Cuando yo pensaba que no podría con más sufrimiento televisivo en mi vida señoras, me vine a topar con Marienhof una telenovela alemana en la que por supuesto hay temita lesbicanario. Y es que yo estaba viviendo mi vida tan tranquila en Twitter, cuando la señorita @Amidola del Team Germany de Venice me recomendó que le echara un vistazo y a partir de ahí no me quedó otro remedio que ver lo que va de historia (aún se está emitiendo) para contárselas con detalles porque ya saben que yo estoy siempre dispuesta a sacrificarme por su felicidad.

Kerstin

Pero empecemos por el principio, les presento a Kerstin, mujer que ha llegado a este mundo con la insana intención de arrebatarle a Veronica Ciardi el apodo de «Regina della confusione». Kerstin tiene una panadería en la que trabaja junto a su amiga Heidi. También tiene un novio muy mono que se llama Raúl (y que por cierto es español y de Sevilla) y que tiene un bar junto a su hermano.

El caso al bar un día entra una enigmática mujer que se dedica a hacer chocolates artesanales. El hermano de Raúl de inmediato se prenda de ella y hace lo indecible porque él se la presente a Kerstin para que venda los chocolates en la panadería y poder conquistarla. Raúl por hacerle el favor a su hermano lo intenta pero Kerstin no está muy abierta a la idea, y cuando conoce a la misteriosa Juliette (que por cierto es francesa, sip, esto es muy internacional) le gusta todavía menos porque tanto a ella como a Heidi les parece un poco rara.

Pero el caso es que aunque ella les caiga mal los chocolates están muy buenos y lo mejor de todo es que algunos son afrodisíacos y por lo tanto adictivos así que no les queda de otra que aceptar a Juliette en la familia.

Juliette

Las tengo anonadadas y eso que aún no les doy a probar mis chocolates

Juliette es una soñadora que bien podría haber nacido sin problema ninguno de una novela de Isabel Allende. Y es que todo su rollo chocolatero roza el realísimo mágico para trauma de Kerstin que piensa que está más loca que una cabra pero que atrae a muchos clientes.

El caso es que dicen del odio al amor hay tan solo un paso, y en este caso, con una cocina de por medio y montones de chocolates eróticos pululando por los rincones, no podría ser de otra manera, así que Juliette termina enamorada de Kerstin que no es indiferente a la primera pero también está enamorada de su novio y no quiere dejarlo. [modo ironic on] ¡Happy Times! [modo ironic off]

Kerstin y Juliette

El resultado es uno de esos triángulos noveleros que tantos traumas existenciales nos han causado, con la diferencia vital de que en este caso, Kerstin está efectivamente enamorada tanto de uno como del otro, y quisiera explicarles muchísimo más pero entonces ¿qué chiste tendría?, tienen que verla y decidir si les gusta o no.

A favor le encuentro que no les da ningún miedo mostrar escenas románticas entre las chicas y están retratadas completamente igual que las heterosexuales, en contra que la historia es un mucho novelera, (más que Otalia y eso ya es decir) pero se deja ver.

¿Qué les ha picado la curiosidad pues entonces les recomiendo que se pasen por el canal de YouTube de Diana3102 que está subtitulando la historia en español (Gracias a Azul-Violeta por el tip). Y si se les terminan los clips en español y siguen con mono, la pueden seguir en tiempo real en el canal de Keriette en Alemán con subtitulos en inglés

Por cierto, no sé ustedes, pero entre las galletas de Natalia, los muffins de Olivia, los panqueques de Callie, los donuts de Arizona, los Hot Cakes de Robin y ahora los panes de Kirsten y los chocolates de Juliette empieza a preocuparme seriamente mi dieta…