas les ha tocado juntas. ¿Y lo más complicado? Si una de ellas falla lo hace todo su escuadrón, así que o se llevan bien o lo van a tener crudo.
¿Qué quién pone las reglas? Pues la general Sarah Alder, que está vivita desde tiempos inmemoriales pero todavía no tiene arrugas. Y aprovecho que se las presento para contarles que en este mundo, en lugar de quemar a las brujas, la general negoció con el gobierno que las brujas fueran las soldados de sus guerras. Y como las ganaron todas, se han convertido en el ejército de USA. Además son la principal defensa contra «The Spree» un grupo terrorista que quiere destruir el sistema.
Las chicas intentan hacer migas haciendo un ritual en el que hablan de las mujeres de su familia que murieron en combate. Tally perdió a sus cuatro tías, por eso las dispensaron a ella y a su madre pero ella decidió alistarse de todos modos. Abigail ha perdido casi a todas las mujeres de su familia. Primas, tías, sus dos abuelas murieron antes de que cumplieran 50 años pero ella entiende que gracias a su sacrificio el mundo sigue girando así que está orgullosa de su destino. Raelle por su parte perdió a su madre y odia estar ahí. Igual las tres tienen algo en común que es la pérdida y es algo que las conecta de primera mano.
Al otro día, las chicas tienen entrenamiento de los «canticos» porque por lo visto, el poder de las brujas radica en gran medida en su voz y en la posibilidad de «cantar» los hechizos. A Rae ese asunto no se le da nada bien así que se escapa a la primera de cambios para trauma de Abigail.
Rae pasa el tiempo viendo a una bruja «avanzada» crear una especie de tornados y utilizarlos como arma y en esas anda cuando una chica llamada Scylla se le une. Y no es por nada pero la química explota en la pantalla en el segundo uno en el que estas dos se miran. O eso o yo busco subtexto en todos lados, que también puede ser.
Empezaban a hacer migas hablando de poderes genialísimos, pero como siempre, las interrumpen. ¡Que sufrir! En serio, hay radares heterosexuales que se encienden cada que dos lesbicanarias se juntan en una serie para que algún otro personaje salga a interrumpirlas. En este caso, son tres compañeras de más rango que de inmediato las regañan por no estar donde deberían y les imponen un castigo. ¡Mal rollito!
Raelle se presenta ante su superior que es buena onda para ser militar y en lugar de meterle la regañada del siglo yo ponerla a hacer lagartijas, le recomienda que se alinee por la derecha. Le recuerda que Abigail viene de una raza de abolengo y que le puede ir muy mal como la mujer falle. Además le entrega un paquete que le mandó su padre.
Y hablando del abolengo Bellweather, Abigail y Tally llegan a los dormitorios y se topan con una lista en la que califican a los tríos y ellas están en el número 175. Por supuesto casi le da un infarto y sale corriendo a reclamarle a Raelle, que está comiendo en el comedor, que haya faltado a la clase. Abigail está fúrica porque piensa que Raelle no se lo toma en serio y además no tiene lo que hay que tener para superar el entrenamiento y terminará arrastrándola.
En esas andan cuando todo se queda en silencio porque «The Spree» ataca de nuevo. Esta vez en un crucero, haciendo que todos los ocupantes salten a mar abierto y se ahoguen. ¡Auch!
Y hablando de «The Spree», las chicas están en pleno entrenamiento así que la ¿capitana? Anacostia les explica que «The Spree» es la clásica organización terrorista. No hay jefes, sino células paralelas que no se conocen entre sí y que se autodestruyen cuando las descubren. Por eso son tan difíciles de erradicar. Parecen normales, se mimetizan entre nosotras.
Tally: ¿Cómo podemos luchar contra ellos si ni siquiera sabemos quienes son?
Abigail: Como Alder dijo, con fuego y furia.
Fuego y furia es lo que sienten nuestras chicas cuando termina el entrenamiento. Terminan empapadas, con los músculos adoloridos y con ampollas en los pies. ¿Qué cómo sé lo de las ampollas si no se les vieron? Pues porque tengo una amiga a quien llamaremos M, que está en el ejército y me ha contado todas sus batallitas (como que se cosen las ampollas para con un hilo para que se les sequen más pronto).
Ya van de regreso a los cuartos con intención de darse una buena ducha y dormirse, cuando se topan con Scylla que invita a Raelle a ir con ella de aventuras.
Rae se lo piensa más o menos media micra de segundo antes de salir pitando con ella hacia rumbo desconocido, porque como dice la gente española: «unas tetas tiran más que dos carretas». El lugar en cuestión resulta ser el bosque, donde Scylla la invita a probar una especie de estrellita que se pega como un tatuaje y que se llama Salva. Tiene toda la pinta de ser droga, pero Raelle se anima a probarla y sí, inmediatamente las dos vuelan y se lo están pasando super bomba hasta que una de las jefazas las baja de un plumazo.
Así nos enteramos de que la Salva esa es muy peligrosa y las dos podrían haber terminado muertas. El caso es que las dos están bien y parece que más allá de una regañada no va a ir, pero Anacostia se va derechita a Scylla y la mira con lo que llamaremos «los ojos de la muerte» porque eso de «si las miradas mataran» aplica bastante a este caso. Y la amenaza con que no se acerque a Raelle porque la está vigilando y se está jugando la vida. ¡Uhhhhhhhhh!
Mientras todo esto pasaba, Abigail se pasa por el despacho de la general Adler para decirle que Raella no está a su nivel y la está arrastrando por lo que quiere cambiar de escuadrón. La general le mete un repaso y le dice que ella no es quién para juzgar el nivel de las candidatas y que si le parece que va retrasada le ayude para avanzar. Además le dice que tiene suerte de que no llame a su madre para contarle porque la ha decepcionado.
¿Se acuerdan de las cartas que le entregaron a Raelle? Pues en ellas su madre le cuenta lo que está viviendo en su última batalla y se expande en como la general al mando las ha expuesto a múltiples peligros, especialmente en esa batalla. ¿Y adivinan quién era esa general? Pues Petra Bellweather, la madre de Abigail.
Raelle sale como alma que lleva el diablo hasta dónde Abigail se está entrenando en lucha y se lanza a darle con todo mientras le reclama lo de su madre. Abigail no entiende el problema, porque piensa que el deber de una soldado es estar donde la necesiten sea cual sea el riesgo. Anacostia las deja luchar pero cuando todo el cuarto empieza a temblar y caen rayos así que las separan.
Ya en el cuarto, Tally está muy sentida con Abigail por haber querido cambiarse y dejarlas atrás. Abigail insiste en que no lo ha hecho por ella, pero eso Tally le da igual.
Tally: Las dos son débiles. Raella porque esquiva su responsabilidad y tú por complejo de superioridad. Soy yo la que tendría que abandonar el escuadrón.
Raelle por su parte termina en el cuarto de Scylla porque no quiere volver a su dormitorio.
Scylla: ¿Entonces cuáles tu plan? ¿Arruinar tus oportunidades para llegar a la universidad de la guerra? ¿Qué te manden cuanto antes al frente y termines muerta en primera línea porque eres incompetente? ¿Morir joven? ¿Desperdiciar toda esa juventud, belleza y furia?
Raelle: Sí, algo así.
Scylla: Pues tu plan apesta. Aún si funcionara, sería perder ganando.
Raelle: Pues siento tener que decírtelo bonita, pero no hay otra forma de salir.
Scylla: Yo conozco una manera.
¿Hola? ¿Beso de lengua en el primer episodio entre la pareja lésbica? ¡Zaz! Te agarro y te arrejunto en la pared para seguirte besando y luego te meto mano. ¿Qué es esto? ¿Un sueño lesbicanario que he tenido y del qué me voy a despertar? Pues no, así de bien empieza la representación lésbica en Motherland: Fort Salem. Y mientras sigue el magreo sigue la plática porque estas dos son mujeres de esas que pueden hacer varias cosas al mismo tiempo.
Raelle: Cuéntame.
Scylla: Déjales entrenarte. Déjalas hacerte poderosa, la única forma de subir es empezar abajo. La forma de salir es entrar.
Raelle se lo toma literal y entra… Yo ahí lo dejo… Digamos que se lo pasan muy bien haciendo planes.
Al otro día, Talle, Rae y Abi hacen un ejercicio de canto. Las tres tienen que cantar una canción e invocar un poder. La cosa es que lo hacen también que todo quisqui queda impresionado y las tres empiezan a hacer migas por primera vez. Abigail se disculpa con Raelle y le dice que no sabe si su madre tuvo que ver con la muerte de la suya, pero que la conoce y sabe que se preocupa mucho por su escuadrón. Así que le pide empezar de cero. Raelle acepta la propuesta, pero sin ser amigas porque lo suyo es ir de dura por la vida.
Nuestro episodio termina cuando vemos a una de las personas de «The Spree» como soldado en los barracones. ¡Mal rollito! Más bien dicho super mal rollito porque cuando se empieza a escuchar que alguien se acerca al cuarto, se incendia toda la cara como al principio del episodio y ¡es Scylla! Raelle es quien tocaba en el cuarto y las dos terminan besándose y dejándonos con muchas preguntas para el siguiente episodio.
¿Será Scylla mala y siempre nos enamoramos de la chica equivocada? ¿Será que alguien está haciendo de Scylla pero ella está atrapada en algún lugar misterioso? ¿Será que en realidad «The Spree» son las buenas y nos hemos equivocado de bando? ¡Eso lo sabremos hasta el siguiente episodio así que aquí nos vemos para platicar sobre todos esos asuntos y más!
Siii que buen resumen, lo estaba esperando. Esta serie me sorprendió para bien más allá de la pareja lésbica, que es muy buena porque tienen mucha química, más allá de eso me encanta el sentido de «hermandad» que tienen estas mujeres en general. Acá no hay hombres para pelearse o no hay razón para ser competitivas entre ellas todas a pesar de sus propios problemas personales apuntan a una misma causa. Me encanta esta serie y la trama me parece original dentro de todo espero de verdad que tenga segunda temporada. PD: El personaje de Scylla me tiene enamorada quiero creer que en el fondo es buena y se quedará con Raelle. ?
¡Cruzando los dedos estoy porque ya shippeo! Jajaja, a mí también me sorprendió la serie de manera muy positiva.