Epa, ya estamos de vuelta con las Darlet, es que últimamente no sé cómo programan las cosas pero no nos dan respiro y por suerte para nosotras nos dan más tema de conversación. Sin más preámbulos y desvaríos de mi parte (aunque esto igual es inevitable) vamos a ver que nos trae este nuevo episodio.

Si la ves pasada reclamaba porque Dani aparecía muy poco y era prácticamente inexistente, es porque tenía razón. Por suerte los guionistas se acordaron que tenían ahí un personaje medio perdido y olvidado y decidieron que era hora de darle acción.

Dani al parecer no está precisamente rodeada de muchas amigas y desde la separación con Arlet se encuentra bastante sola. A su vez, parece que le había tomado cierto cariño a todo el grupo de amigas de su ex, y claro, ahora sólo las ve eventualmente cuando se reúnen en el bar de Paula donde ella también trabaja.

Mientras tanto, Arlet quien ya sabemos perdió la personalidad en algún momento de la historia, sigue dándonos muestras de ello. Al parecer tuvo un ataque de sofisticación, no sé si para gustarle más a Francina o porque ella es tonta solita sin mujeres como excusa.

La verdad es que no le queda mal, pero yo prefiero más su estilo juvenil anterior, es cuestión de gustos…eso sí, Francina está encantada con el cambio de imagen.

Dani, que está en el bar con Paula, la nota que está rara, entonces le pregunta que le pasa, y ella le cuenta que Guillermo la dejó de un día para el otro sin explicaciones, apenas le mandó un mail, con lo cual está tan mal que no ha podido escribir una sola línea de su nueva novela. A partir de ahí entran en una conversación de tipo autoayuda “nuestra vida depende solo de nosotras”, “somos la llave de nuestro destino”…etcétera, y Paula se marcha a escribir su novela.

Volviendo a la carente de personalidad, Arlet, así como a Francina su nuevo look le encantó, sus amigas se quedan un tanto sorprendidas, y aunque intenten disimularlo, sus caras las venden. Lidia le dice que le queda muy bien pese a que el cambio fue muy radical. Arlet le dice que era hora ya de evolucionar, y Joana le dice que la evolución se da con los años y no de un día para el otro. De hecho, Joana es la más sincera al decirle que a ella le gustaba más como estaba antes. Sus amigas empiezan a preguntarle si esta nueva imagen le gusta a Francina, y Arlet aunque carece de personalidad todavía sabe entender las indirectas, y sabe que sus amigas creen que todo este cambio tiene más que ver con Francina que con una evolución personal. Por supuesto, como está súper enganchada con Francina (todavía no me explico la razón), elige el camino de increpar a sus amigas, como si ellas se hubieran puesto de acuerdo para no aceptar su nueva relación. Por supuesto nada tiene que ver que Francina haya hecho méritos suficientes como para caer mal ella solita sin ninguna confabulación de por medio, pero a veces el amor (o el enamoramiento en este caso) hace que la gente se vuelva ciega. Así que así están las cosas, como las amigas no la soportan a la dichosa Francina, Arlet les dice que no sabe si puede entonces estar con ellas, y se va.

Cuando Arlet llega a casa, ahí está Francina que le pregunta que le pareció el nuevo peinado a sus amigas, que seguro les gustó. Arlet le dice que no, que no a todas, y que no puede entender porque es tan difícil para algunas personas entender que la gente cambia. ¿Será porque ven que cambiaste para agradarle a tu novia y perdiste el orgullo vaya uno a saber donde?

Volviendo a Dani, como siempre ha mostrado a lo largo de la historia, si algo tiene es don de gente, siempre está preocupándose por los demás, y ahora le tocó el turno a Paula. Dani se aparece en su casa a prepararle comida preocupada por si Paula concentrada en escribir la novela terminara comiendo cualquier porquería. Luego de comer se tiran a tomar sol y a enumerar para ellas cuales son los mejores inventos de la humanidad. Paula le pregunta si le interesaría darle un vistazo a la nueva novela que está escribiendo, Dani súper feliz le agradece por la confianza.

Mientras, Arlet y Francina se encuentran haciendo vida de hogar, aunque la verdad las veo súper aburridas, o no sé…hace rato que no arman una sonrisa entre las dos. Arlet recibe un mensaje de Joana donde le dice que si cree que se pasaron con los comentarios, le pide disculpas. Francina (a quien a cada minuto detesto más) aprovecha para tirar leña al fuego y comentar irónicamente “¿si crees que nos hemos pasado?”, y decirle a Arlet que si realmente estaba preocupada por ella podría haberla llamado. Francina le dice que se va a reunir con sus amigas y que le gustaría que ella fuese, y la tonta de Arlet se pone contenta al escuchar eso.

Más adelante mientras Francina habla por teléfono con alguna amiga sobre la dichosa reunión, Arlet le habla al tortugo. Francina se acerca y le pregunta si “ese” (o sea, el pobre tortugo) también se va a instalar con ellas. Arlet le dice que es muy simpático y que no necesariamente tiene que estar adentro, también puede estar afuera. ¿Pero a quién le puede molestar un tortugo? ¡Si es un animal de lo más aburrido que apenas una se acuerda que existe! Bueno, a la niña Francina capaz le parece un animalito cutre, no sé.

Arlet va a ver a Dani al bar y le comenta que quizá se mude con Francina, y le pregunta si ella no tendría inconveniente en quedarse con el tortugo un tiempo. Dani obviamente no tiene ningún problema. Arlet le pregunta si se está quedando en algún lugar fijo y Dani le dice que está en eso, que todavía no. Arlet le ofrece sino quiere quedarse ella en el piso, pero Dani le dice que se sentiría extraña ahí, pero que no se preocupe que con el tortugo se queda.

Al otro día Paula le pregunta a Dani que le pareció su novela, y Dani le dice que las primeras 100 páginas le encantaron pero que luego no siguió porque no estaba de ánimo, le comenta que Arlet había ido a ofrecerle su piso porque va a mudarse con Francina, y Paula le dice que no sabía que estuviera buscando piso.

Arlet mientras tanto está con Francina viendo que cosas se va a llevar en la mudanza. Primero una tetera que le gusta, pero Francina le dice que ya hay, luego le dice que se quiere llevar la mesa de ping pong, y Francina en su tonito soberbio habitual le dice que no, que no cree que eso vaya con nada de lo que ya hay. O sea, léase, en mi casa hay buen gusto no podemos llevar esta porquería. Por cierto Arlet, ¿podrás llevarte tu dignidad? Mucho espacio seguro no ocupa porque es chiquita.

Cuando Arlet se despide porque se va a la piscina, Francina se queda sola y se asoma a ver al tortugo que parece que da mal olor. Algo que debería llamarle la atención y quizá llevarlo al veterinario, pero no, su idea más brillante es echarle perfume. Uno carísimo seguro, el tortugo no se puede quejar.

Volvamos a Dani porque Francina me resulta detestable. Paula la lleva al que era el piso de Guillermo (él que se fue sin decir adiós) y le dice que ese piso está ahora libre. Dani le dice que ella no sabe si lo puede pagar, y Paula insiste con que ella la va a ayudar con la fianza, que no se preocupe. Luego de eso tienen algo así como un momento de liberación creativa y se dedican a escribir y dibujar con aerosol las paredes (porque Paula siempre lleva aerosoles en la cartera parece…), porque parece que todo esto es parte del “tomar las riendas de tu vida” con el que están desde que comenzó el episodio. Y como no hay dos sin tres, a la charlita con frases de Coelho del comienzo, y los graffitis de hace un rato, culminan cumpliendo el sueño de Dani, nadar desnuda en la piscina donde habitualmente se reúnen todas. Creo que sólo faltó el grito de Towanda! y ya estábamos completas. (Sino saben lo que es “towanda” vayan urgentemente a ver Tomates verdes fritos…no me pongan nerviosa…).

Cuando Arlet vuelve a casa, Francina ya no está, sólo está el tortugo que como ya sabemos, muy bien no estaba. Se da cuenta que el tortugo tiene olor a perfume y la llama a Francina para preguntarle que paso. Francina se ve que le dice que el tortugo no andaba bien, y Arlet se enoja (increíble) y le dice que es un ser vivo, que podría haber demostrado un poco más de preocupación, que para ella el tortugo es importante. Le corta y le dice que ya la llamará. Parece que Arlet comienza a hartarse de Francina… ¡Al fin!

Luego de eso tenemos un momento de revelación conmovedora (léanlo con tono irónico) donde Arlet se mira al espejo y no se reconoce. Y no… claro, lógico, es que ese peinado no está mal, pero no es ella y lo sabe, sus amigas tenían razón. Arlet se quita la peluca y volvemos a ver a la que vimos siempre. De alguna manera pareciera que la personalidad que se le había escapado súbitamente de a poquito va regresando.

Con su personalidad en recuperación va a casa de Francina donde supuestamente tenía que verse con ella y sus amigas, pero llega más temprano. Cuando Francina la ve nuevamente con su look anterior le pregunta que le pasó. Arlet le dice que se gusta más así, que lo otro también le gustaba, pero que se siente mejor de esa manera. Francina le pregunta cómo está el tortugo, y Arlet le pregunta si realmente tiene interés en saber. Francina le dice que se trata sólo de un tortugo, un animal que apenas se puede comunicar. Arlet que se nota está molesta, le pregunta si realmente le gusta así como es. Francina le dice que si, pero Arlet le dice que se le nota que le molesta todo de ella, como es, como se peina, sus amigas, su tortugo, etcétera. Le pregunta por qué está con ella. Francina le dice cosas como que es una buena persona, apasionada…bla bla bla…Arlet le pregunta si podrían ser amigas, entonces Francina le pregunta si la está dejando. Arlet insiste con que quiere saber si podrían ser amigas, si la llamaría para ver si está mal y esas cosas….se quedan en silencio las dos, Francina le dice que la quiere, Arlet le dice que ella también, le da un beso y se va. ¿Ya está? ¿Se terminó Francina? ¿Sí? No me hagan ilusionar que ya no tengo 15 años, no sean malos.

El resto de las amigas se reúnen esa noche a comer y Paula la lleva a Dani. Las otras consideran que las amigas de sus amigas son sus amigas, brindan y todas felices.

Pero la que no está tan feliz es Arlet, que va al bar a buscar a Dani, pero claro, Dani no está y Arlet termina este episodio llorando sola en la puerta.

¿Llora porque extraña a Dani? ¿Llora porque se arrepintió de haberla dejado? ¿Llora porque no soporta estar sola? Muchas preguntas, pocas respuestas.

Por otra parte, me encanta que Dani haya ganado más espacio en el grupo que no fuera exclusivamente como novia de Arlet sino por sí misma.

Vamos a ver cómo sigue esta historia, estén atentas y hasta la próxima.