Y aquí estamos de vuelta porque la historia de Dani y Arlet no nos da respiro, por suerte, que con la escasez reinante, se agradece.

La semana pasada nuestra siempre poco decidida ante la vida, Arlet, le había sugerido a Dani que podrían intentar ser madres adoptando. Supongo no habrá pensado en esa posibilidad como la forma más fácil de tener un hijo, porque ya sabemos que en muchos países es un proceso muy complicado por no llamarlo imposible. Pero nada, que ahora nos embarcamos en el plan de adopción a ver que tal va.

Como ya les dije, no nos dan respiro, y lo que menos hacen es hablar por hablar, por eso ni bien comienza este episodio, nuestras Darlet sin haber perdido el tiempo, ya están instaladas en el consultorio de Lydia (para quienes no sigan la historia, es psiquiatra) para pedirle consejos sobre el tema. Lydia bajo su punto de vista, debe ser la mejor referencia porque recientemente pasó por un proceso similar aunque no de adopción sino de acogida. Lo que no tienen las Darlet es precisamente el sentido de la oportunidad, ya que no están al tanto que el niño que Lydia tenía con ella, ha vuelto con su madre, con lo cual la mujer está de pocos ánimos con el tema.

Aun así, Lydia pone voluntad y comienza a escuchar las preguntas. Las chicas tienen claro que si van a adoptar tiene que ser fuera del país porque sino tendrían que esperar unos años, y la que adoptaría sería Arlet porque es la que tiene trabajo fijo y demás. Arlet le pregunta si tiene idea como hacen las entrevistas y como se dan cuenta si podría ser buena madre y tal, pero ahí Lydia tiene algún tipo de bloqueo por su historia reciente y les dice que mejor siguen esa charla en otra ocasión. A las chicas les parece un poco rara la reacción, pero están tan metidas en sus planes maternales que le hacen poco caso.

Más adelante, podemos ver a Arlet en su trabajo abriendo las mentes de los futuros hombrecitos del mañana, cuando uno de ellos le pregunta si ha visto las redacciones, Arlet le dice que sí, que de hecho son todas parecidas. Todos el día de mañana se ven con casas grandes, coches grandes, hijos, etcétera…entonces Arlet les dice que cuando sean grandes y tengan novia o novio que la vayan a ver, los chicos al escuchar la palabra novio como es lógico a esa edad (bueno, hay algunos impresentables que aún de grandes tampoco entienden) comienzan a reírse, entonces Arlet les dice que no se rían tanto, que alguno podría tener novio y que eso no tendría nada de malo. Comienza a nombrarles a los padres no sé quién, que están muy enamorados, la tía de otra niña, y uno le recuerda que ella también es un ejemplo. Y Arlet les dice que claro, que ella también, y sin más los envía a clase.

Volviendo al plan de adopción, Arlet y Dani están ensayando para posibles preguntas que podrían hacer. La idea es que como Arlet va a adoptar como madre soltera, alguna pregunta puede estar relacionada con el hecho de no tener pareja. Entonces ensayan si responder que ha tenido malas experiencias amorosas, si decir que ha tenido pocas, muchas, etcétera. Al final acuerdan que decir que ha tenido 3 fracasos amorosos es un número respetable donde no queda ni como una monja ni como una cualquiera. (?) Dani le pide que hable de su última experiencia, y ahí Arlet saca la guitarra y comienza a componer una historia dramática a medida que va viendo las fotos de sus amigas. Conclusión: su última historia fracasó porque tenía un novio yanky psiquiatra él, que murió atropellado en un accidente. Conmovedor relato. A Dani le parece un poco macabro, entonces lo cambian por una versión más light…el novio le pidió que se mudara a Estados Unidos y ella no quiso, porque…porque le gusta mucho la paella. Ya está, entre las dos versiones no hacemos una.

Más adelante Lydia las visita para asesorarlas sobre como tienen que tener la casa para pasar la entrevista y sobre todo para no levantar sospechas, es decir, se supone que si Arlet adopta sola no debería haber ningún rastro de Dani en el apartamento, y ya que estamos como se anda inventando que es heterosexual, la banderita multicolor debería ser de lo primero que tendría que quitar. Lydia les dice que los psicólogos se fijan en todo, que quiten las fotos, que los armarios no los van a revisar claro, pero que tienen que ser discretas. Lydia les comenta que el principal problema que ve ella ahí es el espacio (yo todavía no sé cómo no se cansan ellas de verse en tan poco lugar, no me quiero imaginar con una persona más). Arlet le dice que para ella hay espacio para un nene (¿de verdad? ¿debajo de la mesa de ping pong?), entonces Lydia tiene otro brote emocional por su historia reciente (el niño que ella tenía se mudó con su madre biológica a un lugar donde ni espacio tienen para los dos), y en mal modo le dice que el espacio es fundamental, que un nene necesita espacio para correr, para pensar y una habitación propia. Lydia se da cuenta del mal tono en que les ha dicho las cosas y les pide disculpas.

Saliendo de un problema, nos metemos en otro. El discurso de tolerancia y demás que Arlet les había dado a los niños con respecto al futuro, por supuesto los niños lo entendieron mejor que los adultos, por eso es que hay que soportar que un padre obtuso se aparezca en la escuela a pedirle a Arlet que no haga bandera de su “estilo de vida”. Arlet le aclara que ella no hace bandera, pero que quería explicarles a los niños que si eso pasara el día que sean mayores, que no tiene nada de malo. El padre insiste en que no quiere que su hijo crea que eso es una opción válida y de nada sirve ante cabezas cerradas que Arlet intente explicarle que no se trata de una opción. Cuando no quieren entender, no hay manera, y la conversación no termina de la mejor manera. El padre insiste en que con su vida que haga lo que quiera pero que no le diga más esas cosas a su hijo.

Cuando Arlet regresa a casa se da cuenta que está prácticamente vacía de cualquier cosa que pueda hacer referencia a Dani. Lo que yo me pregunto es ¿por qué tanta prisa? ¿Acaso ya tiene que ir a la psicóloga? ¿Ya comenzaron con el proceso de adopción y no nos enteramos? Es que sino, no se entiende.

Arlet cuando ve como ha quedado todo se pone mal, siente que es como borrar de su vida a Dani, aun cuando sabe que es todo mentira. Le parece triste y Dani le intenta explicar que es por una buena causa. Entonces Arlet le dice que esto no se va a terminar ahí, que el proceso es largo, que seguirán con los papeles, los viajes, etcétera y que ella no va a figurar nunca, que va a ser nadie. Dani, que es en extremo buena, le dice que no pasa nada, que a ella le da igual, entonces Arlet le dice que hay otras opciones…que podría tenerlo ella. Dani sonríe y así nos dejan.

Arlet cambia de opinión todos los días, pero esto de querer tener un hijo, pese a que sigo viendo más convencida a Dani, pareciera que se lo va tomando en serio.

Esperemos a la semana que viene para ver que sucede con las futuras bollomadres.

¡Hasta la próxima!