Solo voy a decir que si hubiera tenido esta serie cuando era pequeña, las cosas que habrían cambiado, hubieran sido muchísimas. Y es que con este capítulo, la cantidad de personas de la nueva generación y de la antigua que van a estar mejor es gigantesca, pero no lo digo yo, se demuestra en el séptimo capítulo de Willow.

Y es que si ya nos dejaban en el capítulo anterior con ciento y la madre de incógnitas, entre ellas, la nueva chica que se encuentra Airk; el capítulo comienza directamente después de este momento. Ambos hablan de como aquel lugar está destinado a volverles loco, como llegó Airk al sitio y bueno, la chica no es que se vaya a engatusar mucho por Airk. Casi como que se burla del príncipe incluso. Me da hasta un poco de pena el príncipe en aquel momento. Pobre, solo quiere ser un buen chico y allí está, discutiendo…

Y peleando están por este aspecto cerca de esa piscina de líquido extraño cuando Airk para. Escucha algo. Bueno, más bien a alguien: Kit. En la piscina.

Aunque, ¿cómo?

Airk se tira por Kit

No importa en ese momento, lo importante es salvarla y Airk se tira sin pensar hasta ella. Están en el mismo sitio, este intenta acercarse a ella, tomarla, pero de repente, somos transportados a las minas de Skellin y a una Elora que se convierte finalmente en Elora: recobra ese color pelirrojo que le caracterizaba en la película. ¿Honestamente? La escena queda increíble con la transformación del color de pelo. Parpadea y casi te lo pierdes.

Aunque de pelos no va la cosa y enfocándonos en lo que nos conviene, Kit esta es finalmente salvada. Agarrándola Jade, solo podemos escuchar su voz de alivio. Aunque mucho no podemos quedarnos allí, porque la mina se cae y tomándola Boorman a cuestas, es hora de por fin salir de aquella dichosa mina de una vez por todas.

Lejos del peligro, ahora solo les queda el último estrecho: cruzar el mar. Con Kit a salvo y con la coraza a manos de Boorman. Incluso Graydon le anima finalmente a probarla, pero Boorman se niega. Necesita un buen momento para ello, el momento indicado para hacerlo. “Como visitar a tu madre después de años”. Un guerrero que se acuerda de su madre, hay que amar a Boorman si o sí.

Volviendo a lo del mar, es hora de zarpar. Hay que atravesarlo, a pie, como indica Willow y aunque Boorman no está por la labor, Kit si que lo está. Aunque por la cara que nos trae, esta es que no pueda ni con su alma. Incluso Jade se preocupa, solo hay que verle la cara que nos lleva. Kit desmoronándose en mitad del camino, la mirada que le echa a Elora. Desde luego, Kit necesita descansar sí o sí antes de seguir el camino.

Por suerte, el grupo parece por fin dar con el paradero de una especie de taberna en medio de ninguna parte rodeada por la escenografía más increíble que hayáis visto. De verdad, si sois amantes de la escenografía visual, amáis lo visual o, simplemente, os gusta lo “aestético” o como se diga; este capítulo lo vais a amar. Las luces, la manera de verse todo, realmente es que se lucen en cada momento y en cada segundo del capítulo.

Una cena rara

El caso es que, entrando en la especie de taberna en medio de ninguna parte, donde Jade lleva literalmente a Kit y la acuesta para que descanse (vais a amar este pequeño detalle); el grupo encuentra al que parece ser el dueño del lugar y, nunca mejor dicho, lo más raro que vais a ver. Pero raro o no, es el que los puede ayudar en aquel momento dándole lo que necesitan, a un pequeño precio que Willow paga. Porque aunque viva bajo tierra, Willow está forrado. “Y nunca los ha llevado a una posada decente”. Estamos con Graydon en ello. Aunque a este no es que le interese mucho una posada cuando el sonido de un animal encadenado lo interrumpe: un surcabarros, el cual lleva el “trineo” que puede llevarlos hasta donde necesitan llegar.

Sin embargo, antes hay que comer… bueno, comer-comer, come Boorman solo porque… bueno, mejor no hablo del plato. Literalmente, en el momento en el que Willow descuida al tabernero, todos terminan tirando el plato a un lado. Kit es que ni lo toca, todo hay que decirlo.

Pero no todo es asquerosidades. Porque es con las historias que cuenta este, con la que nos tenemos que quedar.

La primera, en la que al parecer, este era un antiguo guerrero que zarpó para salvar a la princesa de Cashemira. Una princesa raptada por los siervos de un poder oscuro. ¿Suena familiar? Bueno, más familiar es lo de esa piscina que concedía a quien bebiera de su agua… ¿deseos?

Son muchas las historias, pero todas que llevan al mar que el grupo quiere atravesar y no todas terminando en buen destino. El mar es peligroso y puede volver a unos contra otros. Aunque viendo la actitud de Kit, puede que ya se esté volviendo en contra de Elora. Sea lo que sea, le está afectando a Kit cuando anuncia que, ¿recordamos que Airk se tiró a la piscina porque escuchó a Kit? Pues ella también lo escuchó. Al parecer, ese momento, de una forma u otra, existió y, por lo que se ve, a Airk se le acaba el tiempo, la bruja lo tiene. Y razón no es que no le falte a Kit.

Pasamos a este de nuevo, esta vez, con la desconocida que está dentro del templo, frente a una puerta que da a otra dimensión se podría decir. Airk no quiere atravesar aquello, incluso cuando la chica le anima a ello. ¿Será la chica entonces la bruja que lo atrae? Sea lo que sea lo que lo lleva, Airk se resiste y volviendo a la piscina principal del lugar, este bebe otro poco cuando esta se le acerca y…¡ sorpresa! La princesa de Cashemira. Aunque, ¿cómo es posible? ¿Después de tanto tiempo como contó el mesero del sitio? Tendría que ser imposible, ¿cierto? Sea lo que sea, esto se vuelve raro de narices.

Volviendo con los demás, ya amaneció. El grupo a descansado y con una Kit que presenta cada vez peor cara y casi locura, vemos que el hombre del lugar les ofrece para hacerles el desayuno y aunque Kit casi les obliga a seguir de una vez, lo que les obliga es otra cosa.

Graydon, que parece el único que lo nota, ve enseguida como dos hombres idénticos han aparecido en el sitio. El que les ofrece el desayuno… y otro que entra. No es posible. Al menos que… ¡Emboscada!

Boorman y su intento de ser un héroe

Golpeando a este, vemos que la mujer ave que les atacó (The Dag) y luego persiguió en capítulos posteriores, les ha encontrado. Aunque no solo ella, los demás vienen. Así que, tomando “prestado” el trineo, salen a toda mecha de allí perseguidos por el jinete (the Doom) y The Dag.

Graydon conduce y con él, Elora. Ambos se encargan de The Dag mientras que Jade y Boorman se encargan de The Doom. Entre uno grupo y el otro, esta escena de acción la verdad es que es de lo mejor que nos ha dado esta serie. Porque no solo dan acción, si no que también nos dan algo de risas entre medias. Boorman tirando un arpón que no llega a nada (en ese momento, creo que volvemos a ser Jade, con la mirada que le echa). Porque ahora, hay que pelear y, aunque dejando a Jade un poco fuera de combate al principio, con Boorman The Doom se lleva una buena batalla. Al pobre de Willow casi le dan y Kit… Bueno, digamos que si no quería ser princesa, en ese momento se queda como la princesa del momento. Una estrella de The Doom impacta en su brazo y, digamos que la deja de combate. Si es que Jade tenía razón después de todo, sin ella no hubiera llegado tan lejos, la verdad.

Aunque no solo estos tienen lucha, Graydon y Elora están también y, aunque Graydon tiene que lanzarse a manejar con el bichito, también tiene su momento. Porque aunque Elora lanza su ataque con la varita, es Graydon quien alcanza a The Dag. Sí, nuestro príncipe heredero al trono es nada más y nada menos que un hechicero también.

Con uno menos, hay que ocuparse de The Doom. Sin embargo, este es rápido y consigue tocar a Elora. Aunque no es ella quien le toca, la Bruja, de alguna manera, consigue conectarse con ella y le hace ver a Elora que va a por ella, es Jade quien lanza el golpe que tumba a The Doom lo suficiente como para lanzarlo fuera del carro y que puedan seguir su destino. Por ahora, están a salvos.

Casi todos, queda la princesa: Kit y su escena. Bueno, más bien, La Escena. Porque no tiene desperdicio alguno.

Kit y Jade mirándose

Jade, Kit y una estrella de esas ninjas clavadas en el brazo de la pobre. ¿Cómo la van a sacar rápido y sin dolor? Con una técnica que tiene Jade en mente y que utilizaron para sacarle las espinas de su encuentro con un puercoespín…. ¿Un beso? La cara que nos pone es de un beso. ¿Se viene por fin el dichoso beso?

Pues no, lo que se viene es una buena ostia para Kit. Porque sí, la ostia que le pega Jade a Kit para sacarle la estrella rápidamente es que no tiene desperdicio. El grito de Kit, la cara de Jade al hacerlo; es que es para partirse de la risa. Pobre Kit. Esperando recibir por fin su beso y lo que recibe es una ostia con la mano abierta… No te busques en esta vida una novia que salve de las heridas a base de golpes… Madre mía, pobre Kit.

La cosa es que, aun a salvo, hay que parar en una de las isletas que hay a lo largo del mar. El animal que tira de la carreta no puede más y necesita descansar y sé que soy pesada con esta serie, pero es que te trae “a ca’ cosa” que es para enamorarse de ella más y más. Esta vez: Kenneth. El bicho que tiraba de la carreta. Madre mía, esos ojos, la forma en la que Graydon le da de comer. La manera en la que conecta con el bichito. Yo quiero diez como ellos, por favor.

Y hablando de Graydon: hizo magia y Willow, claro está, se interesa. Porque lo hizo con su flauta, nada más y nada menos, tras escuchar a Willow enseñar a Elora y la cual, le obliga a entrenar. Si quiere derrotar a la bruja, tiene que empezar a entrenar rápidamente, sobre todo, si no sabe controlar lo que realmente hace que pueda luchar y utilizar toda su magia. Por lo que en una escena de lo más visual, toca entrenar. De verdad, la manera en la que proyectan la magia en esta serie es de lo mejor que he visto. Las luces, la forma de luchar con sus armas, Elora nunca dándose de sí…

Lo he dicho, me encanta y me encanta todo de este capítulo.

Jade y Kit entrenando

Jade y Kit entrenando

Y más las escenas de Kit y Jade. Porque juntas, observando a Elora entrenar, le toca a Kit y Jade también hacerlo. Con un “acompáñame” que te deja pensando que lo que tiene en mente Kit con Jade es de todo, menos entrenar; les toca hacerlo. Esta vez “que no se aguante Jade”. Kit está decidida a ir por todo y lejos queda esa niña cabezona que conocimos al principio del capítulo. Kit es una chica completamente nueva a estas alturas y la sonrisilla que le da Jade…

Las lesbianas, chicas. Solo saben hablar a base de pelea de espadas. Es que son dramáticas a más no poder.

Con un montaje de esos de acción, vamos viendo los diferentes entrenamientos a lo largo del camino por el mar. Elora con Willow en unas escenas en medio del agua que son dignas de honor. Kit y Jade en entrenamiento constante bajo todo tipo de luces. Incluso tenemos algunas que otra escena con Graydon y Elora entrenando juntos con la magia, desde que este puede también conjurarla. Escena con Graydon y Kenneth. Realmente, solo dura unos minutos, pero este montaje de escenas es uno de los momentos que más quiero del capítulo.

Porque de amar, es el siguiente. Porque yo lo amo y todas vosotras lo vais a amar.

Siguiendo con su entrenamiento, Jade y Kit siguen dándole que te pego a la espada en un atardecer de mezcla de colores morados, rosas y naranjas… (interesante). Jade, sin embargo, no es que haya olvidado algo que se han dejado en el tintero: su charla que fue cortada por los troles.

No, no lo dice directamente. Sin embargo, si que lo va diciendo a través de las metáforas de técnicas de lucha. Pero, para que nos entendamos todas, lo que le está diciendo es que está esquivando el momento para hablar de todo, pero no han podido por culpa de todo lo que ha ido pasando durante el viaje. Por ello, lo han ido aplazando. Aunque Kit tiene su escusa y, como digna hija de su padre, vemos que saca el mismo encanto que en su tiempo Madmartigan sacó con Sorsha. Solo que ahora, Kit lo saca con otra pelirroja, con Kit.

Kit solo esperaba el momento oportuno para hacerlo. Cometer los errores necesarios para tener el momento en el que se pueda por fin declarar… como en medio de un entrenamiento de espadas.

Kit y Jade entrenando en Willow

Kit sorprende a Jade entrenando

Porque sí, tomando a Jade de improvisto, Kit le suelta un “Te quiero” en medio de la batalla que descoloca a Jade. La cara, todo un poema. Aunque, normal. Si es la forma en la que se lanza a pillarla, la forma en la que la tira al suelo… Kit no ha mejorado solo en la manera de pelear con la espada, sino en la forma en la de lanzarse por fin a Jade. Madmartigan estaría orgulloso de las dotes amorosas de su hija.

Por lo que, tendiéndola sobre la arena, Kit se coloca sobre ella y se lo suelta. La quiere, la quiere y punto y bueno, si queríais ver la versión dulce de “cállate y bésame” esta es su versión. Y es que con una Jade que le suelta un “..cállate y haz algo de una vez”, Kit y Jade tienen por fin su beso. ¡Aleluya! Siete capítulos después, por fin tenemos ese segundo beso que tanto necesitábamos. Un beso que es perfecto.

Kit y Jade se besan finalmente

Kit y Jade se besan finalmente

Aunque la luz… bueno, eso del tema de la luz lo dejo al gusto del consumidor. La cosa es que Jade y Kit por fin se han confesado, tienen por fin su dichoso beso y los fans lloramos de alegría.

Siguiendo con el viaje, Willow y Elora siguen con el entrenamiento. Elora no se suelta como debe. No deja verse de la manera en la que tiene que verse y Willow da en un aspecto clave: Elora y su necesidad de fuera vista, literalmente. Cosa que llama la atención de Kit. (Que descansa con una Jade dormida a sus brazos y solo es un momento, pero es que es perfecto la manera en la que las dos están acorrucadas de aquella manera y… paro que me lanzo demasiado…)

Kit escuchando hablar a Elora mientras abraza a Jade

El caso es que Willow intenta sacar el potencial de Elora, pero de la manera más brusca. Literalmente, si buscáis tener a Willow como vuestro psicólogo particular, no merece la pena. Este saca los sentimientos de Elora a la fuerza y, cuando están en ello, de repente, Elora tiene una visión de la Bruja cuando Willow la menciona y sacando el poder del lado que no debe, lanza a Willow con todas sus fuerzas metros allá. Todos salen a socorrerlo… hay que tener cuidado.

Willow lo advierte, la bruja quería deshacerse de Elora desde hace tiempo y tratará de hacerle de todo. Incluso manipularla y, por lo que se ve, el hechizo que hizo podría ser incluso parte de esa manipulación.

La princesa besando a Airk

La princesa besando a Airk

Pero Elora no es la única que está en esta situación, Airk está también siendo manipulado. Solo que esta vez, por la princesa que le acompaña. Esta empieza a preguntarle por lo que quiere, por lo que desea. Airk solo quiere ser la mejor persona para todos aquellos que le rodean: hermano para Kit, marido para Elora, hijo para Sorsha y Madmartigan. Sin embargo, la princesa quiere más y… termina besándolo, a lo que Airk se resiste. Primer príncipe que es fiel a sus principios y a Elora. Lo que sorprende a la princesa, que termina confesando que lleva allí… mucho tiempo. Mal rollo y Airk lo sabe. Se aleja, bueno, más bien, Airk es que sale corriendo, pero para nada.

Como lo intentó ya, la ciudad vuelve a traerlo y aunque huye, pronto vemos que arrastrándose por las escaleras, termina bebiendo de aquella agua extraña que fluye en el templo de la ciudad. Sea lo que sea… es malo.

O los demás se adelantan o peligro va a correr el príncipe.

Volviendo con los demás, Willow y Kit tienen una pequeña charla sobre el hecho de que escuchó a Madmartigan en la cueva. Además de preguntar ¿qué es el Wyrm? A lo que se deben de enfrentar y, visto lo visto, mal asunto desde luego que es.

Los días siguen pasando y si antes todo era optimismo, ahora la cosa se va volviendo a peor. Willow sueña con su hija, con que está pasando peligro y llevando tanto tiempo en ese mar, le preocupa. ¿Obra del Wyrm la ensoñación? Sea lo que sea, Kit se preocupa por él. Aunque no solo es él, el que sufre, Graydon está con Kenneth, el bichito se muere y si siguen llevándolo hacia delante, puede que corra peligro de que muera y Graydon es demasiado bueno como para dejarlo que ocurra aquello.

Kit y Elora se sinceran la una con la otra

Kit y Elora se sinceran la una con la otra

Elora es más de lo mismo. Está asustada y así se lo dice a Kit en una escena visualmente hermosa. Honestamente, la manera en la que adornan la escena para que Kit y Elora tengan su charla de corazón a corazón, es hermosa. Acompañada a las palabras que se dedican ambas, es el broche de oro a todo. Elora disculpándose por no dejar a Kit buscar a su padre, aunque eso le salvara la vida. Kit disculpándola y confesando que nunca había querido estar en el lugar en el que se encontraba, simplemente queriendo ser amada y ser valiente en la vida… Elora queriendo si ser una princesa.

Realmente estas dos demuestran en una sola escena que, a veces la familia no es la sangre. A veces es la persona con la que te matarías, la que resulta ser una hermana para ti también. Ambas tienen su momento de encuentro personal.

Incluso Boorman, que casi nos habíamos olvidado de él y que, en solitario, prueba la Lux Arcana en la armadura… no funcionando. No es digno…Pobre…

El fina se acerca y todos están en un punto diferente en esta historia… que choca con lo de los demás: Graydon deja escapar a Kenneth, lo que enciende la furia de Boorman, puesto a que están literalmente en medio de ninguna parte. Todo lo que se ve es una niebla que confunde los sentidos y hace ver lo que no está. “Estamos perdidos” es la visión de Boorman, pero Elora no lo vé así. Hay que seguir, cueste lo que cueste y Kit, parece que le acompaña en ello. Incluso Jade lo ve, cuando le da su voto de confianza para que Kit elija lo que debe hacer, cuando sea el momento correcto.

Jade confía en Kit, al igual que Graydon confía en Elora. Después de todo, eso es el amor, ¿verdad? Confiar en el otro. Jade se lo deja claro a Kit y Graydon a Elora, aun cuando sabe que está enamorado de ella, aunque sepa que Elora realmente no le corresponderá porque está enamorada de Airk.

Con más chicos como Graydon en el mundo, todo sería perfecto.

Caminando y caminando, la niebla cada vez es más densa y a punto están de caer por el fin del mundo, cuando Boorman les para. ¿Fin del universo? Imposible. ¿dónde está entonces la Ciudad Inmemorial? Allí es donde deberían de ir, es donde Elora necesita ir, para morir. Porque aunque se derrumba por el momento cuando los demás pierden la esperanza, Elora les cuenta sobre su visión, la misma que vio Willow y que la tenía en un modo tan raro: la de su muerte.

Sin embargo, han hecho lo que han podido, ¿verdad? Elora siente que no y bajo la mirada de Kit, que mira antes de lanzarse a Jade; se acerca a Elora. Kit confía en ella, sabe que Elora es la que hará todo lo correcto, la que ayudará a poner orden en el universo y la que quizás, le ayude a aclararlo que ocurre con todo en su vida. Kit le da su valentía, porque Elora la necesita para seguir adelante… para que ambas sigan adelante, porque Kit irá con ella.

Kit y Elora saltan juntas al fin del mundo

Kit y Elora saltan juntas al fin del mundo

Junto al filo del fin del mundo, Kit echa un último vistazo a Jade, que enseguida sabe lo que van a hacer. La cara de Jade, la forma en la que se preocupa por lo que va a pasar a continuación, lo dice todo. Porque Kit toma a Elora, la abraza y acercándose al borde del mundo, ambas saltan en un abrazo ante la mirada de los demás que a penas pueden hacer nada por pararlas en aquella locura. Jade confiaba en ella y debe de hacerlo.

Porque con ese salto de fe, Kit y Elora llegan a la ciudad inmemorial. Incluso saliendo del agua, esta le extiende su mano sacándole un “mi lady” a Elora. ¿No quería ser una princesa? Elora le toca ser la princesa mientras que Kit es el caballero mientras que están en la ciudad. Porque es la ciudad, por fin a llegado. Solo que ahora, ¿Dónde está Airk? ¿Y la tal princesa? ¿O quizás debía de ser la bruja? Sea lo que sea, estas no dan con ninguno… hasta que de repente, abriéndose las puertas del templo, aparece.

Kit y Elora saltan juntas al fin del mundo

Kit y Elora saltan juntas al fin del mundo

Es Airk… bueno… o el nuevo Airk deberíamos de decir porque diciendo adiós a esa melena que nos traía, Airk presenta un nuevo look ante una Elora y Kit que se quedan sin saber lo que va a pasar… Sobre todo viendo que tu hermano y novio, respectivamente para Kit y Elora; ha pasado de ser el chico más dulce del mundo, a ser el pesado de turno… al menos, con ese look.

Porque para saber qué le ha pasado a Airk, tendremos que esperar al siguiente episodio de Willow. ¿Saltarán también los demás? ¿Qué le ha pasado a Airk? ¿Y la princesa? ¿Qué pensáis vosotras?