Buenas, buenas…o más bien, malas, malas cuando vayamos avanzando con el resumen de este capítulo. Si alguna vez tuvimos nuestras diferencias de opinión con el poliamor, quédense tranquilas, ahora estamos bien lejos de eso…. lamentablemente para nosotras claro, todos los caminos de Male se alejan de Laura, la Dra. Sexy, etcétera, y la conducen hacia un abogaducho que se nos presenta repentinamente, y que siendo sinceras, supongo que a unas cuantas no les va a caer en gracia. Por favor, no se me ofendan las bisexuales ni me ataquen, pero me gusta contar historias de chicas con chicas, también me gustan las historias de amor en general, sin importar el género, pero en ese caso hay mejores historias para contar que esta, eso se los aseguro.

A ver, empecemos por el principio. En el capítulo de la fecha, las hermanas San Juan, como ya es costumbre, andan arrastrando sus problemas y desgracias por ahí, y esta vez el escenario de su falta de suerte en la vida, es el despacho de un abogado. Ahí se encuentran las tres, o mejor dicho, las cuatro. Aunque no quieran, no les caiga en gracia y quisieran que desaparezca, tienen una media hermana. La media hermana, a.k.a. La conchuda, reclama la parte que le corresponde de la casa donde viven las otras tres, ya que también es heredera. Como ya sabemos, las tres pobretonas no tienen donde ir a vivir y se niegan a dejar la casa, entonces la conchuda no tiene mejor idea que decirles que les va a cobrar un alquiler por ocupar la parte de la casa que le corresponde. Como es de esperar, no aceptan el valor que les pide la conchuda. En realidad no hubieran aceptado ninguno, de hecho no me explico todavía de que viven, porque alimentadas se las ve pero trabajar (salvo Malena en publicidades), no trabaja ninguna.

Mientras las tres hermanas mayores se pelean, Malena es la que permanece más callada, escribiendo algo, o dibujando algo, o quizá como es la más chiquita y acorde a su vestuario y modos infantiles, le dieron algún cuadernito de dibujos para colorear, no lo sé. De a ratos, mientras las otras tres no dejan de insultarse, ya podemos apreciar como el abogado presente cada tanto desvía su mirada hacia Malena. (mal síntoma) Finalmente, probablemente ya cansadas, las otras dejan de discutir y se van.

Al rato, Malena y su cara de lástima a cuestas, se presentan nuevamente ante el abogado, que en realidad no me importa ni como se llama, pero haciendo todo un esfuerzo retrocedí la escena y presté un poco de atención, se llama Sebastián. Male le explica que ella entiende todo lo que dice la ley, pero quería saber si existía la posibilidad de retrasar la venta de la casa, ya que tienen a su tío con leucemia y le queda poco tiempo….es decir, para decirlo claramente, sino se puede esperar a que se muera y después hacen todo el lío. Sebastián entiende perfectamente lo que ella le plantea, pero no puede hacer nada, primero porque la ley está de su lado y segundo porque él es el abogado de la conchuda.

Malena con cara de cocker spaniel bajo la lluvia, le agradece igualmente por escucharla y arrastra su alma hacia la puerta para irse. Ahí Sebastián le ofrece llevarla hasta la casa. Que sí, que no hace falta, pero dale, pero no es necesario, y diez frases similares después, Malena acepta ir con él.

La lleva hasta su casa y como era obvio “Ay, me podrías dar tu teléfono, por cualquier cosa” (ya sabemos como es esto). Malena se lo da y Sebastián (que reconozco no me cae mal) se va.

Más adelante la vemos a Male echada a morir en la cama cuando entra Virgi para ver que le pasa. Ahí Male le confiesa que está un poco confundida porque lo fue a ver al abogado de la conchuda, y se dio cuenta que le gusta un poco, y está segura que ella a él también le gusta. Virgi le pregunta y con razón, cual es el problema, ¿el problema es que es un hombre? Malena le dice que a ella no pueden gustarle un día los hombres, un día las mujeres, otro día los hombres y así…. (bueno Male, en realidad, como poder, si, hay algo que se llama bisexualidad y parece que te llegó la carta de bienvenida al club).

Mientras están hablando, suena el móvil de Male, por supuesto es el hombrecito en cuestión, Male duda si atender o no y al final Virgi le dice que lo haga. Por teléfono arreglar verse más tarde. Male (innecesariamente) le aclara que se van a ver pero sólo para hablar del tema de la venta de la casa.

Tal como habían quedado, Sebastián la pasa a buscar y se van por ahí a tomar algo. Ahí Susi se entera que su hermanita, la que hasta el capítulo pasado andaba por la vida de mucatrola, ahora va a salir con el abogado de la conchuda. Ante su cara de indignación, Male le dice que al final no hay nada que les venga bien, que si es mujer porque es mujer, si es hombre porque es hombre.

Finalmente vemos a Male con Sebastián tomando algo, y Male le pregunta lo primero que preguntamos todas cuando recién conocemos a alguien: ¿hay algo que quisieras hacer antes de morir? (sí, el abogado también se sorprendió)

Sebastián le dice algo sobre volver a hablar con el padre y que es una historia muy larga (y visto y considerando el tiempo que los guionistas le dan a los pretendientes de Male en la historia, es probable nunca vayamos a enterarnos de nada).

Entonces en medio del plan confesión:

Sebastián: Me gustas Malena (Malena lo mira impasible…a veces tiene la expresividad de un playmobil.)
Sebastián: ¿yo dije eso?
Male: ¿qué cosa?
Sebastián: Ah, no no, pensé que había dicho algo. ¿Vos escuchaste algo?
Male: No, vos no dijiste nada y yo …no.
Sebastián: Ah, porque me pareció que en un momento había dicho que me gustabas.
Male: Por suerte no lo dijiste.
Sebastián: Por suerte no lo dije, ¿a quien se le ocurre decir semejante cosa a alguien que apenas conoce?
Male: …a un tarado…
Sebastián: sí, un tarado….un desubicado (risas). Dios mío…que vergüenza ¿tenes una bolsa o algo grande para meterme adentro?

Y ahí se quedan los dos entre risitas, miraditas y demás…..

En fin, de momento sólo nos queda esperar como avanzará esta historia. Si se nos instala en heterolandia…. ¡Chau Male! Si Sebastián dura lo mismo que le duraron Laura y Ema…. ¡Hola Male!

No nos queda otra, más que tener paciencia y ver hacia donde va el personaje, pero si vuelve el rollo bollo, aquí estaremos.

¡Hasta la próxima!