Bienvenidas nuevamente, como todos los jueves, a nuestro espacio de amor por la lectura….bueno, o de amor a las historias de amor ¿no? La novela de la que voy a hablar hoy se llama: Las Estrategias del Amor de Selyna Malinky.

A diferencia de los libros que he comentado en semanas anteriores, éste me cuesta un poco más, no porque la historia sea muy compleja, sino porque no me gustó demasiado. No, a ver, en realidad me gustó prácticamente nada :(. Como siempre, aclaro, es sólo mi opinión.

La historia nos cuenta el encuentro azaroso en un tren a Londres, entre Isobelle Swanson y Evelyn Hartford. La primera, una empleada contable y la segunda una arquitecta adinerada (ya alguna vez comenté que la pobreza está prohibida en estas historias). Ambas, súper heterosexuales hasta ese momento en que sus miradas se cruzan, ya no volverán a ser las mismas. Esos segundos en que se encuentran en el tren, son tan intensos para ellas, que luego no pueden dejar de pensar, la una en la otra. Es más, una de ellas, no sólo no puede dejar de pensar en la otra, sino que esa misma noche, comienza a soñar con la desconocida y hasta se excita pensando en ella mientras se ducha. ¿Ven? Esos son encuentros intensos, todo lo demás es cuento.

Como quedan obsesionadas con volver a verse, toda la semana intentan volver a encontrarse en el mismo tren, a la misma hora. Tienen suerte que son trenes ingleses y no argentinos, si dependieran de la puntualidad de los de por aquí…ya podían ir prendiéndole velas al Sr. Destino, que no se iban a encontrar en la vida. Por suerte, y porque en definitiva, de eso va la historia, vuelven a verse. Esta vez, a diferencia de la primera, entablan una conversación. Si ya con una mirada de cinco segundos, una casi tuvo un orgasmo, con la conversación, imaginen…. A partir de ahí se irá dando todo el ritual habitual de volver a verse, reconocer que hay atracción entre ambas, etcétera.

Una de las cosas que no me gustó leer, fue en algunas partes, casi un discurso defendiendo la naturalidad del amor entre mujeres, es decir, al público casi en su mayoría lésbico o bisexual del libro, le explica lo natural que es sentir atracción por una mujer siendo mujer. Me pareció ridículo e innecesario.

Me resultó llamativa la rapidez, no con que las protagonistas se conocen y se relacionan, sino lo rápido que hablan de amor, en el sentido del amor para toda la vida. Que sí, que todas conocemos lesbianitas que a los dos días de conocer a alguien, deliran sobre casarse, tener niños, perros corriendo por la playa, etcétera…pero juro que en este libro, no se lee natural, es como exagerado. Si supuestamente estoy leyendo algo romántico, y de repente largo una carcajada, hay algo que no está funcionando.

Por supuesto la familia de una de ellas (porque la otra es medio huérfana) acepta sin ningún inconveniente la nueva relación, es más, se conocen y a la otra página la han incorporado a la familia con una rapidez asombrosa. Para mí gusto ese es uno de los problemas de la historia, no da tiempo a madurar las cosas, todo sucede demasiado rápido. Ah, y como la historia romántica se le quedaba en poco, también tenemos la parte suspenso-policial. Una de las protagonistas tiene un acosador peligroso desde hace años. El tipo tiene orden judicial de no acercarse, pero al enterarse que el objeto de su enfermizo amor tiene novia, comienza a amenazar sus vidas.

Así que a la historia ridículamente romántica, se le suma el imbécil que las persigue. Esto tampoco crean que es muy interesante, no se ilusionen. La historia es un festival de WTF permanente. Se hace larga, pesada de leer y en realidad una sigue hasta el final para ver qué pasa con esta gente, por una curiosidad insana más que otra cosa, o de masoquismo literario, por llamarlo de alguna manera.

Las escenas eróticas no están mal contadas (tampoco abundan demasiado), porque ya todo lo otro era flojo, si además hay que leer escenas eróticas mal relatadas, cerremos todo y pongámonos a hacer sudokus.

Los personajes secundarios, excepto el psicópata, son todos encantadores, no hay ni uno que no sea más bueno que la avena quaker. De hecho, eso es algo que se echa de menos…la existencia de matices, todo es muy llano, todo es muy bueno (las protagonistas y familiares) o muy malo (el acosador), no hay nada en medio.

Algo para mí importantísimo de resaltar, la traducción. Me hubiera gustado leer esto en su idioma original (para así lamentarme pero en el idioma de Shakespeare), porque en muchas ocasiones al leer, había frases….incluso párrafos que se hacían un poco inentendibles. La lectura no se hace fluida, y se nota sobre todo al comienzo, luego ya no tanto, no sé si porque la traducción mejora o es que ya nos adaptamos a leerlo así. Como sea, creo que la traducción no es de lo mejor, y no ayuda a una historia que de por sí no es precisamente buena.

Si alguna la leyó, me gustaría conocer otra opinión. Obviamente esto es algo muy personal, y quizá lo que a mí no me gustó, a otra le encante, así que si hay alguna fanática de la historia…sepa entender que esto es una cuestión de gustos. Espero la semana que viene hablarles de alguna historia que me haya gustado un poquito más 😀 .

¡Sean felices y hasta la próxima!