Ya estamos acercándonos al fin de la primera (y de momento única) temporada de chica busca chica y hoy toca resumir el capítulo 12 Ana tiene problemas sexuales así que manos a la obra.

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Sus caras lo dicen todo, las cosas entre Ana y Yoyo no están del todo bien y ambas se sientan incómodas en el bar a sabiendas de que tienen una plática de esas asquerosillas que empezar:

Ana: ¿Es por el sexo verdad?
Yoyo: Uh…eres una chica estupenda…y me gustas pero…creo que no es nuestro momento
Ana: ¿No me estarás dejando?
Yoyo: Tu tienes que vivir todavía un montón de cosas y yo…pues ya estoy un poco vuelta de todo
Ana: ¿No me estarás dejando?
Yoyo: Pero me puedes llamar para lo que quieras, para lo que necesites, para hablar…
Ana: Me estas dejando
Yoyo: Es lo mejor, aquí me tienes (señalándose el corazón), no me olvides ¡eh!

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La pobre de Ana se queda más deprimida que yo al salir del cine el día que fui a ver Lost And Delirious pero Michelle y Nines están ahí para consolarla a base de alcohol y presentarle chicas guapas. Michelle le dice que no se preocupes que ella va a poner a la machorra de Yoyo super femenina para que se le quite (juassssss) y Nines de plano pasa directo al plan de «un clavo saca otro clavo» y le presenta a su amiga Aurora.

Aurora no es que se quede muy contenta con el cambio (ella quería irse con Nines) y cuando Ana le pregunta que si se van al «baño» juntas de plano le responde: «¿Al baño? ¿Contigo? ¡Ni loca!, lo siento pero prefiero seguir viendo a mi ginecólogo cuando me toca cada seis meses. (auchhhhh)

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Más tarde en el bar Ana le cuenta sus penas a Mónica y a Carmen. Ana no entiendo como es que todo el mundo se ha enterado de «su problema» Mónica le dice que la gente es muy mala y que no importa como se enteraron. Carmen grita un ¡que le den! mientras lee un mensaje de Jorge que al parecer ya ha vuelto de su viaje y justo a tiempo entra Nines y se sienta con ellas a charlar.

Mónica de inmediato reconduce la conversación a su nueva fama y como esta no le afecta (y menos mal porque si ahora mismo como no le afecta si le afectara no habría quien la aguantara…) Nines mientras tanto se entretiene sorbiendo su bebida lo más fuerte que puede con toda la intención de sacar de quicio a su actual novia que poco a poco va poniéndose histérica hasta que grita: ¡Oye Nines por favor quieres dejar de hacer ruido ya!

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Nines pide unas disculpas que intentan parecer afectadas y dice que ella bebe así y que si no el gusta se va y acto seguido intenta levantarse pero Mónica le detiene:

Mónica: Que se enfurruña mi niña. Que no es que no me guste tonta, hombre yo reconozco que antes estas cosas me ponían un poco nerviosa. Pero ya no porque he aprendido a aceptarte y a quererte tal y como eres
Nines: (asustada) ¿Sea como sea?
Mónica: (Convencida) Seas como seas
Nines: (Desesperada) ¿Haga lo que haga?
Mónica: (Contentisima) Hagas lo que hagas
Nines: Me voy al baño
Carmen: Yo voy al baño contigo

Jorge llega al bar y saluda a las chicas pero más tardo en entrar que en salir pues se enfada al ver a lo lejos que Mónica esta entrando en el baño con Nines.

En el pasillo del baño una chica intenta regalarle una rosa a Nines que la rechaza elegantemente. Carmen le pregunta si es usual que le regalen rosas y ella responde que no, que lo que pasa es que tiene ese problema de llamar la atención y pues a veces lo logra (y si no que se lo pregunten a las lesbicanarias que yo se de más de una que si se la encontrara en el baño no desaprovechaba la ocasión ¿verdad pau?)

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Nines aprovecha para acercarse a Carmen y decirle que en la terapia se le olvido contarle que había pertenecido a la legión y Carmen y yo soltamos la misma carcajada (si es que otras cosas no pero imaginación no le falta a la chica). Carmen después de reírse un rato le dice que lo mejor es que dejen la terapia porque su relación es demasiado personal y no es ético. Nines pregunta: ¿Demasiado personal? y sale corriendo después de pedirle a Carmen que espere un momentito.

Nines vuelve a la pista para encontrarse con la chica de la rosa y le dice que al final si se la queda, luego vuelve al baño y se la regala a Carmen que se muere de la risa cuando Nines se resbala con un escalón y termina en el piso. Cualquier otra se muere de vergüenza pero Nines es mucha Nines y simplemente suelta «¡Tantos años de trapecista para venir a matarme en esta escalera de mierda» para deleite de Carmen que le ríe encantada la gracia.

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Mónica sigue dando la vara con lo de su supuesta fama hasta que Ana de plano le dice que es una pesada y justo en ese instante llega Alicia y la felicita por haber vuelto al Judo. Mónica se emociona porque Alicia tiene una revista con ella donde sale el nuevo anunció para el que le estuvieron tomando las fotos pero su cara cambia en el momento en el que descubre que ha estado anunciando «lady absorb» para las perdidas de orina. Ana y Alicia se parten de la risa.

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En casa Mónica esta muy afectada por la vergüenza que ha pasado con lo del anuncio y para mi sopresa Nines saca ese lado dulce que tiene en el fondo y le consuela diciéndole que la gente lo olvidará pronto y que encima ella se ha sacado un dinero que le viene muy bien. Mónica se lo agradece y le dice que menos mal que la tiene a ella.

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Mónica entonces le pide a Nines que le «de más gasolina» (juas) y Nines dice que si pero que la espere un segundito porque tiene que hacer algo.

En la sala Nines se encuentra con Ana y decide jugarse su última carta para que Mónica termine con ella. Despierta a una Ana adormilada en el sillón y le pregunta: «Ana, dime exactamente lo que hiciste para que Yoyo terminara en el ginecólogo»

Una vez escuchada la técnica Nines vuelve al cuarto decidida y se mete bajo las sabanas y por la cara y los sonidos de Mónica lo hizo muy bien, muy pero que muy bien, tan bien que a Mónica le encanta y eso no estaba en el plan. Carmen y Ana se tragan el concierto de gemidos y la última de plano piensa que tiene que estar fingiendo. Carmen mejor se tapa con un almohada e intenta dormir.