Muy buenas a todas, les vengo a traer una nueva historia que parece prometedora. Y admitamos que el mundo lésbico televisivo anda de capa caída en este último tiempo, por eso hoy les vengo a presentar a Isabel y Cristina, pero antes, mejor las meto en situación y les cuento de que va un poco la historia y que pinta a la que amaremos desde ya.
Nos situamos a finales del siglo XIX. La serie empieza con la llegada de los hermanos bravo a un pueblo, más concretamente al pueblo donde los vio nacer, huyendo de la justicia por un atraco frustrado en Portugal. Y muy pronto chocarán con el señor Lobo, un terrateniente muy poderoso acostumbrado a manejar a su antojo a los habitantes empobrecidos de dicho lugar.
El señor es viudo y tiene 4 hijas. La mayor se llama Almudena, que ha ocupado el puesto de mujer de la casa, a falta de su madre y enamorada de uno de los hermanos Bravo. También está Isabel (que esta es la que nos interesa) y es como el hijo que Lobo nunca tuvo, ya que le gustan las armas, los trabajos de la hacienda y no puede con los convencionalismos de esa época. De seguida tenemos a Nieves, que sería como la coqueta, frívola y un tanto egoísta, enamorada del capataz y la pequeña Rosa, que es la consentida de su padre, si algo quieren las hermanas, acuden a la pequeña porque es muy difícil que el padre le dé un no como respuesta.
Y ahora que más o menos las tengo a todas ubicadas, puedo empezar con el capítulo. Decir también que el pueblo ha sido tomado por militares. Llegaron en el momento en el que la gente se reveló contra Lobo por los abusos cometidos hacia ellos, por lo que los militares toman a gente del pueblo encarcelándolos y condenándolos acusados de anarquistas. Así que la situación del pueblo es bastante tensa, con revueltas cada dos por tres. Por eso un día que las 3 hermanas, Rosa, Almudena e Isabel van caminando por el pueblo, se ven envueltas en una persecución y pierden a la pequeña Rosa, y es que además la pequeña de los Lobo es ciega, perdió la visión meses antes.
El caso es que las hermanas se separan para buscar a la pequeña e Isabel termina entrando en el burdel del pueblo. Entre unas cosas y otras termina en la habitación de una de las chicas que trabaja allí llamada Cristina. Y a la Loba (por ser hija de Lobo), se le cae la baba cuando la ve bañarse, hasta que la otra en un momento dado se percata de su presencia. Isabel, sale corriendo de allí, dejando con una sonrisa a Cristina, que se ha percatado de la situación.
Después cuando se encuentra ya en casa, mientras se da un baño rememora todo lo sucedido en el burdel. Y cuando sus manitas van derechitas a donde ya sabemos, viniéndole a la cabeza ese cuerpo desnudo que acaba de ver, es interrumpida, por desgracia por su nana.
Más tarde, cuando está en la habitación. Su hermana Nieves, que solo vive para ella misma, le pregunta porque no es como ella. En el sentido que ni le gustan los vestidos, ni las joyas ni le gusta cepillarse el pelo y su hermana no tiene otra cosa que responderle que porque ella es distinta, respuesta que no ayuda a subsanar el lio interno que tiene. Al final opta, por ponerse un corsé además de llevar el pelo suelto y ponerse un bonito vestido.
Cuando al rato se encuentra con Anibal, el capataz, le pregunta como la ve, pero claro, para él es como una hermana, y terminan teniendo esta conversación
Isabel: Anibal, ¿Qué me falta? ¿Qué tiene mi hermana que no tenga yo?
Anibal: Isabel, no te falta nada, estás preciosa, lo único es..que tu eres diferente…
Isabel: ¡No quiero ser diferente!
Y se marcha a su habitación a llorar. Y es que se está dando cuenta que algo en ella la hace ser diferente a sus hermanas y solo busca el ser igual. Seguro que a más de una alguna vez le ha pasado lo mismo y saben como se siente. Pues ya veremos la semana que viene si soluciona un poco esas dudas o por el contrario aumentan. ¿Qué piensan? Hasta la próxima!!