Escrito por: Genix
Isleña de nacimiento, desperté en este planeta en las Islas Canarias. Pese al amor al mar, a días soleados tumbada en la arena y noches cálidas paseando por la orilla, siento que pertenezco al país más grande del mundo: la humanidad. Adoro a Lesbicanarias y no solo a la página, ya me entienden… las que me conocen. Me encanta el mar y aislarme del mundo escribiendo hasta meterme en mis propios relatos generando realidades emocionales que hagan mover mis propios cimientos. En definitiva, amo respirar y ser consciente de ello cada vez que lo hago. Y como no, me gusta analizar las situaciones, las posibilidades, jugando a algo que cada vez hacemos menos: meternos en la mente de aquel que no piensa como nosotros. Comprendo todo menos la guerra, la intolerancia y las malas maneras, siempre he pensado que un buen argumento se defiende con buenas palabras no con buenos insultos ni ofensas.

Disclaimers: Todos los personajes de Venice The Series y por lo tanto de este Fan Fic, son propiedad de Open Book Productions, sólo los he tomado prestados para saciar un poco la ansiedad de no poder verlos durante una larga temporada, y con fines no lucrativos, solo por diversión pura y dura, además de un homenaje a esta serie que tanto nos ha hecho debatir

Episodio 10

La última pieza de mi puzle

(Seis meses y medio y dos días después)

Owen se sentó al lado de su hermana en la tibia arena. Pese a hacer un buen día de playa, la brisa húmeda y cortante, hizo que Gina vistiera una fina sudadera azul marino. Sentada, con su barbilla apoyada en sus rodillas que sujetaba entre sus brazos, alternaba su mirada desde los alrededores de la orilla y la reunión de amigos a un lado de ella.
-Te veo bien hermana -escuchó la voz de Owen a un lado suyo.
Gina no respondió, desvió sus ojos del mar hacia él, dedicándole una sonrisa cálida y serena.
-Y no eres la única -continuó diciendo el joven desviando su vista hacia Ani que mantenía una conversación animosa con Michele, seguramente acerca de lo sucedido esos meses en Europa.
Gina miró hacia donde Owen había dirigido su mirada y contempló una vez más, como la visión de Ani en medio de la multitud la podía dejar sin respiración. Su pelo peinado hacia atrás, su amplia sonrisa, sus gestos afables y elegantes de forma natural. Sus mirada verde se quedó prendada de aquella mujer, disfrutando de contemplarla sin notar el paso del tiempo al hacerlo.

Ani, sintiéndose observada giró su cabeza y descubrió los ojos de Gina puestos en ella. Le dedicó una sonrisa acompañada de una mirada que trataba de decir algo sin palabras. Gina le devolvió al sonrisa sintiendo su corazón latir en cada átomo de su ser.
Owen fue testigo de la escena, sintiéndose un intruso, sonrió para sí mismo bajando sus ojos a la botella de cerveza en su mano.
-Me alegra verte así -dijo Owen sin tratar de entorpecer el momento que las dos mujeres estaban compartiendo.
Ani devolvió con reticencia su atención a Michele y a los comentarios sobre el clima de Inglaterra, y Gina finalmente movió su cabeza hacia su hermano.
-Me sorprendo cada mañana cuando la veo despertar a mi lado -dijo de pronto Gina haciendo justifica al primer pensamiento que le vino a la cabeza.
-Parece que esta vez es para siempre. Podría decirse que has sentado la cabeza. Cuidado -dijo en tono cómico pero contemplando la mirada plácida y serena de su hermana.
-He sentado algo más que mi cabeza…mi vida entera -dijo dedicándole una sonrisa sincera y casi en un susurro.
-Ya era hora de que uno de los dos tuviera suerte en el amor -añadió Owen con algo de tristeza en la expresión de su cara.
-El camino hasta llegar aquí ha sido de todo menos un asunto de suerte Owen -replicó a su comentario-dijo al perfil de joven reconociendo la tristeza que le ocasionaba pensar aún en Sami. Dejó un respetable espacio de tiempo antes de proseguir-. ¿Sabes algo de ella?
-En un mes regresa de Africa. Nos hablamos a diario.
-Bueno, es un comienzo -dijo dando un ligero empujón con su cuerpo en el de su hermano.
-Supongo que sí -dijo Owen con una leve sonrisa mirando a su hermana a la cara.

Un alboroto desde la reunión llamó la atención de ambos hermanos. Giraron sus cabezas y vieron como Lara se acercaba hasta ellos acompañada de otra mujer.
Gina observó desde su sitio como Ani abría sus brazos y abrazaba a Lara en un afectuoso y cálido abrazo que la otra mujer correspondió de igual modo. Un momento después le daba la misma atención a quien Gina supuso que era Cris por la descripción que Ani le había hecho de esa mujer.
Ani no tardó en acercarse hacia ella acompañada de las dos mujeres.
Gina se levantó ayudada por Owen que, dándose cuenta de la situación, decidió dejarles en su charla.
-Me voy a ver cómo anda en coronel- dijo incorporándose y ayudando a levantar a su hermana.
-Dile que recuerde que Ani le dejó empanadillas en la nevera -le dijo mientras sacudía la arena de su pantalón corto y daba un beso en la mejilla del joven.
-Te apuesto a que no queda ni una -contestó Owen mientras daba unos primeros pasos hacia la avenida conocedor de lo que le gustaban al viejo aquellas empanadillas de Ani.
Cuando devolvió su mirada hacia el otro lado, vio como las tres mujeres venían charlando hacia ella.
-¿Gina? -dijo Lara en señal de saludo acercándose y dando un beso en su mejilla.
-¿Lara?, Te ves genial.
-Sí, lo estoy. Te presento a Cris, mi sombra.
-Hola Cris -dijo Gina ofreciendo su mano para el saludo.
Cris la ignoró y se acercó dando un par de besos en su mejilla.
Ani, sonrió de la actitud próxima, libre y personal, de la abogada, arqueando sus cejas en un gesto cómplice hacia Gina que no pudo evitar que su rostro reflejara la sorpresa de aquel saludo eufórico e inusual.
-¡Hey Cris, tu refresco de naranja! -la voz de Jamie se hizo eco por la playa reclamando a la mujer que con las manos en los bolsillos era incapaz de quitar sus ojos negros de Gina, escudriñando cada detalle de ella.
-Lo siento. Me reclaman -dijo la mujer cortando con su descarada forma de ser y emprendiendo un ligero camino de regreso hasta el grupo.
El rostro de Gina seguía perplejo ante la actitud de la mujer que acababa de alejarse de ellas.
-Es siempre así. Es un caso perdido. La bebida no es el único de sus problemas -dijo Lara con un tono cómico sonriendo a la cara de Gina.
Gina sonrió junto a las dos mujeres frente a ella.
-Tengo entendido que en unas semanas publican tu nuevo libro -dijo Gina metiendo las manos en sus bolsillos y encogiendo sus hombros.
-Así es -respondió Lara orgullosa de haber conseguido remontar su carrera.
-Espero que nos regales un ejemplar autografiado.
-Eso está hecho.
Ani escuchaba la conversación de las dos mientras escuchaba de fondo las risas a las palabras de Cris. Con una sonrisa satisfecha de aquel encuentro de las dos mujeres, se dio la vuelta y se alejó de ellas alegando ir al rescate de Cris o de los demás invitados. Cruzó los brazos y avanzó por la arena sonriendo a sí misma.
-¿Cómo está Ani? -preguntó sin andarse con rodeos a la mujer frente a ella
-Bien. Gracias por haber venido. Esto significaba mucho para ella -respondió Gina dedicándole una gratitud sincera en la expresión de su cara.
-Lo sé. Es una gran mujer
-La mejor
-Ya sabes. Cuida de ella o tendré que…
Gina no pudo evitar sonreír e interrumpir el final de la frase.
-¡Oh Dios! -Exclamo recordando sus propias palabras dirigidas a ella una vez-. No no, antes moriría -añadió luego con toda la seriedad y la promesa que eso significaba no para con Lara sino para consigo misma.
Ani miraba la escena. Las dos mujeres parecían estar atentas y sumergidas en alguna charla que había logrado que Gina sacara ese halo de seriedad y seguridad que tanto la fascinaba. Lara sonrío a sus palabras. Tomó un sorbo de su refresco de cola aislándose del resto del grupo, escuchando solo dentro de sí, como cada cosa se colocaba en su lugar… como las piezas de un puzzle. Frente a ella Lara recuperada y rehaciendo su vida, y Gina, su hogar, el amor de su vida. Respiró hondo, escondida de las miradas ajenas y miró hacia el mar dedicándose un momento de serenidad absoluta, antes de que una de las historias de Cris llenara el espacio de las risas de todos y le forzara a prestar atención a la reunión.

Quince minutos después de escuchar a Cris haciéndose con el mando del alma de la fiesta, y sintiendo una curiosidad innata por saber qué acontecía con ellas, Ani tomó un par de botellas de agua y se acercó hasta las dos mujeres que esta vez, estaban concentradas en su charla.
-La fiesta en por allí -dijo sonriendo a ambas apuntando con sus ojos hacia la reunión y ofreciendo a ambas una botella de agua.
-Hablamos de Cris. Es posible que pueda ayudarme a solucionar unos asuntos de la empresa -dijo Gina tomando la botella que le ofrecía.
-Si hay alguien que puede, es ella -añadió Lara agradeciendo el agua con una pequeña sonrisa pero con plena seguridad en las palabras que acababa de decir.
Ani se enganchó al brazo de Gina y lo palmeó.
-Es una fiesta Gina. Hablen de negocios en otro momento. Si tardan diez minutos más Cris va a acabar con las empanadillas -dijo intentando de sonar convincente pero alegrándose interiormente de que las dos mujeres pudieran entablar una conversación por más de cinco minutos, porque si habían dos personas diferentes en su vida, esas eran ellas dos.
-Mmm.¡ Empanadillas! -exclamó Lara encaminándose hacia el grupo exagerando sus movimientos a razón de su avance por la arena.
-Está claro. Tus empanadillas les hacen enloquecer a todos -dijo viendo a la mujer acercarse hasta la mesa.
-Gracias. -El rostro de Ani cambió de una sonrisa a una mirada intensa a sus ojos verdes.
-¿Qué? No es que no lo supieras ya -añadió Gina eludiendo el tono y la expresión en el rostro de la mujer junto a ella.
-Sabes que no me refiero a eso -le replicó colocándose ante ella y tomando una de sus manos con la suya.
-No hay nada que agradecer -dijo apartando con dos de sus dedos unos mechones de su cara-. Sabes que haría cualquier cosa por ti.
-Cualquier cosa -dijo bajo desviando sus ojos hacia los cordones de la capucha de la sudadera con los que se puso a juguetear- .¿Incluso dejarme publicar el posado para la nueva exposición?
-Cualquier cosa -Gina se reiteró en sus palabras atrayéndola hacia ella y abrazándola-. Menos esa- dijo bajo en su oído recordando la noche que la convenció en hacer un posado usando solo una para cubrirse.
Dio un beso en su cabeza, deteniéndose en el olor de su cabello al tiempo que reafirmaba en su mente la misma afirmación. Haría lo que fuera por ella

-¡¡Ehy chicas!! ¡Ya les vale!. ¡Es mi fiesta!
La voz de Michele rompió con el momento y ambas mujeres se sonrieron antes de emprender el camino hacia la fiesta cogidas de la mano.
Ani se alejó hacia un extremo de la mesa mientras que Jamie reclamaba a Gina para acabar con la anécdota que estaba contando a un grupo en el otro lado.

A medida que pasaba las horas, los demás amigos de Michele se iban acercando hasta el lugar.
Casi todos acabaron por colocarse alrededor de Jamie que parecía un pozo de sabiduría anecdótica. Cris escuchaba atenta sus anécdotas. Ani, con sus brazos cruzados escuchaba como el resto, sonriendo a las expresiones exageradas de un Jamie convertido en el alma de la reunión.
Gina, a unos metros de la reunión, hablaba con Michele sobre la creación de la sociedad bajo la que llevarían su empresa por partes iguales.
La joven asistente no podía expresar con palabras la felicidad que eso le suponía. Si bien, seis meses en Londres le había mostrado lo que Gina siempre le había dicho, que podría con cualquier situación si confiaba un poco más en sí misma, la idea de ser socia de su jefa, era algo que jamás había creído que podría sucederle.
-Lo único que lamento es perderte como asistente -dijo Gina con una amplia sonrisa.
Michele la abrazó con toda la gratitud de la que era capaz de demostrar.

Jamie mantenía a todos a su alrededor, expectantes y con todos sus sentidos puestos en él. Algunos reían antes de que acabara de narrar por el simple hecho de que lo que contaba solo podía pasarle a alguien como él, que sabía sacar lo más cómico de cada situación por fuerte que pudiera parecer.
-Uhy. Carne de cañón a las cinco -dijo bajo Cris acercándose a Lara, con su mirada fija en un punto definido detrás de Jamie, en la avenida.
Lara miró hacia el lugar porque conociendo los gustos de su amiga, le había echado el ojo a alguien.
-Esa es Jess. Esta vez te has equivocado, es más hetero que la vida -dijo Lara sonriendo con una expresión de satisfacción ante la derrota de la abogada.
-Dame tiempo. Tú solo preséntamela. Torres más altas han caído -respondió siguiendo con su mirada los pasos de la mujer por la avenida, como se quitaba sus zapatos y se adentraba en la arena rumbo a ellos.
Lara no pudo evitar una pequeña carcajada que llamó la atención de todos, interrumpiendo con la explicación de Jamie. Dio una mordida a la empanadilla en su mano y alzó la otra haciendo un gesto de pequeños círculos en el aire en señal de disculpas y que prosiguiera con su discurso.

Gina se acercó hasta Ani y se colocó a su lado.
-¿Se lo has dicho?—le preguntó esperándola con una sonrisa.
-Ajá -respondió metiendo las manos en los bolsillos de su sudadera.
-Es una buena decisión.
-Como todas las que tomo -respondió Gina haciendo un esfuerzo por no reír al comentario que a ella misma le pareció carente de modestia por completo.
Ani balanceó su cuerpo y dio un ligero toque a la mujer a su lado y rieron. Gina colocó su brazo por la cintura de Ani y esta hizo lo mismo, abrazándose a su cintura.
-Mataría por un café -dijo Gina de pronto con cierto resquemor del frío que empezaba a vagar por la playa con la caída del sol.
-Y yo -respondió Ani aferrándose un poco más a su cuerpo. Gina frotó su hombro.
-Escapémonos un rato. Te invito a un capuchino -dijo a su oído.
-Mmm. Eres una tentación continua. -No hizo el menor esfuerzo de desmentir que realmente le apetecía.
-Ni siquiera notarán que nos hemos ido. Vamos -dijo esta vez sujetando su mano y tirando de ella en dirección contraria a la reunión y notando como Michele eufórica, daba la bienvenida a Jess.
Ani caminó junto a Gina por la orilla. Cogida de su mano se sentía que daba igual el lugar al que se dirigiera en cualquiera de los aspectos, sujetando aquella mano cualquier dirección sería la correcta. Alzó su otra mano y sin soltarse, abrazó el brazo de la otra mujer que avanzaba decidida con su pelo ondeando al viento de la orilla, notando las diminutas chispas de agua salada que salpicaban en la piel de sus rostros.
Ani se detuvo haciendo frenar el paso de Gina. Esta no necesitó una palabra de su boca para leer en su mirada qué rondaba su mente en ese instante. Retrocedió el paso que las separaba a pesar de no haber soltado su mano y rodeándola con un brazo y con el otro apartando el pelo de su rostro, la besó recogiendo el sabor salado de sus labios y el calor de su boca.
Atrás quedaba el lejano murmullo de la fiesta que seguramente duraría hasta las últimas horas de la noche.

FIN