Escrito por: Yovanu

Escribo desde Buenos Aires, Argentina, no es lo más al sur que se puede estar, pero casi, así que si bien geográficamente tengo una visión austral del mundo,mi imaginación no conoce fronteras. Me gusta encontrar belleza en lo extraordinario y lo cotidiano, lo grandioso y lo pequeño, así que no es raro verme con una cámara de fotos de aquí para allá captando todo aquello que ven mis ojos y más, en especial lo imperceptible.

Nuevamente de regreso en Sugarlandia, veremos que nos depara este capítulo en la tortuosa vida de nuestra pelirroja Kim.En el capítulo anterior, nuestra Kim se había quedado sola por haberle creído a Sugar y haber dudado de Saint, con lo cual el comienzo del quinto capítulo no es alegre sino que seguimos con la onda deprimente.

Lo primero que vemos es a Kim desesperada intentando encontrar a Sugar. No sé en que momento me perdí, pero me parece que después de lo que le hizo su mejoramigaporsiempre, lo lógico sería que la estuviera buscando a Saint, suplicándole perdón y misericordia, pero no, lógica y Sugar Rush no son dos cuestiones que vayan de la mano.

Y así está, dale que dale con el móvil intentando ubicarla, oliendo su ropa para poder recordar su perfume (bueno, no, eso me lo inventé), poniéndose un sombrero de ella para recordarla (eso sí es cierto), que no sólo era un simple sombrero sino que guardaba en su interior parte de las drogas que estaba vendiendo la egoísta delincuente en su chiringuito de algodón de azúcar. Bueno, eso nos da esperanzas que va a volver, sino es por su amiga, será por las drogas.

Finalmente Kim se acuerda de una chica, que suele ser su novia y se llama Saint, y decide ir a verla. Saint esta con cara de pocos amigos, y le informa que se va a ir todo el fin de semana a una exposición de sexo donde va a tener un stand. Kim le pregunta si la puede acompañar y Saint le dice que no, que se trata de negocios. Kim le pregunta si va a llevar cosas del sex shop a la exposición y Saint que se la nota molesta, le dice que por favor la deje en paz aunque sea una noche, una noche donde no tenga que dar explicaciones. Auch…se nota que Saint está fastidiosa con la inmadurez de Kim.

Hablando de gente madura y adulta, la parejita de púberes, Nathan y Stella, se están preparando para una orgía en casa…Si, si, en casa, los niños mirando la tele y ellos enfiestados con los vecinos. Es que la juventud está perdida, no sé donde iremos a parar…ah no, no, estos son los padres, perdón…

Mientras tanto, Kim se dedica a mandarle mensajes de psico novia a Saint, diciéndole todas las obviedades: te extraño, mi vida no tiene sentido con tu ausencia, blablabla….cuando está por el 5to mensaje de novia acosadora, ve llegar a Sugar, con nuevo acompañante y nueva peluca.

Sugar Rush

Kim le lloriquea que estuvo muy preocupada por ella, y Sugar se nota no tiene mucho interés en la conversación, en realidad aprovecha el tiempo para ir revisando toda la habitación como si buscara algo…si, claro… ¿acaso no les dije antes cual era el motivo por el cual Sugar iba a volver? A buscar las pastillas que Kim había encontrado en su sombrero. Pero para parecer menos obvia de lo que ya es, le sigue la conversación a Kim, y así nos enteramos que el rubiecito que la trajo es un amigo, que responde al nombre de Dimitri, con el cual está viviendo, y que daría la vida por ella. Que bien, ¿por qué no se habrá ido a vivir con él cuando salio de la cárcel, no? Bueno, a Kim no se le ocurre preguntarse eso, vamos…que Kim es medio cortita a veces, porque hay muchas cosas que no las ve, no las piensa o no las quiere ver ni pensar. En fin, que cada tanto un rayo de esperanza aparece, y Kim se da cuenta que Sugar está ahí solo por las benditas pastillas, entonces enojada le pregunta a Sugar si el tal Dimitri es su chulo, su dealer de drogas o que. Sugar se enoja y se va. Ni se lo cuestionen, lo primero que agarro fueron las pastillas.

Nathan y Stella al escuchar la pelea entran en pánico, no por el estado emocional de su primogénita, sino porque ven peligrar su orgia hogareña si la niña se queda en casa. Entonces Stella jugando a la madre preocupada se dirige a ver que le pasa a Kim, intenta decirle que un sábado por la noche alguien joven no puede quedarse encerrada con libros. (Es que el sábado por la noche es para que Mamá y Papá se enfiesten con los vecinos en la sala, recuérdenlo siempre), como Kim la conoce, le pregunta que es lo que realmente quiere, y Stella le pide que por favor vuelva después de medianoche, y le ofrece dinero para que se vaya. Kim finalmente acepta y se va, no sin antes recoger del piso dos pastillas que se le habían caído a Sugar antes de irse. Próxima estación: Discoteca Bollo.

En su camino a la disco, Kim vuelve a llamar a Saint, quien esta vez le responde el mensaje. Kim le dice que esa noche no tiene cama, que deberían verse, Saint le dice que la propuesta es tentadora, pero que tiene que trabajar al otro día. Kim vuelve a insistir pero Saint le dice que esta llamando a la puerta el servicio de habitación y tiene que colgar. Claro, en la mente atrofiada de Kim, un simple servicio de habitación puede significar muchas cosas, no solo que te traigan comida, así que son sus dudas a cuestas, entra a la disco. Ahí se da cuenta que la última moda lésbica es tener pene,¡Que mal nos llevamos las lesbianas con la moda!. Así que esta noche en la disco, todas vestidas de hombrecitos.

Kim no es la única que desentona con el lugar, de la nada y al grito de “una mujer” aparece una desquiciadita que la ve y le toca las tetas diciendo “una mujer es así, tiene tetas, curvas de las cuales disfrutar, una mujer debe ser mujer”, Kim se queda muda porque la loquita nueva llama demasiado la atención ella sola como para poder emitir sonido. Mientras le ofrece algo de beber, le deja un pase que dice “acceso a todas las salas” y se va. Kim no ha terminado de leer aún, cuando empiezan a sonar unos acordes, Kim mira hacia el escenario y la que esta comenzando a cantar es la desquiciadita, de la que todavía no sabemos el nombre.

¡Por favor que intensidad en 2 minutos! Le toco las tetas, le invito algo de beber, le dejo un pase para verla luego y ya esta cantando en el escenario. Aprendan bollitortas del mundo entero, las lesbianas no tenemos que ser todas minusválidas en la conquista, también podemos acelerar de vez en cuando.

Termina el show y Kim se acerca a decirle a la loquita lo bien que estuvo. Ahí nos enteramos que se llama Montana, según ella, como el estado: Salvaje, duro y muy abierto. ¡No! ¡Por favor, quiero creer que no dijo semejante tontería! Cualquier persona que se autodenomine salvaje merece que le caiga algo en la cabeza y la deje inutilizada para el habla de por vida. A ver, corazón, ya quedó claro, te queres llevar a Kim a la cama, o donde sea que te resulte más cómodo, pero por favor… ¿salvaje, duro y muy abierto? ¿De verdad?, que fuerte….

Ok, tratando de superar ese dialogo anterior que me dejo traumada, vuelvo a la historia. Montana intenta besarla y Kim le dice que tiene novia. Montana, le dice que ella también, que no hay problema, que las novias son muy buenas. De hecho, su novia no querría que ella estuviera un sábado por la noche sola, lo comprendería…en serio…sigo esperando que algo caiga del cielo y logre callarla, pero no sucede.

Finalmente Montana le da un beso, pero claro, con la suerte para la desgracia que tiene Kim, justo llega Saint y las ve.

Lo que viene a continuación se podría resumir en: No es lo que parece. Te lo puedo explicar, por favor dame una oportunidad. Pero ni siquiera, es que Kim se da cuenta que no había nada por explicar, entonces en su tristeza por el miedo que le da perder a Saint, se abraza a un botella de vaya a saber que bebida alcohólica y la acompaña con las pastillas de Sugar que llevaba con ella.

Las pastillas le hacen efecto muy rápido, de hecho, un poco la desmayan. Mientras se encuentra en ese estado patético, Sugar intenta comunicarse con ella para avisarle que por favor no consuma esas pastillas porque son muy malas, pero claro, tarde, Kim ya las tomo y además no atendió la llamada. En el estado deplorable que se encuentra, la ve Montana y le dice que se van a dar un baño a la playa. A esta chica no le sobran muchas ideas, pero las que tiene ninguna destaca por su inteligencia, al compendio de frases cliché para ligar con alguien, hay que sumarle que no puede no darse cuenta el estado lamentable de Kim que casi no puede caminar, y no tiene mejor idea que llevársela a la playa. Retiro todo lo antes dicho, vuelvan a las conquistas lentas que rozan lo absurdo, pero conserven la salud. 😀

Cuando llegan a la playa, Montana rápidamente se olvida de Kim y se va por ahí con otra gente. Kim queda caminando sola como puede, totalmente drogada, hasta que finalmente se sienta en la playa. Mal como está hace el intento de llamar a Saint, quien como al tercer intento tiene la buena voluntad de atenderla (recordemos que acaba de ver a Kim besándose con otra, así que esta enojada), cuando la escucha se da cuenta que Kim esta mal e intenta averiguar donde encontrarla, pero Kim dice incoherencias porque en su estado apenas sabe como se llama. Llega a decirle que ve una piedra solitaria y es lo último que Saint escucha de ella.

Lo siguiente que vemos es a Kim en el hospital, donde se despierta después de haber pasado la noche ahí. Una enfermera le dice que tuvo suerte que su amiga la hubiera traído a tiempo, cuando Kim le pregunta que amiga, justo entra Sugar a la habitación diciéndole que era una idiota, como iba a tomar una de esas pastillas. Ahí Kim se da cuenta quienes son los ¿verdaderos? Amigos, vamos…que con Sugar no se puede confiar nunca. Kim le dice que sino hubiera sido por ella que estuvo ahí esa noche, no sabe que seria de su vida…Sugar se la queda mirando y le pregunta de que le habla, pero Kim no la escucha, sólo le da las gracias por haberla salvado, y Sugar le dice que no fue nada. Sugar recibe un llamado y le dice que se tiene que ir, que luego se ven y hablan más tranquilas.

Casi cuando Sugar se va, llega el dúo dinámico, Nathan y Stella, preocupados por su hija, lamentando no haber estado ahí cuando sucedió lo que sucedió. Entonces Kim piensa que no puede quejarse porque ahí tiene a su familia, y a una amiga como Sugar, preocupándose por ella en los malos momentos, en cambio, no entiende porque Saint no acudió en su ayuda cuando la necesitó.

Mientras ella se queda pensando, nosotras tenemos la suerte de ver lo que realmente sucedió. Como era de esperarse, Sugar no hizo nada, quien fue corriendo a la playa a rescatarla fue la hermosa de Saint con su gorrito Manu Chao que tan bien le queda.

La encuentra gracias a las dos o tres pistas que había balbuceado Kim por teléfono y un poco también por azar, porque encontrarla no era tarea fácil. Es Saint quien la lleva al hospital, quien deja un mensaje a Nathan y Stella en el contestador avisando donde estaba su hija y quien llama a Sugar para que vaya. Una vez que Kim se encuentra fuera de peligro, se va del hospital y la deja con Sugar.

Así que bueno, ya sabemos quien es la heroína de nuestra historia, la pregunta es, ¿Cuándo dejara Kim de pensar que quien la salvo fue Sugar? ¿Sugar cuando confesara que no tuvo nada que ver? ¿Cuántos favores le pedirá a cambio a Kim por haber “salvado su vida”? Lo mas importante, ¿Cuándo Kim y Saint volverán a darnos alguna escena romántica envidiable?

Muchas preguntas, muchas preguntas, esperemos que en el próximo resumen tengamos alguna respuesta.

¡Hasta la próxima!