“Juro solemnemente cumplir la encomienda de Presidente de los Estados Unidos.” Estupor. Terror. Decepción. Mientras Diane Lockhart apaga el televisor, nos enfrentamos a un nueva realidad; un nuevo mundo donde Donald Trump será presidente. Diane respira hondo y exhala Maia Rindell, una joven recién graduada de la universidad mientras abre su examen de grado para obtener su licencia como abogada. Corte a negro.

Diane Lockhart en The Good Fight

Bienvenidas lesbicanarias a The Good Fight, el nuevo drama legal que los fans de The Good Wife pedimos por tanto tiempo, al fin es el turno de Diane Lockhart de brillar por cuenta propia y en serie propia.

¿Pero quién es Diane Lockhart? Puedes nada más y nada menos que una de las abogadas más respetadas y exitosas de Chicago. Luego sus días en Lockhart & Gardner, Diane ha consolidado su carrera legal en su propia firma de abogados; tan exitosa, que se ha comido, literalmente, a otras tres firmas y se ha convertido en un monstruo de muchas cabezas. Pero una dama siempre sabe cuándo retirarse y para Diane ese momento ha llegado. Con una fortuna considerable en el banco y una carrera de éxitos, nuestra feroz abogada está lista para darse la gran vida en la campiña francesa y beber Champagne por el resto de sus días.

Maia Rindell en The Good Fight

Mientras Diane disfruta las mieles de sus éxitos, Maia Rindell apenas comienza su aventura laboral. Nuestra joven y nerviosa aprendiz refresca obsesivamente la página de resultados de su examen de grado, casi sin respirar. Es el momento decisivo de su vida. ¿Será el inicio de su propia gran carrera legal o acabará sin siquiera haber comenzado?

La respuesta llega pronto: ¡Maia es abogada! Con un grito al cielo, que despierta a su pobre y durmiente novia, Maia celebra con su amada el inicio de su propia carrera al éxito. Es un buen día para ser abogada.

Maia y Amy celebrando en The Good Fight

¿Y qué queda hacer cuando lo has hecho todo y no le debes nada a nadie? Pues evidentemente salir por la puerta grande. Diane anuncia con bombo y platillo que se va de su bufete (¿Quizá para buscar su propia campaña presidencial?) y aunque sorprendidos, sus socios no es que oculten lo alegres que están de deshacerse de la competencia.

Mientras Diane anuncia su salida, Maia hace su entrada a Lockhart y asociados. Aunque intenta pasar desapercibida y mezclarse con los demás, Maia tiene que sufrir las desventajas de ser la única hija del billonario dueño de un fondo de inversión y sufrir con su propio escritorio, trato preferencial y (glup) ¡Flores en su escritorio! La pobre Rindell no sabe dónde meter la cabeza, mientras el resto de sus compañeros la mira con ojos de odio.

Maia y Diane en la oficina

Pero antes de que pueda ser devorada, Maia es rescatada por su madrina. Sí, Maia Rindell no es una simple aprendiz de abogada, es una aprendiz de abogada que, además, es la heredera de Diane Lockhart. Diane mira en Maia a la hija que nunca tuvo y no titubea en pasarle la batuta de su legado en forma de una carpeta de apuntes que alguna vez perteneció a Pearl Hart, la primera defensora pública de Chicago; un regalo que la misma Diane recibió al inicio de su carrera.

Diane también le otorga a Maia la oportunidad de participar en su primer caso legal, al integrarla al equipo del que será el último caso para Diane: Intenta librar a la policía de Chicago de un juicio millonario por abuso de fuerza. El abogado defensor de la víctima del abuso policial es Adrian Boseman, un abogado ambicioso, arriesgado y feroz que resulta ser la contraparte ideal para la astuta Diane.

Lucca en The Good Fight

Boseman llega con refuerzos, una cara conocida para los fans de The Good Wife (Y uno de los muchos guiños a la serie predecesora que veremos) ya que Lucca Quinn es su segunda. Lucca es una joven y brillante abogada que, alguna vez, fue compañera de Alicia Florrick (Protagonista de The Good Wife).

El caso parece bastante sólido para la parte demandante, ya que tienen un vídeo en donde se puede apreciar a cuatro policías blancos atacando salvajemente a un hombre negro, pero Diane no está dispuesta a dejar que el último caso de su carrera termine en una derrota. Por su parte, Boseman se siente seguro de su ventaja y ser el único bufete compuesto enteramente de abogados afroamericanos prácticamente pone la balanza de su lado.

Por ahora, es momento de celebraciones, específicamente de celebrar el retiro de Diane. La crema y nata legal de Chicago está ahí, celebrando la vida de Lockhart y deshaciéndose en halagos y buenos deseos para Diane. Ahora que se va, todos desean tenerla de su lado. Es bueno ser deseada.

A la fiesta también acude Maia con su chica en brazo. “La súper pareja”, como las titulan los padres de Maia, luce despampanante y los cuatro, y Diane, sostienen la que será la última conversación feliz de sus vidas. Solo que aún no lo saben.

De regreso a la oficina, Maia y Diane trabajan sobre el caso. La joven abogada resulta ser el arma secreta de Diane, y descubre que quizá hay otro punto de vista del vídeo que puede probar que la víctima no solo estaba robando un automóvil al momento de su detención, sino comprobar la inocencia de la policía. Diane mira con orgullo a su aprendiz, pero el sentimiento dura poco.

Maia y Amy hablando por teléfono

Casi de manera simultánea, Maia recibe una llamada de Amy, su novia, quien le informa que el FBI está registrando su departamento, buscando evidencia sobre su padre. Maia no tiene idea de lo que pasa e intenta localizar a su padre, sin éxito. Por su parte, Diane recibe una llamada de su contador, su dinero ha desaparecido. Henry Rindell, padre de Maia y mejor amigo de Diane ha sido acusado de una estafa millonaria y todo el dinero de su fondo de inversión, en el que Diane tenía todos sus ahorros, ya no existe. Cientos de personas, Lockhart incluída, ahora están en la bancarrota.

Maia se apresura a casa de sus padres para averiguar lo que está ocurriendo y llega en el momento justo del arresto de su padre. Mientras su mundo se desmorona, su padre le asegura que es inocente y que todo saldrá bien, pero la pesadilla acaba de comenzar.

Al día siguiente Maia Rindell ha pasado de ser la princesa de Chicago a ser la persona más odiada del planeta. Es recibida con amenazas y reclamos de gente que ha sido defraudada por su padre, pero quizá el golpe más duro proviene de la propia Diane, quien ni si quiera puede verla a la cara. A pesar de que Maia no ha tenido nada que ver en el asunto, el apellido Rindell ahora está maldito.

Maia y Lucca hablando en el baño

Acosada por uno de los abogados de la firma que también fue afectado por el fraude, Maia se refugia entre lágrimas en los baños, agobiada y aterrorizada, sin saber cómo lidiar con todo lo que pasa a su alrededor. A su rescate llega la persona menos pensada, pues es Lucca quien la reconforta y le da su primer gran consejo: No permitas que te vean llorar, no les des la satisfacción de ver que sufres, mantente firme y todo pasará. Lucca admite que ese consejo lo aprendió de “una buena amiga, que pasó por lo mismo”. Maia, por primera vez sonríe. Quizá hay luz al final del túnel.

Por su parte, Diane vive su propia pesadilla. Dado que todos sus ahorros estaban invertidos en el fondo de inversión ahora está prácticamente en bancarrota y a un paso de la calle. No es un buen momento para retirarse. Su abogado le aconseja mantenerse trabajando, mientras se resuelve el asunto, así que Diane, con el orgullo por los suelos, regresa a su firma a cancelar su retiro. Pero es demasiado tarde, los socios no van a permitir que su mayor competencia regrese al bufete y Diane es despedida de su propia firma.

Para colmo de males, Diane revisa el vídeo que Maia encontró sobre su caso y solo comprueba que Lucca y Adrian tenían razón, es abuso policial a todas luces.

Desesperada y sin trabajo, a Diane no le queda de otra más que recurrir a sus amigos en busca de una nueva firma a donde integrarse, pero descubre que las amistades que alguna vez consideró reales, ahora son puertas cerradas. Mal momento para estar desempleada, le dicen, sobre todo a su edad…

Maia y Amy se enfrentan a sus padres

Maia decide seguir los consejos de Lucca y mantenerse alejada de las noticias, pero cuando llega a casa descubre que Amy no ha resistido la tentación y ahora está mortificada por un supuesto vídeo sexual falso. Maia sufre al saber que el escándalo de su familia también se ha llevado la reputación de su novia entre las patas. La joven decide confrontar a su madre al respecto de las acusaciones, pero su madre asegura que ella y su padre son inocentes. Maia no sabe si creerle o no, algo en el fondo le dice que algo huele raro.

Justo a tiempo, el abogado de la familia aparece para pedirle a Maia apoyar a su padre. Lo único que tiene que hacer es revisar ciertos documentos y poner su firma en ellos, nada del otro mundo. Su madre le ruega hacerlo, todo por ayudar a su papá. Maia vuelve a dudar, pero ambos aseguran de que todo está en orden y justo cuando está a punto de aceptar, Amy le advierte que no lo haga. Maia se encuentra entre la espada y la pared, pero decide hacerle caso al consejo de su chica y se marcha, poniendo distancia con su familia. Una decisión que no es fácil y termina por destrozar la poca confianza que aún quedaba entre su madre y ella. Maia llora en la regadera y Aby la reconforta.

Maia y Amy en la regadera

Diane ha recibido otra mala noticia. Debido a que aún continua legalmente casada, el estar involucrada en el fraude podría terminar afectando las finanzas de su ex marido, Kurt; de quien está separada. La única solución es el divorcio, así que a Diane no le queda de otra más que reunirse de nuevo con el gran amor de su vida para pedirle que se divorcien. Kurt se niega. No quiere renunciar a la esperanza de que algún día estén juntos de nuevo, pero Diane le asegura de que eso nunca pasará.

Una desolada Diane recoge sus cosas de su antigua oficina. Sin trabajo, sin dinero y con un futuro incierto, se toma un momento para recordar momentos felices en Lockhart & Gardner mientras mira su foto con Will, su viejo compañero. Es justo cuando recibe una visita inesperada, Adrian Boseman está ahí para verla. Diane cree que Boseman fue para discutir el caso, pero el abogado tiene otra propuesta y le propone a Diane unirse a su firma de abogados. Ella está confundida ¿Por qué la firma de quien siempre fue rival de pronto le ofrece unirse a ellos? Pero Adrian reconoce el talento cuando lo ve y no dejará que el de Diane se vaya a otro lado. Además, dice, con Lockhart de su lado, al fin podrán hacer justicia. La abogada respira aliviada, al fin ve una luz al final del túnel.

Para Maia, sin embargo, la cosa va de mal en peor. Como venganza de su amistad con Diane, quien ahora ya es persona non grata en su viejo bufete, es despedida. Diane se siente culpable cuando descubre que la chica se ha ido y le ha devuelto la carpeta de apuntes. La abogada llama a su nueva firma y admite que fue Maia quien encontró el vídeo que les hará ganar el caso y que deberían contratarla.

Diana y Maia empiezan de nuevo

Diane Lockhart se despide de su vieja vida sin mirar atrás y en la calle se encuentra a la pobre chica, sentada en un banco, derrotada. Diane le devuelve la carpeta de apuntes a una sorprendida Maia y le dice que es hora de irse. Maia está confundida. ¿Ir a dónde? Diane simplemente responde “A otro lado, esto todavía no termina”.

No, esto apenas está iniciando.

¿Qué le depara el destino a Diane y Maia en esta nueva etapa de sus vidas? ¿Podrá Diane recuperar su imperio? ¿Saldrá Maia victoriosa? ¿Quién es el verdadero culpable del fraude? ¡Deja tus comentarios debajo!