Bienvenid@s nuevamente, siéntanse cómodas y acompáñenme a ver que nos depara el capítulo 18 de Para Vestir Santos. Hay una frase por ahí, que no es que me parezca inteligente ni nada, es simplemente que se me vino a la mente ahora, que la decía el pensador contemporáneo Forrest Gump: “La vida es una caja de bombones”, y en esas 7 palabras sintetizó, en la frase cinematográfica más tonta de la historia, lo que ya todos sabemos, que la vida es impredecible y no sabemos nunca con que nos va a sorprender. Pues bien mis queridas bollitortas, vayamos viendo que bombón nos toca hoy, porque últimamente con nuestra suerte para la desgracia, nos tocan todos los que no quiere nadie.
La semana pasada habíamos dejado a la nueva parejita Male-Ema besándose al costado del puentecito del amor. Esta semana vemos que Male (ella, su peinado y su vestuario, que como diría mi amada amiga @SoahST es muy “Amelie cutre”) llegan a casa de Ema. Bueno, en realidad Ema la lleva a su casa, o casualmente caminaban y pasaban por la puerta, la verdad que no se sabe, pero ahí están.
Ema, tan bollerilmente virginal como nos la muestran, no sé si a propósito o por casualidad lo primero que le dice a Male es “vamos a mi cuarto”… ¿ven? ¡Tortas de pacotilla que tardan años en tomar la iniciativa! ¡Así se hace!
Por cierto, ya lo comenté la otra vez, si Malena es impresentable con el vestuario, Ema parece salida de una telenovela ochentosa. Mientras suben las escaleras, Ema le cuenta a Male que sus padres viven separados para no separarse y bastante lejos uno del otro.
Entran en la habitación y Male (acompañada de su carterita de corazón acharolada) le señala un cuadro y le pregunta: ¿Y este cuadro?, a lo que Ema responde “Está ahí hace mucho tiempo”, cuando todas sabemos que la respuesta correcta sería “Es espantoso, no sé como todavía no lo prendieron fuego. De hecho Malena lo contempla unos segundos y no se atreve a hacer ningún comentario.
Ema le ofrece un té, un café….lo de rigor, ya sabemos que ninguna tiene sed ni está ahí para el té de las cinco.
En ese momento se miran y comienza el concierto de risas tontas y nerviosas. Ema le dice que estuvo pensando mucho y Malena la mira embobada (e intuyo su cabeza grita “que se calle y me de un beso”, “que se calle y me de un beso”…bueno, está bien, capaz no lo piensa y soy yo sola la que pienso esas cosas), pero para nuestra suerte (y la de Male), la Dra. Sexytímida le dice que estuvo pensando mucho en ella (y ahí Malena un poco se muerde los labios con lo cual confirma que piensa algo parecido a lo que yo decía antes, ¡vamos chicas que nos conocemos!).
Malena le pregunta si le pasa algo (¿Qué clase de pregunta es esa? Obvio que le pasa algo marmota…) y Ema le dice que está muy contenta (y llora para terminar de desorientarnos en su mundo de sensaciones…), que hace mucho que no estaba así de contenta, entonces Malena, que se nos ha convertido en una guerrera del amor o se cansó de escuchar confesiones, la besa.
Ema le pregunta a Male si piensa en ella, y Male entre que se muerde el labio y piensa porque será que se puso tanta ropa y el tiempo que le va a tomar quitársela, le dice que sí.
Se siguen besando y Ema continúa haciendo gala de haber leído el manual de la perdedora y le pregunta a Male si le gusta. A ver mi querida Ema, está bien que seas nuevita en el mundo tortibolleril, pero algunas preguntas NO se hacen y menos en una cama a 5 minutos de empezar a volar la ropa. ¡Por supuesto que te va a decir que sí! Siguen besándose, Malena empieza a tocarla y si veníamos mal con las preguntitas, Ema termina de tocar fondo con “¿Me querés?”…..no es por ser mala, pero me da pena Ema, me parece que estas dos chicas están en dos sintonías diferentes, Ema está totalmente obnubilada con su primera experiencia y Malena es…Malena.
Mientras siguen con la escena “amorosa”, yo les dije que a nosotras nos estaban tocando los bombones de la caja que no le gustan a nadie, así que nada, a devolver o reclamar porque nos tocó uno agrio. Cuando la cosa se estaba poniendo buena y todas estábamos con nuestros ojitos brillosos y nuestros colmillitos afuera, vemos un señor entrando a la casa de Ema. ¿Y éste quien es? ¿Y por qué nos arruinan todo así? ¿Qué hemos hecho para merecerlo?
El señor en cuestión empieza a llamar a Ema y ella al oírlo salta como un resorte y empieza a vestirse rápidamente. Parece que llegó la policía chic@s y no nos habíamos enterado. Bueno, no…es el padre de Ema, pero muy lejos de la policía no estamos. En fin, les relato la escena que me pareció malísima realmente, con un argumento súper forzado, pero bueno, es lo que hay.
El padre las ve a las dos (ya vestidas y con caras de nenas buenas) y comienza el interrogatorio a su hija. ¿Qué si hoy no trabaja? ¿Quién es esta chica? ¿De donde salió?, cuando Ema le dice que la conoce del hospital y Malena le dice que es actriz y se conocieron en una consulta, el padre de Ema se enfurece y le dice a su hija que si le va a mentir que mienta bien.
Ema le pide al padre que se vaya y éste no la mata ahí creo que porque está Malena, entonces se va y las deja solas. Ema (que si ya estaba medio llorando antes por besarla a Malena, ya ahora tiene ganas de llorar pero de las buenas) le pide perdón por la escena, pero Malena le dice que se quede tranquila, que no pasa nada.
Malena le pregunta porque no le dice la verdad al padre y Ema le dice que no puede.
Male: ¿Vos pensas que se te va a pasar en algún momento? No se te va a pasar eh.
Ema: Ya sé que no se me va a pasar.
Male: Tomate tu tiempo para pensar que le decís, como lo encaras…
Ema: Si me tomo tiempo va a ser peor porque me voy a terminar casando con alguien que no quiero (¡¡WTF!!) y después va a ser muy difícil…
Male (con cara de no entender nada): ¿Por qué casándote con alguien que no queres?
Ema se acomoda el pelo y acá viene la frase retro/vintage del capítulo “Yo estoy…comprometida con alguien”. Paren que me siento, tomo aire y trato de entender esta frase arcaica en el siglo XXI.
Malena la mira con la misma cara de estar escuchando chino mandarín con la que la miraría yo. Ema le suma detalles a este delirio diciéndole que el “prometido” vive lejos, pero que de aquí a un tiempo tiene que empezar a pensar en el casamiento y a prepararlo. ¡¡DOBLE WTF!! (Y agradezco no haber oído palabras tales como “dote”, porque sino consideraba irme a morir por ahí…)
Male: ¿Sabes como se soluciona eso? Diciendo que no te queres casar.
Ema: ¿Y qué le digo a mi papá cuando me pregunte?
Male: ¡Y la verdad!, que no lo queres, que no estás enamorada ¿Qué le vas a decir?
Ema: ¿Vos te pensas que a él le importa eso?
Mientras termina de decir eso, el padre la llama. Y ella responde como una niña de 5 años autómata. Ahí el padre le pregunta sino se dio cuenta que esa chica que está en su casa es lesbiana. (Claro…no sabemos si habla de Malena o de su propia hija). El padre comienza con su interrogatorio un tanto morboso al preguntarle ¿que estaban haciendo cuando él llego?
Ema le dice que ella es una mujer y no una nena (por el momento tengo mis dudas…) y que no tiene que darle explicaciones. El padre le dice que mientras viva en su casa, él tiene derecho a pedírselas. Ema que tiene escaso carácter comienza la confesión, reconoce que Malena es lesbiana (lo que es increíble porque dudo que Malena se reconozca como tal) pero no le ve nada malo a eso. Le dice a su padre que no se va a casar…lo cual no hace más que tensar más aún la situación y hace que el padre morboso arremeta nuevamente con ¿qué estaban haciendo?
Pero a ver, ¿qué padre pregunta esas cosas? Aún queriendo comprobar si la hija es bollo o no, casi ningún padre que yo conozco haría preguntas en ese tono, ¿o acaso pretende que le cuente con lujos de detalles lo que estaban haciendo? Todo muy extraño en esta escena.
Pero lo peor es que encima Ema le confiese que se estaban besando. Lo que es la presión psicológica, porque ví varias veces la escena y la 9mm no la ví en ningún momento apuntarle a la cabeza, de hecho, no la ví en ningún lado.
El padre ya furioso le dice que esa chica (Malena) se tiene que ir inmediatamente de esa casa, a lo que Ema responde que él se tiene que ir, y no termina de decirlo que vuela una cachetada. Ahí Ema reacciona y le dice que se volvió loco, que no quiere que le vuelva a hablar. Le dice que no todo va ser siempre como él quiera, que a él no le gusta tener una hija lesbiana y a ella no le gusta vivir en un campamento nazi. Ema agarra todas sus cosas (o al menos las que están más a mano) y se va. Malena que observaba todo el drama en silencio, la sigue.
Ya más adelante vemos a la Dra. Sexytímida presentarse en casa de Male (que justo está festejando el cumpleaños de su hermana mayor, Susi) porque se va a quedar a dormir. No…olvídense, ya les dije que los bombones hoy nos tocaron horribles, esa escena ¡justo! no la vamos a tener, así que se la van a tener que imaginar. La escena dramática con el papá nazi nos la tuvimos que fumar completa pero la romántica nada de nada.
Lo que sucede de ahí en más no es muy relevante o al menos no es lo que a nosotras nos interesa, la hermana mayor tiene un nuevo pretendiente bastante homofóbico y cayó justo en la mejor familia, entre Malena y el tío loco, se adapta o se adapta.
Eso fue todo por hoy.
Para la semana que viene, sólo les digo un nombre… Laura. Porqué sí niñas, las ex siempre tienen algo más para decir aunque nadie les haya preguntado.
¡Hasta la próxima!