Bienvenidas unas semana mas a este paseo por esos años 50. Esta semana la verdad que las chicas no han parado y hemos podido disfrutar de otro acercamiento entre ellas, pero bueno, no quiero adelantarme. Empecemos por el principio.
La semana comienza con la visita de Ana a Lourdes, una mujer mayor madre de Mauricio, el médico del barrio y último novio de nuestra querida Rosa. La mujer le relata como de repente perdió la visión, Ana intenta darle ánimos ante tales circunstancias y la verdad, todo esto es un pretexto para ponerles la foto ya que veo a Ana guapísima.
Una vez que se queda a solas con el médico, éste le confiesa que está muy preocupado por la situación de su madre, porque es él quien se tiene que ocupar de ella. Le dice que todo seria más fácil si estuviera casado, pero nuestra Ana que de esto entiende un rato, le responde que no idealice el matrimonio que a veces lo que hace es complicar las cosas.
Mauricio le pregunta qué tal le van las cosa con Alfonso y ella le responde que mal, que fatal, que ese matrimonio está terminado, que ama a Teresa y se van a ir juntas muy lejos, ok ok, eso último es mío, me emocione escribiendo, disculpen. Pero lo que si dice que no tiene esperanza con ese tema, claro que no, haces bien, la esperanza la debes canalizar hacia la hermana de tu futuro ex marido.
Nos trasladamos a la casa de Teresa y nos encontramos a Carmen tejiendo algo para Alfonso, para cuando salga, al ver el semblante serio de su hija (a veces me pregunto dónde quedó esa chica risueña de la temporada anterior) su madre le pregunta que le sucede y ella le responde que Héctor le contó que el problema de adicción de su hermano es más serio de lo que pensaba.
Teresa empieza a quejarse por esa falta de información, ya que todo el mundo sabia la situación de Alfonso menos ella, pero su madre le dice que no es momentos de reproches, pero teresita que está guerrera sigue con lo mismo y le pregunta si es que solo es Ana quien puede ayudarlo. Le confiesa que se siente apartada, pero su madre la corta y le dice que nadie podía ayudarlo, que solo los profesionales se podían hacerse cargo. Carmen hace mención a ese nombre que hace que Teresa se encienda, y hablo en todos los sentidos, Ana, le dice que ella siempre ha estado al lado de su hermano desde que perdió el título de campeón de España y que está sufriendo con la situación tanto como ellas.
Héctor va a ver a su cuñada Ana para hablar de nuevo del boxeador, y de lo mucho que esa situación está afectando a toda la familia. Éste le cuenta su pelea con Teresa por querer ir a ver a su hermano en un momento en el que aún no podía recibir visitas. Mi Ana le dice lo que todas pensamos, que Teresa no es nada razonable y que la testaruda tiene que entender que no es el momento para verlo.
Ana está convencida de que en la clínica en la que está le van a ayudar, pero que no sabe cómo será cuando salga y se tenga que enfrentar con la realidad, porque seamos sinceras, Alfonso no es la persona que sabe enfrentar las cosas, antes de las drogas vía vena, lo solucionaba con el alcohol.
Héctor le pregunta si está dispuesta a luchar por su matrimonio y esta es la magnífica respuesta que recibe:
Ana: Estoy dispuesta a ayudar a Alfonso a salir adelante, es una buena persona y se merece otra oportunidad. Pero, mi matrimonio está roto, y eso es algo que ya no tiene arreglo… yo ya no siento nada por Alfonso
Quien no la cree con esta carita. Más tarde pasa a visitarla, Abel, su abogado, Ana quiere consultarle los trámites para poder abrir una sucursal de almacenes en Bilbao, otra ciudad. Él le responde que necesita una inversión fuerte de dinero para tal acción, así que al final Ana cambia de opinión y le dice que solo estaba buscando una solución para Alfonso, y en un arrebato de sinceridad le dice que olvide ese tema y se ponga con la anulación del matrimonio, pero segundos después se arrepiente y le pide al abogado que se marche. Ainss que pena que no haya seguido para adelante con la nulidad, total, a su matrimonio le quedan tres telediarios y medio.
Esta mujer no tiene respiro, una vez que se marcha Abel recibe una llamada del centro donde está interno Alfonso, para comunicarle que no para de preguntar por ella y que a partir de ahora puede empezar a recibir visitas. La cara de Ana lo dice todo.
Al día siguiente nuestra no tan querida amiga Rosa va a casa de Ana, quien la invita a desayunar. Hablan de las mujeres trabajadoras que están hechas cada una y luego Ana se sincera diciéndole que no está bien. Hoy irá a ver a su marido y le dice que tiene miedo a lo que se puede encontrar, su amiga le da ánimos y le dice que tiene que ser fuerte, pero Ana le confiesa que no tiene más fuerzas para luchar. Rosa toma la mano de Ana, ambas se miran, y Ana separa su mano de la de Rosa, se levanta diciendo que tiene prisa y se marcha cada una por su lado. No me quiero parar mucho en ese detalle porque sufro.
Ana va al encuentro de Carmen para darles las buenas nuevas respecto a su hijo, cosa que alegra mucho a la mujer. Están enfrente de la tienda de Teresa, que sale y se encuentra a las dos hablando. Ana y Teresa apenas pueden mirarse después de lo sucedido entre ellas en los últimos días.
Ana le empieza a contar a Teresa sobre la mejora de su hermano en los últimos días y parece que nuestra embarazada, saca su banderita blanca en esa lucha constante que se traía con su cuñada y ambas empiezan a hablar sin tanta tirantez. Ana les dice que ella va a encontrarse hoy con él y Carmen, pese a que Teresa no está muy de acuerdo, piensa que es mejor que ellas vayan otro día. Al final Teresa le encarga que le diga que lo quieren mucho y lo echan de menos, por último termina dando las gracias al amor de su vida, digo, a su cuñada.
Ana va a la cínica a ver a Alfonso. Éste le cuenta que lo está pasando fatal pero que merece la pena, porque quiere volver a tener lo que tenía. Para él, Ana es la única persona que le importa y está ilusionado pensando lo felices que van a ser en un futuro, pero para nuestra Ana, su cara lo dice todo, calla porque sabe la situación en la que se encuentra Alfonso, pero ella sabe que su matrimonio está más que acabado.
Ana va a casa de su cuñada para contarle tanto a ella como a su madre como ha visto a Alfonso. Nadie te cree Ana, has ido porque puedes evitar estar mucho tiempo separada de la embazada, todas los sabemos. Empiezan a hablar otra vez del mismo tema, y ya me canse de hablar del boxeador, está bien y todas los sabemos. La madre de Teresa la invita a una infusión que están a punto de tomar, así que se queda con ellas. Aquí hago un paréntesis para decir si nadie se da cuenta de las tremendas miradas que se echan estas mujeres, porque eso no puede pasar desapercibido para nadie. Luego la madre de Teresa me saldrá con que ella ya se olía algo…
Ana empieza a contarles la visita, y si, ya sabemos que se va a recuperar, no es que no quiera que se recupere pero, que rapidez… Les sigue contando que al final han terminado hablando del futuro. A mi Teresa ya le cambia la cara y se pone tensa, obvio que aunque ella no lo sepa, todas sabemos que es ella la que quiere estar en ese futuro. Así que de tanto nervio interno acumulado, cuando está sirviendo la infusión, se lo echa a la pobre Ana encima de la falda. La madre de Teresa inmediatamente le dice que se la quite, que le va a intentar quitar esa mancha. Esta es la cara de Teresa cuando ve a Ana sin la falda. Para que vamos a disimular un poco…
En la siguiente escena nuestras chicas por suerte están solitas en el salón y yo solo pienso que ojala a Carmen le cueste mucho sacar esa mancha… Teresa se vuelve a disculpar por lo sucedido, pero vamos, todas sabemos que lo hizo a queriendo para verle las piernitas a Ana, ok, no fue así, pero el destino es lo que tiene.
Y aquí es cuando les doy la bienvenida a la nueva clase de cocina a manos de nuestra Teresa García, hoy aprenderemos a hacer unas maravillosas y sabrosas rosquillas, tomen papel y lápiz. Si quieren conquistar a una mujer, atentas al dato. Preparen harina, huevos, agua… lo amasan bien dándole forma de dicho dulce y listo, si Ana lo entendió, nosotras no seremos menos. Pero vamos que yo no sé si Ana la está escuchando o no, porque la mira de una manera que parece que en cualquier momento le va a lanzar sobre ella.
No sé en qué momento una conversación de rosquillas se vuelve sexy, pero así sucede, y queda una que las dos quieren, ambas la cogen a la vez, se miran con cara de “quien fuera rosquilla” y Ana se la cede. Pero mi Teresa, se la acerca para que le dé un mordisquito, y si, seguimos hablando de la rosquilla. Nunca comer este dulce fue tan sensual. Pero justo cuando estamos atrapadas por ese ambiente dulcero, la madre de Teresa grita que no sabe si la mancha saldrá, o que había salido, no sé, porque ni escucho, ya que sigo mirando a las dos amigas, que de un salto se separan.
Por la noche, mientras Teresa intenta repetir ese momento sexy de darle la rosquilla en la boca a su marido, cosa que no es ni un poco parecida a lo que fue con la Rivas, no para de pensar en ella, tanto es así que se acuesta con su marido recordando a su amiga. Uff, solo puede decir que Teresita va caminando lentamente hacia nuestra querida acera soleada.
Mientras Ana, empieza a recordar cuando conoció a Teresa y sus mejores momentos con ella, a continuación empieza a escribir una carta la cual rompe al final, pero aquí les traigo el contenido, porque es toda una declaración de amor
“Lo supe en cuando después de nuestros primeros problemas nos reencontramos, entonces ya no tuve la menor duda, en el silencio, si, pero sin vacilaciones… sin miedo a la gente quiero decir. Un temor muy grande a que no me correspondieras, luego cuando supe que tu también me querías, porque lo sé… tú podrás engañarte, luchar por engañarte… pero sé que me quieres como yo a ti, profunda, intensamente. Ahora tu llevas una nueva vida dentro y yo tengo que reencauzar la mía, volveré a ser libre, aunque eso te haga daño, quizás me odies, no se… Si estoy segura que nos separaremos, quizá para siempre, pero no podía seguir en silencio, tenía que decírtelo aunque tú ya lo sepas. Una vez más, te quiero con toda la fuerza de mi corazón. No recibirás esta carta nunca, pero tenía que decírtelo, gritártelo con toda la fuerza de mi corazón”
Awwwwwww si eso no es amor… Pues hasta aquí la semana. ¿Qué les pareció? ¿Es el final o principio de algo entre las chicas?