“Tierra Madre” está basada en la historia real de su protagonista, Aidee González. La película nos cuenta los comienzos de Aidee como bailarina erótica, el difícil cuidado de sus hijos, primero sola y después con su nueva novia, Rosalba, quien también trabaja en el club. Cuando Rosalba decide tener hijos, Aidee accede a ayudarla a encontrar un donante, intentando asegurarse de que no es lo suficientemente atractivo como para que Rosalba se vaya con él.

El niño y la maternidad de Rosalba cambian la dinámica familiar, lo que fuerza a Aidee a pedir ayuda a sus amigos para construir la familia que realmente necesita. “Tierra Madre” ofrece una rara y honesta visión de la vida de una lesbiana que trabaja en la industria para adultos mexicana, mientras lucha por ganarse la vida, construir una familia y educar a sus hijos correctamente.

Nuestra opinión:

Ha pasado más de una semana desde que empezó el festival y hoy es el último día que venimos a ver películas. Es domingo, y nos dirigimos al Ateneo CCOO con el subidón de lo visto y el sinsabor de saber que hasta dentro de un año no vamos a tener tanta variedad de películas lesbicanarias a mano.

Hoy vamos a ver Tierra Madre. Esta historia está rodada en México y basada en hechos reales. Es la tercera película del festival que vemos con esta característica y esperábamos que como las 2 anteriores (A Marine Story y Elena Undone) nos resultase interesante.

Ya desde el principio de la película vimos que esta iba a ser totalmente distinta a las dos anteriores mencionadas. Está rodada en blanco y negro, con bajo presupuesto, más rozando el documental que un largometraje, más narración que visual, etc. Ya sentíamos desde ese momento que no nos iba a entusiasmar pero podría haber sido diferente.

Tierra Madre se centra en la vida de Aidee que trabaja como bailarina erótica en un bar para mantener a sus hijos. Allí conoce a Rosalba, su pareja. Aidee procede de un contexto de pobreza absoluta pero lucha por salir adelante por si misma y para que sus hijos tengan una vida mejor. Ella es la total protagonista de la película, a la que persigue la cámara y la que cuenta la historia, es la narradora. De hecho la película parece por momentos un documental sobre ella. Rosalba, en un momento dado, decide ser madre y aunque Aidee ya tiene 2 hijos apoya su decisión, le ayuda en la elección del padre e incluso trabaja el doble de horas en el bar para mantenerlos a todos pero al final ambas acaban separándose. Aidee toca fondo pero un día despierta y sigue luchando por salir adelante ella y sus hijos.

Por un lado, nos gustó el contexto. La protagonista es una bailarina erótica en México, que de partida es un lugar en el que nunca hemos estado en una película. Y es un sitio original para contar una historia lesbicanaria. No es que yo tenga mucho mundo pero ¿acaso un local de Showgirls no es uno de los últimos lugares en el que os imagináis ligando con una chica?

Pero por otro lado sentimos que nos faltaron más imágenes durante la película. Está narrada por la protagonista que nos cuenta muchas de las cosas con palabras desde el presente pero no las vemos desarrollarse en pantalla. Y a nuestro modo de ver esto resulta un poco aburrido y la película se hace demasiado lineal y monótona.

Por este motivo la historia lesbicanaria que nos ocupa, Aidee y Rosalba, no se percibe demasiado. Apenas hay contacto entre ellas. Se ven pocas imágenes de ellas como pareja y tampoco las vemos en sociedad por lo que no se nos permite observar cómo sobreviven “en el armario” en un mundo tan machista.

El Resumen:

¡¡Qué decir!! Para nosotras esta película es la que nos resulta más difícil de resumir porque por momentos sentíamos que estábamos en la proyección de un documental y no de una película. Si te gustan los documentales y quieres meterte en el mundo de las showgirls mexicano, dale un vistazo a Tierra Madre. Si buscas un film romántico, con escenas bonitas y lesbicanarias apasionadas, date una vuelta más por el videoclub.

Nosotras no la volveríamos a ver pero tampoco nos arrepentimos de verla.