Escrito por: Genix Como buena isleña, el sol y el mar siempre han sido unos grandes aliados en mi vida y a ellos recurro para empaparme siempre de la libertad que me hacen sentir. Amo la naturaleza, caminar por la arena, sentir las olas enfrentarse a los acantilados, bosques, sentarme a leer bajo la sombra de un árbol, pero sobre todo me apasiona aislarme del mundo, crear mundos paralelos, escribir generando realidades emocionales que muevan mis propios cimientos.

Es vida mi vida

Cada día danzo a los pasos acompasados del amanecer, no importa donde vaya, en qué rutina me pierda o como muera, danzo con la música del aire que respiro y la noche que se acerca cuando el ritmo de la vida sigue sonando entre sueños. Vivo de los aplausos hechos sonrisas de las personas que amo, y si un desconocido me regala su amabilidad, un nuevo instrumento arma esta orquesta que armoniza esta banda sonora de mis días.

Bailo cada instante escuchando dentro de mí todas las sinfonías escritas y las que no pueden serlo. Las miradas acompasadas de la gente que repara en mí o ante las que soy solo un espejismo, no me impide, ni aunque quisieran, dejar de danzar.

No bailo para un público cobarde incapaz de escuchar los ritmos sordos de sus falsas morales, bailo porque respiro, escucho la música de mis cientos de aciertos con una luz en mi mirada… Y bailo el ritmo agresivo de mil rabias por mis errores, intentándolo una vez más, buscando los pasos exactos…ese, ese es mi baile perfecto, el que siempre bailo a solas junto al murmullo solitario de la brisa que me acompaña al caer de rodillas ante mi propia culpa. Final del acto.

Bailo cada mañana, cansada o abatida y me siento viva, es vida mi vida, son música mis caminos y baile mis destinos. Y si no tuviera pies, seguiría bailando, si fuera sorda escucharía esa música llenando el vacío, si muero….si muero, me bailaría para mí, mi propia vida.

Soy más de lo que hago, soy más de lo que digo, soy quien a veces duerme cuando todos despiertan, quien despierta en mitad de las noches bohemias al son de un réquiem…el viento.

Soy mis sacrificios y mis elecciones…quien recapacita en un paso mal dado para volver a intentarlo y hacerlo siempre un poco mejor…

La vida es danza, la danza perfecta, mis aplausos son las lágrimas que impedí que se derramaran en mi nombre, las noches de charla junto a mis amigos…

Mis amigos, el punto álgido de un adagio sublime cargado de emociones. Lo mejor de mí no morirá a la caída del telón, mi mejor actuación vive en ellos, mi mejor función es la que les compartí…porque no morirá cuando mi teatro esté vacío.

Soy quien dance cuando ya no pueda dar ni un paso y continuaré danzando en la armonía de mi corazón, sintiendo la acrobacia mejor concebida ese último balance al final del acto, cuando sin aliento mire con la frente en alto hacia las plateas y entienda que me fue posible danzar porque…fue vida mi vida.

Fin

¡Feliz día del amor y la amistad!

Imagen por: Masterdreams