Ahora con la Proposición 8 tan reciente en nuestras mentes me parece que es un buen momento para abordar uno de los temas que siempre circula alrededor del matrimonio gay. ¿Por qué es tan importante para nosotros que se llame matrimonio?
Uno de los principales argumentos que esgrimen quienes están en contra del matrimonio gay es que no es tan importante la denominación como que se obtengan los mismos derechos. Dicen que no tienen nada en contra del «estilo de vida gay» y por supuesto quieren que seamos iguales siempre y cuando nuestras uniones sean diferentes.
Y he escuchado a mucha gente preguntarse: ¿Entonces por qué quieren los gays que se llame matrimonio?, ¿Por qué no se conforman con los mismos derechos? Así que me gustaría responder a esas preguntas desde esta pequeño artículo y si ustedes tienen algo más que aportar al tema también me encantaría escucharlo.
Queremos ser iguales
Sólo hay tres países que le llaman matrimonio. A mí eso no me gusta, y por eso la he recurrido ante el Constitucional. Voy a esperar a la sentencia. En cualquier caso, si yo hiciera alguna modificación, sólo afectaría al nombre y no a los derechos y obligaciones que establece esa ley. (Mariano Rajoy)
El disfraz de iguales pero diferentes se ha venido usando desde hace mucho tiempo para discriminar pero seguir quedando bien. Pero ¿por qué algo ha de ser diferente si no me importa que sea igual? Cuando alguien nos compara con algo que es igual o mejor que nosotros más bien nos sentimos halagados ¿verdad? Entonces ¿por qué no puede llamarse matrimonio?
Pues porque no es verdad que quieran darnos los mismos derechos y obligaciones, de ser así tener una figura idéntica pero con otro nombre simplemente sería absurdo. El problema está en que nos ven como personas inferiores y pecadoras que empañarían el significado de la palabra «matrimonio».
Y sus opiniones vienen del desconocimiento, y del empeño por entender una relación homosexual en términos sexuales (dicen que el ladrón cree siempre que todos son de su condición). Hablan sobre perversiones sexuales, sobre horrores en el lecho, y cuando alguien se refiere a la homosexualidad solo pueden pensar en dos hombres o dos mujeres en la cama.
Y lo triste del asunto es que se olvidan de que esas dos mujeres no son animales lujuriosos, sino dos personas que han aprendido a amarse, respetarse y cuidarse. Igual que cualquier otra pareja.
Es importante que se llame matrimonio porque todos somos personas iguales y deberíamos tener los mismos derechos y obligaciones ante la ley. Recordemos que no estamos hablando de religión aquí, sino de derechos humanos. Todos tenemos derecho a a buscar nuestra felicidad siempre y cuando con ello no hagamos daño a nadie.
Si no se llama Matrimonio es más fácil discriminarnos
20 minutos: ¿Y con la ley del matrimonio gay que tienen recurrida ante el Constitucional?
Mariano Rajoy: En el matrimonio gay esperaré al recurso del Tribunal Constitucional, pero lo que nunca voy a hacer es restringir ninguno de los derechos que establece la ley porque mi discrepancia es en el tema del matrimonio.
20 minutos: ¿También respetaría el derecho de adopción que se reconoce a las parejas homosexuales?
Mariano Rajoy: El de adopción no, no estoy de acuerdo.
20 minutos: ¿Entonces lo quitaría?
Mariano Rajoy: Yo lo cambiaría, sí; les quitaría el derecho.
Cuando leí esta entrevista que el diario 20 minutos hizo al entonces candidato a la presidencia Mariano Rajoy no pude sino reírme por no llorar. ¿Cómo es posible decir en una frase que no quitaras ningún derecho y en la siguiente que quieres quitar el derecho a adoptar?
Para estos políticos es difícil crear una ley que diga: «los homosexuales no pueden adoptar», sería percibida como lo que es, una ley que discrimina. Si las uniones entre gays y heterosexuales son iguales no pueden discriminar de ningún modo porque al quitarle derechos a unos les quitarían derechos a los otros.
Pero si las uniones entre gays se llaman «uniones civiles» entonces no son lo mismo y es mucho más fácil sacar iniciativas veladas como la Arkansas Unmarried Couple Adoption Ban que básicamente hace lo que Rajoy quisiera hacer en España, quitar el derecho de adoptar a los «que no pueden casarse», porque por su puesto las «uniones civiles» no cuentan como matrimonio.
Es por esto que es tan importante que las uniones entre homosexuales también se llamen «matrimonios» para que podamos ser iguales ante la ley y la sociedad.
El mundo no se ha acabado
En el 2005 se aprobó la ley que permitía a los homosexuales casarse en España. En ese momento se hablaba de la destrucción de la familia, de que esta ley abría el paso a que los pedófilos, los polígamos, etc. Estamos a 2007 y nada de eso ha sucedido.
Más bien hay muchas más parejas felices. En mi caso por ejemplo me ha permitido acceder a un montón de derechos que no tenía antes como la seguridad social, y el derecho a ser ciudadana española. Y lo más importante de todo me ha permitido validar mi relación con mi pareja ante la sociedad y el estado, y eso es algo que yo quería hacer con todo mi corazón. Ha hecho que mi familia sea igual que la de mi hermana.
Así que la próxima vez que alguien les diga que «matrimonio» y «uniones civiles» son lo mismo, o que no entienden porque no se conforman con tener los mismos derechos, ya pueden contestar con un montón de argumentos que no es verdad.
Me encantaría escuchar lo que tienen que aportar a este tema, que a veces también es bueno ponernos un poquito serias.
Hola Rogue!!!!! Que buen post!!! Estoy totalmente deacuerdo contigo. La falta de tolerancia y entendimiento de las personas en cuando a una relacionn sentimental de dos personas del mismo sexo es impresionante. Lo mas triste de todo es que esta gente abunda por montones y eso hace que pasen cosas como la proposicion 8. Pero como digo yo «Adelante como el elefante, asi me lleve al mundo por delante»