Las Aparicio Resumen Semanal 19

Buenas… ¿Cómo les ha ido la semana? Este es el resumen que más me cuesta comenzar, tal vez por eso de que es el último en la historia de Julia y Mariana y quiero saborearlo mientras dure… o tal vez porque quiero dejarles buen sabor de boca… o tal vez, simplemente, porque estoy más empanada de lo normal… quién sabe… mi mente es todo un mundo, jajajaja… Chorradas a parte… comencemos nuestra ceremonia habitual…

Hermanas mías, estamos aquí reunidas para disfrutar de nuestro maravilloso mundo Juliana… no por última vez, porque, ya saben, siempre queda volver a ver los vídeos, releer los resúmenes… los grandes vídeos musicales-homenaje a la pareja… juntarse con otra friki como nosotras y empezar a comentar en plan te-acuerdas-cuando-y-luego-cuando-también-fue-buenísimo-cuando-a-mí-casi-me-da-algo-cuando… ya saben… en fin… junten sus manitas y… comencemos…

La semana pasada dejamos a las niñas afrontando la noticia de la muerte de Utopio-Hernán, con Mariana destrozada y Julia apoyándola y confortándola… y ahí es precisamente donde nos reencontramos con nuestras niñas… Toda la familia Aparicio se vuelca en nuestraniñalinda, la señora Chave e Iliana (ya le borré lo de repre, ya me cae bien… hasta admito que se ve linda… ¿a quién pretendo engañar? Veo a todas herrrrrmosasssssss…) tienen palabras de consuelo para ella… pero ella prefiere dejar el dolor atrás y enfocarse en planear su futura boda… ayssss… espero que esto no me traiga sustos, que no estoy pa’ dramas…

Y por fin llega el esperado día, el día de la bodaaaaaaa, a la cual Armanditori no podrá asistir porque justo se va para Inglaterra, queeeeee peeeeeeenaaaaaaaa… anda y vete lejooooooossssss… no me vayas a estropear la ceremoniaaaaa… Las niñas están vestidas de novias… no me gustan naaaaaaadaaaaaaa sus trajeeeeeesssssss, y Mariana ooooooootra vez con sus botas, vale que le traigan suerte, vaaaaale que le gustan… pero ya, ya fue… tantito… y, en medio de los preparativos, aparece Camilo (el cura progre) con las cenizas y un regalo de Utopio para su hija… unas botas nuevas, sí, pensaron como yo, así puede variar un poquito, pero noooo… son unas botas de cowboy… nooooooo… muerte a esas botaaassss… (Qué quieren, podría comentarles lo enamoradas que se ven, lo triste de la muerte de Hernán, lo emocionada que se ve Mariana… pero preferí entrarle por el lado superficial, ya saben… para relajar un poquito…)

Mariana se emociona mucho y pide que la dejen a solas con las cenizas de su padre un momento… pero aprovecha ese instante para escaparse por la ventana y huir a escondidas de Villa Aparicio y, en consecuencia, de toda la ceremonia de su casamiento… Nooooooooo Mariana… tú no… confiaba en ti… noooooooo… regresaaaaaaa… ya sabía yo que no todo podía ser bonito y felizzzzzz… chaaaaaaaaaaleeeeeee… que asco… Julia está preocupada por su niña, así que decide entrar para ver cómo está, para encontrarse con una habitación vacía y una novia a la fuga… Joooooo…

Nuestra niña preciosa deambula por las calles del D.F. sin rumbo fijo, con sus nuevas y horribles botas, hasta que de repente se monta en un taxi (noooo… al aeropuerto noooo…)… Pero no, aparece en el Zócalo (si es el Zócalo ¿¿no?? ¿Se llama así verdad? Perdonen, hace 6 años que estuve… me encantó… probé lo chapulines… ¿Qué quieren? Hice todo lo que tiene que hacer una guiri…); mientras nuestra pobre Julia se muere de desesperación, no tanto por su boda, sino porque está preocupadísima por cómo pueda estar su niña… ayyyyy… no puedo máaaaasssssssssss… pobrecitas misniñaaaaaaaasssssss… Justo en el momento de mayor desesperación, suena el teléfono, Mariana le pide a Julia que se encuentre con ella… menos maaaaaallllll… yo sabía que miMarianita no me iba a defraudaaaaaarrrrrrrr…

Julia no entiende nada y le pide a su chica que le explique, pero ella le dice que confíe y la acompañe… las chicas acaban en un edificio (deduzco que deben ser los juzgados o el Ayuntamiento) donde se va a celebrar una ceremonia de matrimonio entre parejas del mismo sexo y hace la declaración de amor más bonitaaaaaaaa a su churrilindaaaa… ayssss… como por arte de magia aparece el clan Aparicio casi al completo y ya está todo listo para la boda… siiiiiiiiiiiii… vivaaaa… Soah felizzzzzzzzzzzzzzzzzzz… jijijijijijiji… jijijijijiji… booodaaaaa… boooodaaaaa… aysssssss…

Ya luego llegan a Villa Aparicio, donde las esperan el resto de familiares y amigos para celebrar que por fiiiiinnnnn estas dos pudieron casarse… Tiene lugar otra ceremonia más íntima para honrar a Utopio y la unión de las Juliana al mismo tiempo y abran sus orejitas y sus corazoncitos niñas, porque los votos que se hacen son preciosoooosssss… la ñoña que está dentro de mí (no muy hondo, sale cada vez que puede) se emocionó mucho y lloró como tonta… (Abro paréntesis para dejar constancia de que Iliana se ve guapiiiiiiiiiisimaaaaaa) Se hace todo lo pertinente de las bodas: baile, veinte o cuarenta ¡qué se besen!, tirar el ramo de las novias (que le cae literalmente a Claudio, el novio de MIMercedes) y… la noche de boooodaaaaasssss… yujuuuuuuu…

A la mañana siguiente Mariana llama a su madre para comunicarle que se casó (ya le vale ya… por mucho que sea la señora… no sé, qué menos que darle la oportunidad de rechazar la invitación o no…) A la niña, con esto de ya no ser soltera, le ha entrado la obsesión de que tienen que madurar y sentar la cabeza, ser adultas, centrarse, tener planes de futuro… eso no viene con la alianza, que no las engañen… Van a Villa Aparicio a visitar a la familia y la señora Chave le recuerda a Mariana que debe decidir qué hacer con las cenizas de Hernán, nuestra niña elige enterrarlas en el jardín, bajo un árbol, junto a sus antiguas botas de la suerte…

La familia está feliz en casita, planeando celebraciones varias, cuando reciben la noticia de que Claudio tuvo un accidente muy grave y eso remueve miedos por la innombrable maldición y dolores por los padres/maridos perdidos… La familia se vuelca en consolar a Mercedes y a Isadora, que están destrozadas y se mantienen unidas en la espera de noticias desde el hospital… Nuestra Marianita está muy preocupada, porque todo esto le recuerda la temida maldición Aparicio y Julia le pide que no piense en eso, porque no sabe qué haría sin ella…

La señora Chave llama para darles la buena noticia de que Claudio está fuera de peligro, que pueden dejar los miedos y dolores atrás y respiraaaaaaarrrrrrrrr…

Oigan… la luna de miel nos duró muy poco, porque al día siguiente ya están las niñas discutiendo muy feo por un recibo de la compra muy caro que hizo Julia… la verdad es que se les va de las manos y por un momento se convierten en el clásico cliché del matrimonio viejo y quemado… tsssssssssttttttt… así no niñas, así no…

La familia se reúne nuevamente en Villa Aparicio (la familia al completo) para celebrar que Claudio está bien y despedirse de la casa, porque (no me pregunten por qué) pero la señora Chave se muda… nuestra matriarca, única donde las haya, aprovecha el momento para dar por abolida la famosa maldición… Ya a solas con Aurelia y Merche, Julia les cuenta la discusión que tuvo con su esposa (ayyy… me dio grimita la palabra), sus consejeras opinan que le está dando demasiada importancia y que debe relajarse un poquito… me quedo con dos frases de Aure la Grande: “si me dijeran, Aurelia, vas a ser feliz el resto de tu vida… me pego un tiro” y “yo creo que se arregla con sexo, sexo y… más sexo”… adoro a esta mujer…

Las niñas deciden dejar las discusiones tontas atrás para centrarse en la despedida al hogar en el que han pasado tantos años… A la mañana siguiente se despiertan juntas y enamoradas y Mariana le cuenta a Julia que soñó con lo felices que van a ser muuuuuuuuuchos años… awwwwwwwww… joooo…. Aysssssssss…

La familia se reúne en la entrada para despedirse… no me gusta esta parte del final, no entiendo… me gustaba la idea de que reunirían cada poco en Villa Aparicio, con sus noches de platica…

Así que… me voy a inventar una historia alternativa… si les parece… yo tengo la siguiente teoría: ateeeeeentaaaasssssssss… inspiradas por el amor Julianil y su decisión de casarse sin miedos al qué dirán y a-quien-no-le-guste-que-no-mire… Chave y Aurelia deciden irse a Veracruz a vivir su historia de amor inconfesa y oculta durante taaaaannnnnnntos años… así, dejamos que Juliana siga feliz su futuro conjunto y nos lanzamos a disfrutar la historia de Rafaurelia… ¿qué les parece? ¿No les gusta más?

Niñas mías… esto fue todo… este fue nuestro viaje con Las Aparicio… no sé ustedes, pero yo lo disfruté mucho… hubo momentos en que casi las mando a la mierda (no me censuren, que es el final), véase el poliamor y demás y necesité ánimos y ayudas para continuar… Quiero aprovechar para agradecer a toda mi Chupi su apoyo moral, espiritual y real… en especial a Rogue por su paciencia y no mandarme a la chingada, a Carito por su grandísima ayuda y por los vídeos, a Vanu porque siempre sabe quitarme importancia cuando comienzo a dramatizar y a tita Pi porque cuando la necesitas ahí anda, sea la hora que sea… gracias niñas, de corazón… y a todas las que leyeron los resúmenes y se emocionaron con esta serie… gracias por compartir esos momentos con una servidora… chaleeeeee… parezco la señora Chave en plena despedida… sólo me falta la copa de vino… no esperen… un segundo… ya no me falta… saluuuuuuudddddd… y hasta la próxima… Las dejo con una imagen y una frase de final que me encantaron…

Mujeres. Sólo mujeres en busca de sí mismas, mujeres en una lucha despiadada contra un pasado que históricamente les ha negado la posibilidad de decir Yo soy… Carlos Payán