Strawberry Panic! es una serie larga, consta de 26 episodios en los que se nos contará una historia romántica disfrazada de cuento clásico rosa que en el fondo tiene mucha miga. La historia sucede en un lugar llamado Astraea Hill que vendría a ser una especie de cielo lesbicanario dividido en 3 escuelas: la Academia St. Miatre, la Academia St. Spica y la Academia St. Le Rim. Nosotros conocemos el lugar de la mano de Nagisa Aoie una estudiante que ha sido transferida al cuarto curso de St Miatre y esta intentando encontrar su sitio en su nueva escuela. Nagisa es una chica llena de energía cosa que combinada con su excesiva inocencia hace de su personaje el eje alrededor del cual gira toda la serie. Tras esta breve introducción, vamos a lo que verdaderamente interesa.

Nuestro capítulo comienza con una misteriosa joven que, paseando sola por un precioso bosque, se pregunta por qué su vida ha perdido sentido. En un primer vistazo vemos que la joven es guapa (muy guapa), con un largo y sedoso cabello, y vestida con lo que parece ser un uniforme escolar de color negro (bueno quizá sea azul marino pero a mi siempre me pareció negro, y como negro se queda)

Cambiamos de escena y nos encontramos con la que será motivo de nuestras alegrías y tristezas, la protagonista del anime, la pequeña Nagisa-chan. Está tratando de llegar a su nuevo colegio, que se encuentra en Astrea Hill (que quieren, queda mucho mejor “Astrea Hill” que “la Colina Astrea”). Al darse cuenta de lo lejos que está y de que ya llega un poco tarde, sale corriendo hacia la colina. Cuando llega a la cima, se encuentra con un montón de estudiantes con unos uniformes muy bonitos (y muy sugerentes) y, emocionada, empieza a correr con tan mala suerte que, por no mirar por donde va, acaba corriendo colina abajo por el bosque, sin poder detenerse, para terminar frenando de bruces contra el suelo delante de un lago de aguas cristalinas (que colegio tan perfecto, eh? Quien pudiera estudiar ahí).

Se da cuenta de que no puede quedarse ahí y que tiene que regresar al colegio, así que empieza a caminar sin rumbo fijo, hasta que se detiene en un árbol a descansar. De repente aparece… sí, ¿cómo lo adivinaron? La misteriosa joven del uniforme negro. Nagisa-chan, que parece ser un poquito torpe, al ver a la joven se asusta, pega un grito y se cae de culo (literalmente). Cuando consigue recobrarse un poco, tartamudea que es una nueva estudiante de la escuela y que acaba de llegar. La misteriosa joven recoge del suelo un llavero que se le había caído. Cuando se acerca a dárselo, Nagisa-chan queda como hipnotizada por su mirada, y a la joven no se le ocurre otra cosa que darle, a cámara lenta, un ligero beso en la frente. Y claro, nuestra pobre Nagisa-chan, que no es de piedra ni mucho menos, se desmaya.

Ay que ojitos pone nuestra Nagisa-chan…

La pobre se despierta en la enfermería, y junto a ella, velando su sueño, se encuentra la que será su compañero de cuarto e inseparable mejor amiga, Tamao-chan. Ésta le dice que la encontraron desmayada en los jardines, y que ha estado esperando a que despertara desde hacia unas cuantas horas. Y es que Tamao-chan ha sufrido lo que parece un amor-a-primerísima-vista hacia nuestra querida Nagisa-chan. Antes de acompañarle a su nueva habitación, Tamao-chan se ofrece (más bien obliga) a Nagisa-chan a tomarle las medidas para su nuevo uniforme. Y se pone muy diligente a tomarle medidas de todo el cuerpo, inclusive el contorno del pecho (no es tonta la chica eh).

Si para su uniforme, si si…

Cuando van a pedir el uniforme, les preguntan por las famosas tallas, y Tamao-chan pide una 38. Sí, en ese momento yo también me empecé a reír, pues está claro que las mil medidas que le tomó no fueron más que para ampliar sus conocimientos sobre “anatomía femenina” o más bien “anatomía Nagisiana”. De camino a la habitación Nagisa-chan, que también se ha fijado en el pequeño detalle de la talla, le pregunta a Tamao-chan al respecto

Nagisa: Eh, Tamao-chan…
Tamao: Sí, ¿qué pasa, Nagisa-chan?
Nagisa: La talla del uniforme solo era un número. ¿Por qué me tomaste todas esas medidas?
Tamao: ¿Ah, eso?
Nagisa: Sí. Mi peso, el largo de mis piernas y mi pecho… ¿Por qué tenías que medir todo eso?
Tamao: Por supuesto hay una razón para ello. Cada uno de los datos de Nagisa-chan son mi tesoro, por eso.

¿Cumpleaños? Investigando jaja

Jajaja, ¿os lo dije o no os lo dije? Tamao-chan sufre de amor-a-primerísima-vista. Y las caras de Nagisa-chan son todo un cuadro, pobre muchacha jaja

Mientras nuestras chicas siguen hablando, nosotras descubrimos que los padres de Nagisa-chan se han ido a vivir al extranjero, y que ella ha venido a estudiar a este colegio porque su tía le habló de él, y le encantó (no me extraña, a qué lesbicanaria no le gustaría estudiar allí…). Tamao-chan le comenta que es raro que alguien entre en cuarto curso (primero de secundaria).

De repente le dicen a Tamao-chan que la jefa de su club la está buscando, por lo que debe marcharse. Pero antes de irse le advierte que tienen toque de queda a las 6, y que debe cumplirlo si no quiere meterse en problemas. ¿Problemas? Por favor Tamao-chan, que cosas tienes, ¿Nagisa-chan en problemas? Por favoor…

Cuando se despiden, Nagisa-chan se dirige a los dormitorios. Mientras va tranquilamente caminando por el paseo, a lo lejos ve pasar a la misteriosa joven… y claro, rápidamente se pone a seguirla, intentando no perderla de vista. Pero, como creo que ya os habréis dado cuenta, lo de Nagisa-chan no es precisamente la buena suerte, así que, después de seguir a la joven bosque adentro, la pierde de vista. Entonces recuerda la advertencia de Tamao-chan sobre el toque de queda, y corre hacia los dormitorios. Corriendo corriendo, divisa a lo lejos la verja que, como ya han dado las 6, se cierra lentamente… con la ya mencionada buena suerte de que termina de cerrarse escasos segundos antes de que ella llegue, sin poder entrar.

Nagisa-chan le pregunta preocupada a Tamao-chan, que está al otro lado de la verja, que qué va a pasar ahora, y ésta le explica que la única que tiene las llaves es la… chanchan… Hermana Directora. Una duda que me surge a mí, ¿las monjas también son lesbicanarias en este anime? …Vale vale, da igual si lo son o no, solo era curiosidad, tranquilas…

La señora Hermana Directora le pregunta a la pobre Nagisa-chan que quién es, y que no debe desobedecer el toque de queda aunque sea nueva… ¿Eso que lleva en la mano la Hermana Dire es una batuta? Más bien parece el palito de los latigazos en el culito a las estudiantes malas… uy, pobre Nagisa-chan… en buen lío se ha metido.

Ojo al palito, y a la cara de NECESITO UN BUEN POLVOOO... y lo necesito yaaaa!!

La lleva al despacho y le hace recitar las normas de la escuela mientras golpea la mesa con el palito-de-los-latigazos-en-el-culito-a-las-estudiantes-malas. Cuando nuestra pobre chica ya ha recitado 10 normas de Dios sabe cuantas, hace su entrada en la habitación la salvadora de Nagisa-chan. Se trata de la presidenta del consejo estudiantil, Roujou Miyuki-sama (¿cómo harán las japos para aprenderse estos nombres? Madre del amor hermoso) quien la ayuda a “escaparse” del despacho de la Hermana Dire.

Cuando salen del despacho, Nagisa-chan se disculpa con la presidenta por haberla hecho ir a buscarla al despacho de la Hermana Dire. Ésta, divertida, le dice que no pasa nada, pero que es curioso la mala suerte que ha tenido para ser su primer día en la escuela (pobre Nagisa-chan, la ha mirado un tuerto) y también comenta que, si está nerviosa en su presencia, ¿qué hará cuando conozca a Etoile? Y ahora nosotras nos preguntamos, ¿quién es la tal Etoile? Pues nada más y nada menos que la representante de las tres escuelas: St. Miatre (a la que pertenecen Tamao-chan y Nagisa-chan), St. Spica y St. Le Rim.

Siguen hablando, y se dirigen al comedor para la cena, donde todas las estudiantes están especulando sobre cómo será la nueva estudiante, y si será guapa… (¿Ven? Paraíso lesbicanario, no se libra ni una). La presidenta del consejo le dice a Nagisa-chan que lo primero que debe hacer es saludar a Etoile. Entran en el comedor, y, mientras Nagisa-chan siente todas las miradas clavadas en su nuca, se acercan a un grupo de chicas de lo que supongo que será último curso (pues parecen más mayores que Nagisa-chan). Cuando la presidenta pregunta por Etoile, una de ese grupito responde que se acaba de ir, pero Nagisa-chan, que está atacada de los nervios, no lo escucha y se dirige hacia la chica que ha hablado, diciendo que está encantada de conocerla y que espera que bla bla bla.

El caso es que todo esto lo dice super rápido, y cuando termina de hablar y se para a coger aire, de repente, la joven misteriosa del principio del capítulo se acerca a ella por detrás y le susurra al oído “Nos volvemos a encontrar”.

Nagisa-chan la reconoce y empieza a gritar (en realidad a hablar alto de forma escandalosa, algo típico de ella cuando está muy nerviosa) que debería mantener la compostura, que están delante de Etoile-sama (refiriéndose por error a la chica de antes, puesto que la verdadera Etoile-sama no es otra que la joven misteriosa) y que no puede comportarse así en su presencia.

Entonces Etoile-sama la arrincona contra la mesa, le sujeta del brazo y la atrae hacia si (en una pose muy muy sexy, como si estuviera apunto de besarla) y dice “¿Quién dice que no puedo?”. Todas las chicas del comedor alucinando en colores por la escena, y nuestra pobre Nagisa-chan, que se ha vuelto a quedar hipnotizada y perdida en los ojos de Etoile-sama, roja como un tomate y sin poderse mover, pues su cuerpo no la responde.

Etoile-sama atrae aún más si cabe hacia si a Nagisa-chan, le agarra suavemente la barbilla, se acerca lentamente a su boca y………………

Maadre, empieza fuerte este anime ¿eh chicas?

Y para nuestra desilusión, es detenida por la presidenta del consejo estudiantil, quien le dice que ya es suficiente.

Etoile-sama pregunta “¿por qué me detienes?” Y la presidenta responde “es la hora”. Y en ese momento hace goong el reloj de pared, para indicar que es la hora de la cena. Gooong salvada por la campana… o fastidiada por la campana, porque todas, incluida Nagisa-chan, nos hemos quedado con la miel en los labios. Todas las chicas se sientan para cenar, vemos como a Nagisa-chan le tiemblan las piernas (como para no, maadre), Etoile-sama bendice la mesa y mientras Nagisa-chan alucina en colores, todas a cenar.

Ya por la noche, en el cuarto, Tamao-chan le dice a Nagisa-chan que ha hecho un debut fantástico, y está asombrada por la relación tan íntima que ha tenido desde el primer momento con Etoile-sama. Mientras Tamao-chan, la enamorada-a-primerísima-vista de Nagisa-chan, hace cumplidos sobre lo guapa que ésta es, y lo precioso que es su pelo, Nagisa-chan piensa que se ha matriculado en una escuela asombrosa, y se pregunta… “A partir de hoy, ¿qué pasará?” Eso es algo, mi querida Nagisa-chan, que nosotras también estamos deseando saber.

Y así termina el primer capítulo de Strawberry Panic! ¿Les ha gustado? ¿Se han quedado con ganas de más? Se que sí, así que seré buena y les daré el gusto de ver, o más bien leer conmigo el segundo capítulo. Espero que no se les este haciendo aburrido ni nada parecido, y por si aún no se han enganchado, esperan a este segundo capítulo…

Nuestro segundo capítulo comienza con Tamao-chan tratando de despertar a Nagisa-chan haciéndole cosquillas en la mejilla (OH, l’amour…). A pesar de que ésta intenta quedarse un poco más en la cama, salta de ella como movida por un resorte en cuanto Tamao-chan le dice que su nuevo uniforme ya ha llegado. Y claro, la pobre Nagisa-chan seguramente no sepa muy bien cómo colocarse el uniforme, así que nuestra querida Tamao-chan, siempre dispuesta a ayudarla, se dispone a desabrocharle el camisón para vestirla, pero Nagisa-chan se echa hacia atrás (con una cara entre susto y vergüenza taan mona…) con tal mala suerte que se resbala con la sábana, y se cae de culo. Después de esta curiosa caída ya Nagisa-chan dice dejarse ayudar, y debo admitir que el uniforme le viene perfecto…

Como para que le quedara mal después de todas las medidas que le tomaron jaja

Pero claro, nuestra querida Tamao-chan ha querido acicalar tanto a Nagisa-chan en su primer día, que ahora llegan tarde a desayunar. Y corriendo corriendo bajan las escaleras a toda prisa, y… Nagisa-chan se choca contra Etoile-sama. Rápidamente y muy avergonzada se disculpa, pero Etoile-sama, en vez de enfadarse o reprenderla, lo que hace es sonreír y darle los buenos días.

Entonces hace notar que le sienta muy bien el nuevo uniforme, y le coloca la corbata, que la tenía un poco torcida. Pero claro, todo esto ocurre en medio del Hall, con todas las estudiantes mirando asombradas (pues está claro que Etoile no es una persona que se dirija a las nuevas alumnas así porque sí). Por si todo esto no fuera suficiente, Etoile se inclina lentamente sobre Nagisa-chan (que está nuevamente en estado de shock, sin poder moverse e hipnotizada por la mirada de Etoile-sama), se inclina, se inclina y…

Goong es la hora del desayuno, por lo que Tamao-chan se lleva casi arrastras a Nagisa-chan (que está en el séptimo cielo lesbicanario, más o menos). La presidenta del consejo estudiantil, que también estaba presente, manda al resto de las alumnas al comedor a desayunar, y cuando se quedan a solas ella y Etoile-sama…

Presidenta: Y, contrólate un poco, Shizuma. Es una chica que acaba de llegar.
Etoile: ¿Me estás sermoneando otra vez? No te preocupes. Si alguien ve una flor bonita, esa persona querrá tocarla sea como sea, ¿no? Eso es todo. No hay otra razón.
Presidenta: ¿Ah, sí?

Y ahí pienso yo a la vez que ella, ¿ah, sí? ¿Seguro que es sólo por eso? ¿Solamente te parece una linda flor a la que quieres tocar sea como sea? ¿O hay algo más? ¿La quieres poseer? ¿Eh, eh? Ya veremos…

Cuando nuestras niñas llegan a clase, son acosadas por sus compañeras, pues todas quieren saber si es cierto que Etoile-sama ha estado a punto de besar a Nagisa-chan!! Por si aun os quedaba alguna duda, ya está más que claro que esta escuela es el cielo lesbicanario, pues algunas se “mueren de envidia” y otras hablan de “los suaves labios de Etoile-sama”. Vamos que yo las comprendo perfectamente.

A la hora de comer nos encontramos con Tamao-chan dando de comer a Nagisa-chan en plan: abre la boca que llega el aviooon… (ayy, l’amour…)

Mientras comen, se acercan a su mesa otras representantes del consejo estudiantil que suelen ir en compañía de Etoile-sama, y les informan de que Shizuma-sama (o Etoile-sama, es por no repetirme) tiene una comida con las presidentas de las 3 academias, St .Miatre, St. Spica y St. Le Rim.

Pero, cuando la escena se traslada a donde teóricamente debería estarse celebrando la comida, nos encontramos con que Shizuma-sama ha desaparecido, ignorando sus deberes como Etoile. Mientras muchas chicas de St. Miatre la buscan como locas, las representantes de St. Spica y St. Le Rim esperan a una Etoile-sama que no llega.

Mientras Tamao-chan está en su club de literatura recitando poesías, Nagisa-chan decide dar un paseo por el bosque. Paseando paseando, de repente se encuentra una escena un tanto “sospechosa” (como ella misma la describe) entre Etoile-sama (quien debería estar en la famosa comida) y una chica desconocida. Etoile-sama, como parece ser ya costumbre en ella, está apunto de besar a la chica, y Nagisa-chan, que siente que está viendo algo que no debe, se da la vuelta para marcharse de allí, con la mala suerte de pisar una ramita que había en el suelo y que hace un ligero “crac”, lo que detiene a Shizuma-sama en el momento clave.

¿Quién eres? ¿Qué haces? ¡ALÉJATE DE ELLA! Shizuma-sama es propiedad de Nagisa-chan... ò.ó!

Nagisa-chan echa a correr y, cuando se detiene a tomar aliento, se da cuenta de que ha llegado a un precioso edificio con forma de palomar, que resulta ser la biblioteca. Entra en el edificio y se pone a dar vueltas entre los estantes. Ve a dos chicas leyendo un libro en una pose mucho más que amistosa… puede que me esté repitiendo, pero esto es un auténtico paraíso lesbicanario!

El caso es que llega a una bonita vidriera por la que entra un sol precioso y crea un conjunto de colores cálidos hermosísimos… cuando de repente aparece nuestra querida Etoile-sama. Nagisa-chan intenta apartarse, pero Shizuma-sama le dice “No tienes de qué asustarte, Nagisa-chan”. Y empieza a acercarse más y más a ella, admirando sus ojos, su cabello, sus mejillas… hasta que se inclina para besarla y…

Ni medio centímetro las separa ehh

Y las interrumpe (como les pasa siempre, pobrecitas, no las dejarán darse el beso a gusto ehh) una chica de primer curso a la que se le han caído unos cuántos libros en la cabeza, haciendo un gran escándalo. Nagisa-chan corre a preguntarla si está bien, y en ese momento llega Tamao-chan, diciendo que Rokojou-san (la presidenta del consejo) le había dicho que la encontraría en la biblioteca y que fuera rápido (vamos que quería impedir otra escenita de Shizuma-sama y Nagisa-chan)

Por la noche, ya en la habitación, Tamao-chan le dice a Nagisa-chan que “Los rumores dicen que a Etoile-sama no le puede gustar nadie durante más de un mes”. ¿Será este otro de los antojos de Etoile-sama? ¿O ha visto algo más en Nagisa-chan?

En la última escena del capítulo encontramos a Etoile-sama mirando por la ventana en una habitación a oscuras, reflexionando “Desde aquel momento, siempre he estado sumergida en la oscuridad. La oscuridad… sin fin.” Parece ser que nuestra Etoile tiene un gran secreto…

Y ahora sí que se acabó lo que se daba. ¿Les ha gustado? ¿Se van a enganchar a la serie? Espero sus comentarios y sus críticas… constructivas, por favor 😛