Escrito por: Yovanu

Escribo desde Buenos Aires, Argentina, no es lo más al sur que se puede estar, pero casi, así que si bien geográficamente tengo una visión austral del mundo,mi imaginación no conoce fronteras. Me gusta encontrar belleza en lo extraordinario y lo cotidiano, lo grandioso y lo pequeño, así que no es raro verme con una cámara de fotos de aquí para allá captando todo aquello que ven mis ojos y más, en especial lo imperceptible.

Bienvenid@s nuevamente al mágico mundo de Jemma, es más, más que mágico voy a empezar a decir también que es invisible. Una semana más y nuestras niñas comienzan a tener una presencia casi imperceptible en pantalla. En algún momento, esperanzada de la vida me quejé incluso de las escenas de “hand sex”, claro, no tenía idea que lo peor estaba por venir. ¿Qué ha pasado con las miradas? ¿Qué ha pasado con esas manitas que pasaban por la espalda? ¿Con esa revolución que provocaba cada vez que se tomaban de la mano? Bueno, nada…casi seguro el o la guionista particular de esta historia debe estar de baja o de vacaciones o algo así debe haber sucedido. No pierdo las esperanzas porque si con estas dos no fuera a pasar nunca más nada en la vida, ya una la hubieran vuelto heterosexual o la hubieran matado o la mandarían de viaje. Es decir, el típico recurso televisivo para finiquitar historias lésbicas y traumarnos la existencia. Igual no crean que no les voy a contar nada de nada, que nuestras niñas han mostrado sus bellos rostros por ahí, en alguna aparición insignificante mientras a los demás de verdad les sucedían cosas, así que con toda la emoción que pueden tener después de esta motivante introducción, vamos al relato de lo sucedido esta semana en la Pestalozzi Schule.

La semana pasada había terminado con la dichosa fiesta en la discográfica a la que sólo habían invitado a Luzi, pero también como recordaran (y sino igual aquí estoy yo diciéndolo) habían acordado que eran uno para todos y todos para uno, así que todo el STAG al completo iba a asistir. Se pusieron sus mejores galas (bueno, estoy siendo optimista, con algunos/as el vestuario deja bastante que desear) y fueron a la fiesta. Ahí podemos ver a nuestras Jemma (atesoren este momento en sus retinas porque será de las escasas ocasiones en que vamos a ver a la parejita junta) observando el nombre de todos los representados por esta discográfica o específicamente por el que dirige la misma, Frank Peters.

Mientras sueñan en voz alta lo increíble que sería que ellas fueron representadas también, aparece Caro, a.k.a cara de galleta gigante, alardeando con un papelito en la mano. Aparentemente ella ni lerda ni perezosa se las arregló para conseguir un número de teléfono que le sirva para conseguir… lo que sea que quiera conseguir, porque en definitiva de momento parece que lo que quiere es trabajar ahí, pero vamos, como nos presentan al personaje como una trepadora potencial, puede que sus intereses sean incluso ser el próximo disco de platino de la discográfica.

Mientras alardeaba ante nuestras chicas sobre lo astuta que es, Frank le ordena a la persona que le había dado su teléfono a Caro, que se ponga a ordenar un poco. Ahí caemos en la cuenta que el pobre chico no es precisamente alguien de mucho peso ahí y que seguramente le hizo un verso muy bonito a Caro para ver si lograba algo con ella. Jenny le pregunta a Frank quien es ese chico, y él le confirma que es un becario que trabaja ahí. Le pregunta si quiere su teléfono, pero nuestra siempre atenta rubia le dice que no es necesario, que Caro ya lo tiene. Todo esto mientras se ríen de la pobre infeliz, claro. Jenny al ver la cara de odio de Caro, le dice que no se preocupe, que quizá ese chico algún día llega a ser una gran estrella, y que ella podrá decir que fue su primer groupie.

En ese momento aparece Bodo todo contento como perro con dos colas, y les dice que adivinen que es lo que tiene. Emma le pregunta si tiene el teléfono de una estrella de verdad (le sigue tirando las directas/indirectas a Caro), y Bodo le dice que sí, pero que además tiene el autógrafo de The Black Pony, la banda favorita de Lara (la que se siente acosada cada vez que lo ve).

Más adelante lo que tenemos es una misa por la muerte de la profesora mala y el director aún peor. Parece que en vida eran unas ratas crueles detestables pero ahora bajo el magnánimo manto de la muerte, están todos muy afectados por su inesperada muerte, y hasta parece que los lloran.

Después de los discursos de rigor recordando lo que estos dos hicieron en vida, nuestra Emma comienza a cantar el Ave María (así, espontáneamente), y claro, no es cuestión que la dejen ahí sola cantando, así que primero se le une Luzi, luego Jenny y así sucesivamente hasta que se le une casi todo el STAG o al menos los que afinaban lo suficientemente bien como para no desentonar. Una vez terminada la misa, Bea le dice a Emma que fue muy emotivo de su parte lo que hizo, y ella le dice que siente que al menos pudo hacer algo después de semejante tragedia.

Luego de esto, ya en la escuela (atentas, hay otra escena en donde coinciden nuestras Jemma y hasta incluye un toque de Jenny al brazo de Emma), siguen hablando de toda esta tragedia, Jenny diciéndole a Emma que aunque esos dos muertos en realidad querían desaparecer al STAG (es más, no nos olvidemos cuando tenían a los estudiantes divididos entre inteligentes e idiotas y la pobre Emma sufría por no estar con sus amigos), seguramente les hubiera gustado la actitud de Emma en honor de ellos.

Mientras se abrazan (no lo puedo creer, hay contacto físico….me corren las lágrimas por las mejillas) aparece Timo (que en teoría estaba todavía en el hospital, y de hecho no tiene el alta médica porque están esperando unos resultados) buscando a Luzi, pero cuando le dicen que Luzi prefirió quedarse en la iglesia con Ben, lo perdemos de vista. Sólo a efectos informativos, el hecho de que Timo esté caminando suelto por ahí es todo un peligro, porque los resultados de sus exámenes determinaron que tiene una vértebra semi-fracturada, y tiene que hacer estricto reposo. De hecho y para resumirlo, visto y considerando que las dos personas que en realidad nos importan, no nos dan mucho de que hablar. Timo comete un gran error al escaparse del hospital a buscar a Luzi, porque al tener la vértebra semi fracturada ¿que pudo haber pasado? Que se le fracturó del todo. ¿Qué quiere decir eso? Que Timo al menos de momento, no va a poder volver a caminar. Sí, así como lo leen, un culebrón en toda regla. Luzi se siente culpable porque Timo se escapó del hospital para buscarla sólo porque ella le dijo que estaba enamorada de otro (Ben), y claro, ahora ella se siente culpable, Ben se siente culpable también por su participación en todo el accidente, pero lo cierto es que el que quedó de momento parapléjico (digo de momento porque esto es ficción, ya sabemos que los ciegos pueden volver a ver, los paralíticos a caminar, etcétera) es Timo.

¿Qué más se puede contar de esta semana? Bueno, básicamente hay que aguantarlo a Ben y su sentimiento de culpa por el accidente que provocó, peleando con Ronnie. ¿Quién es Ronnie? Se los presento rápidamente. Para quien no lo sepa, en el accidente que causó todo este drama interminable, Ben iba compitiendo en una carrera con este Ronnie, de ahí tanto sentimiento de culpa (normal, dos muertos…y un paralítico), y a su vez nos enteramos que Ronnie es el hermano menor de Frank Peters, y que ambos son tíos de Ben por parte de madre, pero él no los conocía. Ahí tienen, un culebrón en toda regla.

Lo que resta es culpa y más culpa de parte de Ben, peleas con Ronnie, Emma interviniendo para separarlos en alguna de sus peleas y poco más.

Al final les terminé hablando más de los otros personajes que de nuestras Jemma, pero es que de verdad, no ha pasado nada. Espero para la semana que viene tengamos algo más para comentar o discutir, no pierdo las esperanzas.

¡Hasta la próxima!

Mil gracias a Amidola y a Frieda por su inestimable ayuda con los screens de estos episodios.