Escrito por: pikooLeona

Pucelana. Laísta en consecuencia. Joven, y bollera hasta la médula. Amante de las fiestas que nunca se acaban. Y también una gran freak dentro del armario del frikismo. ¿Quién me iba a decir a mi que acabaría haciendo resúmenes yuri para Lesbicanarias?»

Bienvenidas sean señoritas al final de este nuestro paraíso lesbicanario-extraterrestre particular. Han sido pocos capítulos, pero muy intensos… veamos que nos depara este gran final. ¿Con quién acabará Hazumu? ¿Con las dos? ¿Con ninguna?

Si recuerdan el anterior capítulo terminó con Tomari besando a Hazumu, y con Yasuna observándolo todo desde lejos. Nuestro undécimo capítulo comienza con el mismo beso, y con la misma Yasuna desde lejos observando. En ese momento Hazumu se da cuenta de que Yasuna les está viendo, y se separa de Tomari. Entonces Yasuna se echa a llorar y empieza a preguntar ¿por qué? Entonces sale corriendo, pero Tomari le grita “¡Espera!” Yasuna se detiene y Tomari le dice “yo también confiaba en ti!”

Entonces Yasuna echa a correr, cruza la vía del tren y…

Toma ya

Pero la respuesta de Tomari no tarda en llegar

Las gallinas que entran por las que salen

De repente a Yasuna se le empieza a difuminar la cara y el contorno de Tomari, como le ocurre con todos los hombres, y cuando mira a Hazumu, se da cuenta de que también está desapareciendo su rostro. Yasuna se desmaya, y Hazumu y Tomari la llevan de vuelta al campamento donde estaba Tomari.

A la mañana siguiente la madre de Yasuna la lleva al hospital, donde los médicos le dicen lo que nosotras ya sabíamos: ahora no solo no puede ver a los hombres, si no que tampoco a las mujeres.

La madre se la lleva a casa, donde se encuentran con Hazumu, que viene a ver qué tal está Yasuna. Esta le cuenta que el problema no era con ella y con Tomari, si no que ahora ya no puede ver a nadie, ni hombre ni mujer.

Cuando, después de un rato, Hazumu se marcha, y Yasuna se da cuenta de que no puede ver su rostro ni en el portarretratos, ni en ninguna de las fotos de la playa. Intenta dibujar su cara a partir de los recuerdos que tiene de ella, pero también aparecen como una neblina en su mente. ¡Que horror!

Cuando Hazumu llega a casa, se encuentra con que en la puerta está Tomari, esperándola. Esta le confiesa que no quiere perderla, ni frente a Yasuna ni frente a nadie, porque la ama. Entonces Hazumu le dice que por qué le está diciendo esas cosas ahora, cuando está Yasuna sufriendo por su culpa. Entonces Tomari le dice que le mire a la cara y le diga directamente que ama más a Yasuna que a ella. En vez de responder, Hazumu entra corriendo en casa.

Tomari también sale corriendo, y se refugia en su rinconcito a la rivera del río, donde Ayuki se la encuentra.

A la mañana siguiente nos encontramos a Hazumu con Astua, pues ella no quiere estar sola. Están regando las plantas, y Astua le pregunta que si ha pasado algo con Yasuna, pero Hazumu le da largas y no le contesta. Desde lejos les observa Ayuki, quien, como recordaréis, prometió que no se iba a entrometer, pero entre Tomari ayer llorando a moco tendido, y ahora Hazumu intentando estar con Astua porque no puede estar con sus amores… algo hay que hacer!

Entonces vemos como Hazumu se encuentra parada en frente de dos plantas. Normalmente habría tenido que quitar a una de las dos, pero ambas están germinando bien… entonces llega Ayuki, y arranca una de las dos, y le dice que eso es lo que tiene que hacer, ¿no? Elegir a una de las dos, porque aunque les está dando amor y cuidando a ambas por igual, al final ambas acabarán marchitándose. Pero aún así, sigue sin escoger, poniendo excusas como “no se a quién elegir”. Ayuki también le echa en cara que no le diera una respuesta a Tomari, cuando iba en serio con lo que dijo. Y tampoco le supo dar una respuesta a Yasuna.

Cuando Hazumu llega a su casa se encuentra con que los aliens se marchan de vuelta a su planeta, porque el experimento no funcionó. Cuando Hazumu pregunta cuál es tal experimento, el alien le explica que, en el planeta de donde ellos vienen, todo el mundo tiene la misma “condición” que Yasuna, no pueden distinguir a unas personas de otras, pues el interés por otras personas decayó hasta tal punto que sólo les hacía falta saber que eran de la misma especie. Eso es lo mismo que nos pasa a los humanos con los animales, sabemos de qué especie son, pero no podemos diferenciarlos. Por eso el alien trataba de que hubiera amor entre Hazumu y Yasuna, porque sólo el amor podía salvarla. Pero como Hazumu no se involucró, la condición de Yasuna empeoró, y ahora no puede ver ni a hombres ni a mujeres.

Mientras esta conversación tiene lugar, al mismo tiempo, en el monte donde Hazumu fue convertida en mujer hace tantos capítulos, se han reunido Tomari y Yasuna-chan. Ésta última le explica su condición, que nunca ha podido ver a ningún hombre, y ahora no puede ver tampoco a las mujeres. Por eso, Yasuna le dice que por favor cuide de Hazumu, ya que ella no quiere que Hazumu esté con ella por compasión. Pero entonces Tomari le dice que de eso nada, que está claro que Yasuna necesita a Hazumu mucho más que ella. Entonces, vuelven a ser amigas de nuevo 🙂

Y así, con tanta incertidumbre, termina este capítulo. Nuestro duodécimo capítulo comienza con Hazumu pensando en que quiere a Tomari, porque siempre estuvo con ella desde pequeña, y porque era la que mejor le comprendía, pero también quiere a Yasuna, la chica solitaria que tenía el poder de dar vida.

Mientras parece que Yasuna se marcha de casa, porque ha empaquetado todas sus cosas, nos encontramos a Tomari y Hazumu en los jardines del colegio. Hazumu ha tomado por fin una decisión, y… ha elegido estar al lado de Yasuna-chan. Tomari lo entiende y

Después de acabar empapadas, se tumban a tomar el sol como las amigas de toda la vida que son, y de repente deciden que se van a pasar el día jugando, como cuando eran pequeñas. Pasan un día muy entretenido, y acaban en un altar pidiendo un deseo. Porque son iguales, ambas piden lo mismo, que Yasuna se mejore. Mientras ellas siguen jugando y riendo, Yasuna sale de su casa con las maletas hechas. ¿A dónde irá?

Entonces Hazumu y Tomari llegan a la rivera del río, donde tantas cosas han ocurrido, tanto cuando eran pequeñas, como ahora. Están jugando y riendo cuando de repente, Hazumu se echa a llorar. Tomari le dice que no sea tonta, que ya es hora de que crezca, que se alegra de que haya tomado por fin una decisión, y que ahora debe ir con Yasuna. Pero cuando Hazumu, con lágrimas en los ojos, está a punto de salir corriendo, Tomari grita

¡HAZUMU! No… no me abandones!

Entonces Hazumu corre hacia ella y la abraza. Pero Tomari se levanta y sale corriendo, y cruza al otro lado del río. Cuando se gira de nuevo, Hazumu ya no está, y en ese momento aparece Ayuki, para, una vez más, estar ahí cuando Tomari la necesita.

Entonces Hazumu corre al encuentro de Yasuna, que en esos momentos se encuentra más perdida que nunca, porque no puede ver a nadie, y se siente completamente sola en el mundo.

Hazumu la abraza y le dice:

Hazumu: ¡Yasuna-chan! No tengas miedo. Por favor, escucha mi deseo.
Yasuna: ¿Deseo?
Hazumu: Quiero… quiero que estés junto a mí.
Yasuna: Mentira.
Hazumu: No es mentira. Ya lo he decidido. Quiero estar a tu lado.
Yasuna: ¿Puedo creer en ti?
Hazumu: Yasuna-chan, te quiero.

Y en ese momento, cuando Hazumu dice las palabras mágicas… el mundo se vuelve visible para Yasuna.

¡Puedo ver el mundo!

Anhelar el corazón de otro, amar el espíritu de otra persona… Amor. Entonces, comienzan a caer estrellas de luz desde la nave de los extraterrestres, para que el amor llegue a todo el mundo.

Y así, con Hazumu y Yasuna juntas, con el pobre Astua despechado, con Tomari y Ayuki felices por su amiga, y con el valioso consejo de los alien, de no permitir que nunca, bajo ninguna circunstancia, que el amor muera, es como llegamos al final de esta serie.

La verdad es que he cogido práctica de cómo empezar y desarrollar capítulos, pero, ahora que hemos llegado al final de este anime, y con el precioso final que hemos tenido, no sé cómo cerrar esta serie. Así que creo que lo mejor será aplicar eso de que una imagen vale más que mil palabras.

Muchas gracias por haber seguido conmigo esta preciosa serie llena de amor y alegría. ¡Nos leemos!